tag:blogger.com,1999:blog-46558003101817784902024-03-14T04:56:22.000+01:00Elven MagicBlog de mitología, fantasía y relatos de una friki aburrida.Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.comBlogger113125tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-39603929198339347892022-05-25T20:04:00.001+02:002022-05-31T13:51:07.811+02:00La criatura nacida de una partida de "teléfono estropeado" antigua<p> /*Sale de entre una montaña de papeles, libros y material de papelería, completa con cuernos y colmillos de hannya*/ Disculpad el aspecto y la ausencia durante todos estos meses. Como estaréis al tanto (o puede que no, nunca se sabe cómo interpretaréis mis maldiciones hacia cierto individuo), he estado todo este tiempo con los estudios y frustrada por uno de mis profesores. Sin embargo, este es el día señalado, el GLORIOSO 25 DE MAYO (a.k.a. Día de la Toalla, a.k.a. Día del Orgullo Friki), y por tanto salgo de mi cárcel para escribir mi artículo mensual. Que por una mayoría absoluta (cinco de ocho votos) ha resultado que sea sobre bichos mitológicos. Así que hoy voy a hablar de unicornios. Porque patata.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEC0NCAF4mNiQvR3sUGVCVTGzgZLEpdG9bz-vbJah85VoppxeHbQEQJVVyX01bI4xcSRibKJsAmqlxFxK45uzcI9dgLXgccf3o-wtU-b2yGN8TAFdoUDrZ2ZybKJPEtsk0u63h96PBaBMgVXNCUTn8fb8NbeG0XJmq8uFCG6VEZ0TpUNMeHTiXU_GASw/s691/logo_orgullo_friki_21052013.columnas_6.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="691" data-original-width="490" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEC0NCAF4mNiQvR3sUGVCVTGzgZLEpdG9bz-vbJah85VoppxeHbQEQJVVyX01bI4xcSRibKJsAmqlxFxK45uzcI9dgLXgccf3o-wtU-b2yGN8TAFdoUDrZ2ZybKJPEtsk0u63h96PBaBMgVXNCUTn8fb8NbeG0XJmq8uFCG6VEZ0TpUNMeHTiXU_GASw/s320/logo_orgullo_friki_21052013.columnas_6.jpg" width="227" /></a></div><br /><p><span></span></p><a name='more'></a>“¡Pero Yuko, todos sabemos lo que son los unicornios!”. Sí, hijos midos, sí, soy consciente de que todo el mundo en Occidente que no haya sido criado por una secta baptista/presbiteriana/evangelista ida de pinza sabe lo que es un unicornio. Están hasta en la puñetera sopa. Son prácticamente el símbolo de la fantasía en la actualidad. Y, por supuesto, todo sabemos lo de que les atraen las vírgenes y todas esas mierdas medievales. Pero si pensabais que eso era lo único que había con estos bichos, amigos míos, estáis MUY equivocados.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS8vLBhIwTexY5GvHq3EbOqJL7Oxzys_pkrXhrMscHLIaCryTM0FKbk3d6z5Hxt3AD1ahaOW9AgC32vcKaYnMPYsuN3DWaQt5eard7v09UhV2Jnha24nffCMba06RXbXlRwhiCiFu8tvkCTz8f_SrmyqwPTllsQt-ycZBFAU3yJjZF3kzW5DLco4m1sQ/s1406/Stamp_seal_and_modern_impression-_unicorn_and_incense_burner_(%20)_MET_DP23101_(cropped).jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="708" data-original-width="1406" height="101" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS8vLBhIwTexY5GvHq3EbOqJL7Oxzys_pkrXhrMscHLIaCryTM0FKbk3d6z5Hxt3AD1ahaOW9AgC32vcKaYnMPYsuN3DWaQt5eard7v09UhV2Jnha24nffCMba06RXbXlRwhiCiFu8tvkCTz8f_SrmyqwPTllsQt-ycZBFAU3yJjZF3kzW5DLco4m1sQ/w200-h101/Stamp_seal_and_modern_impression-_unicorn_and_incense_burner_(%20)_MET_DP23101_(cropped).jpg" width="200" /></a></div>Porque si nos ponemos a escarbar en los orígenes del unicornio, de repente nos encontramos con la civilización del Valle del Indo, una de las culturas más antiguas de la humanidad (de donde viene esa copa de barro que un puñetero desgraciado rompe en un video para luego vender los trozos, casi causándome una embolia del cabreo que me pillé). Los arqueólogos encontraron una serie de sellos tallados en esteatita que mostraban una criatura con un solo cuerno. Esta criatura con cuerpo de bovino aparece con incensarios, por lo que se piensa que tenía un significado religioso. <br /><br />Ha habido discusiones sobre la posibilidad de que se tratara de una criatura con dos cuernos, con uno de ellos tapado por el otro (que yo también lo pensé al principio, la verdad), pero hay pruebas de que esto no es así. Principalmente, otras imágenes de bovinos en los que sí están dibujados los dos cuernos, y la existencia de efigies de animales con un solo cuerno. Otra cosa que dicen los arqueólogos es que la relación de esta criatura con el unicornio que todos conocemos es dudosa en el mejor de los casos, pero es más que posible que tuviera una cierta influencia, teniendo en cuenta nuestro siguiente paso en esta aventura.<br /><br />Porque ahora damos un salto de varios siglos y nos metemos en la Antigua Grecia, en donde encontramos al monoceros. En realidad, para los antiguos griegos, el monoceros no era una criatura mitológica como podría serlo el pegaso, sino una criatura natural que existía en la India. Aunque la primera mención del nombre “monoceros” aparece en la Historia Natural de Plinio el Viejo, animales con un solo cuerno ya habían sido descritos con anterioridad. <br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZEexInkVu7rMbyho7yItsjny-mnA930ZNWAozSSjNDFdiLjG1zFZLgBIcR7vJqVs97EdyJjgaBaxRAaJktYNbbg5uezrVgYu6zxMX888azzHNvDM76N9PnLhGWp7kMyKORInMBKen6vfbOL6EeB6RQt2D4FyDbPHxvnrHkUB0Wnhz7H0M4idkyNaU2w/s1429/85-Oxford_1511_-_Unicorno.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1429" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZEexInkVu7rMbyho7yItsjny-mnA930ZNWAozSSjNDFdiLjG1zFZLgBIcR7vJqVs97EdyJjgaBaxRAaJktYNbbg5uezrVgYu6zxMX888azzHNvDM76N9PnLhGWp7kMyKORInMBKen6vfbOL6EeB6RQt2D4FyDbPHxvnrHkUB0Wnhz7H0M4idkyNaU2w/w224-h320/85-Oxford_1511_-_Unicorno.jpg" width="224" /></a></div>La primerísima primera mención de un animal así la tenemos por parte de Ctesias de Cnido en su libro Indika, compuesto en el siglo V a.C.. La cuestión es que Ctesias nunca estuvo en la India; era el médico personal de Atajerjes II de Persia, y toda la información la recibía de comerciantes persas que recorrían la Ruta de la Seda para llegar hasta China. Y vamos a ver, el libro es una mezcla de verdades y soberanas chorradas tal que tres siglos después los propios griegos se burlaban de él. Pero a toro pasado, es un escrito interesante en el aspecto de cómo esa información ha llegado incluso hasta nuestros días. Por ejemplo, este libro es donde encontramos la primera mención a la mantícora, descrita como una criatura de color rojo con cara de humano, tres filas de dientes y la cola de un escorpión, o a los pigmeos.<br /><br />Pero volviendo a la criatura descrita por Ctesias, que según él era un burro con un cuerno en medio de la frente, otros escritores posteriores mencionaron a este animal. Aristóteles, por ejemplo, menciona a dos animales indios con un solo cuerno: el órix y el burro indio. Otros que mencionaron al dichoso “burro indio” fueron Antígono de Carystus y Estrabón, hasta que llegamos a Plinio el Viejo y su “fiera” criatura con la cabeza de un ciervo, los pies de un elefante, la cola de un jabalí y el cuerpo de un caballo, con un cuerno de color negro y casi un metro de longitud que le salía de la frente.<br /><br />La cuestión está en que el monoceros era en realidad una TERCERA criatura, porque Plinio el Viejo recogía de nuevo al órix y mencionaba a un “buey” indio. ¿Es esto importante? Tal vez, y dentro de un rato veremos por qué. Antes debemos mencionar a Claudio Aureliano, un autor romano del siglo III d.C., que dice que los griegos a veces llamaban al monoceros con el nombre de “cartazonos”. ¿Y de dónde sale este nombre? Pues, al parecer, proviene de la palabra árabe “karkadann”.<br /><br />Karkadann tiene dos significados. Uno de ellos es el nombre de una criatura mítica de un solo cuerno que, según los escritores persas que lo mencionan, era una criatura terriblemente fiera, pero que podía ser tranquilizada por doncellas vírgenes. Existían imágenes de esta criatura en Persia, que fueron observadas por los griegos, cimentando la creencia en este bicho.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaEMfrNdBpvbk-YFllbFQQaa-DMpwuKJoR3gqz_ygcKv44l5fKMTftygFEFFWvIF4UWc3FdgmGhsaLhjUfL-g3au8H0ORf5tlpfqeSUPgC7vitiuqt1kaF2v7BKj6ehm4GELZvJ-5HSfVCgog2EQCJWTuVKBtiFFYkntbTl-yR-dInFPOgv4noipy53Q/s1800/Zakariya_ibn_Muhammad_Qazwini_-_A_Rhinoceros_-_Walters_W659112A_-_Full_Page.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1800" data-original-width="1168" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaEMfrNdBpvbk-YFllbFQQaa-DMpwuKJoR3gqz_ygcKv44l5fKMTftygFEFFWvIF4UWc3FdgmGhsaLhjUfL-g3au8H0ORf5tlpfqeSUPgC7vitiuqt1kaF2v7BKj6ehm4GELZvJ-5HSfVCgog2EQCJWTuVKBtiFFYkntbTl-yR-dInFPOgv4noipy53Q/s320/Zakariya_ibn_Muhammad_Qazwini_-_A_Rhinoceros_-_Walters_W659112A_-_Full_Page.jpg" width="208" /></a></div>¿Cuál es el segundo significado de la palabra? Rinoceronte.<br /><br />Sí, todos habéis escuchado la historia de que los unicornios eran en realidad rinocerontes, pero seguramente no sabéis que se estaban refiriendo concretamente a los rinocerontes indios. De hecho, el buey indio del que habla Plinio el Viejo era con toda seguridad una de las dos especies de rinocerontes que existían en la India por aquel entonces, con el monoceros siendo la segunda. Una de esas especies era una subespecie del rinoceronte de Java que se extinguió a principios del siglo XX, mientras que la otra, el rinoceronte indio (Rhinoceros Unicornis, para que luego digáis que los biólogos no son una panda de cachondos mentales) está en una situación de vulnerabilidad. La diferencia que tienen estos rinocerontes con los africanos es que… bueno… tienen un solo cuerno. En la punta de la nariz, claro, pero eso no quería decir que alguien dijera “en la cara” y alguien tradujera “en la frente”. Porque las traducciones a veces son así.<br /><br />Pero el unicornio que nosotros conocemos, el que lleva existiendo en nuestro imaginario desde la Edad Media, no depende solo del monoceros griego, no. También depende de una criatura mencionada en la Biblia. La palabra que se usa para referirse a dicha criatura es re’em. Re’em aparece un total de nueve veces en la Biblia, en distintas citas, y la traducción general puede ser… eh… extraña. Por ejemplo, en mi Biblia familiar lo traducen de tres maneras distintas: unicornio, toro y búfalo. También se traduce como buey salvaje o como rinoceronte, y el Rabbi Natan Slifkin dice que se refiere a los uros. Sin embargo, la referencia que el hebreo moderno acepta es… órix. Sí, el otro bicho con supuestamente un solo cuerno.<br /><br />Así que cuando llegaron los monjes de la Edad Media y fusionaron todo este embolao de descripciones extrañas, citas bíblicas de difícil traducción y sus fantasías propias, de allí salió el caballo con un cuerno en medio de la frente con poderes milagrosos y preferencia por chicas jóvenes e inocentes que todos conocemos.<br /><br /><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4TgMzTGFdp_Nfz54FhRzyqi2bLsbKuq0Eb-eP00AHu3TiWYhuI0nxRLz8MVmWI6HBW-rtImkxp2ug0v4u8cvkL0ZbSTVrbrVO3zOtiqY7gWmJwCcKfG3XiiK9zcUxMDrbu8-w1In4s9jcXp3tv1H_JhWbj0sfTFuNd6yBlfuYCazrE1mPN_6OoO3Vhg/s1721/800px-Weltliche_Schatzkammer_Wienb.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1721" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4TgMzTGFdp_Nfz54FhRzyqi2bLsbKuq0Eb-eP00AHu3TiWYhuI0nxRLz8MVmWI6HBW-rtImkxp2ug0v4u8cvkL0ZbSTVrbrVO3zOtiqY7gWmJwCcKfG3XiiK9zcUxMDrbu8-w1In4s9jcXp3tv1H_JhWbj0sfTFuNd6yBlfuYCazrE1mPN_6OoO3Vhg/s320/800px-Weltliche_Schatzkammer_Wienb.jpg" width="149" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Supuesto alicornio</i></span><br /></td></tr></tbody></table>(Hago aquí un inciso para decir que la palabra “alicornio” existe desde mucho antes que My Little Pony, y es el nombre que recibe el cuerno de un unicornio. Por aquello de que no sois excesivamente originales, queridos míos.)<br /><br />El unicornio se volvió, como es de esperarse, en un símbolo heráldico. Por ejemplo, en el escudo de armas de Gran Bretaña, una de las criaturas que sostiene el escudo es un unicornio. Al parecer, representa a Escocia, frente al león que representa a Inglaterra. Al parecer, la imagen proviene de que el escudo de armas de los reyes de Escocia era sostenido por dos unicornios, a los que se consideraba enemigos de los leones (tiene su aquel, teniendo en cuenta que el escudo de armas en sí es un león rampante de gules sobre un campo de oro). Pero el unicornio aparece en escudos heráldicos en Francia, Alemania, la República Checa y Lituania. También forma parte del escudo de armas de Nueva Escocia, por razones obvias.<br /><br />“¿Cómo, Yuko? ¿No vas a mencionar a los Kirin?” Esa es la parte divertida, chicos, técnicamente los Kirin NO son unicornios. Aunque es cierto que en Japón suelen ser mostrados con un solo cuerno, están basados en el Qilin chino, que a su vez podía tener uno o dos cuernos, y más que un unicornio, es un animal quimérico. La palabra china para unicornio es Dújiǎoshòu (sí, con todas esas acentuaciones raras, no voy a ponerme a discutir sobre lo que hacen los chinos con las vocales). A pesar de todo, los paralelismos son importantes, y no sería de extrañar que ambas criaturas hubieran bebido de fuentes similares.<br /><br />Este es tan buen momento como cualquier otro para dejar de hablar sobre el tema. Tal vez con un poco de suerte, cuando acabe los exámenes, tenga un poco de tiempo libre y pueda ponerme a escribir otra vez. Quiero decir, escribiendo este artículo he encontrado temas fascinantes que querría… /*se ve arrastrada súbitamente de vuelta a la pila de papeles gigante*/<br /><br />/*Sale de nuevo con algo de dificultad*/<br /><br />Lo dicho, que lo dejamos aquí. Nos veremos en la próxima ocasión, sea esta la que sea. Ya sabéis, dejad comentarios sobre si os ha gustado el artículo, queréis que hable de otra cosa, o si al menos queréis que de señales de vida. ¡Hasta la siguiente!<br /><br />/*Es arrastrada de nuevo al interior del montón de papeles, y esta vez ya no sale*/<p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-48689414229260356842022-01-10T14:58:00.000+01:002022-01-10T14:58:33.788+01:00Final Fantasy vs. la mitología, ronda 1: Ifrit.<p>Como sigo estando retrasada con mis lecturas artúricas, teniendo en cuenta que tengo estudios que atender y poco tiempo para relajarme, he decidido que iba a abrir una cosa que no requiriera de mí más que un mínimo de documentación. Así que abro una nueva serie sobre las criaturas mitológicas que Square Enix ha cogido y… transformado, para su saga Final Fantasy. Y para empezar, cogeremos uno de los bichos favoritos de esta gente: Ifrit.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjgQCm_3Z3gNSx3aY9U2dU2SqQrRIk5DzR5mqws7u9FZYnuf8wtXeB-jLMSd_M435p5WSVMpUR6CqT0x1Xl5ZTiPrUfEDoofWouYaK7tYDgKt4GVVedh9n125ijXDE4AAU5DtUA36WvI75WGGPPRaKHTa4IlvoSvm9oFwJb_2DPKgykf4lLX_VXUErUaQ=s1000" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="522" data-original-width="1000" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjgQCm_3Z3gNSx3aY9U2dU2SqQrRIk5DzR5mqws7u9FZYnuf8wtXeB-jLMSd_M435p5WSVMpUR6CqT0x1Xl5ZTiPrUfEDoofWouYaK7tYDgKt4GVVedh9n125ijXDE4AAU5DtUA36WvI75WGGPPRaKHTa4IlvoSvm9oFwJb_2DPKgykf4lLX_VXUErUaQ=w400-h209" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Ifrit en el Final Fantasy XIV</i></span><br /></td></tr></tbody></table><p></p><span><a name='more'></a></span><p><br />Ifrit apareció por primera vez en el Final Fantasy III y desde
entonces ha sido una de las invocaciones más recurrentes. Su aspecto
suele ser el de un hombre con cuernos, generalmente de color rojo, y
tiene siempre asociado el elemento fuego. Su aspecto a veces varía de
esto, como en el caso del Final Fantasy XIV, donde parece más un
lagartijo bípedo con cuernos. A pesar de ello, esta es probablemente una
de las invocaciones de los Final Fantasy que menos le dan de patadas en
la boca a la mitología.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg-txUWN8jhXPDO5fRZPwByqRj3tD_VYxVUtMg5WFXzGuTy_DTDSHRC77klAFZgCkJ27wC3rG1XD1Sv4wrzS0bn9a6FB_ApbOvk9BPtzSEFqeFERXk7VUY_aoDhsYI-tf2F0MNJtbNAiBA15F4nYa-bj09mjbNSBR0BmxNWr0Mt4mlfHuV9o8Vn7G6Gqg=s910" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="910" data-original-width="606" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg-txUWN8jhXPDO5fRZPwByqRj3tD_VYxVUtMg5WFXzGuTy_DTDSHRC77klAFZgCkJ27wC3rG1XD1Sv4wrzS0bn9a6FB_ApbOvk9BPtzSEFqeFERXk7VUY_aoDhsYI-tf2F0MNJtbNAiBA15F4nYa-bj09mjbNSBR0BmxNWr0Mt4mlfHuV9o8Vn7G6Gqg=s320" width="213" /></a></div>Porque veréis, para hablar de los ifrit
(sí, en plural, no hay sólo uno), tenemos entonces que hablar de los
jinn, los hijos del fuego de la mitología árabe. Y digo “árabe” porque
los jinn depredan al Islam. No se sabe exactamente cuál es su origen, ya
que la zona en la que surgen, Arabia, era un pupurrí de religiones y
creencias antes de la aparición de Mahoma. Teníais religiones
politeístas semíticas, a los judios, a los cristianos, el Zoroastrismo,
el Maniqueismo… Se piensa que en origen se trataban de espíritus
malignos pertenecientes al desierto, capaces de convertirse en animales,
o incluso espíritus de la naturaleza. Se sabe que, en la época antes
del Islam, los jinn eran venerados de manera similar a dioses, aunque
técnicamente no lo eran, ya que no eran inmortales.<br /><br />Y entonces llegó Mahoma, e hizo el batiburrillo del siglo.<br /><br />La cuestión aquí es divertida: hay cientos de discusiones sobre
si fue cosa de Mahoma, o de los propios árabes, o de cien mil cosas
más, pero la cuestión es que, cuando surgió el islam, los ángeles y
demonios salidos del judaismo, el cristianismo y el zoroastrismo se
vieron de repente mezclados con los jinn. Básicamente, la palabra jinn
pasó a denotar a todas aquellas criaturas que no eran visibles para el
ojo humano, cualquier ente espiritual que tuvieran a bien definir. Y
aquí la cosa se volvió caótica porque, aunque todos estaban de acuerdo
en que los ángeles y los demonios eran jinn, no todos los jinn podían
clasificarse en una de estas dos categorías. En todo ese término medio
de jinn que no son ni ángeles ni demonios, encontramos a los ifrit y a
los marid.<br /><br />En realidad, ambos nombres, ifrit y marid, hacen
referencia al mismo tipo de criatura, aunque hay algunos escritores que
marcan diferencias entre ambos. La palabra marid viene a significar
“rebelde”, mientras que se piensa que ifrit proviene de la palabra
afara, que podría traducirse como “que se revuelca en el polvo”, y que
viene a ser una especie de eufemismo de una persona taimada o malévola.
Lo cual os viene a decir que la idea era que se trataban de entidades
que no eran precisamente benignas. Los ifrit eran considerados jinn
especialmente poderosos, y que tendían hacia la maldad, aunque no tenían
por qué ser malvados siempre. Esto es porque los jinn poseían una
característica llamada fitra, esto es, que al nacer no eran ni creyentes
ni infieles, y que su actitud por tanto dependía de las enseñanzas
sobre Alá que hubieran recibido.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj9uro9MCxfJoSs8rcrQCF3HfRHjw9KJgyt9gz0JPJm0FpAUIkJWC_WGootGO21ta2riuWIo4IVXL1ux7N7qXyQzwVMtmvTY9nbUfIeG3ED1eBUiH-U-Jzym1RaqnMAX-s_kEcoU24_kah_ixNQfMVLUfxfbMy7KQhTnBQnU71EeZ_w7cGEIud0ZRuglw=s768" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="626" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj9uro9MCxfJoSs8rcrQCF3HfRHjw9KJgyt9gz0JPJm0FpAUIkJWC_WGootGO21ta2riuWIo4IVXL1ux7N7qXyQzwVMtmvTY9nbUfIeG3ED1eBUiH-U-Jzym1RaqnMAX-s_kEcoU24_kah_ixNQfMVLUfxfbMy7KQhTnBQnU71EeZ_w7cGEIud0ZRuglw=s320" width="261" /></a></div>Los jinn, y por tanto los ifrit,
tenían una fuerte asociación con el fuego y el aire. De las tres formas
que podían tomar, una era la de una tormenta o un vendaval. Tanto que
las tormentas de arena se consideraba que eran causadas por los jinn.
También podían tomar la forma de animales, con una especial conexión a
las serpientes, aunque la variedad era amplia (gatos, perros, lechuzas,
escorpiones…), y a veces podían tomar una forma antropomorfizada que se
asemejaba a la de los seres humanos, pero que retenía características
animales. <br /><br />A diferencia de los jinn, los ifrit son una creencia
exclusivamente islamista. La primera referencia que encontramos es en el
Corán, en un “ifrit de los jinn” que le ofrece a Salomón llevarle el
trono de la Reina de Saba. Antes de esto, existen palabras similares,
como ifriya o ifr, pero siempre como epítetos, no como el nombre de una
criatura.<br /><br />Aunque inicialmente los ifrit eran considerados poco
más que un epíteto referido a los jinn, con el tiempo acabaron
adquiriendo características propias, y convirtiéndose en una especie de
espíritus ctónicos (relacionados con el Inframundo) hechos de humo y
fuego, una vez más con tendencia a ser malignos sin que la totalidad de
ellos lo fueran. Podían encontrarse a algunos que estaban llevando a
cabo mandatos de Alá, y también era posible que estuvieran atados a
algún hechicero poderoso que los hubiera invocado.<br /><br />A día de hoy,
aunque se han hecho algunas interpretaciones sobre lo que podrían ser en
realidad los jinn y los ifrit (algunas de ellas bastante rocambolescas,
como que son virus o enfermedades), un porcentaje muy elevado de
musulmanes creen en ellos tal y como están descritos en sus tradiciones.
Ayuda mucho a esto el hecho de que exista de por sí un tribunal de la
Sharia que ha condenado a alguien por mencionar que los jinn forman
parte del Corán porque son criaturas que formaban parte de la cultura
árabe, y no criaturas de verdad. Que vamos a ver, no soy yo quién para
meterme con las creencias de los demás, pero que incluso si algo sale en
el libro sagrado de tu religión, lo mejor es que te tomes lo que se
diga con un granito de sal, no vaya a ser que te encuentres que el
demonio mayor del reino fue creado porque alguien sacó dos versículos de
contexto, los retorció, y convirtió una colleja a un futuro rey en
supuestamente Angra Mainyu. Así que condenar a alguien por eso me parece
como mínimo feo.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhZzmzguJkpOMBTnDxzep2MlB--R-cqqJoR6oBKnu8rCzurfZRsfWoxdkDUt9a7pM5mGYXZP2JRm2P3AXq566ZewemfMwS0f8NrE00M7zjlCRDh_sOS0gfZocGVhNNsjrIj39SqNth-EgYCzpsq0JSOibTQfH1IBkdsQH7kTkLk1TgpjaH_WuPraZpZ6Q=s889" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="889" data-original-width="757" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhZzmzguJkpOMBTnDxzep2MlB--R-cqqJoR6oBKnu8rCzurfZRsfWoxdkDUt9a7pM5mGYXZP2JRm2P3AXq566ZewemfMwS0f8NrE00M7zjlCRDh_sOS0gfZocGVhNNsjrIj39SqNth-EgYCzpsq0JSOibTQfH1IBkdsQH7kTkLk1TgpjaH_WuPraZpZ6Q=s320" width="272" /></a></div><br />En general, podéis ver que la gente de Square
no se ha desviado de la idea básica de la criatura a la que estaba
tomando, aunque solo de una manera general. Al menos es de agradecer,
teniendo en cuenta otras canalladas que han hecho. Como la que vendrá en
el siguiente artículo, si el alma me da para escribirlo. Hasta
entonces, ¡nos leemos!<p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-6954801959087832412021-12-08T09:43:00.000+01:002021-12-08T09:43:41.876+01:00El símbolo satánico que es islamista<p><i>¡Yuko, es casi 10 de diciembre y todavía no has escrito el artículo mensual! ¡Tienes que hacer algo!<br /></i><br />Sí, mira, es que con los estudios, y el NaNo y todas las zarandajas, no he tenido tiempo, y todavía me tengo que acabar de leer el Perceval de Robert de Boron, pero cada vez que lo veo me entran las ansias asesinas y…<br /><br /><i>¡Pero tienes que escribir algo! ¡Lo que sea! ¡Escribe algo de mitología!</i><br /><br />Pero es que no se me ocurre nada que pueda interesarle a la gente, para los pocos que me leen.<br /><br /><i>¡Habla de mitología egipcia!</i><br /><br />Ni hablar, ya he hablado de Bast y Sekhmet y Anubis y Set, y no quiero meterme en ese berenjenal, y menos con el tiempo limitado.<br /><br /><i>¡Pues de los griegos y los romanos!</i><br /><br />Demasiado manido.<br /><br /><i>¡De Azazel!</i><br /><br />Tendría que leerme 2 Enoch y 3 Enoch y sospecho que son aún más tripi que el primer libro. ¡Y ese no llegué ni a acabármelo!<br /><br /><i>¡De Baphomet!<br /></i><br />¡Pero ya he hablado demasiado de demonios!<br /><br /><i>¡¡Nunca se habla suficiente de demonios!!</i><br /><br />Vaaaaaleeeeeeee, de acuerdooooooo, pos hala, ya sabéis, las voces en mi cabeza han dictado que el artículo de este mes va a ser sobre Baphomet.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhD0HvbCGH1oqCuTypY1btRM7MFef9-RTZaqJo15vlLyLJwsoj5sJBmSkughJIONYFFArMg0YtISAiqYKA37v3wTA1xugyznHV4YpkUoAZcq7w_osypLBioSkH0oHF5BQ4vqBXJ9X2H8rA_kRTV6DSIaNZqd4SxO-5_J6-y_qJ4VPYduhjFICiaZfcyYg=s640" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="640" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhD0HvbCGH1oqCuTypY1btRM7MFef9-RTZaqJo15vlLyLJwsoj5sJBmSkughJIONYFFArMg0YtISAiqYKA37v3wTA1xugyznHV4YpkUoAZcq7w_osypLBioSkH0oHF5BQ4vqBXJ9X2H8rA_kRTV6DSIaNZqd4SxO-5_J6-y_qJ4VPYduhjFICiaZfcyYg=w400-h225" width="400" /> </a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span><a name='more'></a></span> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Uno así de entrada podría pensar que esto se trata de mitología cristiana, pero no. Baphomet no forma realmente
parte de los textos sobre demonios y demás mierdas que los cristianos
hemos sacado de malinterpretar pasajes de la Biblia (/mira muy fijamente
a Lucifer/). En realidad, podría decir que es más bien “mitología
satánica”, teniendo en cuenta que al parecer el Satanismo ha cogido a
Baphomet como una de sus imágenes (/suspiro muy largo/). Y luego me
quejo de Geoffrey de Monmouth.<br /><br />La transcripción más antigua de la
palabra Baphomet la tenemos en una carta del año 1095 d. C., escrita
por Anselm de Ribemont, un cruzado. El fragmento está escrito en latín, y
reza tal que así:<br /><br /><i>“Sequenti die aurora apparente, altis vocibus
Baphometh invocaverunt; et nos Deum nostrum in cordibus nostris
deprecantes, impetum facientes in eos, de muris civitatis omnes
expulimus”</i><br /><br />Que traducido al castellano vendría a ser una cosa tal
que: “al amanecer del siguiente día, invocaron a Baphomet en voz alta, y
nosotros, rezando a Dios en nuestro corazón, los atacamos y los
expulsamos a todos de los muros de la ciudad”.<br /><br />Baphomet apareció
posteriormente en unos cuantos escritos, casi todos el Occitano. ¿Creo
que ya he hablado del Occitano? ¿En uno de los resúmenes de mis lecturas
artúricas? Por ahí lo encontraréis seguro. Al parecer, todos los
expertos están de acuerdo en que Baphomet es en realidad una deformación
de Mahoma. Hasta ahí todo bien y todo perfecto, ¿verdad? Pues esto no
es más que el principio, a partir de ahora vais a cagar altramuces.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhKIgUKQ2tAxq2abdfXbps_GoohCZxNK4HR5hQv3a7QR1SC5n44yu3ecGu06lTU4zs7qA1tGl_etnsmLorDbVZf4etFYBuEnDV_jNu9lZY96pF4FcN27zs3W9wyJtNb4AS8nS5cLw3PfYgRM-gzd4EW9Ioa6Xi4yMaajnL6oly4fUk14wIwuN2av4chmA=s956" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="956" data-original-width="952" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhKIgUKQ2tAxq2abdfXbps_GoohCZxNK4HR5hQv3a7QR1SC5n44yu3ecGu06lTU4zs7qA1tGl_etnsmLorDbVZf4etFYBuEnDV_jNu9lZY96pF4FcN27zs3W9wyJtNb4AS8nS5cLw3PfYgRM-gzd4EW9Ioa6Xi4yMaajnL6oly4fUk14wIwuN2av4chmA=s320" width="319" /></a></div>Porque
damos un salto al año 1307, el año en el que el Rey Felipe IV de
Francia decide deshacerse de la Orden de los Caballeros del Temple,
a.k.a. los Templarios. No voy a ponerme a discutir sobre las razones de
esto, porque eso da para libros enteros que gente más docta que yo ya ha
escrito, pero si os comentaré que en las distintas supuestas
confesiones arrancadas de los caballeros mediante tortura (y estoy
viendo en mi cabeza a varios inquisidores españoles, incluido
Torquemada, arrugando la nariz), aparecían menciones a un ídolo llamado
Baphomet. Y aquí os digo que de verdad, cuando quieres condenar a
alguien, poco te importa lo que digan que te agarrarás a un clavo
ardiendo, porque no hay una puñetera descripción del dichoso ídolo que
cuadre la una con la otra. La cuestión estaba en que por aquel entonces,
todos sabían perfectamente que Baphomet = Mahoma. Y también por aquel
entonces, los cristianos tenían la idea (seguramente implantada por
gente muy interesada en quitarse de en medio a los musulmanes) de que en
realidad los islamistas adoraban a Mahoma como si fuera un dios, y que
era un ídolo y por lo tanto, los musulmanes eran herejes de mierda que
debían ser destruidos (/suspiro aún más largo/) <br /><br />Helen Nicholson,
antigua directora del Departamento de Historia de la Universidad de
Cardiff, escribe que los Templarios fueron “acusados de convertirse en
musulmanes de cuento”. Que vamos a ver, el miedo al musulmán estaba
probablemente muy asentado en Europa porque no hacía tanto que el
Imperio Otomano se había conquistado las últimas ciudades cristianas de
Trípoli y Acre, poniendo fin a las Cruzadas de una vez por todas. Acusar
a los Templarios de haberse convertido en el enemigo era una gran
jugada para un tío al que la gente probablemente miraría raro porque
mira, las acusaciones de sodomía, homosexualidad y herejía te las
admitimos para los cátaros, pero es que ya habías hecho esto antes una
segunda vez… CON EL PAPA. AL CUAL SECUESTRASTE TÚ. ¡Si vas a ser un hijo
de mil padres matusalénicos, al menos sé original cuando lo hagas!<br /><br />Volviendo
al tema, la etimología de la palabra parece bastante clara, pero por
supuesto hubo gente en siglos MUY posteriores a los cuales se les fue la
pinza y comenzaron a buscar cosas rarísimas para que Baphomet se
convirtiera en algo relacionado con la sabiduría. Que de estas siempre
me acuerdo de El Péndulo de Focault de Umberto Eco, y del fragmento en
el cual te viene a decir que si buscas lo suficiente, hasta un kiosko
cualquiera tendría medidas que se corresponderían con distancias
“imposibles de calcular”. Pues esto es más o menos lo mismo. Lo que nos
tiene que quedar claro de momento es que a la altura en la que estamos
de la historia, Baphomet = Mahoma en occitano/francés antiguo.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgQbxkxnJK5FTJTw2qI3e0NpOiUX1o4JJrsMKL93leFf8yfOdxkoho0U5qY8facmV-tIEyaNsy9sgCrbGwsueZEf4X4FzTqB683tJ8ob-FLn20p2HzA7zkc8vO0jQbWF-xRBs1V3E6nqaRXf9bhDeXJFRZhzQOcG1JA_wdd9QoS93PavBPAI9Q4ZB2IKg=s600" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="420" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgQbxkxnJK5FTJTw2qI3e0NpOiUX1o4JJrsMKL93leFf8yfOdxkoho0U5qY8facmV-tIEyaNsy9sgCrbGwsueZEf4X4FzTqB683tJ8ob-FLn20p2HzA7zkc8vO0jQbWF-xRBs1V3E6nqaRXf9bhDeXJFRZhzQOcG1JA_wdd9QoS93PavBPAI9Q4ZB2IKg=s320" width="224" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Supuesto Baphomet (falso, por supuesto)</i></span><br /></td></tr></tbody></table>También
comentar que, como ya he dicho, las descripciones que daban los
templarios de sus supuestos ídolos eran de su padre y de su madre. La
mayoría de ellos hablaba de cabezas: o bien una cabeza cortada, o una
cabeza con tres caras, o una cabeza de madera con Baphomet pintado en
ella. Que os preguntaréis qué tenía esta gente con las cabezas y me
tocará comentaros que esta gente solía tener cabezas de santos bañadas
en plata a modo de reliquias. I kid you not. De ahí que la imagen del
ídolo fuera casi siempre una cabeza humana, porque era probablemente la
cosa más jodidamente rara que tenían estos pobres en el capítulo.<br /><br />El
caso es que todo esto quedó enterrado en la historia, y ahí se habría
quedado de no ser porque a mediados del siglo XVIII, la gente comenzó a
escuchar campanas y no sabían donde. Tal vez encontraron romántica y
misteriosa la condena a los templarios y, como les gustaba la idea, se
pusieron a buscar razones místicas de cómo se podían haber
malinterpretado sus actos, o lo que realmente eran los templarios
(banqueros, señores, eran putos banqueros, cuanto antes lo admitamos,
antes se nos quitará la tontería) Una teoría que se volvió enormemente
popular era la de que los templarios fueron el origen de la masonería,
hasta el punto de que se acabó creando la Masonería Templaria. No, no me
estoy riendo de vosotros. Esta mierda es real. Por supuesto, todas las
explicaciones sobre el dichoso Baphomet de las narices era lo que os he
mencionado antes sobre lo de buscarle los tres pies al gato para que
Baphomet cogiera el significado de “Sofía”, la palabra griega para
“Sabiduría”. Hay una de las versiones que hace uso del hebreo para esa
transformación, diciendo que es cabalístico. Mira, es que te tienes que
reír.<br /><br />Podría tirarme la vida hablando de esas desquiciadas
teorías, y sobre el uso de según que textos en todo este tema, pero
sería un no parar, y no hemos venido aquí a hablar de templarios, sino
de Baphomet, así que aquí me veis saltando en el tiempo una vez más,
esta vez hasta medidados del siglo XIX, para hablar de un individuo… de
un individuo. Se hacía llamar Éliphas Lévi Zahed, aunque su verdadero
nombre era Alphose Louis Constant, y era un poeta y escritor francés que
había intentado meterse a cura hasta que a los 26 le echaron del
seminario. No me voy a meter demasiado en la vida de este tipo, que es
para verla, de verdad, pero sí puedo decir que tenía unas ideas de
carretero que, en conjunción con mezclarse con ocultistas y demás gente
de similar calaña, acabó con él escribiendo algunas obras que… bueno. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Una de esas obras, y la que nos importa, es <i>Dogme et Rituel de la Haute
Magie</i> (en castellano, Dogma y Ritual de la Alta Magia, aprox.). Y digo
que nos importa porque este puñetero texto ha sentado muchas ideas que
perviven ahora en religiones como la Iglesia de Satán o el Neopaganismo.
