domingo, 28 de junio de 2020

52 Retos de Escritura (XXVI): En la biblioteca negra

Reto #26: Haz una historia en la que el incidente desencadenante sea un guante perdido.


EN LA BIBLIOTECA NEGRA


El Rey Negro observó el objeto en su mano con algo de curiosidad antes de devolvérselo.

—Es un guante— sentenció.

—Sísísísísísísí, es un guante humano— replicó Gama con su vocecilla chillona—. Gama lo ha encontrado. Gama lo trae para Rey Negro.

Para Gama, que no era la más brillante de entre los duendes, aquel objeto era maravilloso porque era de los humanos, así que seguro que era un buen obsequio para el Rey Negro al que tanto le gustaban los humanos. A ella no le gustaban demasiado, por supuesto, porque la mayoría de ellos eran estúpidos y solo sabían hacer daño a los demás. Pero sabía que el Rey Negro les tenía aprecio y que le gustaban la Reina Blanca y sus guardianes, y por eso si encontraba algo de los humanos, se lo traía como obsequio. Seguro que el Rey Negro estaba contento, sí. Desde luego, había dejado de intentar dárselo a ella de nuevo.

domingo, 21 de junio de 2020

52 Retos de Escritura (XXV): Ángel de la Guardia

Reto #25: Escribe un relato en el que uno de los personajes esté durmiendo todo el tiempo.


ÁNGEL DE LA GUARDIA


Sorin había preparado una entrada grandilocuente que estaba seguro que haría rabiar a la Reina Blanca, pero cuando abrió la puerta de golpe, dispuesto a saludar con un grito, Eloisa se giró hacia él con el rostro de alguien que estaba a punto de perpetrar un asesinato a sangre fría y le chistó. Las palabras que había planificado murieron en sus labios, y durante unos instantes quedó paralizado. Una cosa era pinchar a la humana, y otra enfurecerla. Y sabía muy bien cuándo estaba al borde de conseguir lo segundo. Así que mejor paraba mientras podía. Le gustaba su cabeza donde estaba, gracias. Cuando por fin dejó de recibir aquella mirada asesina, al girar ella la cabeza, se atrevió entonces a cerrar la puerta y a acercarse en silencio, preguntándose qué demonios estaba pasando.

No tardó en descubrir por qué. Tumbado en el sofá, hecho prácticamente una bola y dormido como un bebé, estaba César.

domingo, 14 de junio de 2020

52 Retos de Escritura (XXIV): Un trueno en el cielo azul

Reto #24: Haz una historia que sea afrofuturista.

Nota de la autora: particularmente encuentro que este reto no debería haber sido incluido. Considero que el afrofuturismo nace de una situación cultural extrema que sólo pueden experimentar aquellos que cuentan con ascendencia africana, ya pertenezcan a una de las múltiples etnias africanas o desciendan de aquellos que fueron esclavizados. Yo (y probablemente más personas que participan en este reto) no soy quién para intentar escribir sobre unas experiencias que me son ajenas por completo. Dicho esto, he intentado documentarme, informarme, y ser todo lo respetuosa que se puede ser, dadas las circunstancias. Pido disculpas si alguien se siente insultado o enajenado por este relato.


UN TRUENO EN EL CIELO AZUL


La mañana comenzaba con una oración a los orisha. Para Abeni, continuaba con la primera comida de la mañana, que en general consistía en unas gachas a partir de harina de mandioca, antes de empezar su trabajo en su pequeño huerto en una tierra que dominaba el río. Ese día debía darse prisa para acabar con sus tareas; los Compradores llegarían a media mañana, y debía estar preparada para ello.

domingo, 7 de junio de 2020

52 Retos de Escritura (XXIII): No hay monstruos en el armario

Reto #23: Un niño ve cómo su abuelo mata a su madre. Explica el terror que siente al presenciar todo y por temer que le encuentre.


NO HAY MONSTRUOS EN EL ARMARIO


Los monstruos, descubre uno con la edad, no se esconden en los armarios, sino en la mente de las personas. Es una verdad que se tarda en descubrir años y años de observaciones y experiencias, a medida que se va madurando y se llega a ser una persona adulta.

Leila acababa de descubrir esta verdad de forma súbita a los seis años.

Ni siquiera lo había pensado al meterse allí. En realidad, no había pensado más que aquel era un lugar en el que no la buscarían. Su pequeña mente, todavía en proceso de desarrollo, no había dado para mucho más. Ni siquiera era capaz de procesar lo que estaba ocurriendo. Sólo sabía que debía estar quieta, y que debía estar callada, y que tenía mucho miedo.

Su abuelito se había convertido en un monstruo.