No, no lo digo de broma. Es lo que tiene cuando construyes tu fe en
base a lo que dijeron una panda de iluminaos en el siglo XIX y
principios del XX. Que mira, que normalmente no me metería con estas
cosas, pero DOCUMENTACIÓN, SEÑORES.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPrfR-yPCLDjxwUUBQQhSHja02dqLUyaBukKNdirru5jTRneXiKhre4G_uNvdLTjedETNiS20AfVgbBEtMl3ECpqAtnPQ2LCUGe6HSK4LLmT0sqtqd7GoG3xtMYTv5FGzI8BeKQD8wLJo_XB8PgRrCEBEcfyiRg0DEwCiYK4jYJATBTspiQanRHonPSw=s2048" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1555" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPrfR-yPCLDjxwUUBQQhSHja02dqLUyaBukKNdirru5jTRneXiKhre4G_uNvdLTjedETNiS20AfVgbBEtMl3ECpqAtnPQ2LCUGe6HSK4LLmT0sqtqd7GoG3xtMYTv5FGzI8BeKQD8wLJo_XB8PgRrCEBEcfyiRg0DEwCiYK4jYJATBTspiQanRHonPSw=s320" width="243" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Baphomet según Éliphas Lévi</i></span><br /></td></tr></tbody></table>La cuestión es que en este
libro, Lévi puso un dibujo que decía se trataba de Baphomet y de la
“cabra del Sabbat”. Y mira, no sé siquiera dónde comenzar a decir que
todo esto está mal. Pero está todo mal. Por ejemplo, el uso de Sabbat
como algo “malo” prácticamente sale de aquí. ¿Por qué? Porque <i>Sabbat</i>, o
<i>Shabbat</i>, o como decidáis escribirlo porque yo pienso pegarme lo justo y
necesario con el hebreo, ES EL DÍA DE DESCANSO DE LOS JUDÍOS. Y el
sábado para nosotros, porque la Iglesia lo adoptó. Y no hay cabras a
menos que seas un cabrero o vayas a comer cabrito. Y en cuanto a lo de
Baphomet, pues… porque vio el nombre y le moló, supongo, qué queréis que
os diga.<br /><br />El tema de la cabra lo menciona en otra de sus obras,
hablando de una “cabra de Mendes”. Al parecer, esto viene de los textos
de Herodoto (¡Mal! ¡Ya vamos mal!) sobre que el dios egipcio de la
ciudad de Mendes (nombre griego de la ciudad egipcia de Djedet, la
actual Tell El-Ruba) tenía cabeza de cabra, y que había visto a una
mujer ponerse a fornicar con un macho cabrío. Teniendo en cuenta que se
saca de la chorra una historia sobre Zeus cortándole la cabeza a un
macho cabrio para no sé qué mierdas con Heracles, y que por eso las
estatuas de Zeus en Mendes tiene cabeza de macho cabrío… Mira. MIRA. Así
que si ya de por sí parte de esa mamarrachada y luego lo junta con sus
ideas de carretero, pues acaba la cosa como acaba.<br /><br />(Por si
necesitáis saberlo, la deidad local de Djedet era Banebdjedet ("Ba, el
Señor de Dejdet", al parecer), o lo que es lo mismo, el <i>ba</i>, o alma, de
Osiris. Y dudo mucho que hubiera ñiquiñiqui con cabras)<br /><br />La
descripción que hace Lévi del dichoso Baphomet es la que sigue: “<i>La
cabra en el frontispicio lleva el signo del pentagrama en la frente, con
una punta hacia arriba, un símbolo de luz, sus dos manos formando el
signo del ocultismo, una apuntando arriba a la luna blanca de Chesed, la
otra apuntando abajo a la negra de Geburah. Este signo expresa la
perfecta armonía de compasión con justicia. Su brazo es femenino, el
otro masculino como los del andrógino de Khunrath, cuyos atributos
debíamos unir con aquellos de nuestra cabra porque son uno y el mismo
símbolo. La llama de la inteligencia brillando entre sus cuernos es la
luz mágica del equilibrio universal, la imagen del alma elevada sobre la
materia, como la llama, que a pesar de seguir atada a la material,
brilla sombre ella. La cabeza de la bestia expresa el horror del
pecador, que actuando de forma materialista, es única parte responsable
que debe cargar de forma exclusiva con el castigo; el alma es insensible
de acuerdo con su naturaleza y solo puede sufrir cuando se materializa.
El bastón que sustituye a los genitales simbolizar la vida eterna, el
cuerpo cubierto con escamas: el agua, el semicírculos sobre ello: la
atmósfera, las plumas por encima: lo volatil. La humanidad es
representada por los dos pechos y los brazos andróginos de esta esfinge
de las ciencias ocultas.</i>”<br /><br />(Dios, esa mierda ha sido dolorosa de
traducir. Y es traducción de la traducción, así que tomárosla con un
granito de sal. En cuanto a ciertos nombres… podría buscar, pero no
acabaríamos. Y ya bastante estoy teniendo)<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhy2VPdu3iH7mi3pKxLRRXnGVmjzRIrRXDkmJCtRg6QGiis1orQ_TGONGwQieFZ_SkXdDSkPnaCt-nVyxlJUlLQUcWyccOkLfLqL9xPO_axKtWrphpzzKQpfqr66iYiowZDs_C6Ljn3IwVNiLwAiWWbUD9pxKwhOruz1L2RjT7uLHAPQ06La601o6rKPg=s523" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="523" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhy2VPdu3iH7mi3pKxLRRXnGVmjzRIrRXDkmJCtRg6QGiis1orQ_TGONGwQieFZ_SkXdDSkPnaCt-nVyxlJUlLQUcWyccOkLfLqL9xPO_axKtWrphpzzKQpfqr66iYiowZDs_C6Ljn3IwVNiLwAiWWbUD9pxKwhOruz1L2RjT7uLHAPQ06La601o6rKPg=s320" width="184" /></a></div>Y mira, este hombre es
de los que comenzó a decir que el Diablo es en realidad una
transformación del dios Pan y que es una representación de la búsqueda
de conocimiento, y sinceramente le habría hecho más caso si lo segundo
que soltara no fuera “el Tifón de los egipcios”. Jefe, Tifón era de los
griegos. Que yo sepa, los griegos tenían nombre propio para Apep, y ese
era Apofis (/suspira cansadamente/). Resumiendo la parrafada: este tío
había salido tan rebotado de la iglesia y de todo lo que pasaba a su
alrededor, que decidió mezclar churras con merinas y revolverlo todo,
comparando a Pan con el “dios de los Gnósticos” y mezclando todo esto
con los “misterios del Sabbath”, para llegar a la conclusión de que el
Diablo es en realidad una figura representativa de la sabiduría.<br /><br />Si
esto se hubiera quedado en un loco con sus libros de ocultismo, pues no
habría llegado esto a más, pero resulta que el tipo se hizo popular
entre los suyos (a.k.a. los locos del ocultismo), y sus libros acabaron
inspirando a más gente. Y entre ellos se encontraba Aleister Crowley. No
confundir con el Crowley de <i>Buenos Presagios</i>, por favor. Este individuo
es conocido por iniciar una corriente filosófica esotérica, considerada
incluso movimiento religioso, conocida como Thelema. Es un tema largo
que cada vez que me pongo a leerlo me entra la risa floja, así que
procuremos pasar lo más rápido posible por él. La cuestión es que
Crowley metió a Baphomet es la cosmología de su
filosofía/religión/lo-que-sea-por-favor-no-me-peguéis. La mención más
llamativa es la de <i>La Misa Gnóstica</i>, un libro que Crowley escribió
durante su tiempo en Rusia, y que monta un ritual sospechosamente
parecido a las misas de la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica. En el
libro se incluye un credo, conocido como el “Credo Gnóstico”, que se
puede traducir aproximadamente como: “<i>Y creo en la Serpiente y el León,
Misterio de Misterios, y Su nombre es BAPHOMET</i>”.<br /><br />Baphomet
aparecería más veces en sus escritos, muchas veces relacionado con la
figura de Satán, teniendo en cuenta más la idea de Satán = el Demonio
que tienen los cristianos en general. Claro que Crowley comenzaba aquí a
mezclar esto con las ideas gnósticas y a convertir a Satán en una
especie de Dios del Conocimiento (probablemente sin entender la
connotación que esto podría tener de seguir el significado original de
la palabra). De lo que saco de estos textos es que Crowley consideraba
que Baphomet, más que ser una entidad por sí misma, era una especie de
símbolo de Satán. Pero también es el símbolo de sopotocientas cosas más.
Para colmo de desgracias, por si no había mezclado suficientes cosas,
decide en un momento dado que la palabra Baphomet podría tener origen en
algo llamado “Padre Mithras”. Lo cual, como siempre, es oír campanas y
no saber dónde.<br /><br />(Mithras es un supuesto dios romano,
perteneciente a un culto conocido como Mithraismo, aparentemente basado
en Mithra, una entidad celestial del Zoroastrismo)<br /><br />Y es entonces
cuando llegamos a la Iglesia de Satán. En contra de lo que os pueda
parecer, el tipo que la fundó, Anton LaVey, sabía el significado de la
palabra hebrea <i>satan</i>, y la tomó como tal, con la interpretación de
“aquel que cuestiona”. Los seguidores del Satanismo Laveyano no
consideran a Satán como una entidad, sino como el principio de la
individualidad y el conocimiento, criticando a creencias sobrenaturales
como las que podría uno esperar del cristianismo. Que todo me parece muy
válido hasta que te das cuenta de que… euh… yo me hago más preguntas
que ellos sobre los “nombres infernales” que supuestamente aparecen en
la <i>Biblia Satánica</i> que escribió el fundador. Podéis dar gracias a que no
tengo el libro en físico, porque probablemente lo habría arrojado por
la ventana a la primera mención de ciertos dioses que aparecen.
Estadounidense tenía que ser el tipo este.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhiJU5RxQeEf1eKai_9t1EP0JLmJK__nhhfKoS1labWxvtWNl-KqIBrzRRHEuPrFfm-7LCh-PRpq-11R5O-LzJWc4jOFuZIVOLhT449OiHJ2t1cKrmeDgLM3OemJ2LRgkbXTckTSnbWeDSh_TctHFoD-9WB128neCIelSAy5wDdQZ3PoSBsvM9bO7NDyQ=s1200" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhiJU5RxQeEf1eKai_9t1EP0JLmJK__nhhfKoS1labWxvtWNl-KqIBrzRRHEuPrFfm-7LCh-PRpq-11R5O-LzJWc4jOFuZIVOLhT449OiHJ2t1cKrmeDgLM3OemJ2LRgkbXTckTSnbWeDSh_TctHFoD-9WB128neCIelSAy5wDdQZ3PoSBsvM9bO7NDyQ=s320" width="213" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Estatua de Baphomet del Templo de Satán</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Pero de esto lo que
nos interesa es que, entre esos “nombres infernales” está Baphomet, del
que dice que era adorado por los Templarios como símbolo de Satán. ¿Os
suena eso de algo? ¿Sí? Vale, parece que seguimos el hilo. Por supuesto,
de la Iglesia de Satán han salido más cultos relacionados con más o
menos las mismas ideas, y que siguen usando las mismas concepciones
estadounidenses de según que figuras legendarias. Así que Baphomet está
eternamente presentes entre ellos. Tanto es así que el Templo de Satán
en Detroit inauguró en 2015 una estatua dedicada a él, y llegaron a
demandar a Netflix por la aparición de una estatua de Baphomet, diciendo
que se habían copiado de ellos (¿En serio? ¿En puto serio?). Por
supuesto, ellos lo ven como un símbolo de “compasión y empatía entre las
criaturas vivientes”.<br /><br />Pero claro, ninguno de ellos entiende lo
que es Baphomet. No entienden que es una deformación del nombre del
profeta de los islamistas. Dicen que es el símbolo de la compasión
cuando la historia de ese nombre es precisamente la historia de la falta
de compasión, la falta de empatía, la incapacidad de entender al
contrario, el fanatismo religioso, la ambición desmedida y el anhelo de
eliminar a todos aquellos que se interponen en tu camino. Es el
testamento de todos aquellos que pensaban para sí sin preocuparse de la
verdad, solo de lo que ellos creían. Y tomando esto, han tergiversado la
dolorosa historia de personas que puede que fueran culpables de muchas
cosas, pero desde luego no eran culpables de las acusaciones que vertió
contra ellos un tipo que les había pedido prestado dinero y no podía
devolverlo.<br /><br />De buenas a primeras, tal vez me propondría revisar
esa tan maravillosa “<i>Biblia Satánica</i>” (manía con copiar cosas del
enemigo, leches) y repasarla con un poco más de conocimiento. Porque si
queréis ir de que el conocimiento es vuestra bandera y lo que apoyáis,
luego que no os extrañe que una tía random se ría de vosotros porque
ponéis de “símbolo de Satán” AL MISMÍSIMO MAHOMA. Y de paso os ponga a
parir por ver en lo que habéis convertido a su amada diosa con cabeza de
gato egipcia. <br /></div><br />Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-13128802605997560302021-11-06T11:12:00.000+01:002021-11-06T11:12:57.964+01:00Lucifer, o cómo los cristianos antiguos confundieron la velocidad con el tocino.<p>No hace mucho, terminé con mi serie sobre deidades incomprendidas, y en ella vimos cómo en ocasiones algunas de estas deidades eran “secuestradas” por los judíos y los cristianos para convertirlas en los demonios que ahora se usan en obras de todo el mundo. Por seguir con esta temática, y porque hablar de mitología cristiana me hace muchísima gracia, hoy os voy a hablar del supuesto Ángel Caído, Lucifer.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ORh_0Ja-6Hs/YYZPPhJ8g_I/AAAAAAAABDQ/0UcnmYfY408lpKny4zBGwVh-kTbiw4FcACPcBGAYYCw/s1280/Lucifer3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1030" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-ORh_0Ja-6Hs/YYZPPhJ8g_I/AAAAAAAABDQ/0UcnmYfY408lpKny4zBGwVh-kTbiw4FcACPcBGAYYCw/s320/Lucifer3.jpg" width="258" /></a></div> <span><a name='more'></a></span><p></p><p>Si alguien se leyó mi último post en Gilimemeces Interneteras, recordará que cuando hablaba de la luciferina y la luciferasa, las enzimas bioluminiscentes que se pueden encontrar en el cuerpo de las luciérnagas, aticé a alguien con la biblia familiar diciendo que Lucifer era una malinterpretación de un pasaje de Isaías, y que la palabra era el nombre latino de Venus. Esto es cierto. El problema está en que es un resumen muy, muy escueto de lo que hay de por medio. Así que voy a intentar explicar todo esto de forma un tanto más extendida.<br /><br />En toda religión que se precie hay algún ente que podría ser considerado como la personificación del mal/la destrucción. Entre los egipcios tenemos a Apep, en los griegos serían Tifón, Echidna y todas las criaturas que ambos engendraron, en los celtas tenemos a los Fomori… y en algunos casos, ese mal está presente pero no tiene realmente un nombre. En los cristianos, la idea básica del mal es “el Demonio”. Y mira, podría ahora ponerme a rajar sobre el Demonio, Satán, los dragones y toda esa flauta, pero es meterse en camisa de once varas nada más empezar, así que lo dejaré para más adelante, si no os importa.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-AHRQ4iRCDqM/YYZPQDUt16I/AAAAAAAABDU/Dw21AOOM7S8KlVdkJ9iDeLfKymxxqZTAQCPcBGAYYCw/s2048/Lucifer_%2528the_morning_star%2529._Engraving_by_G.H._Frezza%252C_1704%252C_Wellcome_V0035916.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1563" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-AHRQ4iRCDqM/YYZPQDUt16I/AAAAAAAABDU/Dw21AOOM7S8KlVdkJ9iDeLfKymxxqZTAQCPcBGAYYCw/s320/Lucifer_%2528the_morning_star%2529._Engraving_by_G.H._Frezza%252C_1704%252C_Wellcome_V0035916.jpg" width="244" /></a></div>Es más, si cogiéramos una biblia y la leyéramos de cabo a rabo, no encontraríamos una sola mención a Lucifer. Esto se debe, sobre todo, a que en las biblias modernas se han traducido de forma más acertada y, sobre todo, que no están en latín. Sería posible que si la biblia estuviera en latín apareciera una (1) mención a Lucifer. Y es aquí cuando hablamos de Isaías 14:12.<br /><br />El Libro de Isaías es uno de los libros conocidos como “proféticos”, o lo que es lo mismo, la última sección den Antiguo Testamento. Este libro es tenido como uno de los más importantes tanto para la tradición hebrea como para la cristiana, y ha sido estudiado e interpretado del derecho y del revés desde hace siglos. El propio Isaías es al parecer un personaje real que vivió a finales del siglo VIII y principios del VII a. C.. En cuanto al libro en sí, hay discusiones sobre su autoría. Algunos dicen que todo el libro fue escrito por Isaías, mientras que otros piensan que solo lo es hasta el capítulo 39, mientras que la otra mitad aproximada se escribió unos dos siglos después. Esto supongo que es lo de menos, porque a fin de cuentas el capítulo que nos ocupa es el 14, que sería de los que se supone que escribió este hombre. Pero creo que será suficiente para hacernos una idea de que se le han dado vueltas a sus frases en todas las direcciones posibles.<br /><br />El versículo Isaías 14:12 aparece más o menos así: “¿Cómo caíste del cielo, lucero brillante, hijo de la aurora, echado por tierra el dominador de las naciones?”. Puede que haya variaciones, porque dependerá de la traducción de la que salga esto, pero creo que sirve bastante bien a este propósito. En concreto, deberíamos fijarnos en la expresión “lucero brillante, hijo de la aurora”. En el original hebreo, la expresión que se usa es <i>Helel ben Shachar.</i> ¿Qué tiene de importante esto con lo que nos ocupa? Pues es muy simple: es el nombre que los judios le daban a Venus, el lucero del alba. Y además es un apelativo que tiene toda la intencionalidad del mundo, pero esa explicación tendrá que esperar un rato, si no os importa. Fijémonos en la temática de Venus.<br /><br />Cuando el Libro de Isaías se tradujo al griego, <i>Helel ben Shachar</i> se transformó en <i>Heosphoros</i>, y de ahí al latín pasó a ser <i>Lucifer</i>. ¿Y qué tienen en común estas palabras? Que son todas el nombre que recibía Venus como la estrella del alba en las respectivas culturas. Hasta aquí todo fácil y sencillo, ¿verdad? Pero si es tan fácil, ¿cómo demonios acabó el nombre de Lucifer como el del demonio principal cristiano? ¿Y de dónde sale la historia del ángel caído? Pues mira, de la segunda no soy capaz de hablarte, aunque al parecer se habla de que la idea salió del judaísmo palestino allá por el siglo I d. C., pero de la primera puedo contestar con una frase: alguien sacó esa mierda de contexto.<br /><br /><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-x6NAvisAZ9w/YYZPPMR9HcI/AAAAAAAABDI/o_4KFqogq1gff2u0W787QTIxzXKmKJg8QCPcBGAYYCw/s2048/AngelCaido.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1365" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-x6NAvisAZ9w/YYZPPMR9HcI/AAAAAAAABDI/o_4KFqogq1gff2u0W787QTIxzXKmKJg8QCPcBGAYYCw/s320/AngelCaido.jpg" width="213" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Fuente del Ángel Caído</i></span><br /></td></tr></tbody></table>El contexto en la Biblia es primordial, y lo digo con conocimiento de causa. Ya he tenido movidas con algún evangelista porque se emperran en sacarte versículos sueltos del dichoso libro sin venir a cuento y que la mitad de las veces no tienen nada que ver con el tema del que se estuviera discutiendo. Y aquí es aún más importante porque la gente cogió este versículo y los siguientes, que forman un pequeño párrafo, y los interpretó sin tener en cuenta los anteriores versículos. ¿Y por qué eran importantes estos versículos? Pues porque desde el principio del capítulo, Isaías habla de la caída de UN REY BABILONIO. Cuando habla de Venus/Lucifer/Helel, está siendo lírico, porque la caída de Venus, con Venus representando alguna deidad, formaba parte de algunas leyendas canaanitas, y estaba también muy presente en las tradiciones judías. Así que cuando hablaba de la caída y el orgullo desmedidos, no los decía de nadie más que de un hombre, nadie está seguro cual (aunque hay unas cuantas teorías al respecto).<br /><br />Al parecer, una de las cosas que ayuda en gran parte a esta historia del “ángel caído” es un versículo que aparece en el Evangelio de San Lucas. En concreto, se trataría del 10:18, donde se lee “Y Él les dijo: Veía yo a Satanás caer del cielo como un rayo”. Esto es al parecer poético, porque el contexto en este caso es que Jesús ha mandado a setenta y dos de sus seguidores a curar a la gente, y estos vuelven fascinados y super contentos porque hasta los demonios se acojonaban. La frase en concreto es una admonición sobre que Jesús les ha dado el poder para hacer eso, pero de lo que tienen que alegrarse no es de lo de expulsar a los demonios, sino de que ellos van a ir al cielo. Tened aquí cuidado, porque esta escena sólo aparece en el evangelio de san Lucas, así que podría o bien provenir de una de las dos “fuentes misteriosas” que fueron la bases del evangelio junto con el de san Marcos (que es el más antiguo de todos, al parecer), o bien que se lo hubiera sacado de la manga.<br /><br />Supongo que este sí es un buen momento para hablar de Satán/Satanás. Y vamos a ver, aquí viene la parte divertida de la historia: en hebreo, hay que distinguir dos conceptos: <i>satan</i> y <i>ha satan</i>. El primero va sin artículo, y se puede traducir como adversario o acusador. En este caso, esta palabra puede considerar a un adversario mortal o, en ocasiones, a un ángel de Yahveh que se opone a un humano (como ocurre en Números, 2 Samuel o 1 Crónicas). Que bueno, no llegaría a más realmente de no ser por la existencia de <i>ha satan</i>. Aquí es cuando empezamos a reírnos, chicos.<br /><br /><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-dEAFN7RekaI/YYZPOSdD7qI/AAAAAAAABDE/D8e6Mk2GARU3mNQNWODHZZ4lkFxRS7A-wCPcBGAYYCw/s841/Gustav_Jaeger_Bileam_Engel.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="660" data-original-width="841" height="251" src="https://1.bp.blogspot.com/-dEAFN7RekaI/YYZPOSdD7qI/AAAAAAAABDE/D8e6Mk2GARU3mNQNWODHZZ4lkFxRS7A-wCPcBGAYYCw/w320-h251/Gustav_Jaeger_Bileam_Engel.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i><span style="font-size: xx-small;">Balaam y el ángel. El ángel aquí es "satan", aunque el "malo" es Balaam</span><br /></i></span></td><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr></tbody></table>Porque aquí estamos hablando de que esto define no a un adversario random, sino a “El acusador” o “El adversario”. Este es el personaje que aparece en el Libro de Job, o en el libro de Zacarías, y es la principal causa de dolor de cabeza de este tema. Para empezar, vamos a tener en cuenta que ambos libros forman parte de el <i>Tanakh</i>, uno de los libros sagrados judíos, y que el Libro de Job es incluso discutido en el <i>Talmud</i>. Es decir, no pueden negar que hay un personaje específico en ese punto llamado El Acusador. Pero el tema está en que, como todo en los libros sagrados, esto es interpretable, y esta gente ha tenido unos cuantos milenios para interpretar esto como les conviniera dados los tiempos y las circunstancias. Incluso ahora mismo, la interpretación de <i>ha satan</i> varía entre las distintas corrientes del judaísmo.<br /><br />Las interpretaciones principales son tres: <i>ha satan</i> como un agente de Yahveh (en un papel como el que aparece en el texto de Zacarías, actuando como fiscal en un juicio divino), como el adversario directo de Yahveh, o como una personificación de lo que los judíos llaman <i>yetzer hara</i>, que podría traducirse como “intención maligna”, una tendencia congénita hacia el mal (algo así como el pecado original de los cristianos). El Judaísmo Conservador, por ejemplo, lo considera como la primera interpretación, mientras que el Rabínico opta por la segunda, que nació a causa de la influencia del Zoroastrismo durante el conocido como Periodo del Segundo Templo. En aquella época, los judíos formaban parte del Imperio aqueménida (los persas, vamos), por lo que no es extraño que se diera esta circunstancia. La tercera, que comenzó a ganar poder desde el Judaísmo medieval, es la interpretación del Judaísmo Reformista.<br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Dgu1FdiPRxo/YYZPPIZyBlI/AAAAAAAABDM/g-zhsaRcboAzLsSEep0TjMgQhfl_AFuqACPcBGAYYCw/s2048/Ary_Scheffer_-_The_Temptation_of_Christ_%25281854%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Dgu1FdiPRxo/YYZPPIZyBlI/AAAAAAAABDM/g-zhsaRcboAzLsSEep0TjMgQhfl_AFuqACPcBGAYYCw/s2048/Ary_Scheffer_-_The_Temptation_of_Christ_%25281854%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1428" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-Dgu1FdiPRxo/YYZPPIZyBlI/AAAAAAAABDM/g-zhsaRcboAzLsSEep0TjMgQhfl_AFuqACPcBGAYYCw/s320/Ary_Scheffer_-_The_Temptation_of_Christ_%25281854%2529.jpg" width="223" /></a></div><p>Como habéis podido ver, la aparición de Satán como el adversario de Dios viene de antiguo, y explica en bastante medida que el cristianismo le convirtiera en la figura representante de todo el mal del mundo, a lo Angra Mainyu. Pero aquí está la gracia: <i>ha satan</i> NO es un ángel caído. Los judíos técnicamente no creen en la existencia de ángeles caídos. Digo técnicamente porque aunque el Libro de Enoch no es canon en el <i>Tanakh</i>, era lo bastante popular en su momento como para que haya una mención en el Libro de Job, aunque para nosotros pase desapercibida por completo. Cosas de traducir “<i>nephilim</i>” como “gigantes”. Pero a pesar de este detalle, lo que queda claro es que Lucifer y su preciosa rebelión y posterior caída a los infiernos es cosa de los cristianos.<br /><br />La asociación de Lucifer como nombre de Satán antes de su caída (que es como se inició toda esta movida que tenemos con los nombres del demonio) es bastante temprana, y probablemente tenga que ver con el hecho de que algunos poetas romanos (incluido Ovidio) convirtieron a Lucifer en un personaje divino, como hijo de la Aurora. Ojo que esto es un tema de los poetas, los romanos no creían en Lucifer ni tenían ningún mito que le incluyera. Pero recordemos también que los cristianos originales eran muy de secuestrar cosas de otras culturas, especialmente la romana que era la que tenían más a mano, así que era probable que alguien mezclara churras con merinas. Ocurre más a menudo de lo que parece. Mis artículos sobre el mito artúrico deberían ser una buena demostración de esto.<br /><br />En cuanto a las chorrocientas formas que toma ahora Lucifer (como Satán, como algo separado de Satán, como un enviado del verdadero Dios en contra del Demiurgo, etc.), pues qué queréis que os diga… No puedes tener una figura como esta en el imaginario colectivo de un altísimo porcentaje de la población y esperar que la cosa no se desvíe hacia temas insospechados. Ha estado ahí durante la mayor parte de los últimos dos mil años, lo raro sería que no cambiara dependiendo de a quién se le ocurriera qué y lo popular que fuera ese qué, para empezar.</p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-kORsFd8T-sw/YYZPO38KpdI/AAAAAAAABDU/UcrXtxJbO4woojV_EiYXpaZNSypq9TL-gCPcBGAYYCw/s387/Lucifer16.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="387" data-original-width="258" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-kORsFd8T-sw/YYZPO38KpdI/AAAAAAAABDU/UcrXtxJbO4woojV_EiYXpaZNSypq9TL-gCPcBGAYYCw/s320/Lucifer16.jpg" width="213" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Lucifer según DC Comics</i></span><br /></td></tr></tbody></table> </p><p>Así que aquí lo tenéis, una demostración más de que la gente interpreta lo que quiere cuando lee, algo que es muy común en lo que respecta a la Biblia. Todo mezclado con traducciones de las traducciones y los consiguientes problemas que ello conlleva. Y en general, esto demuestra que ponerse radical en lo que respecta a creencias de este tipo es completamente absurdo, porque han llegado hasta nosotros a través del tiempo cambiadas, retorcidas incluso. Y nada de cargarle a la estrella del alba con los crímenes de un tío que por todo lo que sabemos, es el carcelero de Dios, ¿capicci?</p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-50872001244588615632021-10-04T12:48:00.000+02:002021-10-04T12:48:02.979+02:00Desbarajustes artúricos (IV)<p>¡Sí, chicos, hoy vuelvo con vosotros para seguir con mis movidas artúricas! Como ya sabéis, llevo desde hace tiempo leyendo distintas obras artúricas, partiendo desde la primera mención escrita del rey (¡ja!) Arturo. Habiendo pasado ya por quien asentó la bases de este desaguisado, pasando por el exponente máximo de los romances pre-Vulgata y siguiendo con una de las obras que ayudó a revivir el interés por esta temática, mi siguiente paso era, supuestamente, meterme con la Vulgata… pero ocurrieron dos cosas: la primera, que la Vulgata es jodida de conseguir, pero mucho mucho; la segunda, que entre medias estaba un señor llamado Robert de Boron que la había liado pardísima. Y como tenía cosas que eran anteriores/contemporáneas, decidí ponerme con ellas mientras me llegaban los distintos libros (porque por algún extraño motivo, conseguir la Vulgata de forma digital es imposible; creedme, lo he intentado). Así que hoy voy a intentar hablar de dos cosas: los lais de María de Francia, y un poema occitano llamado Jaufry el Caballero y la Bella Brunissende.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-RmK-3kDw9XM/YVrXUmqpiFI/AAAAAAAABBA/CHvcJdBSB7sUO3vHPV_Z2rGgSiObb7rZQCLcBGAsYHQ/s604/art-king%2Barthur%2Band%2Bthe%2Bknights%2Bof%2Bthe%2Bround.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="270" data-original-width="604" height="179" src="https://1.bp.blogspot.com/-RmK-3kDw9XM/YVrXUmqpiFI/AAAAAAAABBA/CHvcJdBSB7sUO3vHPV_Z2rGgSiObb7rZQCLcBGAsYHQ/w400-h179/art-king%2Barthur%2Band%2Bthe%2Bknights%2Bof%2Bthe%2Bround.jpg" width="400" /></a></div><p></p><p><span></span></p><a name='more'></a>Comencemos con los lais, pues. Un lai (o lay) es un poema narrativo formado por versos octosílabos, que generalmente cuenta algún relato de aventuras o de romance. Este género fue popular en Francia y Alemania durante los siglos XIII y XIV. Lo especial de estos lais es que estaban pensados para ir acompañados por instrumentos musicales, y que la música, a diferencia de otros géneros similares de la época, no tenían ninguna sección que se repitiera a lo largo de la obra. Hay muchos lais famosos, pero de los que vengo a hablar son algunos de los que escribó María de Francia.<br /><br />Y me preguntaréis, ¿quién es esta tipa? Pues bien, esta mujer está considerada como la creadora de los lais, y como la poeta francesa más antigua, y es contemporánea a Chretién de Troyes. Aunque nació en la Isla de Francia (que hoy en día es conocida como la Región Parisina, por si necesitáis saberlo), donde vivió fue en Bretaña. Se sabe que era una mujer culta, que era capaz de hablar latín y anglo-normando (un dialecto del normando-francés antiguo que se hablaba en Inglaterra y buena parte del resto de Gran Bretaña e Irlanda, y que estuvo en uso entre los siglos XII y XV) entre otros idiomas, y que realizó varias traducciones de escritos de una cierta importancia. Aunque no es la creadora del género en sí, lo que sí hizo fue transformar el género y popularizarlo. De hecho, sus obras eran muy populares entre las damas de la época. Ahora, de los lais que nos han quedado de esta mujer, no todos son artúricos, así que solo comentaré sobre los dos que los son.<br /><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-C3WTuo0Fdm4/YVrX14GAcfI/AAAAAAAABBg/cllmTRvVJbISLQUOfeHniIHkLBFDJyojgCLcBGAsYHQ/s300/art-mariadefrancia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="246" data-original-width="300" height="246" src="https://1.bp.blogspot.com/-C3WTuo0Fdm4/YVrX14GAcfI/AAAAAAAABBg/cllmTRvVJbISLQUOfeHniIHkLBFDJyojgCLcBGAsYHQ/s0/art-mariadefrancia.jpg" width="300" /></a></div>El primero de ellos es el Lais de Lanval. Debo mencionar que el nombre del protagonista de este lais sólo aparece aquí. En las notas del traductor menciona que se usa Lanval en otras ocasiones, pero no como nombre de persona, sino como topónimo. El personaje en sí ha aparecido en otras obras, normalmente con el nombre de Launfal (concretamente en el poema Sir Launfal, escrito por Thomas Chestre), y forma parte de la lista de caballeros mencionada por Thomas Mallory, tipo del que algún día hablaré. Aún así, podría considerarse como… ¿un caballero menor? Aparece en algunas obras, pero no es que fuera especialmente popular, por lo que estoy viendo. Se sabe que el lai no es la historia original, sino una traducción de otro poema que, al parecer, se ha perdido en las nieblas del tiempo.<br /><br />La historia en sí nos habla de Lanval, el hijo de un rey, y que forma parte de la mesnada del rey Arturo (la mesnada es, al parecer, los caballeros que acompañaban personalmente al rey). El pobre chaval es más pobre que las ratas, y encima el rey ni siquiera le premia por los servicios. Pero un día, paseando por el río, se le acercan dos doncellas que vienen a buscarle de parte de su señora, que está enamorada de él. El lai no lo dice abiertamente, pero la tipa es un hada. El caso es que va a verla, se enamora de ella, y tras tirarse todo el día revolcándose, ella le dice que le dará dinero y que acudirá a él siempre que esté a solas. A cambio, debe mantener su relación en secreto. Ya sabemos lo bien que va a ir eso, ¿verdad?<p></p><p>El caso es que el tío vuelve, y cuando llega a su hogar tiene de todo, y durante los siguientes meses el tío se dedica a dar limosna, a hacerle regalos a todo el mundo y en general a ser generoso y buena gente. Eso le lleva a ser invitado por Gawain e Ywain a una fiesta. Viendo la juerga, la reina decide unírseles. Hago aquí un inciso para mencionar que María nunca nombra a Ginebra, solo la menciona como la reina. Volviendo al tema, la reina se acerca a Lanval, que se ha quedado apartado, y le dice que quiere tema. Él replica que no, porque eso es traicionar a su señor, y ella, además de llamarle de todo menos bonito, le acusa de ser homosexual.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-jFVmKpQnpxk/YVrX02HJVyI/AAAAAAAABBo/wCTz5rlU3wAbSJSsiLyM7yjDnidvi_-vACPcBGAYYCw/s589/art-Sir%2BLaunfal%2Band%2BTryamour%2Bby%2BKinuko%2BKraft.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="589" data-original-width="460" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-jFVmKpQnpxk/YVrX02HJVyI/AAAAAAAABBo/wCTz5rlU3wAbSJSsiLyM7yjDnidvi_-vACPcBGAYYCw/s320/art-Sir%2BLaunfal%2Band%2BTryamour%2Bby%2BKinuko%2BKraft.jpg" width="250" /></a></div>Freno de nuevo aquí porque he estado leyendo al respecto. Y ya sabemos que en aquella época lo de ser de la otra acera estaba mal visto, pero es que el tema va un poquito más allá. Al parecer en aquella época (y estamos hablando del siglo XII) corría la creencia de que en Sodoma y Gomorra los inocentes habían sido destruidos junto a los culpables, pasándose por el forro de la chaqueta lo que la propia Biblia decía sobre que Dios no destruiría la ciudad si encontraba un solo inocente, así que básicamente se consideraba que la homosexualidad no era simplemente un pecado, sino que además se transmitía a los demás. De ahí que surgieran leyes castigando incluso con la muerte a los homosexuales: se pensaba que el homosexual ponía en peligro a los que les rodeaban. Esto explica muchas mierdas de lo que se cree hoy en día con respecto a la homosexualidad, ¿verdad? Alguna gente sigue con la mente clavada en la Edad Media, al parecer. Demasiada gente.<br /><br />De vuelta con lo nuestro, Lanval, en el calor de la discusión, le espeta a la reina que tiene novia y que hasta la más fea de sus doncellas es más guapa que ella. La reina por supuesto se mosquea, y va a llorarle a Arturo, diciéndole que el otro se ha intentado propasar con ella y que, cuando se ha defendido, ha fardado de novia guapa. Arturo se cabrea y manda llamar a este pobre hombre, que acaba de descubrir que su churri ya no le responde y el pobre está en la mierda. Arturo le acusa de lo que ha dicho la reina, y aunque Lanval se defiende con la verdad, el rey decide que le va a montar un juicio. Durante todo este proceso Gawain e Ywain se ponen de parte de Lanval, que debería ser suficiente señal, pero la cosa sigue, y a punto están de echarle del país cuando aparecen primero dos doncellas, luego otras dos, y finalmente la churri de este buen hombre. La señora le echa la peta a Arturo y, después de demostrar la inocencia de su amado, lo deja montar detrás de ella en su caballo y se lo lleva para Ávalon. Sí, está mencionado directamente en el lai.<p></p><p>Al parecer, la intención de María de Francia con esta historia era hacer una crítica social sobre la situación de muchos segundos y terceros hijos de nobles que, habiendo sobrevivido el primer hermano, se veían condenados a la pobreza más absoluta, ya que ellos no recibían herencia alguna, y para conseguir algo de dinero dependían de realizar grandes hazañas o de premios por su servicio. Este era un problema que existía en toda Europa por aquella época, y que perduró durante mucho, mucho tiempo. También señala que, a diferencia de muchas historias artúricas de la época y posteriores, donde las mujeres son un sujeto pasivo, aquí las dos mujeres son las que realizan acciones, y es Lanval el sujeto pasivo.<br /><br />El segundo lai artúrico es La Madreselva. Y es cortito. Realmente cortito. Tan cortito que en el libro que tengo es más notas al pie que lai, realmente. Se trata de un pequeño fragmento de lo que sería la historia de Tristán e Isolda. Para aquellos que no conozcan la historia de estos dos (que podría pasar), Tristán es el sobrino del rey Marco de Cornualles. En un momento dado va a Irlanda y conoce a Isolda, que es la hija del rey. Marco le manda mensaje a Tristán de que se la traiga para casarse con ella, pero durante el trayecto los dos beben una poción de amor y obviamente se encoñan el uno con el otro, resultando en que le ponen los cuernos al rey. Al cabo de un tiempo, este descubre el percal y decide castigarlos con la muerte, pero Tristán escapa y rescata a Isolda, y se meten en el bosque. Al cabo del tiempo el rey los encuentra allí, pero ve que duermen con una espada entre ellos, por lo que decide que no han hecho ñiquiñiqui, a ella la perdona y a él le cambia la pena por el destierro. Y aquí es donde empezaría el lai.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-cLOHQp7Vlm0/YVrX0wkomlI/AAAAAAAABBs/mEv_xkWVIvQkqtu4DhNdP0deJXnPFvCoQCPcBGAYYCw/s600/art-Tristan-e-Iseo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="338" data-original-width="600" height="180" src="https://1.bp.blogspot.com/-cLOHQp7Vlm0/YVrX0wkomlI/AAAAAAAABBs/mEv_xkWVIvQkqtu4DhNdP0deJXnPFvCoQCPcBGAYYCw/s320/art-Tristan-e-Iseo.jpg" width="320" /></a></div>(¿Oye, y el final de la historia? Pues al parecer depende de la versión, pero como es obvio acaba como el culo. Podéis elegir la versión que prefiráis. De hecho, hay un par de versiones españolas, y al parecer la del Arcipreste de Hita es super original porque está planteada como cartas entre enamorados. Seguro que hay alguna forma de encontrarla, aunque sea en manuscrito escaneado.)<p></p><p>La historia que nos cuenta es un episodio muy pequeño. Después de haberse tirado un año en Gales después de haber sido desterrado, Tristán decide volver a Cornualles. Allí se mete en un bosque, y solo sale por las noches para irse a dormir a algún pueblo y conseguir noticias. Así averigua que el rey Marco va a celebrar la corte en Tintagel, y que ha mandado acudir a todos los nobles, lo que incluye a Isolda. Como sabe el camino por el que va a pasar, va allí y deja una rama de avellano con un mensaje tallado. El lai dice que los dos son como la madreselva que se agarra al avellano, que mientras están unidos los dos están vivos, pero que si los separan los dos se mueren, y que es lo que da nombre al poema. Cuando está pasando por la zona, Isolda ve la rama, le dice a su gente que se paren a descansar, y se mete en el bosque con su doncella, donde se encuentra con Tristán. Ambos se tiran un rato charlando sobre los planes que tienen, y después de eso Tristán se vuelve a Gales donde se queda hasta que le llama su tío. Y el lai se termina aquí.<br /><br />María menciona al principio que ha leído este lai, pero la escena que narra aparece muy poco en otras versiones de la historia (aunque sí que es mencionada en algunas). Hay versiones anteriores a la de María, en concreto la de Tomás de Bretaña, de la que desgraciadamente solo quedan unos pocos fragmentos, y la de Béroul. Se habla de que María se basó realmente en la versión primitiva de la historia, que se ha perdido para siempre. Y aunque Tristán e Isolda han estado relacionados con la leyenda artúrica desde bastante temprano, es bastante obvio que en sus inicios era un relato aparte que fue ajustado a martillazos a la “materia de Bretaña” de la misma manera que lo había sido Cliges (que recordemos era en origen un cuento bizantino).<br /><br />Y habíendo acabado con los lais artúricos de María de Francia (tiene otros diez más, pero estos van por su cuenta y riesgo), pasamos a la otra historia que tenía en la lista: Jaufre. O, como se publicó en su momento la versión que leí, Jaufry el caballero y la Bella Brunissende. Al parecer, este poema es el único romance artúrico escrito en occitano, y fue extremadamente popular aquí en España. De hecho, se sabe que hay una traducción de esta historia al tagalog, el idioma de Filipinas. Al igual que con Lanval, el protagonista de la historia, Jaufry/Jaufre, tiene habitualmente otro nombre, que en este caso se trata de Griflet. Este caballero en concreto tiene algo más de importancia que Launfal: en algún punto lo convirtieron en el primo de Bedivere/Bedwir, y en el periodo entre la Vulgata y Le Morte d’Arthur era el que arrojaba Excalibur de vuelta al lago, siendo uno de los pocos supervivientes de la batalla de Camlann. Pero bueno, esto es adelantarse un tanto, así que mejor que volvamos a la historia en sí.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-FKCvLza7Ss0/YVrX2IlnuqI/AAAAAAAABB4/bpYhi6OGG-IjmRIChFiJepZ6ayjY5k5lgCPcBGAYYCw/s1090/art-tristaneisolda.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1090" data-original-width="800" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-FKCvLza7Ss0/YVrX2IlnuqI/AAAAAAAABB4/bpYhi6OGG-IjmRIChFiJepZ6ayjY5k5lgCPcBGAYYCw/s320/art-tristaneisolda.jpg" width="235" /></a></div>En principio, no se conoce el autor de este poema, que es largo. Pero largo de cojones. Tanto como que tiene 11.160 versos, que se dice pronto. La persona que supuestamente escribió esto (es un anónimo, a fin de cuentas, y el estilo de escritura cambia con respecto al prólogo del traductor) menciona que escuchó este poema en la corte de Pedro III de Aragón, al que le tira tantas flores que casi parece más un jardín que un rey. En cuanto al traductor que me ha permitido leer esto (porque yo de occitano como que no tengo ni pijotera idea) es Alfred Elwes, un escritor y filólogo inglés del siglo XIX que estaba ON FIRE con la cultura del sur de Europa. Tan ON FIRE, de hecho, que empieza a hablarte de El Quijote y se le va por completo la flapa y habla de él como si fuera un libro de caballerías a lo Amadís de Gaula. De hecho encontré un par de referencias en el texto en el que citaba El Quijote en momentos que a) no venían a cuento y b) sacaban la cita tan de contexto que daban ganas de llorar. Pero bueno, más allá de eso…<p></p><p>El poema empieza con el Rey Arturo reuniéndose con sus caballeros. La lista es chocante, porque algunos nombres… bueno, tuve que adivinar a quién pertenecían realmente. Gawain y Lancelot tenían los suyos, pero luego te encontrabas con Ivan (que descifré en algún momento dado que debía ser Ywain), Eric “el franco de corazón” (sospecho que es Erec) y, el mejor de todos: Quex (que en cuanto abrió la boca se descubrió como Kay). Continúa el poema con una aventura inane causada por un tío que puede transformarse en cosas y cuyo nombre no es mencionado, así que por ahora he decidido que es Menw, porque me cae bien y me da pena que desaparezca después de su parte en el poema de Culhwch. Tras este inicio random por completo, pasamos a un banquete en el que de forma súbita aparece un escudero que quiere que el rey Arturo le nombre caballero, cosa que este hace. Ahora no te lo dicen, pero este es por supuesto nuestro protagonista Jaufry/Jaufre/Griflet.<br /><br />Y están todos tan felices cuando aparece el típico villano de turno, que decide insultar a la reina porque patata. Solo que en lugar abofetearla y llevarse su copa como hacían otros, lo que hace este pedazo de cafre es cargarse a un tío delante de sus narices, antes de soltar que es Taulat, señor de Rugimon (¡este es nuevo! :D) y largarse de allí. Como es de esperar, el único que tiene el valor de ir tras él es Jaufry, que lo hace no sin antes ser dardo de las puyas de nuestro eterno bocazas a.k.a. Kay. Total, que el chaval este sale de aventuras para encontrar al villano y darle soberana paliza. Pero por supuesto esto es un romance medieval y antes de eso nuestro caballero pasa por distintas aventuras. En esto tengo que decir que hay algo de originalidad, porque aparte de pegarse con los típicos caballeros malvados, tiene otro tipo de enemigos, como un terrateniente que se dedica a capturar todo caballero que pasa por un valle, o un gigante leproso que está a las órdenes de otro leproso que es un secuestrador de niños. Y a todo aquel que vence y no se lamina (porque alguno hay), y a todos aquellos que rescata, los envía de vuelta a la corte del rey Arturo para que cuenten lo que ha pasado. Al menos este no va mandando mensajitos pasivo-agresivos como Perceval/Peredur.<br /><br />Lo que si voy a narrar con un poco más de detalle es el tema de los leprosos, porque tiene una cierta importancia después. El capítulo empieza con Jaufry encontrándose con un escudero que le dice que un tipo ha matado a su señor y ha secuestrado a la mujer de este. Un detalle curioso es que mencionan específicamente que la mujer es normanda (para aquellos que no estén muy puestos en el tema, los normandos invadieron Inglaterra alrededor del siglo XI, así que era un tanto raro que hubiera de eso en la época que se le presupone al rey Arturo). Poco después, se topa con un leproso que lleva un bebé en brazos y que está corriendo como un campeón, perseguido por la que parece ser la madre del niño, que obviamente le pide ayuda a Jaufry. Y como nuestro protagonista es el típico caballero andante, sale detrás del leproso en cuestión, pero ni con caballo consigue alcanzarle antes de que se meta en un castillo. Pero bueno, no es como si nuestro protagonista se fuera a dejar amedrentar por la versión humana leprosa del correcaminos, así que para dentro que va.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-C5TVls-fCWE/YVrX1gUzgjI/AAAAAAAABB0/GVQSE_xZkPQjHtN2fRqDrZOyzUjygLssACPcBGAYYCw/s360/art-launfal.GIF" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="325" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-C5TVls-fCWE/YVrX1gUzgjI/AAAAAAAABB0/GVQSE_xZkPQjHtN2fRqDrZOyzUjygLssACPcBGAYYCw/s320/art-launfal.GIF" width="289" /></a></div>Y según está investigando el castillo se encuentra con otro leproso. Solo que este es un gigante. Y al lado tiene a la pobre mujer viuda, sentada en un diván y llorando a moco tendido. Como buen caballero andante, Jaufry se enfrenta al gigante, que le mete una somanta de hoxtias bastante fina, por no hablar de que se carga unas cuantas columnas de la sala (lo cual no puede ser bueno) antes de que por fin Jaufry consiga decapitarlo. Y tan jodido está que se desmaya, y cuando la doncella a la que ha rescatado va a ver cómo está, está tan grogui de las leches que le han dado que se piensa que es el enemigo y huye. Al final, esta buena moza logra convencerle de que ha acabado con su enemigo, y que mejor se largan de allí. Y Jaufry comienza a buscar al niño que ha ido a rescatar, pero es incapaz de encontrarlo, así que piensa en salir del castillo para buscarle fuera, pero se encuentra con que hay algo que le impide salir. Que es una canallada, pero que al mismo tiempo le permite escuchar los llantos de varios niños. Así que para allá que va.<p></p><p>Lo que se encuentra es al leproso del principio, que tiene un cojón de críos allí y está en proceso de cargárselos. De hecho, para cuando llega Jaufry, ya ha sacrificado a siete. Obviamente, el caballero se tira a por el cuello del leproso, que se rinde después de que en la trifulca subsiguiente Jaufry le corte la mano. Nuestro aguerrido caballero no está por la labor de perdonarle la salvajada, pero el leproso le pide clemencia, aduciendo que el otro tipo le estaba obligando a matar a los niños porque, al parecer, pensaba que bañarse en su sangre le iba a curar (momento en el cual empecé a preguntarme si el leproso gigante era Erzsébet Báthory o algo del estilo). Para convencerle, le dice que si le deja vivir le contará cómo salir del castillo. Y bueno, Jaufry decide perdonarle la vida, y el leproso le comenta la forma en la que romper el hechizo que le impide salir, advirtiéndole que cuando lo rompa, el castillo se derrumbará. Porque los load-bearing bosses ya estaban de moda en el medievo, al parecer. Total, que Jaufry hace lo que le dice el tipo este, y el castillo se le cae encima mientras leproso, doncella y niños supervivientes escapan. Al rato, consiguen encontrar a Jaufry, que está hecho mierdas, pero vivo. Cuando recupera la consciencia, los manda a que vayan a la corte de Arturo, mientras él sigue su camino.<br /><br />Y ahora, más o menos a medio libro, es cuando aparece Brunissende, que es la señora del castillo de Montbrun. La tipa tiene una depresión de caballo, y solo se siente feliz cuando escucha cantar a los pajarillos de su huerto de frutales. ¿Y dónde decide Jaufry que va a dormir después de haber recibido la paliza de su vida? ¡Exacto, al huerto de frutales! Y aquí nos cuentan que la señora manda a gente para ver qué demonios pasa y, posteriormente, para que le traigan al caballero que ha decidido echarse la siesta, y al tío no hacen más que despertarle y él no hace más que pegarse con gente, darles una paliza e intentar volver a su siesta. Al final, alguien le da por usar el cerebro, y cogen entre chorrocientos caballeros y le agarran cuando está dormido. Se lo llevan a Brunissende, que a pesar de que piensa que el mozo está de buen ver, decide que le va a ahorcar. Por espantar a los pájaros. Que habrían vuelto ya de no haber estado enviando constantemente a gente para que le pegara. Pero el caso es que Jaufry se encoña con ella y le dice que vale, que si le ha causado algún mal, que le deja castigarle como vea oportuno, pero que al menos le deje dormir. El caso es que Bruni acepta, le deja dormir con un montón de guardias alrededor para que no se escape, y se va a su cuarto para dar vueltas en su cama porque ella también se ha encoñado con él, y ya sabemos cómo van las cosas en este tipo de historias.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ucuNnPol37k/YVrX1ij2zAI/AAAAAAAABB4/D3kgn1ps7x06SbI0XQL_mDroLx3ycamvgCPcBGAYYCw/s843/art-jaufry.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="662" data-original-width="843" height="251" src="https://1.bp.blogspot.com/-ucuNnPol37k/YVrX1ij2zAI/AAAAAAAABB4/D3kgn1ps7x06SbI0XQL_mDroLx3ycamvgCPcBGAYYCw/s320/art-jaufry.jpg" width="320" /></a></div>Pero las cosas no pueden ser tan sencillas, ¿verdad? El caso es que el sitio este está encantado y, cuando suenan unas trompetas, todo el mundo se pone a llorar a moco tendido. Y los caballeros se ponen todos a llorar, despiertan a Jaufry, este les pregunta que qué pasa, y los tíos se tiran a por él a pegarle una paliza, hasta que se piensan que está muerto. Como total, el tío la ha diñado (supuestamente) no tienen por qué hacer guardia, así que se quedan dormidos. Pero Jaufry no ha muerto, y llega a la conclusión de que están todos poseídos por demonios y que a él no le pillan en esta, así que se pira. Bruni le ve pirarse y se cabrea como es lógico, y le monta un pollo a todos los caballeros y manda al senescal a buscarle, y que como vuelva sin él lo mata. Pero a todo esto Jaufry ya está a una buena distancia. Y mirad, yo al menos os he dicho que esta gente estaba hechizada, pero en el poema no te lo dicen en absoluto, y no te queda claro hasta que, después de varios episodios de tener que salir de naja antes de que le peguen una paliza, un par de nobles que se han encontrado con él le piden que vuelva, le llevan a la casa de su padre que era a su vez amigo del padre de Jaufry y, después de otra intentona de paliza, le dan indicaciones de lo que debe hacer para averiguar que cojones está pasando. Y digo te queda claro porque en ningún momento de dicen nada de nada. Pero hasta el punto de que en mis notas comento sobre el hecho de que ahora entiendo el porqué del consejo a Percival de que no haga preguntas.<p></p><p>Total, que Jaufry sigue las indicaciones del colega de su padre, y llega hasta un castillo que está rodeado por lo que parece enteramente gentuza. Dentro del castillo encuentra a un caballero herido y a dos damas, una joven y una anciana. Se va a hablar con ellas, y la anciana le dice que el tipo al que Jaufry está buscando, el tal Taulat, va a ese castillo todos los años el día de San Juan, le mete una paliza al caballero que tienen allí y le reabre las heridas, y que esto es lo que causa que toda la gente llore a intervalos y pegue a la gente de gratis. Y al parecer llevan así siente años. Con la meta ya casi en sus manos, Jaufry dice que volverá en ocho días y que solventará el tema. <br /><br />Por supuesto, cuando un caballero de la corte de Arturo tiene una cita con una fecha específica, se van a juntar los hados para que le pase todo tipo de mierda. Jaufry tiene, en este orden: una bruja que le amenaza y le mete un susto de tres pares de cojones porque la tía es de tamaño XXXL, un caballero negro que se tira a por él cuando está montado a caballo pero que desaparece cuando le desmonta y que es un demonio invocado por la bruja, un ermitaño que es el que expulsa al demonio y que le dice que el gigante leproso de antes era uno de los hijos de la bruja, el segundo hijo de la bruja que ha secuestrado una doncella, y la doncella que resulta que es la hija del amigo de su padre. Así que con todo, como es de esperarse, Jaufry llega con la hora pegada al culo y pilla a Taulat cuando se está preparando para darle la paliza al pobre herido.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-tJZ7n9d2aFc/YVrX1efYR9I/AAAAAAAABBw/0RPZFGopP_QaSXDW_UFmTFAF3o70O3YTwCPcBGAYYCw/s600/art-jaufre01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="399" data-original-width="600" height="213" src="https://1.bp.blogspot.com/-tJZ7n9d2aFc/YVrX1efYR9I/AAAAAAAABBw/0RPZFGopP_QaSXDW_UFmTFAF3o70O3YTwCPcBGAYYCw/s320/art-jaufre01.jpg" width="320" /></a></div>El caso es que Jaufry para todo eso, los dos empiezan a ponerse a parir mutuamente mientras intentan que el otro se rinda (porque eso iba a funcionar, of course), y finalmente llegan al punto en el que van a darse de leches. Y aquí Taulat se pone machito y dice que va a pelear sin armadura porque Jaufry es un mierdas. Que obviamente, incluso si Jaufry es un mierdas, no ponerse la armadura es suicida porque hasta el peor combatiente puede tener un golpe de suerte, pero la narrativa quiere que te quede claro que el tipo este tiene un ego del tamaño del continente. Así que el par se lía a tortas y, como era de esperarse, Jaufry le clava de entrada toda la punta de la lanza en el costaillo que la armadura debería haber protegido, así que nos encontramos a Taulat pidiendo clemencia y que le curen. Jaufry acepta que le curen, no sin antes echarle una bronca por creído, y va a liberar al caballero herido, que descubriremos más adelante que se llama Melyan. Lo único que quiere nuestro protagonista de recompensa es que se vayan todos a hablar con Arturo y le cuenten lo que ha pasado allí. Y mientras todos se ponen de camino, él por su parte se va a acompañar a la doncella que ha rescatado antes a casa de su padre.<p></p><p>Nos vamos por un momento a la corte de Arturo, en la que ha aparecido una mujer de la nada pidiendo ayuda para proteger su hogar, cosa que tu dirías que tendría voluntarios a gogó con el tema de que todos quieren irse de aventuras y que se yo, pero no. El único caballero con media neurona que queda en el castillo es Quex/Kai, que por supuesto se comporta como el cantamañanas en el que los romances le han convertido. Y están en esta discusión cuando aparecen Melyan, Taulat y toda la gresca enviada por Jaufry, a contar la historia, y a que juzguen a Taulat por ser un capullo. Y mientras la dama desaparece de la historia, tan porque patata como su aparición, encontramos con que le perdonan a Taulat casi todo porque parece que está de verdad arrepentido (lo que hace un lanzazo al costadillo) y lo único que castigan es la paliza anual a Melyan, que se decide que sea pagada en un precioso ejemplo de ojo por ojo y diente por diente: Taulat recibiría exactamente las mismas palizas que había recibido Melyan.<br /><br />¿Por qué es importante mencionar esta escena? Bueno, hay dos razones. La primera de ellas es que el senescal de Brunissende estaba allí cuando apareció toda la jarca esta, y presenció todo el espectáculo, así que salió corriendo de naja a avisar a su señora de lo que había pasado (porque, al parecer, técnicamente Brunissende era vasalla de Melyan), y que Jaufry está al caer. Y la tía, que tiene el encoñamiento del siglo, pone aquello para recibir a su chorbo como si fuera la Gran Vía en Navidad, solo que con mejor gusto. Y Jaufry, que ha devuelto a la doncella al padre de esta, ha sido tratado a cuerpo de rey, y es enviado con una escolta de vuelta al castillo de Brunissende donde es recibido como un héroe. Los dos tortolitos deciden que se van a casar, y planean encontrarse con Melyan camino de la corte de Arturo.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-wKrdmPKk5zY/YVrX00NB8AI/AAAAAAAABB4/kwqFpSbrzU0hX56DDAayINKD0lLhFL1zwCPcBGAYYCw/s1042/art-Isdernus.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="860" data-original-width="1042" height="264" src="https://1.bp.blogspot.com/-wKrdmPKk5zY/YVrX00NB8AI/AAAAAAAABB4/kwqFpSbrzU0hX56DDAayINKD0lLhFL1zwCPcBGAYYCw/s320/art-Isdernus.png" width="320" /></a></div>Y aquí es donde viene la segunda razón. ¿Os acordáis de la señora random que aparecía en la corte pidiendo ayuda? Pues dicha señora se aparece de pronto ante Jaufry y compañía para pedirle ayuda. Jaufry no está muy por la labor de ayudarla (lo cual es un poco OOC si me preguntáis, pero bueno), y le dice que se busque a otro. Sigue el grupo avanzando, cuando escuchan un grito de alguien que pide auxilio. Van para allá y se encuentran con la doncella que acompañaba a la señora esta, diciendo que se ha caído al lago. Y cuando Jaufry se acerca para mirar qué es lo que pasa, la señora salta del lago, lo agarra, y se lo lleva con ella al agua. Porque la señora esta era un hada, y las hadas en este tipo de relatos no se andan con chiquitas cuando quieren algo, y a esta los caballeros la han estado tocando mucho las narices. Después de que este hombre desaparezca entre las aguas hay por supuesto drama a espuertas, con Brunissende amenazando con que se va a tirar al lago a ahogarse, Melyan a punto de hacer lo mismo, y montando tal pollo que un arzobispo tiene que ir a poner orden y a decir que recen por el alma de Jaufry, porque poco más pueden hacer. Pero por supuesto, Jaufry no está muerto, sino que está en el reino del hada esta, que está siendo amenazado por un gigante. Y nuestro caballero la ayuda aunque está mosca con esto de que le hayan forzado a trabajar. El gigante llega, Jaufry le mete una paliza, todo el mundo es feliz y él sale del lago con un halcón de regalo que a estas alturas de la feria no tiene más importancia que hacer bonito. Así que la tropa continúa su camino.<p></p><p>Así que llegan a Carlisle, que es donde está la corte de Arturo. Como siempre que alguien llega a la corte en estas circunstancias, tenemos la preciosa escena de Quex/Kai siendo un bocazas y recibiendo por ello, y la aparición de Gawain siendo una persona decente, reconociendo al protagonista y abrazándolo porque se alegra de verlo. Y hay una boda y todo debería acabar aquí, pero esto no sería un poema medieval si no tuviera un plot tumor al final, en la forma de un pájaro gigante que secuestra a Arturo y todos los caballeros corriendo detrás, para que luego el pájaro gigante resulte ser el mismo tío que al principio se había convertido en monstruo.<br /><br />Además de ser un poema increíblemente largo y de que se trata del único relato artúrico escrito en occitano, una de las curiosidades que tiene el poema es su posible datación, gracias al prólogo inicial de la persona que supuestamente había recogido este poema, que menciona al Rey de Aragón. Los expertos han mencionado la posibilidad de que se trate de uno de estos tres: Alfonso II (1162-1196), Pedro II (1196-1213) o Jaime I (1213-1276). Se barajan dos posibilidades: que fuera escrito durante el reinado de Alfonso II (apodado el Trovador) o durante el reinado de Jaime I. Aquí se barajan dos cosas: la mención de que el rey había luchado contra los “infieles” (esto es, los árabes), y una posible influencia de los escritos de Chrétien de Troyes. Algunos incluso apuntan a que el hecho de que Arturo sea visto de una forma ligeramente negativa es una muestra de que Jaufry es posterior a los romances de Chrétien. Aunque sinceramente yo apostaría por una fecha anterior, dado el cambio de dirección que iba a tomar la leyenda artúrica a principios del siglo XIII con la aparición de los poemas de Robert de Boron y el Ciclo de la Vulgata. Pero eso es adelantar acontecimientos, y a la fecha a la que estoy escribiendo, ni siquiera he pasado del primer libro.<br /><br />En estos artículos he mencionado los escritos que iniciaron la leyenda artúrica, los romances que dieron vida a los personajes más famosos (y a aquellos que han perdido algo de fama aun cuando fueron populares en su época), los manuscritos que no tuvieron gran importancia en su tiempo pero que ayudaron al renacimiento de la leyenda artúrica en el siglo XIX, y ahora aquellos escritos oscuros que fueron ignorados y olvidados para cualquiera que no fuera un friki de la literatura medieval o una persona con una misión (como la loca que escribe estos artículos). Considero que es bueno aprender de los orígenes de este mito, y de ver cómo ha evolucionado a lo largo de los siglos, y cómo se sentaron las bases de lo que vendría después. Pero ahora viene lo duro. Ahora viene la segunda estafa que nos han vendido y que nosotros nos hemos comido con patatas.<br /><br />Claro que eso tendrá que esperar para los siguientes artículos. Sí, he dicho “siguientes”, en plural. Porque por un lado tendré que hablar de Robert de Boron y la forma en la que nos la metió a todos doblada, y luego nos tendremos que enfrentar a ese monstruo kilométrico que es el Ciclo de la Vulgata, y como intente meter eso en un solo artículo, iba a parecer que los que escribí sobre Chretién de Troyes y el Mabinogion eran cortitos en comparación. No le desearía eso ni a mi peor enemigo, la verdad. Así que, hasta que ese momento llegue, que os sea leve, y nos leeremos el mes que viene, Eilistraee mediante.<br /></p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-9123673756390960532021-09-03T11:30:00.000+02:002021-09-03T12:54:57.206+02:00Deidades Incomprendidas, Capítulo 9: Chernobog<p>Como ya anuncié en mi anterior capítulo sobre deidades con mala publicidad, este va a ser el último de la serie. He hablado de dioses demonizados por la cristiandad, tanto en el sentido figurado como en el literal, por la gente del pasado y de distintas épocas más cercanas a la nuestra. Y hoy os hablaré de un dios que ha sido prácticamente olvidado, y que Disney convirtió en un demonio, todavía está por verse si por accidente o a sabiendas: Chernobog, supuesto dios de la mala fortuna.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-VJoGCqzJazM/YTHmF5Yb1KI/AAAAAAAABAc/62qraN835GEcqiNZ47SRp9JJrEn3k98LgCPcBGAYYCw/s887/Day_and_Night_%2528Belobog_and_Chernobog%2529_--_Maxim_Sukharev.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="627" data-original-width="887" height="226" src="https://1.bp.blogspot.com/-VJoGCqzJazM/YTHmF5Yb1KI/AAAAAAAABAc/62qraN835GEcqiNZ47SRp9JJrEn3k98LgCPcBGAYYCw/s320/Day_and_Night_%2528Belobog_and_Chernobog%2529_--_Maxim_Sukharev.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Representación pictórica moderna de Bielbog y Chernobog</i></span><br /></td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p><span></span></p><a name='more'></a>Subrayad ese “supuesto” porque aquí viene la parte divertida del tema: ni siquiera estamos seguros de que Chernobog existiera de verdad como una deidad eslava. La primera referencia que tenemos de él y de su supuesto gemelo benigno Bielbog es en el <i>Chronica Slavorum</i> de Helmold de Bosau, un sacerdote e historiador sajón que vivió en el siglo XII. La referencia que encontramos es una frase en la que habla de un rito en el que los eslavos pasaban un cuenco y lo maldecían, mencionando a dos dioses, uno bueno que trae buena fortuna, y otro malvado que trae infortunios. No menciona el nombre del dios majo, pero sí del dios malvado, y dice que lo llaman Diabol o Zcerneboch. Y diréis que todo parece bastante específico y correcto, pero el problema aquí es que, para empezar, cuando este tipo escribió la historia, esa zona llevaba cristianizada algo así como… ¿dos siglos? Es decir, que cabía la entera posibilidad de que hubiera escuchado campanas y no supiera donde, o, peor aún, que se lo hubiera inventado por entero. Teniendo en cuenta lo que estoy leyendo ahora (la traducción de la versión en prosa del <i>José de Arimatea</i> de Robert de Boron y la traducción de la Historia del Grial que forma parte del Ciclo de la Vulgata), la segunda parte no me extrañaría en absoluto, y más viendo que había usado “Diabol” como nombre. Cualquiera con medio minuto de conocimiento en latín puede ver lo que está pasando aquí.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-PLndH724qIQ/YTHniMhVmQI/AAAAAAAABAk/cKZPSi4TAc02_we954fPJPWZY2uetU1DgCLcBGAsYHQ/s2048/Chronica%2Bslavorum.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1423" data-original-width="2048" height="222" src="https://1.bp.blogspot.com/-PLndH724qIQ/YTHniMhVmQI/AAAAAAAABAk/cKZPSi4TAc02_we954fPJPWZY2uetU1DgCLcBGAsYHQ/w320-h222/Chronica%2Bslavorum.jpg" width="320" /></a></div>También en este caso hay que tener en cuenta la meta que perseguía el <i>Chronica Slavorum</i>, porque una meta tenía. En concreto, se suponía que era la historia de la conquista y conversión de los eslavos polabios, una serie de pueblos eslavos que vivían a lo largo del río Elba, en la zona de la Alemania Oriental, entre el mar Báltico y los Sudetes, y llegando a la frontera con Polonia. La intención principal era demostrar cómo la fe cristiana y la cultura alemana había enraizado en estos pueblos. Así que obviamente, lo que fuéramos a leer así ya de entrada habría que tomárselo con un granito de sal.<br /><br />Y vamos a ver, lo que conocemos ahora mismo de la religión eslava, o más bien las múltiples creencias eslavas, provienen de extrapolaciones de textos en su mayoría cristianos, antiguas costumbres ancestrales de ciertas zonas eslavas, y restos arqueológicos. Se sabe, con un nivel de certeza aproximado, que las mitologías eslavas bebían de una religión previa proto-indo-europea, y que se vieron afectadas por otras culturas cercanas dependiendo de la situación geográfica de los respectivos pueblos. Los eslavos rusos, por ejemplo, se vieron influenciados por los pueblos urálicos (la gente que hablaba el idioma urálico), mientras que los conocidos como eslavos del sur tuvieron más influencia de los balcánicos, los frigios y los tracios. También hay una obvia influencia con la religión proto-indo-iraní, lo que acabaría transformándose más adelante en el Zoroastrismo. De hecho, muchas palabras religiosas eslavas tiene una fuente común con palabras iraníes. Resumiendo: aunque había una base general que era común a todas las creencias entre pueblos eslavos, las distintas influencias recibidas volvieron aquello en algo que se podría asemejar a las creencias de los distintos pueblos nativos de Australia: cada pueblo tenía su propia mierda.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-JUw8UWZPL1I/YTHmF9ihcpI/AAAAAAAABAc/eNyhBIO-r3QmM0IZTuykl-P6DQD0WOqbACPcBGAYYCw/s382/chernobog_persona.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="382" data-original-width="250" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-JUw8UWZPL1I/YTHmF9ihcpI/AAAAAAAABAc/eNyhBIO-r3QmM0IZTuykl-P6DQD0WOqbACPcBGAYYCw/s320/chernobog_persona.jpg" width="209" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Chernobog en los Persona</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Me gustaría hablar de esas cosas que tenían en común estas diferentes creencias eslavas, pero la cosa está en que la información de por sí es contradictoria, y las fuentes que se poseen son escasas y en cierto modo están ya de por sí corruptas, por lo que ni los propios expertos se ponen de acuerdo en qué deidades eran importantes o no. Si tenemos que hacerle caso al <i>Chronica Slavorum</i>, existiría un dios creador que estaría por encima de todo, por debajo de él habría una pareja de dioses (que técnicamente serían Chernobog y Bielbog/Belebog), y por debajo de ellos habría toda una pléyade de deidades y espíritus. Pero esto parece ir en contra del hecho que las dos deidades con apariencia de ser las más importantes de acuerdo con los restos arqueológicos encontrados sean Perun (dios del rayo y de la guerra) y Veles (un dios ctónico, y por tanto relacionado con los muertos, aunque no queda muy claro de qué va). Los propios expertos en el tema parece que no se han puesto de acuerdo todavía en la autenticidad de la existencia de Chernobog y su supuesto hermano, y las discusiones son complejas, las interpretaciones múltiples, y en general esto apesta a posible invención tomada en serio. No, de verdad, leer escritos medievales de los siglos X a XII te abre mucho los ojos.<br /><br />Si tenemos como sincera la cosmología presentada por el <i>Chronica Slavorum</i> tendríamos entonces que el propio sacerdote que lo escribió estaba admitiendo la demonización a la que estaba sometiendo a Chernobog, toda vez que la dicotomía de los dos dioses bajo el supuesto dios creador no representa bien contra mal, sino aspectos contrapuestos, donde Bielbog representaría el cielo, la masculinidad y la luz creciente, mientras que Chernobog representaría la tierra, la feminidad y la luz menguante. Lo cual implica también un bonito cambio de sexo en algún punto de la carrera. También implicaría que, más que ser un dios del infortunio, nuestro amigo el “Dios Negro” se acercaría más a ser un dios ctónico, poniéndole en una situación similar a Hades. Por otro lado, podría tratarse de un caso como el de Febris (diosa romana de la fiebre) o de Serqet (diosa egipcia de, entre otras cosas, los escorpiones), en el que la deidad, más que representar lo negativo, se encargaba de proteger de dicha cosa negativa. De todas formas, como ya he dicho, todo esto es según un escrito cristiano dos siglos posterior a los hechos narrados, y con una fiabilidad tirando a baja.<br /><br />Y la verdad sea dicha, todo esto sería una discusión de expertos que solo miraríamos los cuatro grillaos a los que nos gusta la mitología más que comer con los dedos, de no ser porque en un momento dado alguien del siglo XX decidió retomar el tema. Esta vez, da la casualidad que el culpable es Disney.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-CPZwP-4QCwc/YTHmGTwAnkI/AAAAAAAABAg/rI9GgQs-txUQWLKrK5k_GlriIfvsM_H7ACPcBGAYYCw/s2048/walt-disney-screencaps-chernabog-walt-disney-characters-31894879-2560-1916.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1533" data-original-width="2048" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-CPZwP-4QCwc/YTHmGTwAnkI/AAAAAAAABAg/rI9GgQs-txUQWLKrK5k_GlriIfvsM_H7ACPcBGAYYCw/s320/walt-disney-screencaps-chernabog-walt-disney-characters-31894879-2560-1916.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Chernabog según la película Fantasía</i></span><br /></td></tr></tbody></table>En 1940 salió a la luz <i>Fantasía</i>, la tercera película de larga duración de Disney. Para los que no la hayáis visto, se trata de una serie de segmentos de animación que acompañan a piezas de música clásica. La película en sí es interesante, la música es preciosa, y hay que admitir que hicieron un buen trabajo. Especialmente teniendo en cuenta que no estaba planeada en absoluto: surgió porque un corto para Silly Symphony (la colección de cortos de animación con base musical) se les había ido de presupuesto. El corto en concreto era <i>El Aprendiz de Brujo</i>, que había sido ideado para que la mascota de la compañía, Mickey Mouse, recuperara algo de la popularidad que estaba perdiendo. Pero dejando esto de lado, porque ni nos va ni nos viene, lo que nos importa es el final de la película.<br /><br />El segmento de animación final en <i>Fantasía</i> combina dos piezas musicales: <i>Noche en el Monte Pelado</i>, del compositor ruso romántico Modest Mussorgsky, y el <i>Ave María</i> de Schubert. En la primera parte del segmento, la que corresponde a <i>Noche en el Monte Pelado</i>, se puede ver cómo el pico de un monte resulta ser una especie de ente demoníaco en el aspecto más típico que uno podría encontrarse: de color negro, como alas de murciélago y cuernos en la cabeza. Este personajes es Chernabog. Sí, con a. El nombre ni siquiera está escrito bien, para colmo de desgracias. Por supuesto, toda la parte del segmento correspondiente a esta pieza va de diablillos y fantasmas montándose una fiesta, hasta que llega el amanecer y todos tienen que retirarse (que es el momento en que empieza a sonar el <i>Ave María</i>). La cuestión está en que la narración, y posteriormente el propio Disney, asociaban a este personaje con “el mismo Satán”. ¿Por qué decidieron llamarle de otra manera si decían que era Satán? No tengo ni idea. ¿Por qué se decidieron por Chernobog? Tampoco tengo ni idea, aunque he de suponer que buscaron cosas eslavas porque el autor era ruso, se encontraron con alguna mención a este dios, y tiraron por la calle de en medio. Los estadounidenses lo de respetar las mitologías ajenas o hacer siquiera el esfuerzo de informarse de ellas lo llevan mal tirando a fatal.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Jx5dmOWDovg/YTHmFxTVFzI/AAAAAAAABAc/sES-HzF42kAql6A0LPppFcsnFerwGakOgCPcBGAYYCw/s590/american-gods-czernobog-928145.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="458" data-original-width="590" height="248" src="https://1.bp.blogspot.com/-Jx5dmOWDovg/YTHmFxTVFzI/AAAAAAAABAc/sES-HzF42kAql6A0LPppFcsnFerwGakOgCPcBGAYYCw/s320/american-gods-czernobog-928145.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>Czernobog en la serie American Gods</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Que esto podría haberse quedado ahí, en una muestra más de una patada a la mitología habitual, de no ser porque el personaje se volvió tremendamente popular. Chernabog forma parte de uno de los shows de los parques de atracciones de Disney, y ha aparecido con posterioridad en otras obras de animación como uno más de los villanos. A la larga esto ha llevado a que aparezca en otras historias, generalmente representado como un demonio antes que como un dios. Esto es especialmente cierto en el tema de los videojuegos, donde la imagen del demonio es constante. Cierto es que no todas las obras lo tratan de esta manera: en <i>American Gods</i> es representado como un dios de la muerte que trabaja de carnicero y es presentado en una luz positiva, y, para mi sorpresa, en Marvel forma parte de un grupo de superhéroes ruso que no es vuestro típico “malvado grupo soviético”. Pero estas representaciones son las menos, ya que en general en occidente hemos decidido que “oscuridad” y “muerte” significan “mal” pase lo que pase, y la imagen pintada por <i>Noche en el Monte Pelado</i> y <i>Fantasía</i> ha quedado grabada en nuestras cabezas.<br /><br />Chernobog no es sino la demostración de cómo podemos sacar demonios de la nada. Su existencia como una deidad eslava es dudosa en el mejor de los casos, y aunque no fuera dudosa, la interpretación que de él se hace sí lo es. A pesar de ello, hemos corrido con la idea de que es básicamente Satanás con otro nombre, y no hemos parado todavía.<br /><br />Y con esto, llego al final de mi serie de Deidades Incomprendidas. Gracias a todos por leerme, ya sabéis que estaré aquí para el mes que viene con algún otro artículo. Y recordad que no tengo problema en atender peticiones sobre temas mitológicos, de fantasía y demás cosas. Si queréis que hable de algo, sean ya pobres dioses denostados, otros que no lo son, o de dónde salen según que ideas, no dudéis en dejar un comentario. Así que, hasta la próxima, ¡nos leemos!<p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-77120291570387938482021-08-04T11:57:00.000+02:002021-08-04T11:57:56.478+02:00Desbarajustes artúricos (III)<p>O por qué debéis reíros cada vez que alguien se queja de que hagan algo raro como cambiarle el género a algún personaje de la leyenda artúrica. <br /></p><p>Bueno, una vez más reaparezco por aquí con más mierdas maravillosas sobre el Rey Arturo y sus caballeros de cuento, porque ya que me he metido de cabeza en este berenjenal, al menos voy a intentar rematar la labor en la medida de lo posible. En el anterior episodio de esta serie (jaja :P) estuve resumiendo las maravillosas historias creadas por Chrétien de Troyes, padre de la novela de caballería y la persona que codificó la leyenda de los caballeros del rey Arturo y al que le debemos sir Lancelot tal y como lo conocemos hoy en día. Pues bien, antes de que acabara de leerme los poemas, mi nueva versión del Mabinogion llegó a casa, así que ese libro se convirtió en mi nueva víctima. Y no sé qué era lo que esperaba, pero os puedo asegurar que estaba muy lejos de coincidir con la realidad. Así que hoy os hablaré de este texto.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-GUUZHaD5x-k/YQpa8hFQG7I/AAAAAAAAA-I/7aehdHMj5V832HnhppX_d236L3McNgnzwCLcBGAsYHQ/s750/long_boar_2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="184" data-original-width="750" height="158" src="https://1.bp.blogspot.com/-GUUZHaD5x-k/YQpa8hFQG7I/AAAAAAAAA-I/7aehdHMj5V832HnhppX_d236L3McNgnzwCLcBGAsYHQ/w640-h158/long_boar_2.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><span><a name='more'></a></span><p>Eso sí, antes de meternos de lleno en el ajo artúrico, creo que es mi deber contaros todo lo que hay detrás de este libro. La historia es esta: el Mabinogion como tal es una etiqueta moderna que hace referencia a cuatro historias relacionadas que aparecen en dos manuscritos conocidos como el Libro Blanco de Rhydderch y el Libro Rojo de Hergest. Se piensa que el Libro Blanco de Rhydderch se escribió hacia el 1350, mientras que el Libro Rojo de Hergest es originario del 1382 (ojo cuidao, que hay un Libro Blanco de Hergest, un manuscrito del 1480, que no tiene nada que ver con esta película), y son prácticamente los textos más antiguos existentes de prosa en galés. Ambos son casi iguales (aunque se ha perdido una parte del Libro Blanco de Rhydderch, pero existen dos copias de una copia que están completas) y contienen, además de estas cuatro historias relacionadas, algunos otros relatos, una traducción al galés de ese horror con patas que es el Historia Regum Britanniae del que hablé en el primer artículo sobre la leyenda artúrica, textos históricos, varias tríadas y unos cuantos poemas. Los textos, como ya he dicho, estaban en perfecto galés, y es aquí cuando vamos a empezar a reírnos un rato.<br /><br />La primera traducción al inglés de estos textos en concreto corrió a cargo de Lady Charlotte Guest, que para ser una dama victoriana llevaba lo de ser una mujer florero bastante mal. Porque, dejando de lado mis más y mis menos con su trabajo, esta tía era algo así como que la repera en moto. Era hija de un conde, pero este diñó cuando ella tenía seis años, y no había pasado ni un año cuando la casa se prendió fuego y tuvo que salir corriendo para salvar la vida. Y aunque su madre se casó una segunda vez y supuestamente tenían ella y sus hermanos todo cubierto, cuando la madre se puso enferma la que tuvo que ponerse las pilas fue ella. Para colmo de desgracias, sus hermanos no eran lo que se dice unos santos, por lo que la mayor parte del tiempo tenía que estar pidiendo disculpas. Entre eso, y que era de las que si tenía una opinión no se callaba ni debajo del agua, digamos que su vida familiar no era lo que se decía feliz. Hasta que decidió mandarlos a todos a la mierda y se casó con John Josiah Guest, un empresario de éxito y Miembro del Parlamento, que además era un tío medio decente. Claro que esto fue un escándalo porque ella era la hija de un noble y él era un plebeyo y todas esas mierdas, pero teniendo en cuenta que follaron como conejos (diez hijos tuvieron, los locos estos), parece que Charlotte estaba a gusto con su marido.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-mmsr0uGvrMc/YQpcDBkeOrI/AAAAAAAAA-U/wi4wYr-TjK0d6iYZIFkyN3J17W28PWOaACLcBGAsYHQ/s1158/Portrait_of_Lady_Charlotte_Guest_%25284674585%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1158" data-original-width="899" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-mmsr0uGvrMc/YQpcDBkeOrI/AAAAAAAAA-U/wi4wYr-TjK0d6iYZIFkyN3J17W28PWOaACLcBGAsYHQ/s320/Portrait_of_Lady_Charlotte_Guest_%25284674585%2529.jpg" width="248" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Retrato de Lady Charlotte Guest</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Charlotte lo de estar desocupada lo llevaba mal, más bien. Cuando era niña, aprendió latín, griego, francés e italiano del tutor de uno de sus hermanos, y como parecía que no era suficiente, se las arregló para aprender árabe, hebreo y persa por sí sola. Por supuesto, recibió la típica educación que se esperaba de una mujer noble, pero está claro que eso no era suficiente para ella. Así que cuando se casó, dio rienda suelta a toda aquella energía inagotable. Estaba convencida de que era necesario dar una buena educación a las personas, por lo que actuó con su marido para crear escuelas donde los trabajadores de la empresa pudieran educar a sus hijos (también se aseguraron de que las casas de estas personas tuvieran tuberías, lo que en aquella época era rarísimo). De hecho, compaginaba su trabajo en la empresa de su marido traduciendo documentos en francés y actuando como su representante con visitar las escuelas, crear premios para animar a los estudiantes y donar material que pudieran necesitar. De paso que estaba, hizo todos los movimientos posibles para que nombraran baronet a John, quitando de en medio ese problema estúpido sobre que no era de la nobleza. Y como aún así parecía que se aburría, aprendió galés (además de los siete idiomas extra que ya conocía), se hizo amiga de varios eruditos literarios pertenecientes a la Abergavenny Welsh Society, y se dedicó a traducir textos galeses antiguos.<br /><br />Su marido, por desgracia, la diñó en 1852, y durante varios años Charlotte estuvo controlando su compañía, hasta que se casó en segundas nupcias con Charles Schreiber, un erudito que había sido tutor de su hijo. Esto fue otro escándalo porque, además de ser igual de plebeyo que su primer marido, encima era más joven que ella. Pero a Charlotte esto se la refanfinflaba muchísimo, y de hecho consiguió que su marido fuera también miembro del Parlamento. Pero llegado el momento decidió que lo de estar atada a la tierra no le iba, y como su empresa ahora que se había casado había pasado a uno de los socios de su anterior marido, decidió que a la mierda y se fue de viaje con el nuevo por toda Europa, comenzando una colección de cerámica que luego donaría al Victoria and Albert Museum (el resto de sus colecciones de abanicos, cartas y juegos de mesa irían al Museo Británico). Por desgracia, este marido tampoco le duró, ya que murió en Lisboa en pleno viaje. En cuanto a ella, falleció a la edad de 82 años (¡en aquella época!), rodeada de toda su amante familia.<br /><br />Lady Charlotte tradujo los textos del Mabinogion y los editó entre los años 1838 y 1845. Los primeros textos fueron los romances artúricos Owain, Peredur y Geraint y Enid, seguidos de Como Culhwch ganó a Olwen, el Sueño de Rhonabwy, las Cuatro Ramas de Mabinogi, El Sueño de Maxen Wledig, Llud y Llefelys y Hanes Taliesin. En realidad, el Hanes Taliesin no forma parte de los textos de los manuscritos de donde sale todo esto, y Lady Charlotte lo añadió porque pensaba que una parte del texto hacía referencia al mismo, por lo que consideró que formaba parte del conjunto de alguna manera. Pero ninguna de las traducciones modernas lo incluyen.<br /><br />Si os habéis fijado, he hecho referencia a las Cuatro Ramas de Mabinogi. Estos son los relatos relacionados que dan el nombre al conjunto. Cada rama acaba con una frase que viene a decir “y aquí acaba la primera parte de esta historia”, solo que la palabra que aparece no es historia, sino “mabinogi”, que no está muy claro que significa exactamente. Al parecer, uno de los copistas del original patinó e hizo un plural del plural (al parecer, añadiendo “on” se haría el plural, pero “mabinogi” es ya de por sí plural, o eso tengo entendido), y el nombre se volvió popular entre los eruditos que estudiaban estos textos, y de ahí llegó a la publicación de Lady Guest.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-w6ZubYg_G9o/YQpcDCiiD2I/AAAAAAAAA-g/n3IZmEKG4skoPdlnqyD2Z9g8t-gfX9QxwCPcBGAYYCw/s705/Jesus-College-MS-111_00349_175r_%2528cropped%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="674" data-original-width="705" height="306" src="https://1.bp.blogspot.com/-w6ZubYg_G9o/YQpcDCiiD2I/AAAAAAAAA-g/n3IZmEKG4skoPdlnqyD2Z9g8t-gfX9QxwCPcBGAYYCw/s320/Jesus-College-MS-111_00349_175r_%2528cropped%2529.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Foto de un fragmento del Libro Rojo de Hergest</i></span><br /></td></tr></tbody></table>La cosa es que originalmente la copia que yo cogí fue precisamente la de Lady Guest. Que oye, era la que estaba en el Proyecto Gutemberg y estaba de gratis (como casi todo lo que estoy leyendo, mind you). Pero según empezaba a leer el prólogo, y la tía empezaba a rajar sobre la costumbre de la caballería en España y Portugal y sabe Eilistraee qué otras cosas, mi cerebro comenzó a soltar alarmas como un descosido, así que antes de seguir con el texto, fui a hacer unas consultas. Y entonces vi todos mis temores confirmados, porque aunque Lady Guest era una mujer de armas tomar y alguien que no dejaba que nadie dictara lo que debía hacer, era a fin de cuentas hija de su época. Y más allá de toda la diatriba de historiadora decimonónica, que es algo de lo que no hablaré porque mucho mal ha salido de la forma en que se entendía la historia en el siglo XIX (*mirada intensa a la idea de una “raza aria”*), de lo que sí hablaré es de la censura que la propia Lady Guest impuso a su obra. Al parecer, había pasajes que a la buena dama no la convencían, y por tanto decidió obviarlos. Porque pa’ qué. Así que con un suspiro desesperado, decidí que tenía que buscar otra versión. Comencé a estudiar las que había y opté por la traducción de Sioned Davies.<br /><br />Por si necesitáis saberlo, Sioned Davies es profesora de galés en la Universidad de Cardiff, y durante una temporada fue la jefa del departamento. Vamos, que no es una nisu, precisamente. Así que al menos podía tener una cierta seguridad de que la traducción que yo tenía sería bastante fiable. Puntos extra porque, en lugar de seguir el orden de Lady Guest, Davies optó por poner el orden original de las obras (que, según explicaba ella en las notas, tenía una razón de ser y por eso debía mantenerse). Con dicha certeza, me puse a leer el libro que… bueno, el libro en sí está genial, pero que a partir de cierta altura me hizo renegar de Geoffrey de Monmouth OTRA VEZ. Para no variar.<br /><br />No hablaré mucho de ello porque no viene al caso, ya que esto no tiene nada que ver con nuestro tema actual, pero yo tenía ganas de leer el Mabinogion porque era la obra más conocida con mitología galesa. El caso es que yo esperaba relatos de dioses, hadas y demás y… me lo encontré cristianizado. Que yo sabía ya de antemano que Arawn era el rey del Otro Mundo, y esperaba que fuera designado de forma similar, pero no. Aquí lo mencionan como un noble normal y corriente, y lo único que te dicta que es un ente sobrenatural es que aparece después de un gran estruendo, porque los grandes estruendos en la lírica galesa antigua son señal de que te acabas de meter con algo sobrenatural. Debo señalar, eso sí, que durante la segunda rama me encontré con una parte que me resultó curiosa: se habla de una expedición que se realiza a Irlanda para conseguir un caldero que revive a los muertos (los galeses tenían una fuerte obsesión con los calderos, os voy avisando ya), y que acaba como un cristo, muriendo en ella todo el mundo salvo siete personas, entre los cuales se encuentra alguien llamado… Taliesin.<br /><br />Por si no lo recordáis, este es el argumento de Preiddeu Annwfn, un poema que mencioné que formaba parte del libro de Taliesin, pero que había sido escrito hacia el 900 d.C., unos dos siglos después de la vida del Taliesin verdadero. En dicho poema, es Arturo el que baja con sus guerreros al Otro Mundo para conseguir el dichoso caldero. Lo que queda claro es que aquella historia acabó en la segunda rama de Mabinogi, sin que realmente se sepa qué precede a qué, más allá de que está claro que Irlanda había sustituido al Otro Mundo, porque no te vas a poner a escribir que existe un mundo lleno de hadas cuando estás cristianizando a la gente y esas cosas.<br /><br />Después de las Cuatro Ramas, el libro salta al primero de los “Tres Romances”, que son relatos que encuentran paralelismo con las obras de Chrétien: Peredur hijo de Efrog (Perceval), La Dama del Pozo (Yvain) y Geraint hijo de Erbin (Erec et Enide), en ese orden. Y aunque pueda parecer que hablar de ellos es absurdo habiendo tocado esta historia antes, os voy advirtiendo que no, que hay diferencias importantes (sobre todo el Peredur/Perceval) que son dignas de mención. Conviene señalar que los otros romances de Chrétien, El Caballero del Carro y Cliges, no tienen contrapartida en el Mabinogion, probablemente porque las fuentes originales de estos dos no fueran galesas, para comenzar. Otra nota a señalar es que entre Peredur y los otros dos están dos piezas que no tienen relación con la leyenda artúrica: El Sueño del Emperador Maxen, y Lludd y Llefelys, aunque mencionaré esta última por motivos que luego serán aparentes.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-DJ4psD_x2Zs/YQpcDWC6NaI/AAAAAAAAA-k/JZs_SIqBvvs7bbqS4qNlhwCueMh_aDcKgCPcBGAYYCw/s2048/Myths_and_legends%253B_the_Celtic_race_%25281910%2529_%252814596966327%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1236" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-DJ4psD_x2Zs/YQpcDWC6NaI/AAAAAAAAA-k/JZs_SIqBvvs7bbqS4qNlhwCueMh_aDcKgCPcBGAYYCw/w241-h400/Myths_and_legends%253B_the_Celtic_race_%25281910%2529_%252814596966327%2529.jpg" width="241" /></a></div>Tal vez el que está más cambiado de los tres es el de Peredur/Perceval. Para empezar, Peredur no es un nisu, sino el séptimo hijo de Efrog. ¿Por qué es importante? Pues porque Efrog es el nombre galés de la ciudad de York, por lo que esta persona sería, supuestamente, el fundador de la misma. Davies menciona la posibilidad de que Peredur fuera una persona real, del mismo modo que lo era Owain mab Urien. Al parecer, aparece bajo el nombre de Peredur arfau dur (Peredur de las armas de acero) en Y Gododdin, una colección de elegías a los hombres del reino de Gododdin que murieron luchando contra los anglos de Deira y Bernicia en la batalla de Catraeth. De este modo, Peredur/Percival habría entrado en la leyenda del rey Arturo de forma similar a como habrían entrado Urien y Owain, quienes también habían luchado contra los mismos anglos.<br /><br />Volviendo al poema, el padre y los hermanos de Peredur mueren en batalla y la madre, viendo que está sola con el crío, decide que mejor se da el piro y se esconde en el lugar más recóndito que pueda pillar. Y se las apaña para criarle sin que sepa lo que es ni un caballo ni una espada. Lo único que consigue con eso, al parecer, es que su hijo sea una bestia parda capaz de confundir a una cierva con una cabra y meterla a la fuerza en un corral porque patata. Y aquí empiezan las diferencias porque el grupo de caballeros con el que se encuentra Peredur no son unos tíos random, no, sino que son Gwalchmai (Gawain), Gwair (un personaje que solo aparece en la tradición galesa y por tanto no tiene nombre equivalente que yo sepa) y Owain. Peredur se acerca a ellos y básicamente les interroga sobre todo lo que llevan puesto, etc.. Y en esta versión Owain es un santo y un dechado de paciencia porque contesta todas y cada una de las preguntas de Peredur sin mosquearse. Y el mozo decide que él también quiere ser caballero, y le dice a su madre que se pira, casi causándola un soponcio en el proceso. La buena mujer procede a darle los consejos más raros y rancios que he leído jamás, y allá va Peredur a unirse a la corte de Arturo.<br /><br />Tenemos un pequeño episodio en el que Peredur sigue los consejos de su madre de forma un tanto… especial, y con ello consigue que un marido abusivo y gilipollas decida perseguirle mientras el buen mozo sigue su camino. La narrativa nos lleva entonces a la corte del rey Arturo, donde un caballero aparece de la nada, engancha la copa que tiene Gwenhwyfar/Ginebra en la mano, se la derraba encima y, no contento con eso, la da un golpe, montando el pollo del siglo como es obvio. Y el tío tiene encima los santos cojones de retar a los caballeros a que vengan a darle una manita de hoxtias. Pero nadie quiere ir porque todos sospechan que si se ha atrevido a hacer semejante mierda es porque es ultrapino. Y es en este maravilloso momento en el que aparece Peredur, diciendo que quiere que el rey Arturo le haga caballero. El problema es que tiene la desgracia de toparse con… ¿lo habéis adivinado? En efecto, con el merluzo de Cai. Que encima se atreve a meterse con el chaval por el aspecto de su caballo y sus armas, el mamón, cuando el tío ni siquiera se está preparando para enfrentarse al tipo que ha insultado ha Gwenhwyfar. Entonces aparece aquí la escena en la que alguien dice que Peredur es un tipo maravilloso que será el mejor de los caballeros, solo que en este caso no es una doncella sino un enano que es huésped de la corte junto con su mujer, también enana. Y Cai no es solo que les pegue, es que les da una paliza a él y a su mujer hasta que caen inconscientes (joder, y creía que lo de Chrétien era malo…)<br /><br />Peredur, pasando de este comportamiento obviamente villanesco, le insiste a Cai que quiere que Arturo le haga caballero, y Cai le manda, con sus dos cataplines, a pegarse con el tipo que había insultado a Gwenhwyfar. Así que allá va Peredur, que se encuentra con el caballero y lo mata de forma rápida e ignominiosa.<br /><br />La prosa salta entonces sin más respiro a Owain echándole la peta a Cai porque cómo se le ocurre, que al chaval lo habrá vencido o incluso lo habrá matado, que van a quedar ellos como unos mierdas y, si se da el segundo caso, Cai es el culpable con lo cual es aún peor. Y se va detrás del chaval porque por ahí sí que no pasa. Solo que se encuentra a Peredur vivo, coleando, e intentando desnudar con poco éxito al cadáver. Y como sigue siendo un maldito santo, le enseña a cómo quitar y poner la armadura y le deja las armas que ha ganado en justa lid. Suponemos que es justa. Y le dice que se venga con él para que Arturo le haga caballero, pero Peredur le dice que no irá hasta que se bata en duelo con el “hombre alto” (a.k.a. Cai) que le ha tocado las narices, y que le considere parte de la gente de Arturo. Así que le da a Owain la copa de Gwenhwyfar y se va por su lado, y nuestro querido caballero vuelve a la corte para contar lo que ha pasado. Y aquí viene la parte que ya mencioné la vez anterior de Peredur/Perceval dando de hoxtias a gente y enviándole mensajitos pasivo-agresivos a Cai (creo que es lo que más me divierte de toda esta historia). Y Arturo le echa la bronca a Cai porque, en serio, eres lo peor de lo peor.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-aHdfp_mpKrE/YQpedeNmJCI/AAAAAAAAA-8/Oi4tEqGN7MkgP6PbctDDtj0D1Hvmj3bFQCPcBGAYYCw/s569/art-05.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="509" data-original-width="569" height="286" src="https://1.bp.blogspot.com/-aHdfp_mpKrE/YQpedeNmJCI/AAAAAAAAA-8/Oi4tEqGN7MkgP6PbctDDtj0D1Hvmj3bFQCPcBGAYYCw/w320-h286/art-05.jpg" width="320" /></a></div>Peredur en sus aventuras se encuentra con un hombre que dice ser su tío (así, de random) y que dice que le enseñará a usar sus armas. No, no hay churri que valga aquí. Pero sí está el maravilloso consejo que le da de que si hay algo que le extrañe, que no pregunte hasta que alguien se lo explique. Y sin mucho más, le manda a la aventura, y así llega a otro castillo donde primero le hacen golpear una columna de hierro tres veces con la espada, partiendo la columna y la espada en dos, y arreglándose por una especie de milagro. El jefe entonces le anuncia que a) es la caña, b) solo ha alcanzado dos tercios de su verdadera fuerza (parece un shonen esto) y c) él es también su tío. Y es aquí donde se produce la procesión que ocurre en el castillo del Rey Pescador, con varias diferencias importantes. La primera de ellas es que NO HAY GRAAL. La procesión es tan solo la lanza y la bandeja, no hay copa que valga. La segunda es que todo es bastante más sangriento, porque la lanza no deja de chorrear sangre y en la bandeja llevan la cabeza de un tío, y todo el mundo llora mientras hacen la procesioncita de marras, pero luego todos vuelven a ser tan felices. Y como en el poema de Chrétien, Peredur no pregunta porque oye, le han dado un consejo y a él eso de seguir consejos se le da de puta madre. Así le va.<br /><br />Davies comenta que lo que cuenta como grial en este caso es la bandeja con la cabeza, para pasar a mencionar cómo la idea del grial como la copa de cristo aparece de forma posterior en la literatura artúrica (aunque comenta que aparece una mención de esto en algo de lo que hablaré con posterioridad).<br /><br />Volviendo a nuestra historia, Peredur sale de nuevo, y ahora ocurre la escena de encontrarse con la doncella que le echa la peta, mencionándole que su madre ha muerto porque él se ha pirado, solo que aquí no hace mención de nada sobre el Rey Pescador. A lo que hace mención es a que ella es su hermana adoptiva (ajá), que el enano de la corte de Arturo era siervo de su padre (ajá), y que a su marido se lo acaba de cargar un caballero random. Porque patata. A Peredur le sale familia hasta de debajo de las piedras. Total, que Peredur va, le mete una paliza al asesino del marido de esta mujer, les hace casarse (Eilistraee bendita), y manda el enésimo mensajito pasivo-agresivo a Cai. Y cuando el caballero este llega y reproduce el mensaje, Arturo le echa la peta a Cai AGAIN, pero este como si oyera llover. Y Owain le dice entonces que esto no va a acabar nunca porque ni Peredur va a volver, ni Cai va a acudir al reto. Así que a Arturo se le hinchan los cojones y decide que a la mierda, que ya lo busca él.<br /><br />Y mientras tanto, Peredur se dedica a salvar doncellas cual caballero de cuento, incluida la mujer con el marido tóxico del principio de esta historia, aunque esta vez se ahorra los mensajitos pasivo-agresivos habituales Lo que nos importa de esta parte es que en un momento dado llega a un sitio donde le dicen que es mejor que no se quede a dormir porque van a ser atacados por las brujas de Caerloyw. Y ojo aquí, que estas brujas no son tu tía de piel verde y verrugas, no, son tías armadas hasta los piños y con armadura. Davies aquí hace una comparativa con Scáthach, la maestra de Cú Chulainn, porque después de que Peredur le de para el pelo a la atacante, esta se compromete a enseñarle a luchar y a montar a caballo, y Peredur accede siempre que deje a esta gente en paz. Y así, Peredur se va a aprender con las brujas. Básicamente, las brujas en las mitologías galesa y celta son como las amazonas griegas.<br /><br />Tras su entrenamiento, un buen día sale por la mañana de la ermita en la que se está hospedando y ve un cuervo y se pone a pensar en su churri, que no tenemos ni flapa de quién es porque sale de pronto en esta historia, y es aquí donde se produce la escena en la que está en babia y se le acerca la gente de Arturo e intentan pegarle porque patata y salen todos escaldaos. Primero un escudero, seguido de veinticuatro caballeros random y para acabar de rematar la labor, Cai, al que le parte un brazo porque encima va y le insulta. Así que va Gwalchmai, se acerca, y en lugar de hacer el gilipollas, le habla con respeto, así que los dos acaban de amiguitos, y Peredur se presenta ante Arturo que hace yoink y se lo lleva a la corte con él.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-_SA_vGB13qc/YQpeclNndpI/AAAAAAAAA_E/G_BzjfmzQ58p1CXsgXZX5mJFL6qI4TswwCPcBGAYYCw/s685/art-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="571" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-_SA_vGB13qc/YQpeclNndpI/AAAAAAAAA_E/G_BzjfmzQ58p1CXsgXZX5mJFL6qI4TswwCPcBGAYYCw/s320/art-01.jpg" width="267" /></a></div>Lo que sigue en el relato solo puede ser calificado de plot tumor, teniendo en cuenta que consiste en unas pocas páginas de Peredur enamorándose perdidamente de toda doncella guapa que ve, yéndose a fostiar monstruos y ganar torneos, para acabar liado con una supuesta emperatriz con la que se queda catorce años. Y digo en serio que esto es un plot tumor porque, a parte de ser fácilmente olvidado con posterioridad, es que esto ni siquiera sale mencionado en el romance de Chrétien. Tras estas páginas de cosas inanes pasando, volvemos a la corte de Arturo, que está con Gwalchmai, Owain, un tal Hywel (que parece provenir del fanfic espantoso del de Monmouth), y con Peredur, cuando allí se presenta una tía que es descrita como horrible, que le canta las cuarenta a Peredur por no preguntar sobre la bandeja con la cabeza y la lanza ensangrentada. Luego, sin respirar, les ofrece la típica misión de videojuego de ir a rescatar una doncella. Gwalchmai dice que él se encarga de eso, mientras que Peredur asegura que averiguará que conches pasa con la bandeja y la lanza y toda esa mierda. Pero antes de que puedan partir, aparece un caballero diciendo que Gwalchmai mató a su padre de forma ignominiosa y estafándole.<br /><br />Durante un rato, la narrativa sigue a Gwalchmai, pero no mucho, dejando en el aire tanto su búsqueda de la doncella como si se cargó o no al padre del caballero. Este es supuestamente el punto en el que Chrétien lo dejó, con gente haciéndole añadidos de forma posterior. Aquí, la historia vuelve de nuevo a Peredur, que de repente se pone a buscar una “Fortaleza de las Maravillas” que está relacionada, supuestamente, con la doncella que le echó la peta delante de Arturo. Tras un par de aventuras aceleradas, por fin encuentra la fortaleza, y en ella se encuentra con un juego de gwyddbwyll, que al parecer es similar al ajedrez. Monta un pollo porque se cabrea y tira el tablero al río, y aparece la dichosa doncella y le abronca de nuevo. La siguiente página consiste en Peredur haciendo cosas que no le molan a la doncella y llevándose broncas por ello, y teniendo que hacer aún más tareas ridículas. Y dando vueltas llega a una fortaleza donde se encuentra con un hombre de cabello cano y cojo y, sorpresa de sorpresas, con Gwalchmai. Porque patata.<br /><br />Y entonces se presenta un chaval rubio que dice que él es la doncella que le ha estado tocando la moral, y le explica que él es su primo, que la cabeza sobre la bandeja era de otro primo suyo (joder con la familia de este hombre) y que las culpables de la muerte de su primo y de la herida del hombre cojo, que es su tío, eran las brujas de Caerloyw. Sí, las que le han entrenado. Así que se va a pegarse con ellas y las revienta, y aquí se acaba la historia.<br /><br />Lo que está claro es que, fuera cual fuese la fuente de la que bebían tanto Percival como Peredur, esta estaba incompleta, o debía ser variable teniendo en cuenta que, en origen, las historias del Mabinogion eran una recopilación de tradiciones orales. No me extrañaría, de todas maneras, que varias personas hubieran trabajado también en Peredur, y el resultado hubiera sido este sindiós de novias olvidadas, años pasados gobernando y demás parafernalia. Una cosa que voy a comentar sobre este relato es que hay un momento en el que empiezan a pasar cosas super rápido sin venir a cuento, hasta el punto de que te pierdes y no sabes qué está pasando, por no hablar de que explican cero cosas hasta que se les ocurre la genial idea de hacer lo que sea que se les haya ocurrido. Chrétien era un coñazo con sus discursitos de amor, pero al menos podías seguir lo que estaba haciendo.<br /><br />Antes de continuar con la parte artúrica, quiero detenerme como he dicho en Lludd y Llefelys. Para no alargarme demasiado, la historia es de dos hermanos que son reyes, y al reino de Lludd le caen tres plagas. La que nos interesa es la segunda plaga, que se trata de un grito horroroso que se escucha todas las vísperas de Mayo (al parecer un día importante llamado Calan Mai que sería el equivalente al Beltane celta). Cuando Lludd va a consultar a Llefelys y este le dice qué causa cada una de las plagas, le cuenta que esta segunda plaga se trata de un dragón, que está luchado contra otro dragón extranjero. Las instrucciones que le dan consisten en averiguar dónde está el centro exacto de la isla, cavar allí un agujero y poner un cántaro lleno de licor, y que se esconda. La idea es que verá a los dos dragones dándose de leches, y cuando estén agotados caerán encima de la tela convertidos en lechoncillos, y entonces se beberán todo el licor, se quedarán piripis y se dormirán, y Lludd lo que tiene que hacer entonces es atarlos con la tela, meterlos en un cofre y enterrarlos en el lugar más poderoso de la isla, y así la plaga desaparecerá. Esta historia hace referencia a la que aparece en el Historia Brittonum sobre los dragones rojo y blanco. Al parecer, tanto esta historia (el enterramiento de los dichosos dragones) como la de Vortigern desenterrándolos formaban parte de un par de Tríadas galesas, así que la historia debe venir de muy antiguo.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-q1FAcOO1qGw/YQpec301c-I/AAAAAAAAA_I/-I6O7XcQjhQlMIXN4vxxC2NPRN73eNHzgCPcBGAYYCw/s554/art-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="495" data-original-width="554" height="286" src="https://1.bp.blogspot.com/-q1FAcOO1qGw/YQpec301c-I/AAAAAAAAA_I/-I6O7XcQjhQlMIXN4vxxC2NPRN73eNHzgCPcBGAYYCw/s320/art-03.jpg" width="320" /></a></div>Pasado este pequeño inciso, volvemos con nuestros relatos artúricos. El que nos toca ahora es La Dama del Pozo, el equivalente al poema de Yvain del señor Chrétien. El comienzo es más o menos el mismo: están todos en grupo y un caballero, en este caso Cynon hijo de Clydno, les cuenta una historia sobre una fuente (bueno, en este caso un pozo), y una piedra, y cómo tirando el agua sobre la piedra causa un estruendo enorme, y cómo le sale al paso un caballero, que en este caso está cubierto de negro de pies a cabeza, y cómo se fostia con él y pierde. Y tiene lugar la misma conversación en la que Cai trata poco menos que de cobarde a Owain, y Gwenhwyfar le afea la conducta a Cai, y cómo Owain decide largarse por su cuenta y riesgo. En general, las dos piezas son prácticamente paralelas hasta que Lunete/Luned les presenta, porque aquí la condesa se pispa de la estafa de Luned, pero decide hacer la vista gorda.<br /><br />Un detalle antes de seguir adelante es que Cynon hijo de Clydno es, al igual que Peredur, un nombre que se puede encontrar en Y Gododdin, lo que le pone también en la lista de gente real que acabó asociada a Arturo.<br /><br />Siguiendo con el tema, aquí cuando Arturo se va con todo su regimiento siguiendo la historia de Cynon, no lo hacen por las jajas, sino porque Arturo está preocupado por Owain, que se ha pirado y nadie lo ha vuelto a ver en TRES PUTOS AÑOS. Así que allá que van, hacen el recorrido y, cuando llaman a la tormenta, aparece el caballero todo cubierto de negro. Cai va a enfrentarse con él y recibe horrenda paliza. El segundo día, Cai repite la experiencia porque al pobrecito no le llegan las luces, y el caballero negro vuelve a barrer el suelo con el. Y aquí la cosa cambia porque el combate en el que Owain y Gwalchmai se dan de hoxtias ocurre justo aquí. La escena es la misma, se lían a mamporros (esta vez por un total de tres días, los pedazo de bestias) y en un momento dado Owain se pispa de que el otro es Gwalchmai, y dice quién es, y tienen la escena enternecedora de decir mutuamente que el otro ha ganado. Lo cierto y verdad es que muchas de las diferencias entre ambas historias se basan más en que los hechos están descolocadoss, y algún que otro detalle, que realmente los cambios y añadidos como los que nos encontramos en Peredur (quiero decir, las brujas saltan bastante a la cara). Lo que sí me gustaría señalar en este caso es que aparece la primera mención de Owain como primo de Gwalchmai, así que en algún punto antes que esto en alguna fuente les relacionaron.<br /><br />Volviendo a lo que nos ocupa, la historia sigue con la celebración porque se han encontrado con Owain, y la conversación con Gwalchmai sobre que no debe quedarse allí, y que se venga con ellos a la corte y demás. La mujer le da permiso para que se esté tres meses, pero aquí la buena mujer se queda esperando otros tres años hasta que se le hinchan los ovarios y manda a una doncella a recuperar el anillo. Aquí os voy a decir que el Mabinogion es experto en hacer a los personajes mucho más capullos de los que los pudiera hacer Chrétien. El caso es que a partir de este punto es lo mismo: Owain se larga de la corte y empieza a deambular por los montes, comiendo malamente hasta que un buen día se desmaya y es encontrado por una noble que manda a una sirvienta a curarle con un ungüento mágico que la sirvienta gasta alegremente porque Owain está de buen ver. Aquí más o menos es lo mismo porque es la parte en la que, como pago por ayudarle, Owain le quita de en medio el enemigo a esta buena mujer. Las únicas diferencias reales en este caso son que la buena señora no reconoce de entrada a nuestro querido caballero, y que el cabreo por el ungüento es porque le ha costado una pasta. Morgana no aparece mencionada en este relato, así que tendremos que echarle las culpas a Chrétien de ese embolado particular, al parecer.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-jywYS66a1d0/YQpec1lSasI/AAAAAAAAA_Q/KzEdnap2Q4wwSUCxN6NRbbOO7kZoV6ZgQCPcBGAYYCw/s572/art-02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="447" data-original-width="572" height="250" src="https://1.bp.blogspot.com/-jywYS66a1d0/YQpec1lSasI/AAAAAAAAA_Q/KzEdnap2Q4wwSUCxN6NRbbOO7kZoV6ZgQCPcBGAYYCw/s320/art-02.jpg" width="320" /></a></div>Por supuesto, la siguiente parte es aquella en la que salva al león que le va a hacer de compañero durante el resto del relato. La serpiente esta vez es una serpiente normal y corriente, no el puñetero dragón por otro nombre que aparece en Chrétien. Y después se encuentra con Luned que ha sido encerrada y que va a ser quemada en la hoguera por los dos sirvientes de la condesa. Aquí de nuevo está el hecho de que Owain no le dice que se trata de él, por lo que Luned no sabe que tiene toda la razón del mundo. Entonces Owain se va a pasar la noche a un sitio cercano, siguiendo las indicaciones de la pobre Luned. Y sí, lo que sigue es la parte del gigante que quiere tener a la hija del tipo que le ha dado alojamiento a nuestro protagonista, y que acaba con el león sacándole las castañas del fuego a Owain porque el pobre está en inferioridad de condiciones. En cuanto esto se soluciona, sale de naja para salvar a Luned justo en el último momento, enfrentándose a los tipos estos que quieren quemarla y siendo socorrido, una vez más, por el león.<br /><br />Y llegados a este punto, es cuando el relato decide que Owain ya ha hecho suficientes buenas obras, y se va con Luned, hace las paces con su señora esposa y, en lugar de dejarla tirada en el castillo se la lleva a la corte del Rey Arturo. Y aquí habría sido un buen momento para dejar el relato, incluso si ya no tiene lo del enfrentamiento con Gwalchmai porque lo pusieron antes, pero deciden que es buena idea meterle un plot tumor random, y toda la parte de “retraso” antes del duelo con Gwalchmai, es decir, la del castillo con nosecuantas doncellas aparece aquí a modo de epílogo. Solo que aquí no son dos tipos semidemonios los que se pegan con él, sino un tal Opresor Negro (refiriéndose a la ropa, se supone), al cual obviamente derrota. El tipo este salva la vida porque pide clemencia y se compromete a convertir su castillo en un hospicio, y Owain se lleva a las pobres mujeres a la corte del Rey Arturo, y se queda allí hasta que decide volver a su tierra.<br /><br />¿El león? Desaparece igual de rápido que en la de Chrétien, sin más palabras que “y estuvo con él hasta este momento dado”.<br /><br />Paro aquí para hacer una mención especial a un detalle que aparece al final del relato, sobre los hombres que sirven a las órdenes de Owain. Se nos dice que son las Trescientas Espadas de Cenferchyn y la Bandada de Cuervos. Davies menciona que “Cenferchyn” significa “descendientes de Cynfarch”, con Cynfarch siendo el abuelo de Owain. Por otro lado, al parecer “cuervo” era una forma en la que se aludía a los guerreros en la lírica galesa antigua, así que básicamente vienen a ser lo mismo: los soldados que estaban bajo su mando. Recordad lo de los cuervos, porque aparecerá más adelante.<br /><br />Detrás del relato de Owain tenemos Geraint, Hijo de Erbin, que es el equivalente a Erec et Enide en las obras de Chrétien. La verdad es que este es el más parecido de todos, salvo por unas pequeñas diferencias que iré comentando. La historia empieza hablando de un montón de peña que realmente no nos importa, solo para llevarnos al tema de que el Rey Arturo se va a cazar un ciervo, y Gwenhwyfar se queda con Geraint sola en algún punto del bosque descansando. Aparece el enano que les trata a patadas, aparece el caballero que les trata aún más a patadas, y Geraint se va tras el caballero para vengar la afrenta. Llega al pueblo en el que está el castillo del caballero, se refugia con la pareja de nobles a los que han quitado el castillo, se enamora de la hija, participa en el concurso para fostiar al caballero faltón, le revienta, y le envía a pedirle perdón a la reina. Y él se vuelve a la corte de Arturo con la moza todavía hecha una piltrafa para que la reina la vista con uno de sus trajes. Como podéis ver, la cosa no cambia mucho con respecto a la anterior.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-VRry58zBW18/YQpg_NIFzXI/AAAAAAAAA_Y/_nLURwuMKkcQcUWVQkxsKgoe6HvHbRh3ACLcBGAsYHQ/s525/enid-geraint-L.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="525" data-original-width="350" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-VRry58zBW18/YQpg_NIFzXI/AAAAAAAAA_Y/_nLURwuMKkcQcUWVQkxsKgoe6HvHbRh3ACLcBGAsYHQ/s320/enid-geraint-L.jpg" width="213" /></a></div>Aquí la narrativa vuelve un rato a Arturo para hablarte de cómo caza al ciervo del principio de la historia, y para hablarte de su perro favorito, Cafall. Que para la historia esto no tiene importancia alguna porque lo del ciervo es super secundario, pero que quiero mencionar porque hay una historia con respecto al perro. Davies dice que el nombre original era probablemente Cabal, y que existe una leyenda en Gales de una cierta piedra. Cuando Arturo estaba cazando a Twrch Trwyth (algo de lo que hablaré un poco más adelante, no os preocupéis), su perro dejó una huella impresa en una piedra. Arturo la puso encima de una pila de rocas, no sabemos por qué. Lo que dice la leyenda es que si alguien quita la piedra de donde está, esta vuelve a su sitio de manera misteriosa. La piedra recibe el nombre de Carn Cabal, en referencia al chucho de Arturo..<br /><br />Centrándonos de nuevo en la historia, pasamos ya a la parte en la que estos dos se casan, y por fin nuestra doncella recibe un nombre: Enid. Aquí hay una pequeña diferencia en que se tiran unos tres años en la corte tan felices hasta que Erbin, el padre de Geraint, tío de Arturo y rey de Cornwall, manda un mensajero diciendo que por favor vuelva, que se tiene que ocupar de su territorio. Antes de continuar, la parte de Erbin siendo tío de Arturo, con lo que convierte a Geraint en su primo, es algo que salió de la mente calenturienta de Geoffrey de Monmouth, así arda en el infierno por todo el daño que ha hecho. Pero bueno, que esta es la parte en la que Geraint se va para su casa con su flamante mujer y un grupo de gente que incluye a Gwalchmai, a Peredur, a Cai y a Bedwir, y a Edern hijo de Nudd, que es el caballero capullo al que ha fostiado. Luego está la parte en la que su padre básicamente abdica y le deja el marrón a él, y los demás caballeros se vuelve a su casa en cuanto todo está asegurado y tranquilo.<br /><br />Y aquí viene la parte en la que, después de currar como un bellaco para poner todo en orden, comienza a pasar más rato con su mujer hasta el punto de que los nobles comienzan a hablar de él a sus espaldas. Solo que aquí es el padre el que oye los rumores y, en lugar de cantarle las cuarenta al hijo, se va a decirle a la mujer que qué coño pasa. Y la pobre se pilla un estrés del carajo y acaba llorando porque se piensa que todo es culpa suya. Y aquí os voy a mostrar la principal diferencia entre ambos poemas, y es que, aunque Erec era idiota y se cabreó con su mujer por afearle la conducta, con Geraint nos encontramos con que es aún más imbécil y decide, por obra y gracia de vete tú a saber quién, que su mujer le está poniendo los cuernos. Porque patata. Y comienzan el viajecito, solo que el tipo este la pone a ella delante, vete tú a saber por qué, aunque viendo que la obliga a llevar su peor vestido es probablemente para ridiculizarla, el hijo de mil padres matusalénicos. Y aquí viene todas las distintas ocasiones en las que supuestos caballeros deciden atacarlos para matarle a él, violarla a ella y quedarse los caballos, Enid la pobre se vuelve para avisar, y este puto desagradecido de mierda se cabrea con ella, pero obviamente fostia a los otros caballeros.<br /><br />Con respecto a esta parte, Chrétien siempre deja claro que, aunque Erec se queja de que Enide no cumple sus órdenes, no está cabreado con ella porque a fin de cuentas sabe que lo hace porque se preocupa por él. En este relato, sin embargo, Geraint trata a su mujer siempre con desprecio y pensando que lo hace porque se lo quiere quitar de en medio, a pesar de que… no sé… ¿le está avisando del peligro? Vamos, que a la altura del cuarto episodio de pseudo-caballeros bandidos, quien tiene ganas de que a Geraint le partan la cara es el lector. Pero por lo demás todo es igual: los caballeros tocapelotas, el tipo que le mete una hoxtia que le deja medio grogi, un encontronazo con la corte de Arturo en el que Cai vuelve a mostrar lo gilipollas que es, y el enfrentamiento con los gigantes en el que uno le da un mazazo que lo deja al borde de la vida y la muerte. Y una vez más, llevan a Geraint a un castillo, y el noble del castillo quiere que Enid se cambie de ropa y se ponga a comer con ellos y se líe con él y, cuando ella se niega porque, leche, acaba de ver a su marido diñarla, el tío la arrastra para forzarla a hacer lo que le sale a él de los cojones y llega incluso hasta a pegarla. Y cuando ella grita, Geraint se levanta y sale corriendo espada en mano y se carga al noble. Y es ahora en este puto momento, cuando la ve, que se da cuenta de que estaba siendo un jodido gilipollas y que ella tenía razón. Pero olvídate de que se disculpe. Así que vuelven sobre sus pasos, se encuentran con el tipo que le pegó la hoxtia original, y este les ofrece ir a descansar y recuperarse a la corte de su cuñado.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-c_0g8kC3NoE/YQpg_NSbfII/AAAAAAAAA_U/hrmv7MzUc2MUrbyPJyAiduNyf5MoiREkwCPcBGAYYCw/s367/eniderec.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="189" data-original-width="367" height="165" src="https://1.bp.blogspot.com/-c_0g8kC3NoE/YQpg_NSbfII/AAAAAAAAA_U/hrmv7MzUc2MUrbyPJyAiduNyf5MoiREkwCPcBGAYYCw/s320/eniderec.jpg" width="320" /></a></div>Y aquí entramos en la parte del plot tumor que mencioné del jardín con las cabezas de caballeros en estacas, solo que en este caso la narrativa hace un mejor trabajo metiéndote en ello (aunque no demasiado, pero hay que respetar el esfuerzo, por poco que sea), y que no hay mujer malvada que ha maldecido al caballero, sino tu típico “yo la tengo más grande”. Y ya está, se vuelven para su casa y todos felices.<br /><br />Davies comenta que Geraint es una combinación de varias personas históricas, que incluyen a un general bretón de principios del siglo V, un hombre mencionado en Y Gododdin, un rey de Domnonia (lo que hoy en día sería Devon) del siglo VIII, y un rey de Cornwall. Por su parte, el nombre de Erec (el nombre usado por Chrétien) proviene de Guerec, un gobernante de un lugar llamado Bro Weroc, lo que hoy en día sería el territorio que rodea a Vannes, una comuna en la Bretaña francesa. En cuanto a Enid/Enide, nos dice que su nombre proviene de Bro Wened, el nombre de la propia Vannes. Piensa que esta historia provendría de un relato sobre como el fundador de Bro Weroc, Ened, se había casado con la diosa de la tierra, y que en algún punto los bretones cambiaron a Erec por Geraint.<br /><br />Una vez pasados los tres romances, nos quedan dos relatos artúricos más en el libro. El primero de ellos es “Cómo Culhwch ganó a Olwen”, y apenas uno empieza a leerlo se da cuenta de que es mucho más antiguo que los relatos anteriores. Su narrativa e historia recuerda más a una leyenda o a un cuento de hadas que a un poema, y la forma en la que trata el argumento se asemeja más a otros poemas como Pa gur yv y porthaur?, que ya mencioné en mi anterior artículo sobre este tema. La historia empieza con el nacimiento de Culhwch en una pocilga después de que su madre se haya tirado todo el embarazo retozando por los bosques porque se había vuelto loca. El relato nos deja caer de inmediato que este chico es primo de Arturo, antes de pasar a la típica escena de cuento de hadas que acaba con el rey casado con la madrastra malvada, que en esta historia lo que hace es maldecir al protagonista diciendo que no se casará con ninguna mujer que no sea Olwen hija de Ysbaddaden Bencawr. Y no acaba de decir estas palabras la madrastra, que el chico siente que se ha enamorado de una tía que no conoce de nada. Aceptaremos barco porque estamos hablando de una maldición.<br /><br />Total, que el padre le dice que se vaya a ver a su primo y le pida que le corte el pelo y le haga el favor a modo de regalo. Al parecer, lo de cortar el pelo era una costumbre galesa que venía a señalar que las dos personas tenían una relación de sangre entre ellos. Así que Culhwch se va a ver a Arturo. Allí se encuentra con Glewlwyd Gafaelfawr, que aquí es el portero de Arturo, a pesar de que este personaje aparece en Pa gur yv y porthaur? Como el portero que le cierra el paso a Arturo. Probablemente la explicación para esto se haya perdido en las nieblas del tiempo. En cualquiera de los casos, Culhwch amenaza a Glewlwyd con que, si no le deja pasar, va a pegar tres gritos que van a arruinar la vida de pobres personas inocentes, así que para ya se va el portero, y Arturo dice que entre. Y tras una conversación, le corta el pelo, le reconoce como primo, y le pregunta si quiere algo, y Culhwch le pide que le consiga a Olwen en nombre de toda su corte.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Z1VYi3gtacA/YQphria1dXI/AAAAAAAAA_k/5ksWpbcP9W0P-kKxicc_3kuqyQx1twidACLcBGAsYHQ/s707/Culhwch.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="473" data-original-width="707" height="214" src="https://1.bp.blogspot.com/-Z1VYi3gtacA/YQphria1dXI/AAAAAAAAA_k/5ksWpbcP9W0P-kKxicc_3kuqyQx1twidACLcBGAsYHQ/s320/Culhwch.jpg" width="320" /></a></div>Lo que sigue a esa invocación es una lista de nombres infernal, muchos de ellos inventados para darle sonoridad al tema porque a fin de cuentas esto originalmente era una tradición oral. Según Davies, la lista fue probablemente creciendo con el tiempo según se iban añadiendo más y más personajes. Al parecer, hay una lista similar pero bastante más corta en Pa gur yv y porthaur? De todos estos nombres nos interesan unos pocos. Vemos en seguida mencionados a Cai y Bedwir, que son de los personajes más importantes de la historia. También vemos mencionado algo más abajo a Taliesin Ben Beird, a Geraint hijo de Erbin, y casi al final de la misma a Gwalchmai. En la sección de damas, a parte de a Gwenhwyfar y su hermana Gwenhwyfach, hay una mención a una mujer llamada Morfudd hija de Urien Rheged. Este detalle es divertido porque Morfudd es supuestamente la hermana gemela de Owain mab Urien, pero este NO está incluido en la lista. De hecho, el padre tampoco está incluido.<br /><br />Después de toda esta parafernalia Arturo dice que le de algo de tiempo para buscar a la moza, y manda mensajeros a todas partes, pero nadie encuentra nada. Y Culhwch empieza a decir que si se va sin su regalo todos quedarán deshonrados y a Cai, que aquí no llega a los niveles de gilipollez habituales, le dice que venga él a buscar con ellos, hasta que admita que la chica no existe (buena suerte con eso, chato XD). Total, que al final se van siete personas a buscar a esta moza: Culhwch, Cai, Bedwir, Gwalchmai, Cynddylig Gyfarwydd, Gwrhyr Gwalstawd Ieithoedd, y Menw hijo de Teiirgwaedd. Nos pararemos aquí para hablar de unos pocos de estos personajes. Cai, por ejemplo, tiene supuestos poderes místicos, a saber: puede mantener la respiración debajo del agua durante nueve días con sus correspondientes noches, puede mantenerse despierto durante la misma cantidad de días (y teniendo en cuenta que si un ser humano no duerme en tres días se muere, esto sí que es un superpoder), ninguna de las heridas que haga con su espada se dura (eso habla más de su espada, sinceramente), puede cambiar de tamaño según le plazca, y que cualquier cosa que tenga en la mano se mantendrá seca siempre. En cuanto a Bedwir, se menciona que solo hay dos hombres más guapos que él (siendo uno de ellos Arturo), y que a pesar de que es manco puede darle una paliza a quien se le ponga por delante. Gwrhyr por su parte al parecer era una especie de traductor/intérprete, y Menw parece ser un mago, ya que tiene hechizos como hacer invisible a la gente. Y por último, está la parte en la que hablan de Gwalchmai, de que es sobrino de Arturo y que es chupi, pero eso es más de lo de siempre.<br /><br />Total, que parten de viaje y acaban llegando a una fortaleza. Se encuentran con un pastor que resulta ser el hermano de Ysbaddaden, pero que está mosqueado porque por culpa de su mujer, su hermano le ha arruinado. Total, que le hablan de sus metas y el pastor les advierte de que nadie que haya intentado casarse con Olwen ha salido con vida de allí. Como si eso fuera a detener a un protagonista de este tipo de historias, ¿verdad? Total, que se van a la casa del pastor y entonces descubrimos que lo de la ruina consiste en que Ysbaddaden se ha cargado a veintidós de sus veintitrés hijos. Y de hecho, la mujer del pastor no tiene esperanza de que el último sobreviva. Cai, en una muestra de compasión que rara vez le admitirían en cualquier otro relato, decide hacer que el chico sea su compañero y así poder protegerle. Después de esto, convencen al pastor y su mujer de que avisen a Olwen para que salga de la fortaleza para así hablar con ella.<br /><br />Así que la llaman, y la buena mujer viene, y Culhwch sabe que es ella, se declara y le pide que vaya con él, y ella le replica que no puede hacer eso, y que le ha dado la palabra a su padre de que no se irá sin avisarle, porque si se casa, Ysbaddaden la va a diñar cual conejo. Pero como está receptiva, le aconseja que, cuando su padre le exija que debe conseguirle algo, debe responderle que lo conseguirá, y que también la conseguirá a ella. Él le promete que hará eso. Así que se van detrás de ella cuando vuelve a casa, y hacen una escabechina con la gente que está guardando la puerta. Luego se van a hablar con Ysbaddaden que les dice que vuelvan al día siguiente. Pero según se están largando, les intenta tirar una lanza envenenada de un total de tres. Bedwir engancha la lanza y se la tira de vuelta, dándole al capullo este, que obviamente no está contento.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-FfvMStS3DQk/YQpcDhugaTI/AAAAAAAAA-o/1cDofD7e5ssIs9StB3_f6vypgcguu1P-gCPcBGAYYCw/s599/Ysbaddaden.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="397" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-FfvMStS3DQk/YQpcDhugaTI/AAAAAAAAA-o/1cDofD7e5ssIs9StB3_f6vypgcguu1P-gCPcBGAYYCw/s320/Ysbaddaden.jpeg" width="212" /></a></div>A lo largo de otros dos días, les tira las otras dos lanzas de similar manera, con el mismo efecto: la segunda se la devuelve Menw (ozú con el mago) y la tercera se la devuelve el propio Culhwch. Al cuarto día le dicen que haga el puñetero favor, que lo único que va a lograr es hacerse daño. Así que Ysbaddaden comienza a darle a Culhwch una lista de hasta cuarenta tareas que tiene que hacer, No voy a meterme demasiado en ellas, porque la inmensa mayoría van a ser completamente ignoradas por la historia. Al parecer, hay en ellas una mezcla de personas reales mezclados con dioses, y lugares existentes con otros legendarios, probablemente recopilados de un montón de sitios y leyendas distintos. Pero lo que nos importa para esta historia son dos de las tareas: conseguir el caldero de Diwrnach Wyddel y recuperar un peine, una cuchilla y unas tijeras que están enganchados a la piel de Twrch Trwyth. Y de estas dos tareas, la que más importa es la de recuperar el peine, la cuchilla y las tijeras. Tan importante, de hecho, que la inmensa mayoría de las tareas son conseguir cosas para poder cazar a Twrch Trwyth y recuperar los dichosos tesoros.<br /><br />Antes de seguir con la historia, vamos a hablar un rato de Twrch Trwyth. Si habéis estado atentos cuando estaba hablando de la historia de Geraint, recordaréis que he mencionado una leyenda sobre el perro de Arturo cuando este estaba cazando a Twrch Trwyth, ¿verdad? Y preguntaréis ¿quién demonios es Twrch Trwyth? Pues bien, es un jabalí. O más concretamente, es un rey que fue convertido en un jabalí. Twrch es al parecer “jabalí” en galés, y Trwyth es una mala transcripción de la palabra trwyd, que viene de la gaélica triath, y que viene a significar “rey” o “jabalí”, o al menos eso es lo que dice Davies (y teniendo en cuenta que ella es una tipa que sabe todos estos idiomas, estoy dispuesta a creerla). La caza de Twrch Trwyth es la parte central del relato, y al parecer existía ya como una pieza separada antes de que fuera incluida en esta historia. La caza de un jabalí místico es una temática celta, y si alguien sabe un poquito de su mitología, no tendrá problema en encontrar paralelismos entre Twrch Trwyth y el jabalí de piel venenosa al que dan caza Finn mac Cumail y sus hombres en el ciclo de Fenian.<br /><br />Volviendo a la historia, lo primero que tenemos es cómo Cai y Bedwir (que durante la mayor parte del relato parece que esté pegados por la cadera) estafan vilmente al gigante Wrnach Gawr para que les deje pasar a su fortaleza, con Cai haciéndose pasar por un afilador de espadas, y cómo pasan a cuchillo a todo quisque antes de llevarse la espada que les han pedido para matar al dichoso jabalí. Hago un aparte en este punto porque aquí es donde finaliza el Libro Blanco de Rhydderch. El resto de la historia, así como el relato restante, proceden del Libro Rojo de Hergest. Total, que estos dos locos se vuelven a la corte para decir que han cumplido su misión.<br /><br />Tras esto, Arturo engancha a sus hombres para salvar a Mabon hijo de Modron. Para hacer esto, primero liberan a Eidoel hijo de Aer, cuyo rescate no va más allá de un par de parrafos, y luego se dedican a preguntarles a todos los animales que se topan hasta que un salmón les lleva a la prisión donde está Mabon. Cuando los guardias de la prisión dicen que si quieren al hombre este, van a tener que pelear con ellos, Arturo se trae su banda de mercenarios y les meten una paliza, con Cai CARGÁNDOSE LA PARED DE LA PRISIÓN para sacar a la persona que buscaban. Cómo han cambiado las tornas, me dicen. Las tareas que siguen son cosas “menores” que no pasan más allá del par de párrafos, como por ejemplo la captura de los cachorros de Rhymhi (que al parecer es una mujer lobo), cómo uno de los caballeros salva a unas hormigas de morir quemadas y estas recogen unas semillas de lino que Ysbaddaden ha pedido, o cómo Cai le arranca la barba a un tal Dillus Farfog para hacer una correa para atar a un perro, y después de arrancarle la barba se lo carga. Esta última “tarea” es importante porque al final de la misma, Arturo le hace una chanza a Cai y este se mosquea, y abandona a Arturo para siempre jamás (y por tanto, desaparece de la historia). Iba tan bien y la caga como siempre (*sacude la cabeza*)<br /><br />En este punto es cuando la cosa comienza a ponerse seria. Arturo manda a Menw a asegurarse de que Twrch Trwyth tiene los tesoros que buscan, porque feo sería montar todo el pollo y luego encontrarse con que les habían estafado. Así que nuestro mago molón va para allá y confirma que efectivamente, el bicho tiene los tesoros. Pero en lugar de hacer lo que haría una persona sensata y marcharse a informar, el tío se convierte en pájaro e intenta hacerse con uno de los tesoros. Lo único que consigue con esto es pincharse con la piel del jabalí y envenenarse a sí mismo.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-cjUkXmkRTw4/YQpjjA93mXI/AAAAAAAAA_s/Nvi25deSX1cyv0yCKNwBmfM0qtDZru_qgCLcBGAsYHQ/s980/design7.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="403" data-original-width="980" height="165" src="https://1.bp.blogspot.com/-cjUkXmkRTw4/YQpjjA93mXI/AAAAAAAAA_s/Nvi25deSX1cyv0yCKNwBmfM0qtDZru_qgCLcBGAsYHQ/w400-h165/design7.jpeg" width="400" /></a></div><br />Y mientras todo esto está ocurriendo, Arturo le envía un mensaje al rey de Irlanda para que hagan el favor de enviar el caldero, pero Diwrnach Wyddel se niega, y claro, está Arturo para monsergas, así que se va para allá con toda su gente. Vuelven a intentarlo por las buenas, y otra vez este tipo se niega, así que tiene que pasar: que uno de los hombres de Arturo se lo carga, y que Bedwir (este sigue aquí el pobre) engancha el caldero y se lo da a un sirviente para que se encargue de él. Aparecen entonces los soldados del rey de Irlanda, porque qué es esto de andarse cargando a la gente. Pero al final los irlandeses salen de naja porque les están dando la paliza del siglo, y ven cómo Arturo y su gente se largan con el caldero y un montón de tesoros,<br /><br />A partir de aquí, comienza de verdad la caza de Twrch Trwyth. Arturo comienza reuniendo a un montón de gente con sus perros de caza y sus caballos, y toda la parafernalia. La caza durante el primer y el segundo día no van precisamente bien, y al tercer es el propio Arturo el que se planta delante del gorrino y sus cachorros (porque el bicho no va él solo, no, va acompañado de sus siete jabatos), y se fostia con ellos durante nueve días con sus noches. En ese periodo de tiempo, solo logra cargarse a uno de los jabatos. Tras está victoria pírrica, decide enviar a Gwrhyr Gwalstawd Ieithoedd a negociar con Twrch Trwyth, pero no solo no consigue convencerle, sino que además se va con todos sus jabatos a arrasar la tierra de Arturo, matando a un montón de gente en el proceso. Sin embargo, tampoco son todo destrozos por parte de la prole del jabalí, porque a costa de muchas vidas, los hombres de Arturo consiguen cargarse a cinco de los jabatos que le quedan.<br /><br />Arturo está un tanto hasta los baudios, así que decide que se acabó correr detrás del dichoso jabalí, y que se va a fostiar con él por su propia cuenta. Lo atrae a un estuario donde tiene montada una emboscada, y lo logran atrapar durante un tiempo al cogerle de las patas e inundar el estuario. Consiguen coger dos de las tres cosas que tienen que quitarle, pero cuando van a por la tercera, el jabalí logra recuperarse y sale de naja, con toda esta gente persiguiéndole hasta Cornwall. Allí todavía la monta antes de que Arturo y los suyos consiguen quitarle el tesoro que le quedaba encima. Una vez conseguido, Arturo le expulsa de Cornwall y Twrch Trwyth se tira al mar y nunca se sabe más de él.<br /><br />Una vez acabado este episodio, la historia incluye una aventura más que no estaba incluída entre las tareas de Ysbaddaden, y que consiste en conseguir la sangre de una bruja. Una vez logrado esto, Culhwch, que había desaparecido por completo del cuento, se va con un montón de gente que le tiene unas ganas tremendas a Ysbaddaden, y le afeitan tal y como él había pedido, y Culhwch le dice que si le da ya su hija. Ysbaddaden replica que sí, y que le de las gracias a Arturo porque si no hubiera sido por él no habría conseguido absolutamente nada. Luego, una de las personas que habían ido allí decapita al gigante, y Culhwch se casa y se acuesta con Olwen, y viven juntos los dos muy felices.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-PD4qy6kYNUs/YQpedhlok9I/AAAAAAAAA_Q/vUF3nzN0gCIF-mRFZ62FATGbDFw8HlXPQCPcBGAYYCw/s537/art-06.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="468" data-original-width="537" height="279" src="https://1.bp.blogspot.com/-PD4qy6kYNUs/YQpedhlok9I/AAAAAAAAA_Q/vUF3nzN0gCIF-mRFZ62FATGbDFw8HlXPQCPcBGAYYCw/s320/art-06.jpg" width="320" /></a></div>Una de las cosas que menciona Davies es que el relato está lleno a rebosar de inconsistencias, como por ejemplo que se diga que el rey Arturo no tenga hijos, para luego mencionar un nombre diciendo que es su hijo, o sobre Ysbaddaden mencionando que tiene poder sobre Arturo cuando está claro que esto no es así, o la última tarea que no estaba mencionada entre las demás. Tengo la sospecha de que a lo largo de los años, los distintos narradores fueron añadiendo distintas pruebas provenientes de otras leyendas/relatos, y acabó con este batiburrillo. Davies indica que es posible que este relato se escribiera por primera vez en el sudeste de Gales, en Carmathen, en la primera mitad del siglo XII, lo cual lo relacionaría más con poemas galeses tempranos que con nada de lo que escribiera Geoffrey de Monmouth, así arda en el infierno (de hecho, encuentro refrescante el hecho de que Davies se ría en la cara de este tipo)<br /><br />La última de las historias, que solo está en el Libro Rojo de Hergest, es El Sueño de Rhonawby. Curiosamente, la historia comienza hablando de cosas históricas, en concreto del reino de Powys (otro reino enano en los que estaba dividida la isla de Gran Bretaña) mientras estaba siendo gobernado por Madog hijo de Maredudd. Hay una movida con su hermano Iorweth, pero no es algo que sea demasiado iimportante para nuestro relato más allá de que es la causa directa de que nuestro protagonista, Rhonawby, esté dando vueltas por ahí. Ahora, tened en cuenta de que mientras que Madog e Iorweth son personajes históricos, Rhonawby no lo es.<br /><br />El caso es que este chaval llega una aldehuela random y llega a una casa con una descripción tal que creo que nadie querría quedarse a dormir, pero en ella hay una piel de buey de color amarillo. Davies comenta que para los irlandeses, dormir en una piel de buey traía sueños proféticos. El caso es que Rhonawby y sus compañeros pasan la noche allí, y nuestro protagonista se duerme sobre la piel de buey porque tiene mejor pinta que los catres de paja sin paja y con cientos de chinches y pulgas en los que se han acostado sus compañeros. Y entonces es cuando empieza el sueño.<br /><br />Lo primero que pasa es que se encuentra con un caballero vestido con posiblemente la combinación más hortera de colores posible. Al parecer, la descripción sigue una fórmula tradicional para este tipo de relatos. La gente con la que nuestro protagonista se va a ir encontrando es gente que aparece mencionada en otros lugares relacionados con Arturo. Por ejemplo, el caballero con el que se topa primero es Iddog hijo de Mynio, un tipo que aparece mencionado en una tríada del siglo XV como aquel que lió toda la movida entre Arthur y Medraud/Mordred. Después se encuentra con varias personas mencionadas en la lista infernal que se encontraba en Cómo Culhwch ganó a Olwen, e incluso un personaje del Hanes Taliesin.<br /><br />Iddog les lleva a ver a Arturo, que aquí sale mencionado como emperador, y básicamente trata a Rhowanby y a sus colegas de inútiles, lamentando que gente como esta sea la que defienda Gran Bretaña. Después siguen pequeños capítulos de cosas raras pasando con tipos que Iddog va nombrando como miembros de la corte de Arturo, y que tampoco tienen demasiada importancia, más allá de dejar caer que toda esta gente se está dirigiendo a la batalla de Badon (recordad que esta batalla es histórica, pero que la gente se la achaca a Arturo). Así que marchan para alla, con Rhonawby montado detrás de Idogg, y sigue apareciendo más y más gente, y ocurren cosas sin ton ni son, como que se monte un poco porque Cai aparece cablagando y haya un pollo porque hay un tío que se acerca porque quiere verlo y otro que se retira porque no quiere que el caballo le pise.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-kMDBPs4Sz1U/YQpedBwSd4I/AAAAAAAAA_M/xipTDbzzD0crvd_bNfFdi1E4boCE38CCQCPcBGAYYCw/s601/art-04.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="601" data-original-width="584" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-kMDBPs4Sz1U/YQpedBwSd4I/AAAAAAAAA_M/xipTDbzzD0crvd_bNfFdi1E4boCE38CCQCPcBGAYYCw/s320/art-04.jpg" width="311" /></a></div>El caso es que cuando Arturo está ya preparado para la batalla, con toda su armadura, sus armas, y toda la parafernalia, se sienta en su manto llamado Gwen (tojtojtoj) y le dice a Owain mab Urien, que estaba por allí, que si quiere jugar una partida de gwyddbwyll, un juego parecido al ajedrez. Durante la partida, aparece un mensajero para avisar a Owain de que los hombres de Arturo están atacando a los cuervos de Owain. Y aquí hay que tener ojo porque, como he mencionado antes, “cuervo” es una metáfora para los soldados (y sobre todo los soldados relacionados con Owain mab Urien), pero en este relato, los soldados de Owain son literalmente cuervos. El caso es que Owain le pide a Arturo que haga el favor de detener a sus hombres, pero este le ignora y le dice que sigan con la partida. Esto ocurre hasta un total de tres veces, y a la tercera, Owain da instrucciones de que alcen un estandarte. A partir de ese momento, la pelea da la vuelta, y un mensajero viene a avisar a Arturo de que los cuervos están haciendo trizas a sus soldados. Owain le devuelve la papeleta a Arturo hasta que, al tercer mensaje, este se cabrea y hace un ragequit cargándose las piezas del juego. Owain manda entonces que quiten el estandarte, y todo vuelve a la normalidad.<br /><br />A partir de aquí es toda una lista de gente que es nombrada tan solo de pasada y con las escusas más ínfimas, como que sus enemigos vienen a pedirle una tregua y tienen que reunirse para consultar si es buena idea o no, o que un grupo de bardos viene a cantar un poema que nadie entiende salvo una persona, hasta que al final aceptan la tregua. Y tras Cai soltando una frase random, Rhowanby se despierta y descubre que ha estado durmiendo encima de la piel de buey durante tres días y tres noches.<br /><br />El Sueño de Rhowanby es diferente en muchos sentidos al resto de los relatos en el Mabinogion. Para empezar, en el Libro Rojo de Hergest este relato no está agrupado con el resto de historias que aparecen en el Mabinogion, sino que se encontraba junto con una serie de textos proféticos y el relato de los Siete Sabios (recordad que, además de los relatos, ambos el Libro Blanco de Rhydderch y el Libro Rojo de Hergest contenían muchas otras cosas). Luego está el hecho de que se cree que este relato nunca existió como tradición oral, a diferencia de los otros. Se tiene en cuenta para esta teoría la última línea del relato, que habla de que nadie conoce la historia sin tener un libro. Y para acabar, se trata de una sátira, que parodia tanto las técnicas de escritura de la época, lo que explicaría las chorrocientas descripciones formulaicas de los tíos que vienen sin ton ni son y con argumento cero, como el mito artúrico.<br /><br />Y con esto, podemos dar por zanjado el tema del Mabinogion. Por si queréis saberlo, sí, me leí el Hanes Taliesin, pero tiene cero relación con el Rey Arturo, así que voy a saltármelo alegremente.<br /><br />A la hora de la verdad, el Mabinogion no tuvo un especial impacto en la leyenda artúrica, puesto que la inmensa mayoría de los relatos son recopilaciones de historias creadas anteriormente, y los manuscritos que lo contienen son posteriores al Ciclo de la Vulgata. Pero sí que es importante en el ambiente en el que su traducción al inglés se publicó por primera vez. Los trabajos de Lady Guest, la traductora original, se empezaron a publicar al mismo tiempo que el poema de La Dama de Shalott, escrita por Alfred Tennyson y que está considerada la pieza que llevó a un nuevo interés por la leyenda artúrica, interés que empezó en el siglo XIX, y que se ampliaría y extendería a lo largo del siglo XX y hasta nuestros días gracias a libros, películas, series y videojuegos. Es muy probable que ambas obras, así como las posteriores durante el siglo XIX, llevaran a la fama (e infamia) actual de la leyenda artúrica. Y a chorradas como los intentos de hacer historias “fidedignas” sobre el rey Arturo. Menos mal que ya se me ha quitado la tontería.<br /><br />Supongo que intentaré escribir más artículos sobre este tema, ya que al parecer algunas personas tienen interés en él. Sólo espero que los siguientes no sean tan monstruosos como este y el anterior (*mira al contador de palabras, mira a los libros de la Vulgata, empieza a soltar una risita histérica*). Hasta entonces, ya sabéis, dejad algún comentario para que sepa que estáis vivos, y si queréis que hable de algo, no tenéis más que decírmelo. ¡Hasta la próxima!<p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-64690918060059563852021-07-05T14:31:00.001+02:002021-07-05T14:31:45.969+02:00Gilimemeces Interneteras - Capítulo 7<p> Tenía en mis planes soltar uno de mis artículos sobre el tema de la leyenda artúrica (no sabéis la de mierda que hay ahí), pero no hace mucho me encontré en Twitter una de esas maravillosas imágenes que me hacen retorcerme de dolor ante las ruedas de molino con las que nos pretende hacer comulgar algunos. Así que, una vez más, aquí tenéis un artículo de GILIMEMECES INTERNETERAS.</p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Yy5mOg9iEoE/YOLt15wrFEI/AAAAAAAAA88/HDumFaAmP14Iy64iR03HpKgNCXwCSvDfQCLcBGAsYHQ/s275/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" height="213" src="https://1.bp.blogspot.com/-Yy5mOg9iEoE/YOLt15wrFEI/AAAAAAAAA88/HDumFaAmP14Iy64iR03HpKgNCXwCSvDfQCLcBGAsYHQ/w320-h213/images.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>A veces tienes que preguntarte si el cerebro de la raza humana es tan privilegiado como dicen...</i></span><br /></td></tr></tbody></table></p><span><a name='more'></a></span><p>La imagen del día:<br /></p><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-NgFREnbsLD8/YOLua4OFhzI/AAAAAAAAA9E/0oSWpWli2g82k3zcDfhu5Se2hFkEXDsfACLcBGAsYHQ/s1024/E4BvEwWUUAAUfmG.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="810" data-original-width="1024" src="https://1.bp.blogspot.com/-NgFREnbsLD8/YOLua4OFhzI/AAAAAAAAA9E/0oSWpWli2g82k3zcDfhu5Se2hFkEXDsfACLcBGAsYHQ/s320/E4BvEwWUUAAUfmG.jpg" width="320" /></a></div><br /><p>Así de entrada, viendo la imagen, se me ocurre mirar directamente al capullo que ha escrito esto sentada en una silla desde la capital de una de las naciones más antiguas de Europa, en un lugar en el que en verano hace 40ºC a la sombra, y preguntarle si es que se le ha frito el cerebro. Que tiene un problema porque la que está leyendo libros de caballerías soy yo. Y no sé, podemos hablar de otros muchos países actuales que no se han fragmentado en las últimas décadas y que tienen unas temperaturas tirando a cálidas, mientras que países de climas más fríos, como por ejemplo, no sé, ¿la U.R.S.S.?, sí que han acabado rotos en pedazos. Que bueno, que en el caso de la U.R.S.S. hay que tener en cuenta una serie de factores como el hecho de que era un monstruo de Frankenstein hecho a base de países anexionados que luego fueron recuperando su independencia, pero que solo demuestra que lo del frío es una estupidez supina.<br /><br /><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-MLlCH4sQEnQ/YOLxH2ekEhI/AAAAAAAAA9M/p_01RkexvUgxb5ax0VOgs1Eq08m_Y4wgQCLcBGAsYHQ/s2048/Mohenjo-daro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://1.bp.blogspot.com/-MLlCH4sQEnQ/YOLxH2ekEhI/AAAAAAAAA9M/p_01RkexvUgxb5ax0VOgs1Eq08m_Y4wgQCLcBGAsYHQ/s320/Mohenjo-daro.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Ruinas de Mohenjo-daro. El sitio no parece muy frío, la verdad.</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Por supuesto que habría que ver lo que este tipo querrá decir con “triunfó” y con “se desarrolló”, porque esa forma de hablar es más bien subjetiva. ¿Qué es triunfar para esta persona? ¿Qué es desarrollarse? Desde mi punto de vista, una civilización “triunfa” en la medida en la que sus avances y su cultura han dejado su huella en la historia. Y también desde mi punto de vista, un país se desarrolla a través de su cultura, así que cuanto más rica sea esta, más desarrollada está esa civilización. Pero claro, eso es mi punto de vista. Podría ser que a este señor lo de triunfar consista en cuantos mundiales y cuantas copas de Europa tiene el país. Y digo esto haciendo alusión a un supuesto post de este mismo individuo soltando algo del palo, aunque teniendo en cuenta que no lo he visto en contexto, no puedo decir que ambos estén relacionados. Pero los que me leéis sabéis que le tengo asco al fútbol y que si puedo tirar una cuchillada o dos en esa dirección, lo haré.<br /><br />Más allá de lo que quieran decir esas palabras, permitidme comentaros que la temperatura rara vez tiene que ver con la civilización. Es natural para el ser humano en su conjunto desarrollar cultura. Incluso el pueblo más pobre, con menos recursos y más salvaje que podáis encontrar en cualquier rincón del planeta tiene cultura. Tienen sus propias creencias, su propio estilo de vida y su propia jerarquía. Y no hay nada que diga que ese pueblo no haya triunfado o no se haya desarrollado simplemente porque no coincida con nuestra idea de lo que es el desarrollo. Allá donde haya seres humanos habrá civilizaciones, y hay seres humanos desde los círculos polares hasta el maldito ecuador. Y si hay un indicador común sobre el desarrollo de las civilizaciones, este os puedo decir que no es la temperatura.<br /><br />El factor común es el agua.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-V7kFTgTukk8/YOLx1PGNlNI/AAAAAAAAA9U/oX0ee_ZCOgoCrhGGwsNLF_CYfOUukfgegCLcBGAsYHQ/s1920/1920px-Mesopotamia_9_October_2020.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="975" data-original-width="1920" src="https://1.bp.blogspot.com/-V7kFTgTukk8/YOLx1PGNlNI/AAAAAAAAA9U/oX0ee_ZCOgoCrhGGwsNLF_CYfOUukfgegCLcBGAsYHQ/s320/1920px-Mesopotamia_9_October_2020.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: xx-small;">Vista actual de la zona del Tigris y el Eufrates. Si eso es frío, no sé lo que hará en los polos.</span></i><br /></td></tr></tbody></table>Las tres grandes civilizaciones más antiguas conocidas, es decir, Egipto, Mesopotamia y el Valle del Indo, tienen en común una cosa: se desarrollaron alrededor de al menos un gran río: el Nilo, el Tigris y el Eufrates, y el Indo, respectivamente. Incluso a día de hoy, es natural encontrar que las grandes ciudades se sitúan cerca de un río, de mayor o menor importancia. Y la razón para esto es tremendamente simple: el agua era un recurso vital. Los ríos no solo garantizaban agua suficiente para el riego, sino que además servían como medio de transporte de mercancías y personas. Allí donde hubiera agua, o una forma de poder llevarla hasta un punto dado, era donde se podía desarrollar una civilización. Y allí donde no eran los ríos los que permitían ese desarrollo, era el mar, que daba los recursos de la pesca y el transporte. Cualquier cuerpo de agua, en general, ha servido como fuente de vida para civilizaciones desde que los seres humanos dejaron de ser cazadores-recolectores para convertirse en agricultores.<br /><br />De hecho, si miráis las tres civilizaciones que he mencionado, las tres están ligeramente por encima de las líneas de los trópicos. Es decir, en unas posiciones donde las temperaturas van a ser altas. Eso por no hablar que dos de ellas estaban asentadas en zonas desérticas. Si el frío de verdad fuera civilizador, ¿no deberían haber comenzado en zonas mucho más al norte? Tipo, no sé… ¿el Danubio? De hecho, y poniéndonos verdaderamente europeocentristas y elitistas asquerosos, ¿no consideraban los griegos y los romanos que los pueblos más al norte eran todos una panda de incivilizados? Que vamos a ver, que los nórdicos, los germanos y los celtas tenían todos una cultura desarrollada con sus leyes, sus jerarquías y toda la pesca, pero a la hora de la verdad toda la gente que dice esta serie de estupideces son los primeros en tacharlos de bárbaros.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-1rJLMj2gYRw/YOLyyW0DcHI/AAAAAAAAA9c/1F93rCyv36Ye5NM-I09Er1OkJs0t9wTVgCLcBGAsYHQ/s1608/Iry_Hor_name.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1166" data-original-width="1608" src="https://1.bp.blogspot.com/-1rJLMj2gYRw/YOLyyW0DcHI/AAAAAAAAA9c/1F93rCyv36Ye5NM-I09Er1OkJs0t9wTVgCLcBGAsYHQ/s320/Iry_Hor_name.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Detalle de vasija egipcia con el nombre de Iry-Hor, rey del Alto Egipto, año 3150 a. C. (aprox.)<br /></i></span></td></tr></tbody></table>Y si nos ponemos a ello, ¿cómo podemos considerar que una cultura triunfó menos que la egipcia? Estamos hablando de un reino que, con sus más y sus menos, duró cuatro milenios, y que aún hoy en día es considerado un país, aunque sus gentes hayan cambiado (y lo de que han cambiado es en serio, dadle las gracias a Saladino por pasar a la población egipcia de la época a cuchillo). Estamos hablando de una gente que construyó la presa más antigua del mundo, gente con unos conocimientos de astronomía que superaban a los de sus vecinos con todas las de la ley, con obras de ingeniería admirables que aún hoy en día nos costaría replicar. Esta gente tenía un tinte azul mineral que no se ha conseguido replicar hasta nuestros días, el conocido como Azul Egipcio. Su calendario fue el ejemplo que Julio César siguió para construir lo que a la larga se convertiría en el calendario que usamos todos ahora. Sus conocimientos en “alquimia” fueron la base de lo que acabaría siendo la química moderna. Decidme ahora que esta civilización no triunfó, o no se desarrolló. A ver si tenéis napias de plantaros delante de mi cara a decir semejante columpiada.<br /><br />Supongo que este tipo está soltando esta soberana tontería por la supuesta “superioridad” de los países escandinavos. Y pongo lo de “supuesta” y el entrecomillado porque, como en todo, esto es una idealización de los países que no son el nuestro, sin tener en cuenta que todos los países tienen su propia mierda. Que hablamos de lo felices que son los escandinavos, pero luego la tasa de suicidios en estos países es mucho mayor que en España. Y esto son datos objetivos, mind you, no lo que yo piense. Básicamente, es racismo. Es un racismo que además tira piedras contra su propio tejado, porque el que ha escrito esto tiene de escandinavo lo que yo de japonesa (una posibilidad increíblemente remota de descender de uno). Así que lo mejor que podemos hacer es reírnos de él en su cara mientras recordamos que la cuna de la humanidad es África, y que ha habido grandes culturas y civilizaciones en prácticamente todas partes del mundo, con muchas de ellas naciendo en países con climas cálidos.<br /><br />Con esto, llegamos al final de otro capítulo de Gilimemeces Interneteras, a la espera de que algo más caiga en mis manos que no haya desmentido Maldito Bulo. Ya sabéis que estoy abierta a sugerencias, y también sabéis como encontrarme. Así que por favor acordaos de dejarme un comentario, y nos veremos en el siguiente artículo.<br /></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-43891064967764216272021-06-03T11:08:00.000+02:002021-06-03T11:08:47.256+02:00Deidades Incomprendidas, Capítulo 8: Astarté<p>Como podéis ver con el título, sigo con mi serie sobre deidades que han sido denostadas a lo largo de los siglos. Hoy volvemos con los dioses semíticos, porque ya os digo que esta parte no es muy conocida, es un numerito, y encima ha sufrido demonizaciones literales. Con Dagon vimos a un dios que estuvo a punto de desaparecer hasta que los escritores modernos lo convirtieron en un monstruo primigenio. Con Hadad vimos la larga evolución de un dios de las tormentas hasta quedar reducido a un demonio. Hoy vamos a ver a una deidad que no solo cayó desde uno de los puestos principales de su panteón hasta ser demonizada por los judios y cristianos, sino que además en el proceso la cambiaron de sexo. Hoy, toca hablar de Astarté.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-pVpdT_cevKY/YLiWXWHVJCI/AAAAAAAAA7o/JL2IpEWuGk85DhN2jBt2XczV17UJ3iJmwCPcBGAYYCw/s1939/Seal_of_Inanna%252C_2350-2150_BCE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1035" data-original-width="1939" height="214" src="https://1.bp.blogspot.com/-pVpdT_cevKY/YLiWXWHVJCI/AAAAAAAAA7o/JL2IpEWuGk85DhN2jBt2XczV17UJ3iJmwCPcBGAYYCw/w400-h214/Seal_of_Inanna%252C_2350-2150_BCE.jpg" width="400" /></a> <br /></div><p><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>Astarté es una diosa muy vieja. Vieja tipo “podría codearme con Set”. Para ser concretos, Astarté es un aspecto de la diosa sumeria Ishtar, quien a su vez es la diosa mesopotámica Inanna, que sabemos que estaba siendo ya venerada allá por el 4000 a. C.. Para los mesopotámicos, sumerios y acadios, era la diosa de la belleza, la fertilidad, el sexo, la guerra, la justicia y el poder, y mantendría los cuatro primeros campos como suyos cuando pasó a ser Astarté. También recibiría multitud de nombres, dependiendo de la cultura, y el que nosotros usamos es en realidad el que le dieron los griegos. Para los acadios era Asdatur (la forma femenina del nombre Ishtar); para los ugaritas era Athtart o Attart; para los fenicios, Ashtart o Astart; para los etruscos, Uni-Astre; y para los hebreos encontramos el nombre Ashtoret. Quedaos con este último, porque lo vamos a ver más adelante.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-2-Mki_I8emQ/YLiXbsBd7DI/AAAAAAAAA7s/GhoALauHGoYnZvv37wmWSF3fUScmLa2wQCLcBGAsYHQ/s2718/Warka_vase_%2528background_retouched%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2718" data-original-width="1157" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-2-Mki_I8emQ/YLiXbsBd7DI/AAAAAAAAA7s/GhoALauHGoYnZvv37wmWSF3fUScmLa2wQCLcBGAsYHQ/w170-h400/Warka_vase_%2528background_retouched%2529.jpg" width="170" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Vasija Warka, mostrando ofrendas votivas a Inanna</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Si nos centramos en Inanna/Ishtar como la base de Astarté, la verdad es que no era precisamente una diosa inocente y pura. Para empezar, era una diosa de la fertilidad y del sexo, pero no del matrimonio, así que lo suyo era tener amantes a patadas. Que eso en sí mismo no es malo, lo que es malo es que los trataba como el culo. De hecho, una de las razones por las que se monta el pollo en la Epopeya de Gilgamesh es porque este rechaza a Ishtar, cantándole las cuarenta sobre el trato que le da a sus amantes, específicamente a Dumuzid. Ishtar por supuesto se mosquea porque la han abofeteado con la verdad y se va a pedirle a An, la personificación del cielo, que libere al Toro del Cielo para que la vengue. Cuando An dice que ni de blas, Ishtar amenaza con levantar a todos los muertos de sus tumbas. An le advierte de que si libera al toro, la gente de Uruk sufrirá durante siete años. Ishtar le dice entonces que le dará suministros para los susodichos siete años. Y se va con el toro a fastidiarle la vida a la pobre gente, que bastante tenían ya con Gilgamesh.<br /><br />Siguiendo todavía con Inanna, sabemos que era hermana de Utu/Shamash, dios del sol y la justicia, y que su relación era cercana hasta el punto de parecer incestuosa (aunque recordemos, una vez más, que en tiempos pretéritos esto no estaba tan mal visto como ahora). Su padre no está tan claro. En la Epopeya de Gilgamesh su padre es An, pero en las tradiciones de Isin (un yacimiento arqueológico sumerio en Irak) su padre era Nanna/Sin, dios de la luna. En otros textos puede ser hija de Enlil (dios del aire, la tierra y las tormentas) o de Enki (dios del agua). En historias más tardías, se la menciona como hermana de Ishkur/Hadad, y para los hititas era hermana de Teshub, dios de las tormentas. Un tema interesante al respecto es que, aunque en el mito de su descenso al inframundo llama “hermana mayor” a Ereshkigal, no hay mención alguna a esta relación en ninguno de los otros escritos que se han encontrado. Podría suponer que funcionaría un poco como cuando los japoneses usan el “hermana mayor” para referirse a una mujer joven, pero mis conocimientos sobre cultura sumeria son prácticamente nulos, así que…</p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-9NkHYAFCkMI/YLiYEg3PwiI/AAAAAAAAA70/pAKdXUrMKUomhPyt-AziEU2_zp5gJdYIgCLcBGAsYHQ/s2048/Dama_de_Galera_%2528M.A.N._Madrid%2529_01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1533" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-9NkHYAFCkMI/YLiYEg3PwiI/AAAAAAAAA70/pAKdXUrMKUomhPyt-AziEU2_zp5gJdYIgCLcBGAsYHQ/s320/Dama_de_Galera_%2528M.A.N._Madrid%2529_01.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Dama de Galera, figurita que se piensa representa a Astarté</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Y mira, podría ponerme a hablar de los mitos de Inanna y no parar. Estamos hablando de una de las diosas principales del panteón. Es como ponerse a hablar de la Afrodita griega, vais a encontrar leyendas hasta debajo de las piedras. Está el mito de cómo se emparejó con Dumuzid, y está el mito de cómo le quita a Enki su mes (esta palabra hace referencia a la personificación de algún aspecto de la cultura humana, cosas tipo la Verdad, la Justicia, etc.), o las varias veces que se ha cargado cosas porque patata, y por supuesto está el mito de cómo baja al inframundo para… bueno, no queda muy claro para qué. Pero si hago eso acabaría con un post kilométrico y nadie quiere eso, así que de momento lo dejaremos (a menos que alguien me pida que lo haga, por supuesto, pero creo que para ese punto ya os conviene más buscaros un libro sobre el tema)<br /><br />Pero aquí hemos venido a hablar de demonizaciones y demás cosas, ¿no es así? Y quiero decir, Inanna es una capulla y todo lo que queráis, y por lo tanto Astarté, que proviene de ella, no era una hermanita de la caridad precisamente. Pero lo que sí os puedo confirmar es que, por muy capulla que fuese, seguía estando de parte de la humanidad.<br /><br />¿Cuál es el camino que siguió esta diosa entonces? Bueno, sabemos que las referencias más antiguas sobre Astarté son los escritos de Ugarit. Su zona de culto original era Siria y Canaan, pero se extendió hasta Chipre, Fenicia e incluso Egipto. En muchos de estos sitios, se fusionó con otras diosas existentes que tenían más o menos las mismas atribuciones. Es el caso que se da con la diosa pre-islámica Al-lat/Alilat, venerada en lugares como Nabatea. Claro que teniendo en cuenta que Al-lat acabó siendo un título asociado a otra diosa completamente distinta, eso os hablará del caos que puede ser intentar descifrar todos los recovecos de las distintas religiones de la zona. Por si pensabais que los antiguos egipcios eran los únicos rebuscados.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-b2aEeocmRH4/YLiY20UpmLI/AAAAAAAAA78/2F9Jn1gWawwmCio_Qm_Lakk2XkgfTtHcgCLcBGAsYHQ/s2742/Statuette_Goddess_Louvre_AO20127.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2742" data-original-width="1147" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-b2aEeocmRH4/YLiY20UpmLI/AAAAAAAAA78/2F9Jn1gWawwmCio_Qm_Lakk2XkgfTtHcgCLcBGAsYHQ/s320/Statuette_Goddess_Louvre_AO20127.jpg" /></a></div>Hay muchas más historias sobre estas fusiones y adopciones. Por ejemplo, está la teoría de que en Chipre, Astarté fue fusionada con una antigua diosa chipriota de nombre desconocido, y que esta mezcla llegaría a los griegos a través de Micenas, formando lo que nosotros conocemos como Afrodita. Hay gente que piensa que más que Astarté se trató de Ishtar, teniendo en cuenta que Astarté como aspecto de Ishtar está menos centrada en el tema de la fertilidad y el sexo, y más en el de la guerra. Pero teniendo en cuenta que en Egipto Astarté pendulaba entre estar fusionada con nuestra vieja amiga Sekhmet (la diosa con cabeza de león de la guerra) y con Isis (principal diosa de la fertilidad), tampoco me extrañaría de que hubiera pasado a volver a estar centrada en su aspecto del sexo y acabara transformándose en Afrodita. Desde luego, los griegos en los periodos Helenístico y Romano sincretizaban a Astarté con Afrodita. Lo que nos debería quedar claro con esto es que Astarté estaba hasta en la maldita sopa.<br /><br />Así que no es muy extraño que esta diosa apareciera mencionada en el Tanakh judio. Para aquellos que no sepan qué demonios es eso, el Tanakh es una recopilación de escritos sagrados judios, incluyendo la Torah, y que en zonas europeas se conoce como la “Biblia judía”. La cuestión es que en estos escritos, Astarté aparece mencionada como una deidad extranjera adorada por los sidonitas y los fenicios. El nombre aparece escrito como Ashtoret, y al parecer esto es una deformación deliberada del nombre Ashtart. Y digo deliberada porque al parecer en el texto está marcado como para indicar que la palabra debe ser ser cambiada cuando es leída. No sé muy bien cómo funciona esto porque mi conocimiento de hebreo está a la altura de mi conocimiento sobre la cultura sumeria. Lo que nos importa para nuestra historia es que los judíos formaron un plural para la palabra Ashtoret.<br /><br />¿Ese plural? Ashtaroth.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-5ZG6H3_HLzk/YLiZM6ibgVI/AAAAAAAAA8E/v_ZqZy7FJaItjIKw71gVbEbEFPTAODrHACLcBGAsYHQ/s800/Astaroth.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="718" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-5ZG6H3_HLzk/YLiZM6ibgVI/AAAAAAAAA8E/v_ZqZy7FJaItjIKw71gVbEbEFPTAODrHACLcBGAsYHQ/s320/Astaroth.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Ilustración de Astaroth del Dictionnaire Infernal</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Lo demás se asemeja mucho a la historia de cómo Hadad acabó convertido en Beelzebub: en algún punto de la historia de los judios, la diosa fue convertida en un demonio, en este caso de la lujuria, y le plantaron la palabreja deformada, el dichoso plural, convirtiéndose así en Astaroth. Sin embargo, a estas alturas de la feria, Astaroth sigue siendo una mujer.<p></p><p>Sin embargo, cuando los escritos que componen la Biblia fueron traducidos del hebreo al griego primero y después al latín, la forma de Ashtoret se perdió puesto que los traductores prefirieron usar Astaroth, perdiendo de esa manera la relación con el nombre femenino de Astarté. Que esto habría sido probablemente lo de menos y nadie se hubiera preocupado demasiado del tema… hasta que llegamos al 1458 d. C. Es en esta fecha cuando aparece el conocido como Libro de la Magia Sagrada de Abramelin el Mago (o, para acortar, el Libro de Abramelin), escrito supuestamente por un judío, y que narra la historia de un supuesto mago egipcio llamado Abraham (*comienza a descojonarse*) o Abra-Melin (*se descojona aún más fuerte*) que le enseña magia a un tal Abraham de Worms, un judío alemán. Aquí los secretos mágicos estaban bastante relacionados con la Kabbalah, y Astaroth, considerado aquí como un demonio masculino, está asociado con los <i>qliphoth</i> (las energías malvadas o impuras contrarias a los <i>sefirot</i>). Por qué decidió el tal Abraham de Worms, el supuesto autor de esta cosa, que Astaroth era un tío en lugar de una tía es un misterio que nunca lograremos averiguar, pero por mi parte votaré por lo que suelo votar en estas situaciones: escuchó campanas y no supo dónde.</p><p>Y si hubiera sido solo este tipo, pues ahí se habría creado, pero entonces llegó la ola del ocultismo, y los estudios sobre demonología y demás zarandajas, y Astaroth acabó formando parte de la jerarquía demoníaca, apareciendo en algunos de los escritos como un demonio de la pereza. ¿Por qué de la pereza y no de la lujuria? Pues porque al parecer el puesto había sido ocupado previamente por Asmodeo. Que es aún más divertido porque el origen de Asmodeo es Aesma daeva, un demonio DE LA IRA del Zoroastrimo. Al parecer el tema de la ira se lo habían cascado a Satán. Tened en cuenta que tanto Asmodeo como Satán aparecen en las jerarquías demoníacas más tempranas, así que Astaroth llegó un tanto tarde a la fiesta y le largaron lo que había disponible.</p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-jNCx9yww9_s/YLibBi3NIvI/AAAAAAAAA8M/pqiv2mqfQPYSmWrmUMgV_c6Bg1nOeWLGACLcBGAsYHQ/s1300/astaroth_SMT.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="933" data-original-width="1300" src="https://1.bp.blogspot.com/-jNCx9yww9_s/YLibBi3NIvI/AAAAAAAAA8M/pqiv2mqfQPYSmWrmUMgV_c6Bg1nOeWLGACLcBGAsYHQ/s320/astaroth_SMT.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Astaroth según la gente de Atlus. Bueno, una de las versiones, al menos.</i></span><br /></td></tr></tbody></table><br />A pesar de su tardía llegada, y que solo está incluido en un puñado de libros, Astaroth ha sido tan popular como la mayoría de sus “hermanos” en la cultura popular, y hay un montón de apariciones suyas en películas, libros, canciones, incluso videojuegos. Sí, sale en los Shin Megami Tensei. Por supuesto que Atlus no iba a dejar pasar la oportunidad de meter un bicho así en sus juegos.<br /><br />Así que aquí lo tenéis, la historia de una diosa casi tan antigua como la cultura humana, una diosa de la fertilidad y el sexo y la guerra, quedó convertida en un demonio de la pereza, y una muestra más de cómo el tiempo hace que los seres humanos deformemos las imágenes de aquellos que vinieron antes que nosotros.<br /><br />Y aquí dejamos un nuevo capítulo de deidades incomprendidas. Para el siguiente… me lo estoy pensando, aunque es probable que vaya cerrando ya la colección con un cierto dios eslavo. Mientras tanto, ya sabéis, dejad comentarios, compartid, y si os interesa que hable de alguna cosa de este estilo, dejadme un mensajito y pensaré en algo. Así que… ¡hasta el mes que viene! Si Elistraee quiere, claro.<br /></p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-91640370629222802972021-05-25T11:41:00.000+02:002021-05-25T11:41:23.381+02:00De zorros con más colas de las necesarias<p>Hoy, Glorioso 25 de Mayo, Día del Orgullo Friki y Día de la Toalla (… me estoy dejando algo, sé que me estoy dejando algo, pero no me acuerdo de qué, ¡mierda!), sigo mi tradición anual de escribir un artículo sobre mitología. Como abandoné el caralibro hace ya años, y en Pillowfort me siguen cuatro gatos, este año decidí coger un par de temas que me parecieron interesantes, dejé una encuesta en Twitter y… (*mira los resultados*) Esta vez no me ha salido empate técnico, ¡¡milagro!! Así que hoy os voy a hablar de zorros de múltiples colas en tres lugares distintos: China, Japón y Corea.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-HmD8uyP2y8s/U4JJQYUZL4I/AAAAAAAAAHo/tdK65ekIeUo9-UhDXZy4XGilVrVnAYGxwCPcBGAYYCw/s691/logo_orgullo_friki_21052013.columnas_6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="691" data-original-width="490" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-HmD8uyP2y8s/U4JJQYUZL4I/AAAAAAAAAHo/tdK65ekIeUo9-UhDXZy4XGilVrVnAYGxwCPcBGAYYCw/s320/logo_orgullo_friki_21052013.columnas_6.jpg" /></a></div><p></p><p><span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>Por supuesto, la mayor parte de la gente que me lee tendrá una cierta idea de lo que es un <i>kitsune</i>, en lo que a temas mitológicos se refiere. Técnicamente, la palabra “<i>kitsune</i>” significa literalmente zorro, pero tengo la sensación de que para los japoneses todos los zorros entraban en el mismo saco de “criatura sobrenatural”. Pero la idea de un zorro “mágico” no es originaria de Japón, sino de China. Allí el nombre es <i>hulijing</i> (literalmente “espíritu zorro”), aunque también se les conoce como <i>jiuweihu</i>, que se puede traducir como “zorro de nueve colas”. La idea de animales que se transformaban con la edad, adquiriendo un mayor poder, surge durante la Dinastía Han, apareciendo en obras literarias tan tempranas como <i>Lunheng</i>.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-RvgEbA3zGIk/YKy7ORdAWQI/AAAAAAAAA58/nTy2xL2wb1cHHO1gKbecsZDvTgJ5D3aVACLcBGAsYHQ/s219/NineTailsFox.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="209" data-original-width="219" src="https://1.bp.blogspot.com/-RvgEbA3zGIk/YKy7ORdAWQI/AAAAAAAAA58/nTy2xL2wb1cHHO1gKbecsZDvTgJ5D3aVACLcBGAsYHQ/s0/NineTailsFox.JPG" /></a></div>Una mención directa al <i>hulijing</i> aparece en el <i>Shanhaijing</i>, un texto que se piensa se recopiló entre los siglos IV a.C y I a.C., donde se habla de una tierra del verdes montes al norte de Tianwu en la que los zorros tienen cuatro patas y nueve colas. Curiosamente, este escrito presenta dos versiones del mito. En el primer capítulo, menciona una bestia que tiene esta forma, que emite un sonido como el de un bebé llorando, y que es una devoradora de hombres, que si es comida ofrecerá protección contra un tipo de veneno. Sin embargo, en el capítulo 14 se menciona la visión de los <i>hulijing </i>como un buen augurio que aparece durante tiempos de paz. Quien menciona esto es el poeta Guo Pu, que a su vez habla de que los <i>hulijing</i> pueden convertirse en mujeres a los cincuenta años, y cuando llegan a los cien pueden transformarse en una mujer bella, en un medium, o incluso en un hombre. Eso por no hablar de los poderes pinos que van adquiriendo por el camino hasta que, cuando alcanzan los mil años, asciende a los cielos y se convierte en un zorro celestial.<br /><br />En contra de lo que pueda parecer originalmente, el <i>hulijing</i> estaba considerado como un espíritu de buen augurio. Durante la dinastía Han, solían ser representados en el monte Kunlun acompañando a la diosa de la inmortalidad, Xi Wangmu. Si el zorro tenía nueve colas y era de color dorado, se trataba de un zorro celestial que servía en el Palacio del Sol y la Luna, y que había transcendido el yin y el yang. Eso no les hacía menos peligrosos, por supuesto. Pero a pesar de las historias más salvajes, llegaron a ser incluso venerados en los tiempos de la dinastía Tang, y se llegaba a decir que allí donde no hubiera un <i>hulijing</i> no podía haber una aldea. Durante la dinastía Song, la siguiente a la Tang, se intentaron prohibir y perseguir estos cultos, especialmente uno centrado en la figura de Daji, pero a pesar de la prohibición los cultos siguieron adelante, y perviven incluso hoy en día en la zona norte de China, donde se venera a la deidad Huxian (también conocida como Hushen o Huwang). Y digo deidad porque Huxian puede aparecer como hombre o como mujer, aunque su forma más habitual es Huxian Niangniang, que es femenina, tiene la forma de una zorra de nueve colas, y que está relacionada con la anteriormente mencionada Xi Wangmu.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-zWfDSP5e-Us/YKy7yPHDjkI/AAAAAAAAA6E/bAhlq8pj63gnuKLo9VvsacR6W-i8J_2sQCLcBGAsYHQ/s2048/Ping_Sien_Si_-_026_Daji_%252816133466711%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1116" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-zWfDSP5e-Us/YKy7yPHDjkI/AAAAAAAAA6E/bAhlq8pj63gnuKLo9VvsacR6W-i8J_2sQCLcBGAsYHQ/w217-h400/Ping_Sien_Si_-_026_Daji_%252816133466711%2529.jpg" width="217" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Grabado de Da Ji del templo Ping Sien Si en Malasia</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Ahora deberíamos dar un pasito hacia atrás, porque seguro que a algunos de vosotros (al menos aquellos que me soportáis con mis fangirleos con los juegos de Omega Force) os ha tenido que sonar el nombre de Daji, ¿no es así? Técnicamente, Daji es un personaje histórico, la consorte del último emperador de la disnastía Shang, en conocido como Rey Zhou de Shang. Y digo técnicamente porque estamos hablando de gente que vivió entre el 1105 a.C. y el 1046 a.C., pero de los que tenemos referencia por un escrito del 94 a.C., <i>Shiji</i> (Memorias Históricas) de Sima Qian, un historiador de la dinastía Han. Entre medias, hubo otras dos dinastias (Zhou y Qin/Ch’in), y los historiadores actuales piensan que durante ese largo periodo se demonizó a este monarca, así que la historia que voy a contar es mejor tenerla más como leyenda que como verdad.<br /><br />El caso es que este Rey Zhou, cuyo verdadero nombre era Di Xin, era un tipo tremendamente inteligente, pero también con un genio bastante explosivo. Llevó a cabo bastantes campañas militares, anexionando varios de los reinos enanos en los que en aquella época estaba fraccionada la China actual. Uno de estos pequeños reinos era Yousu, que era el lugar de nacimiento de Daji. Sima Qian nos cuenta que Di Xin se enamoró perdidamente de Daji, hasta el punto de dejar de lado su labor de gobernante para poder seducirla. Hizo de todo, desde crearle un zoológico para ella sola porque le gustaba los animales, hasta crear un “lago de vino” y un “bosque de carne” en el que hacía que la gente jugara desnuda porque eso le hacía gracia a Daji. También nos dice que a Daji le gustaba ver cómo torturaban a la gente, y que no tenía problema en abrir a la gente en canal para saciar su supuesta curiosidad. En cuanto a Di Xin, también participaba en este tipo de actuaciones, y no tenía problema en cortar en cachitos a la gente para luego darles la carne a los invitados. Para mantener el estilo de vida que llevaban, Di Xin subió los impuestos hasta límites insostenibles, lo que produjo una revuelta, capitaneada por Jiang Ziya (aunque los jugadores de Warriors Orochi probablemente le conozcamos más como Taigong Wang). Este hombre derrotaría al ejército de los Sang en la Batalla de Muye, hacia el 1046 a.C.. Tras esta derrota, Di Xin supuestamente se encerró en su palacio con todos sus tesoros y le prendió fuego, ardiendo él con todo el edificio. El nuevo emperador, y primero de la dinastía Zhou, sería el Rey Wu de Zhou, Ji Fa. En cuanto a Daji, esta sería ejecutada por Ji Fa siguiendo el consejo de Jiang Ziya.<br /><br />Y esto qué tiene que ver con los zorros, preguntaréis. Pues veréis, durante el periodo conocido como las dinastías meridionales y septentrionales (Eilistraee bendita, y me quejaba de las clases de historia del colegio) comenzó a creerse que Daji era en realidad una <i>jiuweihu</i>. Porque sí, porque patata. Hay muchas leyendas sobre este tema, pero la más conocida es la que aparece en la novela <i>Fengshen Yanyi</i>, que relata la supuesta “historia” del Rey Zhou. Y entrecomillo “historia” porque hay más dioses aquí metidos que en la dichosa Iliada. Según esta novela, la diosa Nüwa manda a tres <i>yaojing</i> (monstruos, demonios, como queráis llamarlos) para que arruinen la dinastía Shang porque el Rey Zhou había entrado en su templo y había dicho que quería… bueno, que quería hacer ñiqui ñiqui con ella. Uno de los <i>yaojing</i> es una <i>jiuweihu</i> malvada a la que Nüwa le promete la inmortalidad si hace lo que le dice. Por supuesto, nuestra amiga zorra de nueve colas es la principal antagonista de la novela (por si alguien no lo había pillado todavía)<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-mqyoDgP1Cv4/YKy9OcNgwmI/AAAAAAAAA6M/jImwTpJqIJo97Hhv6rx4NxYHfrAxztrmgCLcBGAsYHQ/s460/Hokusai_Daji.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="390" data-original-width="460" src="https://1.bp.blogspot.com/-mqyoDgP1Cv4/YKy9OcNgwmI/AAAAAAAAA6M/jImwTpJqIJo97Hhv6rx4NxYHfrAxztrmgCLcBGAsYHQ/s320/Hokusai_Daji.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Daji en el Hokusai Manga</i></span><br /></td></tr></tbody></table>La <i>jiuweihu</i> posee a la Daji original mientras va de camino para encontrarse con el Rey Zhou, enviada por su padre para evitar que este arrase con su tierra. Lo que sigue en la novela es todos los planes de la poseída Daji para mandar todo a la porra, y un montón de batallas entre los reinos de Shang y Zhou con dioses y todo tipo de mierdas sobrenaturales, que acaba con el reino de Zhou como vencedor y con varios de los personajes convirtiéndose en dioses inmortales. ¿En cuanto a Daji? Jiang Ziya la exorciza, y la bicha acaba muriendo.<br /><br />Curiosamente, este personaje aparecería en multitud de historias más, ahora convertida en un espíritu zorro malvado, adquiriendo más poderes o debilidades a lo largo de las historias, y alargando su relato hasta que este acabaría dando tumbos por Japón. Pero estoy adelantando acontecimientos, así que daremos cerrado por ahora el tema de los <i>hulijing</i> para centrarnos en sus hermanos los <i>kitsune</i>.<br /><br />La idea de los espíritus zorro parece haber llegado a Japón desde China en un periodo relativamente temprano de su historia, lo cual no es de extrañar. A fin de cuentas, la cultura china ha influenciado a la culturas de los países que la rodeaban desde hace mucho, mucho tiempo. Sin embargo, los <i>kitsune</i> acabaron desarrollando sus características propias que les diferencian de los <i>hulijing</i> chinos.<br /><br />Las menciones más tempranas que tenemos de los <i>kitsune</i> como seres mitológicos son en <i>Konjaku Monotagarishu</i>, una recopilación de relatos japoneses, chinos e indios realizada en el siglo XI. Por supuesto, podemos encontrar referencias a la palabra <i>kitsune</i> en obras anteriores, y la aparición más temprana es en el 794 d.C., en <i>Shin’yaku Kegonkyou Ongi Shiki</i>, una versión anotada japonesa del <i>Avatamsaka Sutra</i>. Pero lo que nos interesa, más que la palabra, es el bicho legendario, así que a ello me voy a poner ahora mismo.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-BHVDQsr7Tp4/YKy-XBf88LI/AAAAAAAAA6U/RRSOrIf3bNARP29UWpy2wNMm9OJQtHlkwCLcBGAsYHQ/s698/Kuniyoshi_Kuzunoha.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="698" data-original-width="500" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-BHVDQsr7Tp4/YKy-XBf88LI/AAAAAAAAA6U/RRSOrIf3bNARP29UWpy2wNMm9OJQtHlkwCLcBGAsYHQ/s320/Kuniyoshi_Kuzunoha.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Kuzunoha, estampado de Utagawa Kuniyoshi</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Para los japoneses, a medida que el zorro se iba haciendo más viejo, ganaba más poder (de forma similar a lo que pasaba con los <i>hulijing</i> chinos), y este poder quedaba representado por el número de colas que tenían. Los zorros más poderosos eran los <i>kyubi no kitsune</i> (”zorro de nueve colas”), que eran los que habían llegado a los 1000 años. A esa edad, no solo adquirían su novena cola, sino que además cambiaban de coloración a dorado o blanco y ascendían a los cielos, convirtiéndose en <i>tenko</i>, zorros celestiales. Hasta ahora, todo similar a lo que encontramos en China. Pero aquí es cuando las cosas empiezan a cambiar. Para empezar, los japoneses hacían una distinción muy clara entre los <i>kitsune</i>. Por un lado estaban los <i>zenko</i>, zorros bondadosos que estaban asociados a Inari Okami, la deidad japonesa de la fertilidad, el arroz, el té, el sake, la agricultura, la industria y, por supuesto, los zorros. Los <i>zenko</i> eran los mensajeros de Inari y nunca causaban verdadero daño. Por el otro estaban los <i>yako</i> (”zorros de campo”), también conocidos como <i>nogitsune</i>, que iban desde espíritus bromistas a verdaderos espíritus malignos.<br /><br />Al igual que sus hermanos chinos, los <i>kitsune</i> pueden transformarse, generalmente en mujeres hermosas, aunque también pueden convertirse en ancianos o en muchachos (aunque esto último no suele ser común), pero se diferencian de ellos en que suelen retener características de zorro, y generalmente mantienen su cola, la cual tienen que ocultar. Una forma de descubrir si una persona es un <i>kitsune</i> es encontrando su cola. Otra es, al parecer, su miedo a los perros, hasta el punto de que pierden su forma humana y huyen ante la visión de uno. También contaban con la capacidad de poseer el cuerpo de otra persona, llamada <i>kitsunetsuki</i>. Las víctimas solían ser mujeres jóvenes, y el espíritu del zorro se colaba entre las uñas o por el pecho. Era posible exorcizar al espíritu, pero tras el exorcismo, la persona tenía el efecto secundario de no querer volver a comer cosas que supuestamente les gustaban a los zorros.<br /><br />(Como es de esperar, las personas afectadas por el <i>kitsunetuski</i> eran en realidad personas con problemas mentales, y a veces simplemente gente con fiebre. Actualmente se considera que el <i>kitsunetsuki</i> es un síndrome cultural, y no me voy a meter más en este fregado porque a) no tengo los estudios adecuados y b) no quiero que me apedreen, gracias)<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-2ivYGSDJR8E/YKy_Ivu19dI/AAAAAAAAA6c/kKWxI3LF1_khPMm76BeMkqwxJldE-L6XgCLcBGAsYHQ/s2048/Prince_Hanzoku_terrorised_by_a_nine-_tailed_fox.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1344" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-2ivYGSDJR8E/YKy_Ivu19dI/AAAAAAAAA6c/kKWxI3LF1_khPMm76BeMkqwxJldE-L6XgCLcBGAsYHQ/w263-h400/Prince_Hanzoku_terrorised_by_a_nine-_tailed_fox.jpg" width="263" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>El príncipe Hanzoku siendo aterrorizado por un zorro de nueve colas</i></span><br /></td></tr></tbody></table>La principal diferencia de los kitsune es las <i>hoshi no tama</i> (”bolas de estrellas”), supuestamente joyas o perlas mágicas que brillan con <i>kitsunebi</i> (básicamente, fuegos fatuos) y que guardan una parte del poder del <i>kitsune</i> cuando este está transformado. Cuando no lo está, guarda estas supuestas gemas o bien en la boca o bien en la cola. Algunas tradiciones hablan de que la <i>hoshi no tama</i> contiene el alma del <i>kitsune</i>, y que por tanto este no puede estar separado de ella mucho tiempo, con lo que una persona que ha conseguido la hoshi no tama de un kitsune puede negociar un favor con este. Casi todos las representaciones de zorros relacionados con Inari tienen su propia hoshi no tama.<br /><br />En general, la visión de los <i>kitsune</i> como criaturas sobrenaturales es bastante variada. Un zorro blanco es un buen augurio (ya que se supone que son los enviados de Inari) así como los zorros negros o los que tienen nueve colas (y por tanto están a punto de convertirse en <i>tenko</i>). Los zorros de Inari son protectores sobrenaturales capaces de hacer frente a cualquier mal, y son especialmente buenos a la hora de expulsar a sus hermanos no tan majos, los <i>nogitsune</i>. En cuanto a estos, la imagen es más diversa. Casi siempre se les ve como bromistas, con los más bondadosos gastando bromas a gente maleducada, egoista y orgullosa, y con los malvados llevando a la perdición a personas inocentes. Sin embargo, incluso el más malvado de ellos era reconocido por mantener sus promesas y devolver cualquier favor que se le hiciera. Porque hay un límite para todo, he de suponer.<br /><br />Una cosa que encuentro divertida es que una familia en Japón podía acabar teniendo un <i>kitsune</i> en casa como una familia castellana podía acabar con martinico en la suya: la familia le caía en gracia y se mudaba a la casa, causando todo tipo de problemas. Por supuesto, era posible que si la familia le trataba bien, el <i>kitsune</i> decidiera ayudar, pero la moralidad de un zorro no es la de un humano, así que era posible que las cosas que les caían gracias al zorro hubieran sido robadas previamente a otro vecino. Aquí incluso hay un tema de clases, porque mientras que la casa de un currito de a pie que se sospechara que contenía un <i>kitsune</i> era mirada con recelo, si estábamos hablando de los nobles, era una señal de prestigio porque se sobreentendía que el <i>kitsune</i> era un <i>zenko</i>.<br /><br />Pero los relatos más conocidos son sin duda los de las “esposas zorro”, cuentos sobre como un hombre se encuentra con una mujer de gran belleza y se casa con ella, para más tarde descubrir que su devota esposa, capaz de dejar la casa como los chorros del oro, la colada impoluta y la cena más suculenta jamás probada lista para su consumo, es una <i>kitsune</i>. Generalmente el cuento acaba con ella teniendo que marcharse porque se ha descubierto su secreto, y con el tipo teniendo que volver con su familia con el rabo entre las piernas después de despertarse en una casa ruinosa y hecho un asco. Porque desconfiar de tu esposa es lo mejor que puedes hacer es en estas situaciones. Por supuesto.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-TsVKWOC0NJU/YKzAkYWdFTI/AAAAAAAAA6k/Aw2ImkngOmgHRkd_dYMt-KbNlDKjEp_6ACLcBGAsYHQ/s2048/Inro_with_Fox%2527s_Wedding_%2528reverse_side%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1535" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-TsVKWOC0NJU/YKzAkYWdFTI/AAAAAAAAA6k/Aw2ImkngOmgHRkd_dYMt-KbNlDKjEp_6ACLcBGAsYHQ/s320/Inro_with_Fox%2527s_Wedding_%2528reverse_side%2529.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Inro mostrando una boda de zorros</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Pero, a pesar de que la percepción de los <i>kitsune</i> es mayoritariamente positiva, las historias más reconocidas sobre kitsune son negativas. En este caso tengo dos relatos, así que iremos uno por uno.<br /><br />El primero hace referencia a uno de los daimyo del Sengoku Jidai, Takeda Shingen (no os esperabais encontrar este nombre aquí, ¿verdad?). La historia cuenta que 1544, Shingen derrotó y encarceló a un otro daimyo, de nombre Suwa Yorishige, que acabó suicidándose. Shingen se había enamorado de la hija de este, una tal Koihime, a la sazón una chavala de catorce años y que era la sobrina de este hombre. Según el relato, Shingen se obsesionó tanto con ella que sus seguidores más supersticiosos comenzaron a pensar que la chavala era en realidad la encarnación del <i>kitsune</i> del templo donde se había suicidado Yorishige, y que estaba buscando venganza. Cuando tras la muerte de Shingen su hijo Katsuyori se estampó contra los tiradores de Oda Nobunaga, todos lo achacaron a su malhadado nacimiento.<br /><br />Ahora me gustaría aclarar que la versión de este relato parece provenir de un libro escrito por un estadounidense llamado Stephen Turnbull en el 2000, que no consigo encontrar ni de coña una fuente primaria, que cuando una busca los registros de quién era la madre de Katsuyori se encuentra con que sí, se trataba de la hija de Suwa Yorishige, pero que esta no era ni de coña sobrina de Shingen, y que además dice que Katsuyori era el cuarto hijo cuando en realidad era el tercero. Así que, en vista de los errores de bulto, por ahora lo dejaré como un refrito de alguien que ha oído campanas y no sabe donde.<br /><br />El segundo de los relatos es relativamente famoso, y se trata del de Tamamo-no-mae. Los primeros relatos sobre este personaje aparecen en el periodo Muromachi, entre el 1336 y el 1573 d. C., pero fue durante el periodo Tokugawa cuando tomó la forma en la que conocemos esta historia ahora, después de unirla junto con otras historias extranjeras de espíritus zorro corrompiendo a nobles y causando el caos. La historia escrita por Hokusai comienza por nuestra amiga Daji, de la que hemos hablado antes, solo que en lugar de morirse, viaja a la India y se convierte en una tal dama Kayo (estoy teniendo flashbacks de guerra del <i>Historia Regum Britanniae</i>), concubina de un tal príncipe Banzoku (flashbacks de guerra muy severos). Después de que la descubran, vuelve a China donde posee a Bao Si, la concubina del Rey You de Zhou (que no tiene zorros en su historia, pero que también tiene fama de causar tropelías). Y descubierta una tercera vez, sale por patas antes de decidir que se va a quedar quieta una temporada. Temporada de cerca de unos 2000 años, por cierto, porque su siguiente víctima es el Emperador Toba de Japón, que vivió entre el 1107 y el 1156 d. C. <br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-j5qaEKTH8hk/YKzBUfoRZtI/AAAAAAAAA6s/vD3kMVo04VQ69VErRq7HrOvniTmbkbY0wCLcBGAsYHQ/s1493/Tamamo-no-mae-woodblock.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1493" data-original-width="1000" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-j5qaEKTH8hk/YKzBUfoRZtI/AAAAAAAAA6s/vD3kMVo04VQ69VErRq7HrOvniTmbkbY0wCLcBGAsYHQ/s320/Tamamo-no-mae-woodblock.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Xilografía de Tamamo-no-mae</i></span><br /></td></tr></tbody></table>La forma que toma nuestra amiga Daji en ese momento es la de Tamamo-no-mae, la más amada concubina del emperador. Era una mujer bellísima e inteligentísima que era capaz de responder a cualquier pregunta, la que fuera. Sin embargo, hizo que el emperador se pusiera enfermo, casi al borde de la muerte, hasta que es descubierta por Abe no Yasuchika, descendiente de Abe no Seimei, que había sido llamado para descubrir qué demonios pasaba. Tamamo-no-mae, ahora como zorra de nueve colas, sale de naja. El emperador, una vez recuperado de la enfermedad, manda a dos cazadores, Kazusa-no-suke y Miura-no-suke, a que la den muerte en las llanuras de Nasu.<br /><br />Hay un añadido en este relato, escrito en 1653 y llamado <i>Tamamo no soushi</i>, en el cual se habla de que el espíritu de Tamamo-no-mae se introdujo dentro de la piedra conocida como <i>Sessho-seki</i>, o piedra asesina, de la que se decía que cualquier persona que la tocara moriría. Aún más, la roca no dejaba de soltar gases venenosos de forma constante. Sin embargo, esta piedra fue destruida, siempre según el relato, por un monje budista llamado Gennou Shinshou. Lo que hizo el monje fue, al parecer exorcizar al espíritu dentro de la piedra y realizar un ritual para que pudiera pasar al más allá, después de que se hubiera arrepentido.<br /><br />Una cosa a tener en cuenta con el relato es que, aunque Hokusai habla del emperador Toba, originalmente Tamamo-no-mae era concubina de otro emperador, Konoe, el hijo del emperador Toba. No sé qué baile exacto de fechas hay aquí, pero teniendo en cuenta que en algunas historias el que derrota a Tamamo-no-mae no es Yasuchika sino Seimei, uno puede imaginarse que es el tipo de obra que acaba teniendo chorrocientos fanfics y cada uno lo escribe como quiere. Sí, sigo teniendo flasbacks de guerra en estos momentos, ¿por qué lo preguntáis?<br /><br />Y tras estas historias maravillosas sobre los <i>kitsune</i>, es hora de moverse a un tercer país, Corea. Aquí nos encontramos con los <i>kumiho</i>, o <i>gumiho</i> (“zorro de nueve colas”, literalmente) que, al igual que los <i>kitsune</i>, tienen su raíz en los <i>hulijing</i> chinos. En general, presentan las mismas características: han adquirido su poder después de vivir una cantidad de años importante (en este caso, mil años), pueden transformarse para obtener una apariencia humana, pero siempre con un cierto aspecto de zorro, y que no se llevan bien con los perros. La diferencia en este caso es que los kumiho poseen algo llamado <i>yeowoo guseul</i> (”canica/cuenta de zorro”) que contiene todo su conocimiento acumulado. El <i>yeowoo guseul</i> le permite al <i>kumiho</i> absorber energía de los humanos, pero para hacerlo tienen que… bueno, básicamente darle al humano un beso con lengua. La idea es que mete la cuenta esta en la boca del humano, la cuenta absorbe la energía, y el <i>kumiho</i> la recupera antes de finiquitar el morreo. Pero esto no está carente de riesgo, porque existe la posibilidad de que el humano se trague la <i>yeowoo guseul</i>. Si esto pasara, el humano conseguiría la capacidad de observar “el cielo, la tierra y a la gente”, y al hacerlo adquiriría habilidades preternaturales.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-O53Eu7eZ16w/YKzCGoo3E3I/AAAAAAAAA60/wTPsMZ1ItqgnT1HzLJr9NDZ09tqSgnxWwCLcBGAsYHQ/s2048/Jizo%252CKshitigarbha%252CSesshoseki_%252CNasu_Town%252CTochigi_Prefecture%252CJapan_20160817.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://1.bp.blogspot.com/-O53Eu7eZ16w/YKzCGoo3E3I/AAAAAAAAA60/wTPsMZ1ItqgnT1HzLJr9NDZ09tqSgnxWwCLcBGAsYHQ/s320/Jizo%252CKshitigarbha%252CSesshoseki_%252CNasu_Town%252CTochigi_Prefecture%252CJapan_20160817.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Foto del lugar donde se supone que estaba la Sessho-seki, en Nasu</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Una segunda diferencia está en el “alineamiento”de los <i>kumiho</i>. Mientras que en China y en Japón los zorros pueden ser tanto buenos como malvados, en Corea los <i>kumiho</i> son siempre malvados. Se suelen transformar en mujeres y engañar a personas para luego matarlos y comérselos, específicamente sus hígados. Es fácil encontrarlos por la noche en cementerios, escarbando en las tumbas para comerse los corazones de los cadáveres. Según algunas variantes del mito, el <i>kumiho</i> puede convertirse en una persona humana, perdiendo su maldad en el proceso. Los métodos pueden ser diferentes, dependiendo de la leyenda, y van desde abstenerse de comer carne humana durante mil días, hasta conseguir una <i>yeouiju</i> y asegurarse de ponerla todos los meses a la luz de la luna llena durante todo el proceso. Para aquellos despistados que no leyeron <a href="https://elfmaidnet.blogspot.com/2018/05/marchando-una-de-escalas-escupefuegos-y.html" target="_blank">mi artículo sobre los dragones</a>, las <i>yeouiju</i> o <i>cintamani</i> son unas piedras que conceden deseos y que vendrían a ser el equivalente a la piedra filosofal en Europa. A diferencia de los <i>imugi</i> que se convierten en dragones gracias a esta piedra, los <i>kumiho</i> que pasan a ser humanos no adquieren los poderes de creación que otorga la joya, ya que son seres inferiores.<br /><br />¿Sabéis la parte divertida de todo esto? Que todo lo que os he contado hasta ahora de los <i>kumiho</i> son creencias “modernas”. En los escritos antiguos, sobre todo los que no están escritos en hangeul sino en hanzi, los <i>kumiho</i> eran seres benevolentes que ayudan a los humanos, e incluso hay historias sobre humanos malvados engañando a pobres e inocentes <i>kumiho</i>. Y en <i>Gyuwon Sahwa</i>, una falsificación que se suponía debía pasar por ser un texto del siglo XVII d.C., se habla de un <i>kumiho</i> como un símbolo de buen augurio, lo que hace pensar en la posibilidad de que la imagen del <i>kumiho</i> como una criatura siempre maligna haya venido de la mano de la ocupación japonesa de Corea. Y si nos vamos a textos externos, encontramos una referencia en <i>Taiping Guangji</i>, un texto que se cree fue escrito a principios de la Dinastía Song (sí, los que prohibieron el culto a los zorros), hablando de cómo en Silla (uno de los tres reinos que formaban en aquel momento Corea, junto con Goguryeo y Baekje) se veneraba a los zorros como si fueran animales sagrados. Aún así, hay relatos antiguos en los que se ve a los zorros con connotaciones negativas, por lo que es probable que antaño fueran similares a los <i>huilijing</i> y a los <i>kitsune</i> en el hecho de que podían ser benignos o malignos dependiendo del bicho.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-w7c6xLf08cA/YKzEgRW-X_I/AAAAAAAAA68/-Giq6dcWLMEI7-AKNLQYlAirEXKEWpMPwCLcBGAsYHQ/s560/foxpanel.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="185" data-original-width="560" height="133" src="https://1.bp.blogspot.com/-w7c6xLf08cA/YKzEgRW-X_I/AAAAAAAAA68/-Giq6dcWLMEI7-AKNLQYlAirEXKEWpMPwCLcBGAsYHQ/w400-h133/foxpanel.png" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Viñeta del webcomic The Fox Sister, basada en el relato del mismo nombre</i></span><br /></td></tr></tbody></table><br />La historia más conocida sobre <i>kumiho</i> es el cuento de la Hermana Zorro. Un hombre tiene tres hijos, pero no tiene ninguna hija, y decide rezar para que le concedan una, incluso si es un zorro. Al cabo del tiempo, su mujer tiene una hija, pero cuando la niña cumple seis años, las vacas empiezan a morirse. El padre manda al hijo mayor a ver qué demonios ocurre, y este vuelve diciendo que ha visto a su hermana arrancándole el hígado a una vaca para comérselo. El padre se enfada con él y le echa de la casa con cajas destempladas, mandando a su segundo hijo a hacer la misma tarea. Durante la noche de luna llena, el segundo hijo ve a su hermana haciendo lo que dijo su hermano mayor, pero cuando se lo cuenta al padre, este se mosquea de nuevo y le pega otra vez la patada. Esta vez manda al tercer hijo, pero este decide que la mejor idea es decir que las vacas se han muerto por mirar a la luna.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-v9Bs2cNQY0k/YKzFJukZgGI/AAAAAAAAA7E/-VbCv4dz2_gaSd17lSAtilw9AxGX-e_YQCLcBGAsYHQ/s540/the%2Bfox%2Bsister_pagina.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="414" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-v9Bs2cNQY0k/YKzFJukZgGI/AAAAAAAAA7E/-VbCv4dz2_gaSd17lSAtilw9AxGX-e_YQCLcBGAsYHQ/s320/the%2Bfox%2Bsister_pagina.jpg" /></a></div>Los hermanos expulsados vagan por el país hasta que se encuentran con un monje budista que les da tres botellas mágicas, una blanca, otra azul y una tercera roja, y les manda de vuelta para casa. Cuando regresan, se encuentran con que solo está su hermana, que les cuenta que sus padres y su hermano han muerto, y les ruega que por favor se queden. Les prepara la cena y, tras comérsela, se van a dormir. A mitad de la noche, el hermano mayor se despierta y se da cuenta de que a) la cena que se han comido son en realidad los cadáveres de sus familiares y b) su hermana acaba de matar a su hermano y se está comiendo el hígado de este. La niña le dice entonces que solo necesita comerse un hígado más para convertirse en humana. <br /><br />El hombre decide que verdes las han segado, y sale huyendo a toda velocidad. En su escapada, arroja tras de sí la botella blanca, que al estrellarse en el suelo se convierte en una barrera de espinos, que la <i>kumiho</i> logra atravesar gracias a su forma de zorro. El hermano lanza entonces la botella azul, que se convierte en un río, pero ella lo atraviesa una vez más gracias a su forma de zorro. Entonces arroja la botella roja, que se convierte en un enorme incendio, atrapando a la <i>kumiho</i> y abrasándola hasta que lo que queda de ella es poco más que un mosquito.<br /><br />Los espíritus zorros son extremadamente populares, apareciendo en novelas, películas, comics y videojuegos, de muy diversas formas. Es más común encontrarse con referencias al <i>kitsune</i>, aunque solo sea porque al mismo tiempo estamos más habituados a encontrarnos con cultura japonesa antes que china o coreana, pero también podemos encontrar <i>hulijing</i> y <i>kumiho</i> si los buscamos. A veces es incluso complicado adivinar de cual se trata, teniendo en cuenta las grandes similitudes entre uno y otro. Lo que está claro es que nos encontraremos a estos seres, tanto malignos como benignos, en muchas de las cosas que veamos.<br /><br />Y sin más, os dejo aquí hasta el próximo artículo. Ya sabéis, dejad un comentario (a ser posible uno que no tenga código malicioso, por favor, no quiero tener que salir a hoxtias otra vez con Blogger, no llevo las de ganar), y si queréis que escriba sobre algo específico, solo tenéis que decírmelo y veré lo que se puede hacer.<p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-82852923695826526222021-05-04T09:41:00.000+02:002021-05-04T09:41:11.593+02:00Deidades Incomprendidas, Capítulo 7: Hadad<p>Y aquí estoy de nuevo, trayendo un artículo sobre divinidades maltratadas por distintas razones. Como ya dije en el anterior artículo, iba a meterme con el desastre con patas que son los dioses semíticos. En la anterior ocasión vimos a uno que había logrado escapar de la quema hasta que un loco clasista y xenófobo decidió hacer lo que se hacía en aquella época y pervertir las creencias antiguas de un lugar que ni le iba ni le venía (y luego a mí me acusan de apropiación cultural, ja). En este episodio vamos a ver que tal vez fue uno de los más afortunados. Hoy vengo a hablaros de una deidad mesopotámica que acabó convertida en el demonio Beelzebub, y de las volteretas mentales que la humanidad ha dado para llegar hasta ese punto. Hoy, hablamos de Hadad.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-C6GB5KMEw64/YJD3Eim2OoI/AAAAAAAAA4g/mOggD1681mEfcbnG7IdDkHjnFvQhjv1egCLcBGAsYHQ/s1385/Ramman.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1385" data-original-width="1156" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-C6GB5KMEw64/YJD3Eim2OoI/AAAAAAAAA4g/mOggD1681mEfcbnG7IdDkHjnFvQhjv1egCLcBGAsYHQ/s320/Ramman.png" /> </a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span><a name='more'></a></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Hadad, o Adad, es una deidad que surgió en el norte de Babilonia, y que se extendió por toda esta civilización con la Primera Dinastía Babilónica. Se sabe que existió durante la época de Sumeria, pero por aquel entonces era una deidad menor, supuestamente porque las lluvias eran raras para los sumerios, y también porque no era el único dios que tenía los atributos de “dios de las tormentas”, teniendo que compartirlos con Enlil y Ninurta, dioses de los que aparecía muchas veces como compañero. Pero acabó ganando mucha prominencia y siendo adorado por los acadios y los babilonios, hasta convertirse en una de las deidades principales de la religión. En el trayecto, ganó varios nombres, entre los cuales los más importantes eran Rammanu e Iškur.<br /><br />Cuenta la leyenda que cuando Enki (dios del agua, el conocimiento, la artesanía y la creación) distribuyó los destinos de los dioses (larguísima historia en la que no me quiero meter ahora, si os apetece que lo haga, dejad un comentario por ahí abajo), cuando llegó a Iškur, le nombró “inspector del cosmos”. En una de las letanías, se dice de él “gran toro radiante, tu nombre es cielo”, y tal vez por esta razón los toros eran un animal sagrado dedicado a él. En cuanto a sus relaciones familiares, son un caos maravilloso: en algunos textos se dice que es hijo de Anu, el cielo, y hermano gemelo de Enki. En otros, es hijo de Nanna, dios de la luna, y Ningal, diosa de los juncos, y hermano de Shamash (dios del sol y la justicia) y de Ishtar (diosa del amor, la belleza, el sexo y la guerra). Lo que sí parece firme es su mujer y su descendencia: la primera es Shala, diosa del grano, y en el caso del segundo es Gibil, dios del fuego.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-RzCHK-m1egs/YJD3v0FJCQI/AAAAAAAAA40/wi1-Jz4Kv10-rzqLcn_BByO-En69HUyyQCLcBGAsYHQ/s2048/Colossal_statue_of_God_Hadad%252C_from_Gerdshin_near_Sam%2527al%252C_775_BCE%252C_Pergamon_Museum.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1282" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-RzCHK-m1egs/YJD3v0FJCQI/AAAAAAAAA40/wi1-Jz4Kv10-rzqLcn_BByO-En69HUyyQCLcBGAsYHQ/w250-h400/Colossal_statue_of_God_Hadad%252C_from_Gerdshin_near_Sam%2527al%252C_775_BCE%252C_Pergamon_Museum.jpg" width="250" /></a></div>Hadad presentaba dos aspectos. Por un lado era dador de vida, puesto que era quien enviaba la lluvia a su debido tiempo para regar los cultivos. Por el otro, las tormentas que enviaba traían la destrucción y el caos. Debido a su control sobre la lluvia y las tormentas, tenía una fuerte asociación con Shamash. Ambos dioses eran además considerados las principales deidades a las que dirigirse a la hora de solicitar un oráculo. Y no era que eligieran a uno u a otro, no, les pedían el favor a los dos al mismo tiempo. Entre los epítetos que recibían en estos casos, hay uno específico que llama la atención: <i>bele biri</i>, señores del augurio.<br /><br />¿Y por qué esto es importante? Bueno, es importante por la palabra <i>bele</i>, “señores”. Aunque en los tiempos de Mesopotamia quien usaba <i>Bel</i> (”señor”) como epíteto por sí solo era Marduk, más adelante sería habitual que esa palabra se usara delante de los nombre de los otros dioses masculinos.<br /><br />Y es entonces cuando pasamos a los ugaritas, un pueblo que vivía en una ciudad portuaria en la costa de lo que ahora es Siria. No voy a meterme demasiado con quienes eran esta gente o qué fue lo que pasó con ellos, pero sí puedo deciros que, cuando la ciudad de Ugarit (en la actual Ras Shamra) se descubrió, junto con ella se encontraron un número bastante importante de textos. Entre estos textos se encuentra el Ciclo de Baal, donde encontramos por primera vez a Hadad referido como Baal/Ba’al. Este último nombre parece ser una deformación del “bel” mesopotámico. Se piensa que Hadad alcanzó tal importancia y se le consideraba tan divino que la gente no usaba su nombre directamente, y se referían a él como “señor”.<br /><br />Muchas partes del Ciclo de Baal han quedado destrozadas, por lo que la historia que cuenta no está completa, como es de esperarse. Por ejemplo, la primera parte del relato que explicaba por qué Hadad estaba a la greña con el dios del mar Yam no queda muy clara. La parte legible comienza con El (básicamente, el dios ultrapino del que nadie menciona el nombre y que gobierna sobre todo y todos, El literalmente significa “dios”) ordenando al artesano de los dioses, Kothar-wa-Kasis, que le construya un palacio a Yam. Esto hace que la diosa Athtar (el equivalente a Ishtar) se sienta amenazada y vaya a pegarse con él, siendo detenida Shapash, la diosa del sol. Las dos tienen una discusión en la que se decide la razón por la que Yam es un capullo es porque no se ha casado (eh… no). El caso es que el texto habla de que el resto de dioses no se lleva demasiado bien con Yam y el hecho de que le hayan construido un palacio no le sienta bien a la gente. El trata de calmar los ánimos, y protege a Yam, pero le dice, con sus dos cojones y un palito, que va a tener que quitarle a Hadad su trono.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-NuQuq0793i8/YJD3u_PDO6I/AAAAAAAAA48/iwBVZ_6jiqkyzgYGBgm6yAOt78URfFLvACPcBGAYYCw/s1658/Baal_Ugarit_Louvre_AO17330.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1658" data-original-width="900" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-NuQuq0793i8/YJD3u_PDO6I/AAAAAAAAA48/iwBVZ_6jiqkyzgYGBgm6yAOt78URfFLvACPcBGAYYCw/w217-h400/Baal_Ugarit_Louvre_AO17330.jpg" width="217" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Figura ugarita de Ba'al en el Louvre</i></span><br /></td></tr></tbody></table>La cosa va creciendo, con Kothar-wa-Kasis amenazando a Yam, y Yam exigiéndole a El que haga que Ba’al se rinda, y Ba’al pillándose un señor rebote y teniendo que ser agarrado por Anat y Athtar antes de que mate al mensajero. Por supuesto, se inicia una guerra, y durante esta, Kothar-wa-Kasis le da a Hadad dos porras con poder divino (¿por qué acabo de tener un flashback de la peli de 300? *escalofrío*), y fostian a Yam. Ba’al dispersa a Yam de acuerdo con lo que le pide Athtar, y esta dice que él debe ser el rey.<br /><br />La siguiente parte habla de cómo Ba’al no tiene palacio, así que Anat se va a montarle un pollo a El, pero este pasa de hacerla caso. Deciden que la mejor forma de conseguir que El acepte construir el dichoso palacio es ir a pedirle ayuda a Athirat, madre de todos los dioses. Para ello, le preparan un montón de regalos y, aunque la diosa madre les mira con recelo cuando llega, temiendo que vayan a matar a su gente, el recelo desaparece cuando ve que vienen como gente civilizada y le traen cosas. Tras darles de comer, acepta ir a convencer a El. Este acepta a regañadientes, y Ba’al se va a conseguir materiales para que Kothar-wa-Kasis le haga un palacio. Al principio le pide que lo haga sin ventanas, porque teme que sus hijas huyan (ugh) o que Yam vuelva e intente colarse en su casa a pegarle. Pero luego se va de conquista por el mundo, ve que es poderoso, y entonces decide no solo hacerle ventanas a su palacio a base de tirarle rayos, sino que además decide invitar a Mot, el dios de los muertos, a un banquete.<br /><br />¿Creéis que Mot agradece la invitación? Pues no, porque dice que él come carne humana, y que qué es eso de darle pan y comida de persona normal. Ba’al está acojonado, así que envía un mensajero para decirle que será su eterno esclavo, cosa que a Mot le mola. Decide entonces hacerle un banquete con carne de cordero y vaca, porque oye, a lo mejor cuela. Mot entonces se va a buscar a Ba’al, supongo que porque se ha vuelto a sentir insultado por la elección de comida. Sapash (supuestamente, el texto no dice su nombre realmente) le recomienda a Ba’al que se busque un substituto, que se lo de a Mot, y luego que se esconda. Así que esto hace Ba’al, y todo el mundo se piensa que ha muerto. El se rasga las vestiduras, Anat se rasga las vestiduras, esta última se va a enterrar el cuerpo (falso) de Ba’al, y le dice a Athirat que estará contenta, dado que ella y los suyos estaban a favor de Mot. El le pregunta a Athirat a quién pueden poner en lugar de Ba’al, y ella dice que Athtar. Athtar se sienta en el trono de Ba’al, pero como no es lo bastante alta, El decide que no es lo bastante fuerte.<br /><br />Mientras esto ocurre, Anat va a buscar al espíritu de Ba’al al reino de los muertos, pero Mot aparece y la dice que no va a servir de nada, porque se lo ha comido. Y Anat, que no es una doncella delicada precisamente, le fostia, lo quema, lo mata, lo corta en cachitos y se los da de comer a los pájaros. Una vez muerto Mot, Ba’al reaparece vivito y coleando, y sorprendentemente todo el mundo se alegra de ello. Pero a los siete años Mot reaparece, y ambos se lían a hoxtias, pero ninguno gana realmente. Aparece entonces Sapash, diciéndole a Mot que lo deje, que El ahora está del lado de Ba’al y que lo lleva crudo. Mot se da cuenta de que Sapash tiene razón y acepta que Ba’al sea rey.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Xr_rCDUXV6c/YJD3vclt8JI/AAAAAAAAA5A/o0mm49ydjFQ5rYpHtV_KqSa6wrWJMhidwCPcBGAYYCw/s2704/Baal_thunderbolt_Louvre_AO15775.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2704" data-original-width="1163" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-Xr_rCDUXV6c/YJD3vclt8JI/AAAAAAAAA5A/o0mm49ydjFQ5rYpHtV_KqSa6wrWJMhidwCPcBGAYYCw/s320/Baal_thunderbolt_Louvre_AO15775.jpg" /></a></div>Pero Hadad/Ba’al no desapareció con la caída de Ugarit. Sabemos por la Biblia que los arameos le seguían por el nombre de Hadad, y los filisteos por el nombre de Ba’al. También tenemos el resumen de los textos de Sanjuniatón, un escritor fenicio, que ha llegado a nosotros gracias a Filón de Biblos. En estos textos, Hadad es llamado Adodos o Demarûs, y es el hijo del Cielo y de una concubina, solo que esta es entregada a Dagon (hombre, mira tú…) cuando estaba embarazada. Al parecer esto era para reconciliar los distintos orígenes de este dios en sus distintas versiones. El Cielo se enfrenta a Pontus (el mar), y se alía con Hadad, pero este pierde la batalla. Desgraciadamente, no queda rastro de cómo acaba esta historia.<br /><br />Una de las cosas que me llama la atención de este dios de las tormentas en particular es que no tiene un enfrentamiento con una serpiente monstruosa, algo que suele ser habitual entre las distintas fes euroasiáticas. Tal vez esto refleje un poco su origen como un dios menor frente a dioses principales como Thor, Zeus o Set.<br /><br />Pero bueno, volviendo a lo que nos ocupa, he dicho que este es un dios que ha sido demonizado, ¿verdad? Aunque seguramente a estas alturas de la feria tendréis una sospecha al ver el título de Ba’al aplicado a su nombre, ¿verdad? Hadad/Ba’al es tanto para los judios como para los cristianos un dios falso, un ídolo. Se piensa que el toro de oro que los israelitas construyen en Éxodo es una estatua a Hadad, ya que estos animales eran sagrados para él. A parte de eso, tenemos distintos relatos y menciones sobre ambos nombres, y la que nos importa en concreto es una: Ba’al Zebûb.<br /><br />¿Veis ya por dónde estoy yendo?<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ft3zs-UmkwQ/YJD3uiiV3jI/AAAAAAAAA44/5LYJ3mSnw_Ipxztvxkyj6HVG1mrEZ_TtACPcBGAYYCw/s480/Beelzebub_and_them_with_him.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="321" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-ft3zs-UmkwQ/YJD3uiiV3jI/AAAAAAAAA44/5LYJ3mSnw_Ipxztvxkyj6HVG1mrEZ_TtACPcBGAYYCw/s320/Beelzebub_and_them_with_him.jpg" /></a></div>Este nombre, Ba’al Zebûb, aparece en 2 Reyes como una divinidad adorada por los filisteos, y cuyo nombre se traduce literalmente como “señor de las moscas”. Los estudiosos consideran varias opciones para este nombre. Una de ellas es que se tratara de un aspecto de Ba’al como dios que protege de las moscas (hay un episodio similar en los textos ugaritas) de similar manera al Zeus Apomyios de los griegos. Otra es que se tratara de una especie de insulto de los israelitas hacia sus enemigos, y que el nombre fuera en realidad Ba’al Zebûl, “señor de la morada celestial”, lo cual también pegaría bastante. Yo apostaría porque se trataba de la segunda opción, teniendo en cuenta que la siguiente mención que encontramos es la fórmula evolucionada Beelzebul, que encontramos en Marcos 3, cuando Jesús es acusado de usar su poder para expulsar a los demonios de la gente. En este caso concreto es de señalar que ya se habla de él como “príncipe de los demonios”. En qué punto Ba’al Zebûl pasó de ser un falso dios a un demonio no está muy claro, pero debe venir de antiguo, porque esta referencia a que es príncipe de los demonios ya aparece en el Testamento de Salomón, un texto apócrifo para tanto judíos como cristianos, y que se piensa que fue escrito durante distintas épocas, con algunos de los textos existiendo desde el siglo I a.C.<br /><br />¿Y cómo es que a pesar de que en la Biblia el nombre acaba en “l”, conocemos a Hadad como el demonio Beelzebub, señor de las moscas? Pues porque los textos rabínicos usan Ba’al Zebûb de forma bastante consistente. Durante los comienzos del cristianismo, los cristianos usaban muchas de las costumbres judías, y probablemente también tuvieran acceso a textos rabínicos. Luego, simplemente tiraron de tradición, y más tarde llegaron los estudiosos religiosos medievales con sus jerarquías demoníacas y… bueno, el resto es historia. Supongo.<br /><br />Así que chicos, cada vez que habláis de Beelzebub, recordad que estáis insultando constantemente a un dios de las tormentas que acabó reducido, al parecer, a un montón de estiércol por parte de los judíos.<br /><br />Aquí lo dejo de momento. Recordad dejar un comentario más abajo, especialmente si tenéis interés en que hable de algo en particular (referido a mitología, literatura y esas cosas, si pedís cosas de política probablemente os muerda). Volveré el mes que viene con… lo que sea que tenga preparado (*mira con absoluto pavor el monstruo que tiene a medio escribir sobre los relatos artúricos en el Mabinogion*) <br /></div><span></span><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-159567830660568882021-04-05T11:47:00.000+02:002021-04-05T11:47:46.826+02:00Deidades Incomprendidas, Capítulo 6: Dagón<p>De acuerdo con mis planes maquiavélicos (tojtoj) de escribir al menos un artículo al mes en este blog, vuelvo a mi serie sobre deidades denostadas injustamente, empezando por fin con las deidades semíticas y canaanitas. Y no os preocupéis, que con este tema vamos a estar una temporadita. Para empezar a abrir boca, hablaré de un dios que no debería haber pasado por esto, y que probablemente habría sido uno más de esos dioses de los que solo hablan los historiadores y cuatro mataos frikis de la mitología de no ser por cierto tipejo escritor. Hoy voy a hablaros de Dagón.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-FQaHPdQ4ij8/YGraDLDbbaI/AAAAAAAAA3Q/1BIsqNYMtzA_nNXT3HhvIN5nyR3terxbwCLcBGAsYHQ/s452/Dagon1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="433" data-original-width="452" src="https://1.bp.blogspot.com/-FQaHPdQ4ij8/YGraDLDbbaI/AAAAAAAAA3Q/1BIsqNYMtzA_nNXT3HhvIN5nyR3terxbwCLcBGAsYHQ/s320/Dagon1.jpg" width="320" /></a></div><br /><span><a name='more'></a></span><p>Dagón, o Dagan, es una deidad muy, MUY antigua. Pero antigua de cojones. Básicamente, la representación más antigua que existe de Dagón es del 2500 a.C. aproximadamente, procedente de los textos encontrados en la antigua ciudad de Mari (ahora Tell Hariri, en Siria). Doscientos años después nos lo encontramos en Ebla como la deidad principal de un panteón de cerca de doscientas deidades, y aparece ya en textos sumerios, aunque su prominencia queda mucho más patente en los grabados asirio-babilónicos. Dagan aparece de hecho mencionado al comienzo del famoso Código de Hammurabi, cuando este rey se refiere a sí mismo como el que sometió a todos los asentamientos a lo largo del Eufrates “con la ayuda de Dagan, su creador”. Otra ciudad en la que era importante era Ugarit, donde a veces era identificado con el dios creador El. De los asirios, esta deidad saltó a los fenicios, y a muchas de las tribus del cercano oriente. Sabemos por la Biblia, por ejemplo, que los filisteos adoraban a Dagón. Tenemos textos de la tribu de los amorreos que mencionan a este dios. Y la vita de San Porfirio de Gaza habla de un templo a un dios llamado Marna o Marnas, que bien podría ser la versión griega de nuestro amigo Dagón. Este templo fue presuntamente destruido en el 402 d.C. cuando el emperador Arcadio mantuvo su persecución a los paganos.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-QxivXpxFTbs/YGraD1muUdI/AAAAAAAAA3w/cFLS8AyCc3sHmSzVS9WHDwBtOlscjwS6gCPcBGAYYCw/s499/dagon-asirio.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="336" data-original-width="499" src="https://1.bp.blogspot.com/-QxivXpxFTbs/YGraD1muUdI/AAAAAAAAA3w/cFLS8AyCc3sHmSzVS9WHDwBtOlscjwS6gCPcBGAYYCw/s320/dagon-asirio.jpg" width="320" /></a></div>Vale, diréis, todo eso está muy bien, pero, ¿quién era y qué hacía Dagón? Pues la verdad es que, salvo lo que os he contado arriba, sabemos poco de él. Por ejemplo, está el hecho de que fuera representado con la parte superior del cuerpo como un hombre, pero con la parte inferior siendo la cola de un pez. Durante mucho tiempo se pensó que su representación había sido siempre esta, pero se cree que no apareció con este aspecto hasta que los fenicios asociaron su nombre con la palabra dâg, pez. Sin embargo, esta iconografía se volvió borrosa para cuando se convirtió en Marna, a juzgar por los escritos de los romanos que mencionan el culto a este dios en lo que hoy en día es Palestina. De ellos sabemos también que Marna era un “dios del cielo” que realizaba oráculos y que a veces era tenido como una especie de Zeus.<br /><br />Sí, si excavamos un rato en la raíz de su nombre, encontramos con que esta significa más o menos “nublado”, lo cual nos viene a decir que este dios tenía una fuerte relación con las nubes. Esto le convertiría, a la larga en un dios de la agricultura, y por lo tanto en un dios de la fertilidad.<br /><br />Tenemos más bien pocas leyendas de Dagón. La única referencia que encuentro entre sus propios creyentes es una carta al rey Zimri-Lim de Mari, en el que el gobernador de Nahur, Itur-Asduu, le cuenta que ha tenido un sueño con Dagan en el que el dios le dice que la razón por la que Zimri-Lim no había derrotado todavía a los haneos (otra de las chorricientas tribus de la zona) era porque no había ido a informar de sus actos al templo del dios en Terqa. Cuando lo hiciera, decía, “haré que cocinen al dios de los haneos en un espetón, y los postraré ante ti”. Encontramos más menciones en la Biblia, en los libros de Josué, Jueces, primer libro de Samuel, primer libro de Crónicas y primer libro de Macabeos. Estas menciones suelen estar siempre asociadas a los filisteos, que probablemente eran el pueblo que estaba por la zona y que no les hizo demasiada gracia que una panda de advenedizos aposentara allí sus traseros.<br /><br />Podría, por supuesto, ponerme a hablar de los relatos que hay en la Biblia mencionando a este dios directamente, pero como solo son historias de cómo Yahvé destroza estatuas de un ídolo, que a estas alturas de la feria probablemente nos las sabemos de pe a pa, creo que puedo ahorrarme el ir a buscar la biblia familiar para leerme el texto y resumíroslo.<br /><br />Una de las cosas divertidas sobre Dagón es que, a pesar de ser uno de los muchos dioses mencionados como ídolos en la Biblia, por alguna extraña clase de milagro se libró del destino que sufrieron la inmensa mayoría de los otros, donde el Cristianismo los demonizó literalmente. Ya os hablaré de algunos de los “ilustres” demonios que se sacaron los teólogos antiguos de la chistera para escribir sobre la supuesta jerarquía demoníaca. Os vais a reír. Pero, como ya he dicho, Dagón se salvó de formar parte de dicha lista. He de pensar que tal vez lo hizo porque, a diferencia de los otros, consiguió mantener su existencia a través de Marna hasta el siglo V d.C., convirtiéndolo en “algo inexistente” más que en un “demonio”.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-77pyo3XGAoE/YGraDLUSYiI/AAAAAAAAA3k/VCQbXIW8LM8xZ5QrJu8cq1j9JaCPjU4hgCPcBGAYYCw/s840/Dagon_by_Zuccarello.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="840" data-original-width="600" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-77pyo3XGAoE/YGraDLUSYiI/AAAAAAAAA3k/VCQbXIW8LM8xZ5QrJu8cq1j9JaCPjU4hgCPcBGAYYCw/s320/Dagon_by_Zuccarello.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Ilustración de Mario Zuccarello basándose en los relatos de Lovecraft</i></span><br /></td></tr></tbody></table><p>Pero he dicho que Dagón es un dios denostado, ¿verdad? La cuestión está en que aquí tenemos que dar un salto temporal hasta el siglo XX. En concreto hasta 1917, cuando ese individuo conocido como H. P. Lovecraft escribe Dagón, un relato corto que se publicaría por primera vez en el número 11 de la revista The Vagrant. En este relato aparece la primera mención a los Profundos, personajes que aparecerían más adelante en otras historias, pero que no serían nombrados como tales hasta La sombra sobre Innsmouth. Voy aquí a decir que no he leído ni el relato ni la noveleta, y que tengo muy, muy clarito que no voy a hacerlo en el futuro. Más allá de lo que piense sobre Lovecraft como persona (y no es bonito, creedme), tengo traumas muy gordos con sus escritos. Pero dejémoslo en que este tipo en algún momento debió escuchar la mención de un “dios-pez” y tiró por la calle de en medio, convirtiéndolo en una criatura abisal horrenda, importándole CERO sus orígenes y su verdadera naturaleza como dios de la agricultura y el clima. ¿Y cómo sé que le importaba cero? Porque lo mezcló con la hidra de los griegos. Porque sí, porque él lo valía.<br /><br />Que me importaría mucho menos de no ser porque, más allá del capullo de Lovecraft, hay algo así como una miriada de escritores que decidieron que aquello era una maravillosa idea, y crearon chorrocientas obras al respecto. Que vale, que a la hora de la verdad frente a otros horrores cósmicos Dagón cuenta más bien poco, pero que sigue estando ahí. ¡Si es que hasta aparece en el relato Yo, Cthulhu de Neil Gaiman! Es más, en sus escasas apariciones en los juegos de Atlus (Shin Megami Tensei, Persona 2: Eternal Punishment y DemiKids), su aspecto es más lo que uno esperaría de un relato de Lovecraft que el aspecto de “sireno” que tienen las escasas efigies conocidas de este pobre hombre. Bueno, en DemiKids sí tiene aspecto de sireno, más o menos, pero creo que es más por no asustar a los niños poniéndoles un careto de pez que porque realmente pensaran en él como en el dios canaanita de antaño. Que bueno, que en las descripciones admiten que es eso, un dios canaanita, pero en el Persona 2: Eternal Punishment directamente lo relacionan con Cthulhu, así que…</p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-AccW8SMpEsk/YGraDI_5_-I/AAAAAAAAA3o/dq8QRofne4o5qEXADP80iF3LwQKJEeEBwCPcBGAYYCw/s966/Dagon-shin-megami-tensei.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="966" data-original-width="736" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-AccW8SMpEsk/YGraDI_5_-I/AAAAAAAAA3o/dq8QRofne4o5qEXADP80iF3LwQKJEeEBwCPcBGAYYCw/w245-h320/Dagon-shin-megami-tensei.png" width="245" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Dagón en Shin Megami Tensei</i></span><br /></td></tr></tbody></table><br />Así que ahí tenéis la historia de un dios de la fertilidad que bien podría haber pasado sus días siendo un Manannán mac Lir cualquiera, un dios random en una religión olvidada salvo por aquellos que les interesa esta mierda, pero que acabó convertido en una especie de horror cosmico-abisal por obra y gracia de un elitista xenófobo traumatizado con el pescado que oyó campanas y no supo donde. Recordadlo, porque no podemos achacar la demonización de las creencias de otros solo al cristianismo (Lovecraft era a fin de cuentas ateo), sino más bien a la visión sesgada que nuestra propia cultura, falta de conocimiento sobre otras culturas, y nuestra capacidad de proyectar antes que de empatizar, han creado sobre estas deidades.<br /><br />Y sin más, me despido de momento. Ya sabéis, se agradecen comentarios, feedback y ese tipo de cosas. Si tenéis curiosidad por alguna deidad en particular, o por cualquier cosa de este tipo, ya sabéis dónde contactar conmigo (*señala a la sección de comentarios*). Nos vemos el próximo mes, si Eilistraee quiere.<br /></p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-68365943427544778012021-03-02T13:34:00.007+01:002022-06-08T22:39:02.737+02:00Desbarajustes artúricos (II)<p>O por qué lo que escribáis sobre el Rey Arturo JAMÁS será fiel (*mira directamente a Snyder*)</p><p></p><p>Por si alguien no anda enterado de los múltiples proyectos que tengo entre manos, estoy en proceso de leer todo lo que pueda sobre la leyenda artúrica, para escribir alguna obra basada en ella o, en su defecto, reírme de todos los que se tiran de los pelos por las diferentes versiones que salen, a cada cual más random. Esta última parte es algo que puedo hacer desde los libros que mencioné en mi anterior artículo sobre el tema, pero ahora quiero expandir sobre esta experiencia con las siguientes lecturas que han caído en mis ávidas garras (a pesar de que la cosa se ha ralentizado por razones, pero bueno, se hace lo que se puede).<br /><br />Mi plan original era leerme el Mabinogion lo primero, más que nada porque aunque lo tenía para más adelante, no hacía más que encontrar referencias al mismo y a la antigüedad de sus textos. Pero la versión que había adquirido fue la primera que se hizo en inglés, y tras leer un par de páginas del prefacio comenzaron a saltar todas las alarmas, así que opté por hacer una consulta a la Wikipedia y, después de confirmar lo que sospechaba, buscar una traducción distinta. Todo esto lo hice por razones que mencionaré en otro artículo cuando hable de ese libro. En cuanto a mi actuación en ese momento, comprendiendo que la cosa podía ir para largo con el libro de las napias, me puse a leer el siguiente en la lista: la colección de romances de Chrétien de Troyes.</p><p></p><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-CIJ8kbrmnio/YD4dBl2-vKI/AAAAAAAAA0s/wtIit2O_Pl8Sg4Y9Av5VnEqLch_UO6V7QCPcBGAYYCw/s2048/Schwerin_Schloss_-_Sagenraum_3_iwein.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Ywain siendo curado de su locura" border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://1.bp.blogspot.com/-CIJ8kbrmnio/YD4dBl2-vKI/AAAAAAAAA0s/wtIit2O_Pl8Sg4Y9Av5VnEqLch_UO6V7QCPcBGAYYCw/w320-h240/Schwerin_Schloss_-_Sagenraum_3_iwein.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p><span></span></p><a name='more'></a>Aunque lo más seguro es que nadie conozca a este individuo así mencionado de pronto, Chrétien de Troyes es considerado como uno de los padres del género novelesco. Este francés era un erudito cuya primera obra conocida es una traducción de la Metamorfosis de Ovidio. Lo cual en aquella época se consideraba como el pináculo de la erudición. Pero Chrétien no había hecho más que empezar. En aquella época, las obras literarias trataban de tres temas: al antigua Grecia, el imperio Romano, o el Rey Arturo. Chrétien optó por este tercer tema para sus obras, y escribió mucho del lore que sienta las bases de la leyenda artúrica tal y como la conocemos ahora. Sus historias se volvieron muy populares en la época, y nuestro amigo llegó a ganarse el favor de una princesa, que le hacía de mecenas a cambio de escribir poemas sobre la corte artúrica.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-cKBUsJgCmM4/YD4dqppflGI/AAAAAAAAA0w/i99r-cE3bHcpgBa3TbVWX9_0Iufx8-vXQCLcBGAsYHQ/s681/Chr%25C3%25A9tien_de_Troyes.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Grabado de Chrétien de Troyes" border="0" data-original-height="681" data-original-width="527" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-cKBUsJgCmM4/YD4dqppflGI/AAAAAAAAA0w/i99r-cE3bHcpgBa3TbVWX9_0Iufx8-vXQCLcBGAsYHQ/w248-h320/Chr%25C3%25A9tien_de_Troyes.jpg" width="248" /></a></div><p>Hay muchas cosas que mencionar sobre estos poemas antes incluso de meterse en ellos. Para empezar, algunos eruditos mencionan que Chrétien usaba sus escritos para hacer crítica social. En concreto, era muy peligroso para alguien como él criticar a la corte real, pero gracias a los poemas era fácil decir que “la corte del Rey Arturo era maravillosa porque todos los tiempos pasados son mejores”, y al mismo tiempo hacer que dicha corte estuviera lejos de ser perfecta, de forma que así venía a decir que si aquello era malo entonces, lo de ahora era aún peor. Otra de las cosas interesantes sobre estas obras es que se piensa que Chrétien tenía acceso a alguna fuente galesa, ahora perdida para nosotros. Varios de los poemas de los que voy a hablar tienen una contrapartida en el Mabinogion, y los estudiosos todavía no tienen muy claro quién inspiró a quién, más allá de que la inspiración estaba ahí. Por ahora se piensa que Chrétien depredaba a los otros textos, pero la cosa está pendiente de una confirmación que es probable que nunca llegue.<br /><br />Por supuesto, Chrétien escribió de muchas cosas, pero aquí hemos venido a lo que hemos venido, así que nos centraremos en los cinco poemas artúricos: Erec et Enide, Cliges, Yvain, El Caballero del Carro y Perceval. De ellos, los dos últimos no fueron completados por Chrétien. El Caballero del Carro (también conocido como Lancelot) es en gran parte suyo, pero la parte final del mismo está escrita por otra persona, algo que podéis creerme que se nota, y mucho. La primera parte de Perceval es de su autoría, pero las siguientes fueron escritas por otras personas. La verdad es que no pude conseguir Perceval, pero he leído bastantes resúmenes al respecto, y me puedo hacer una idea de lo que va. Aunque no creáis que el tema no saldrá, porque os puedo asegurar que tiene tela para rato. Por último comentaré que se habla de que este hombre había creado un sexto escrito artúrico: Tristan. Sin embargo, este poema se ha perdido para siempre en las mareas del tiempo, e incluso se duda de que Chrétien fuera su autor. A saber.<br /><br />El primero de los poemas que leí era el de Erec et Enide. Cuenta la historia de Erec hijo de Lac, caballero de la Mesa Redonda, y de su amada esposa, Enide. Sí, he puesto “Mesa Redonda”. Como ya dije en su momento, la acepción aparece por primera vez en el libro de Taliesin (el de los poemas en galés), pero no como referencia a la corte de Arturo. Con Chrétien, la Mesa Redonda se convierte en una institución que reune a todos los caballeros nombrados por Arturo. El objeto en sí no existe todavía siquiera. Volviendo a nuestro asunto, el poema está dividido en tres partes. La primera es como los dos pipiolos se conocen, y se puede resumir en que un caballero se comporta de puta pena con Erec y con Ginebra, Erec decide que le va a cantar las cuarenta al mequetrefe este, cuando encuentra el lugar del que ha salido el tipo se encuentra con Enide y su familia, que son de origen noble pero más pobres que las ratas porque les han echado de su castillo, Erec se enamora de Enide hasta las trancas, reta al merluzo de forma pública, le da una manita de hoxtias y lo manda a que le pida disculpas a Ginebra y que ella decida qué hacen con él, y nuestro maravilloso caballero se va con su moza a la que no permite que la vistan guay porque solo va a admitir que la vistan con un vestido de la reina porque es la tía más guapa del mundo mundial. Y así pasa, y los dos se casan, y todos muy felices.<br /><br />Una de las cosas interesantes de esta parte es que Chrétien hace en la parte de la boda una lista con cincuenta nombres de todos los supuestos caballeros de la Mesa Redonda, en la que salen mencionados ya Gawain (bueno, vale, Gawain ha estado ahí SIEMPRE), Lancelot, Ywain hijo de Urien (junto con otros dos Ywain más, porque al parecer Ywain era un nombre popular en la época :P), Kay y Tristan. Además de estas menciones, hay unas cuantas cosas curiosas en esta lista. La primera de ellas es la ausencia absoluta de Bedivere/Bedwir. A pesar de que en los textos galeses con una procedencia más antigua, como cierto texto del Mabinogion o el poema Pa gur yv y porthaur? (¿Qué hombre es el portero?) del Libro Negro de Carmarthen, mencionan ya a Bedwir como seguidor de Arturo, y también como compañero incansable de Cai/Kay, Bedivere no aparece mencionado en ninguno de los escritos de Chrétien. La segunda cosa curiosa es la mención de un tal Loholt hijo del Rey Arturo. Repetiremos por aquí que en las fuentes galesas, Arturo tenía hijos que en algún momento fueron borrados del mapa porque sí. La tercera cosa curiosa es que esta lista es única. Ningún otro poema de Chrétien hace una lista sobre los miembros de la Mesa Redonda. </p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-nmlWDkiRB_A/YD4eW-0yAgI/AAAAAAAAA08/8uv5eo4UqB0OnbUGss1TUrDAMeEsromoQCPcBGAYYCw/s323/Hb-herec.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="323" data-original-width="214" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-nmlWDkiRB_A/YD4eW-0yAgI/AAAAAAAAA08/8uv5eo4UqB0OnbUGss1TUrDAMeEsromoQCPcBGAYYCw/s320/Hb-herec.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>El supuesto escudo de armas de Erec<br /></i></span></td></tr></tbody></table>La segunda parte de la historia de Erec y Enide es que, una vez casados, se van a la tierra del primero, donde este se dedica a, básicamente, prestarle su atención completa y absoluta a su mujer y a sus tierras, pasando muy mucho de irse de cuchipandeo con sus amigotes. Que a nosotros nos parece bien, pero que por alguna extraña razón está mal visto en la corte del Rey Arturo (creedme, no es el único que tiene problemas con este tema). El caso es que la gente empieza a mosquearse, y la pobre Enide comienza a pensar que le van a echar la culpa a ella, y se lo dice a su marido, y el tío se pone de morros, la obliga a vestirse y a acompañarle en plan caballero andante. Y durante todo el viaje le dice a ella que ni se le ocurra dirigirle la palabra, pero se va encontrando con gentuza que le quieren matar por la espalda y quedarse con su mujer porque, oye, ¿qué va a decir ella al respecto? Y ella se dedica a avisarle porque está la pobre ojo avizor. Y él se carga a sus enemigos porque es así de guanchis (y porque los muy idiotas le atacan de uno en uno, que para la poca ventaja que tienen que es la superioridad numérica van y la desperdician), y luego le echa la bronca a la mujer por avisarle. En ese momento te gustaría calzarle dos hoxtias al gilipollas este. Aparte de un episodio de encontrarse con la corte de Arturo en el cual vemos la demostración de lo tonto’l bote que es el Kay de Chrétien, lo que nos interesa es que Erec se pega con un montón de gente y acaba hecho mierdas, con la pobre Enide hecha un manojo de nervios porque si tu marido es gilipollas, normal que te preocupes, hasta que en un combate con un gigante el tío recibe la hoxtia definitiva y se queda medio muerto. Así que Erec es llevado por Enide hasta un castillo. Problema con los nobles de castillos: que ven a una tía buena y se la quieren follar a pesar de que la mujer esté de luto y llorando a moco tendido. Así que como Erec está supuestamente muerto, el noble intenta forzar a Enide a que se case con él. Pero Erec se levanta de entre los muertos, engancha su espada y le endiña tal hoxtia al violador este que lo deja mirando para Antequera. Y entonces llegan los colegas que Erec ha ido haciendo por el camino (al estilo Defeat means Friendship) y acaban de limpiar el castillo. Y Erec perdona a Enide (porque es ella la que tiene que pedir perdón, ¿no te jode?) porque sabe que todas las cosas que ha hecho las ha hecho desde el amor.<br /><br />Os voy advirtiendo de entrada, cuando Chrétien se pone a hablar de amor, no hay diox que le soporte.<br /><br />La tercera parte es… rara de cojones. Supuestamente se van a un castillo, y en el castillo ocurre una cosa que es llamada la “Alegría de la Corte”, pero que todo el mundo le dice a Erec que no vaya. Y Erec, como buen merluzo, va, porque si le dicen que no vaya es que hay un reto. Y el reto es meterse en un jardín en el que hay un montón de estacas con cabezas de caballeros clavadas (bonita decoración, ¿eh?), y se tiene que liar a hoxtias con un caballero, porque el caballero ha sido maldecido por una tía muy mala. Pero como Erec le fostia, pues es libre de la maldición, y todos tan felices, y fin del plot tumor este.<br /><br />Durante todo este resumen rápido del tema, os he mencionado que el Kay de Chrétien es tonto, ¿verdad? Vale, pues es probable que esté siendo amable. Muy amable. Vamos a ver, Kay ya era un tanto palizas en los escritos galeses, si me tengo que fiar de lo que he leído. Pero en estos poemas, alcanza dimensiones absurdas. Aunque sigue teniendo una posición de segundo al mando o similar, se convierte en una especie de butt monkey que existe solo para meter la pata hasta el cuezo y recibir más palos que una estera; aunque ya se ven las formas en Ywain, donde alcanza sus límites más absurdos es sin duda en El Caballero del Carro. El tío es un bocazas, tocanarices y metomentodo que siempre acaba en líos. El papel de caballero ultra pino pasa a ser competencia exclusiva de Gawain, que para Chrétien es el caballero perfecto maravilloso, en contraposición con los textos ingleses en los cuales el carácter de Gawain se va deteriorando con el tiempo. También aparecen en el poema dos menciones a Morgana. Morgana había sido introducida en este desenfreno por el Vita Merlini de ese fanfiquero barato que es Geoffrey de Monmouth, pero solo como alguien que atiende a Arturo en la “isla de las manzanas”, y lo dejaré aquí porque de esta mujer podría escribir artículos enteros. Lo que sí diré es que en este poema, Morgana YA es mencionada como hermana de Arturo, de pasada.<br /><br />Dejaremos al par de tórtolos solo con un último comentario, consistente en mi descojone cuando leí que Erec se ponía una cota de malla de plata que no era más incómoda que una chaqueta de seda. Creo que ya sé de dónde se sacó Tolkien lo del mithrill XD<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-v_s0UzmFtjw/YD4g1w1fPRI/AAAAAAAAA1A/itDu-RAOJxUJSHaW1lbhY8bcRSUUbB_HgCLcBGAsYHQ/s261/cliges.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="261" data-original-width="193" src="https://1.bp.blogspot.com/-v_s0UzmFtjw/YD4g1w1fPRI/AAAAAAAAA1A/itDu-RAOJxUJSHaW1lbhY8bcRSUUbB_HgCLcBGAsYHQ/s0/cliges.jpg" /></a></div>El siguiente poema en la lista es Cliges. Antes de comenzar, comentaré dos cosas del mismo: la primera es que es considerado como el “anti-Tristán”, y una de las razones por las que se piensa que Chrétien pudo tener un escrito basado en esta historia. Específicamente, se piensa esto porque el poema no deja de hacer alusión a Tristán y a Isolda poniéndolos a caer de un burro, especialmente a Isolda. La otra es que se piensa que Cliges era en su origen un relato bizantino que Chrétien adaptó para que entrara en la leyenda artúrica. Este es, de hecho, uno de los poemas que no tiene paralelo en el Mabinogion (el otro es El Caballero del Carro).<br /><br />El poema no empieza con el personaje que le da el nombre, sino con su padre, un tal Alexander que es hijo de otro Alexander que es emperador de Grecia y Constantinopla (y que como os podéis imaginar, es una invención, pero a estas alturas de la feria como si eso importara ya, ¿verdad?). El caso es que el principito imperial este se va con los caballeros del Rey Arturo para ganarse un nombre o excusa similar, y en el proceso se hace superamigo de Gawain. El caso es que en un momento dado Arturo se va a Bretaña, dejando al cargo a un tal Angres, conde de Windsor. Y en el viajecito va Alexander con sus doce colegas, y va también Gawain… y una hermana suya llamada Soredamors. Sí, va en serio. Sí, yo tampoco había oído hablar de esta mujer en la vida antes de ponerme a leer esto. Sí, a estas alturas de la feria considero que todo esto son fanfics del fanfic. A lo que íbamos, resulta que Alexander y Soredamors se enamoran el uno del otro, pero son tan capullos que no se deciden a hablar, y así Chrétien te da la chapa con su discursito sobre el amor durante dos o tres páginas. Pero a estas, Ginebra está en el barco también y se huele el percal, porque en estos poemas la reina sale como una tía que sabe mejor que nadie lo que se cuece en la corte. Pero no puede actuar realmente porque antes de poner en marcha su plan, llegan noticias de que Angres ha traicionado a Arturo y se ha puesto en su lugar, convirtiéndole en una especie de Mordred temprano. Total, que se vuelven para darle una manita de hoxtias al iluminao este, pero el iluminao no es tonto del todo, y sale de naja en cuanto escucha que Arturo está volviendo, no sin antes saquear Londres. Para no alargarnos bastante, digamos que la rebelión le dura a Angres lo que tardan Alexander y sus colegas en encontrar la forma de introducirse en su castillo de tapadillo, y una vez entran, hacen el escabeche del siglo, con Alexander capturando al iluminao de marras y dándoselo en bandeja a Arturo. Después de esto, Ginebra les da un par de collejas a él y a la querida, y ambos se declaran, se casan y son todo felices.<br /><br />Pero resulta que el padre de Alexander, mientras este estaba de cuchipandeo, la diña, y se envían a un montón de mensajeros para avisarle, pero hay una tormenta enorme y todos la diñan salvo uno. Pero este uno decide que a la mierda, y se vuelve diciendo que le han dicho que Alexander está muerto. Así que deciden hacer emperador a su hermano, de nombre Alis. Y como es de esperar, Alexander se entera de todo el lío y decide que hasta los cojones, y se va a cantarle las cuarenta a su hermano. Que claro, no se espera que su hermano volviera de entre los muertos. Tras hablarlo, los dos hermanos llegan a un acuerdo: Alis se queda como emperador, pero tiene prohibido casarse y tener un hijo, y así cuando muera, el que heredará el trono es su hijo Cliges, que está recién nacidito el pocholín. Años después, Alexander la palma, no sin antes decirle a su hijo que llegado el momento, se vaya para la corte del Rey Arturo a aprender y demás mierdas. Cosa que hará… pero no de momento, porque antes tiene que conocer al amor de su vida.<br /><br />Porque veréis, las promesas son muy bonitas y tal, pero cuando la otra parte está muerta, pues a ver quién lo controla, y los consejeros de Alis le dicen que se case y este decide que vale, que guay, y se salta la promesa por el forro de la chaqueta. Deciden que se case con la hija del emperador alemán (sí, bueno), y Alis, que es así de astuto, decide que se lleva a su sobrino con él, porque total, como ya le va a robar el trono en los morros… Total, que allá van, y ven a la prometida, que se llama Fenice y es, como os podéis imaginar, una adolescente igual que nuestro protagonista. Y claro, los dos se ven y flechazo instantáneo, por si se nos ha olvidado de qué va esto. Y Fenice está muy preocupada, porque ella está enamorada del sobrino del tío que va a ser su marido, pero entonces su marido se la va a querer follar, y claro, que ella no quiere ser tan puta como Isolda (ya lo he dicho antes, en este poema tratan a Isolda como la mierda). Entonces su niñera, que es también una bruja, le dice que no se preocupe, y le prepara una pócima que va a hacerle beber a su futuro esposo por la cual este nada más tocar la cama se dormirá y soñara que hacen ñiqui ñiqui, pero sin llegar a hacerlo. Y dicho y hecho, en la noche de bodas se aseguran de que se tome la poción y solventado el problema de no querer tener relaciones con el viejo.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-6CLE0grVkwo/YD4isNAtoVI/AAAAAAAAA1I/oRnqhtTNhjgqH2-R0SEu1tKgsQqQjDMvQCLcBGAsYHQ/s1300/manuscrit-13eme-siecle-cliges-et-fenice-et-tristan-et-isolde-de-chretien-de-troyes.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Cligés y Fenice, Tristán e Isolda" border="0" data-original-height="919" data-original-width="1300" height="283" src="https://1.bp.blogspot.com/-6CLE0grVkwo/YD4isNAtoVI/AAAAAAAAA1I/oRnqhtTNhjgqH2-R0SEu1tKgsQqQjDMvQCLcBGAsYHQ/w400-h283/manuscrit-13eme-siecle-cliges-et-fenice-et-tristan-et-isolde-de-chretien-de-troyes.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Cligés y Fenice a la izquierda, Tristán e Isolda a la derecha, de un manuscrito del siglo XIII</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Por supuesto la cosa no es tan fácil, porque la moza en realidad estaba prometida a otro tío antes, el duque de Sajonia (disculpadme mientras me revuelco de la risa), y como os podéis imaginar la cosa no le ha gustado nada de nada, así que envía a sus tropas a pegar a los “griegos”, aunque en realidad sean bizantinos, pero a estas alturas de la feria a nadie le importa ya quién es quién y de qué. Para resumir la cosa de forma rápida, Cliges se dedica a repartir estopa, salva a la churri un par de veces, y por supuesto vence al duque de Sajonia, que se queda con cara de gilipollas. De vuelta a casa, como ahora es caballero, decide hacer caso del consejo de su padre, y se va a buscar a su familia inglesa, que oye, ya que está. A partir de aquí es toda una historia sin pies ni cabeza de cómo, en lugar de presentarse como las personas normales, se busca tres sets de armadura de colorines y brea a un tal Sagremor el salvaje, a Lancelot y a Perceval, hasta que Gawain decide que, connio, el tío este es bueno, y que le quiere pegar él, y se tiran un día entero repartiéndose hasta que Arturo les para, y entonces es cuando se presenta. Más allá de tirarse allí una temporada, todo esto es una especie de plot tumor que no viene a cuento y que acaba cuando decide volver a casa porque, oye, la churri.<br /><br />Total, que vuelve, y él y la churri se declaran. Pero está el pequeño tema de que ella está casada con su tío. Así que deciden hacer que ella se haga la muerta, porque eso funciona tan bien [/sarcasm]. El plan es super lioso que te cagas y consiste en que mientras ella se hace la enferma, y le construyen un sarcófago especial para que pueda salir de él, Cliges se monta un nidito de amor donde los dos van a estar en secreto encerrados y tal. Sí, yo también veo los agujeros en el plan, no os preocupéis. De hecho, lo primero que pasa es que llegan unos médicos que estaban de paso y le dicen a Alis que no, que la tía no está muerta y que pueden demostrarlo. Solo que la forma de demostrarlo consiste en torturarla de formas horrendas, y la tía ahí aguantando mecha hasta que la niñera consigue que les vean el resto de las criadas, y las tías los persiguen y los tiran barranquillo abajo, y amenazando con que esto se convierta en una especie de Piramo y Tisbe. Solo que no, y a ella la entierran, pero logra escapar del sarcófago/whatever y se va al nidito de amor con Cliges, y los dos se dedican a vivir allí sus días tal y como Diox los trajo al mundo y follando cual conejos.<br /><br />Pero un buen día pasa por allí un caballero en plan pardillo, que iba a cazar, y se cuela el pájaro en el jardín, y en lugar de hacer como las personas normales y llamar a la puta puerta, trepa la tapia y se encuentra a la parejita haciendo ñiqui ñiqui en medio de las flores. Y por supuesto los reconoce y sale corriendo a hablar con el emperador, que va a confirmar lo que dice el loco este abriendo el sarcófago… que obviamente está vacío. Pero cuando quieren ponerse a cantarles las cuarenta a los pipiolos, estos han huido para Inglaterra (no sé, podrían haber hecho esto antes, y tal). Y el poema acaba con que se va a pedirle a Arturo que invadan su propia tierra, pero en el proceso descubren que el tío la ha diñado, y se vuelve con su moza para gobernar su tierra.<br /><br />Como ya he comentado, la inspiración de este poema es un relato de supuesto origen bizantino. Leyéndolo estaba claro que las partes de los caballeros de Arturo estaba metida con calzador, por no hablar de los insultos repetidos a Isolda que a veces se pasan de castaño oscuro. Al parecer lo de que Isolda se hubiera acostado con el marido para luego acostarse con Tristán era lo que llevaban mal, más que el hecho de acostarse con quien no es su marido. Que es algo un tanto curioso, dada la moralidad de la época. Algunos estudiosos han llegado a decir que la obra es en sí una crítica a la idea del amor cortesano, que supongo que pega bastante con toda la temática. El personaje de Cliges aparece en un puñado más de obras artúricas, por cierto, casi todas antiguas, y en general en papeles muy distintos al que tiene aquí. Luego simplemente desaparece de la lista de caballeros de la misma forma random como apareció.<br /><br />El tercer poema ya me lo había leído con anterioridad, más que nada porque era el poema dedicado a “mi niño”: Yvain/Ywain/Owain, como queráis llamarle al pobrecillo. Como ya he mencionado en mi anterior artículo sobre la leyenda artúrica, Owain mab Urien fue un personaje real, el último rey de un pequeño reino galés llamado Rheged, hacia finales del siglo VI. Luchó junto a su padre contra los anglos, y luego contra los propios bretones para proteger su territorio, hasta que murió en batalla. Sabemos de él entre otras cosas por los poemas de Taliesin, que fue su bardo y el de su padre Urien Rheged. En algún punto de la historia, ambos Urien y Owain, junto con la hermana y la esposa de este, fueron incluidos en las Tríadas galesas (la mujer, de nombre Penarwan, con fama de infiel, al igual que su hermana Esyllt/Isolda) y con posterioridad en la lista de los caballeros de la corte de Arturo. Muy poco después le pusieron a Yvain una relación familiar con Arturo, convirtiéndolo en su sobrino y por ello en primo de Gawain, un lazo que permanecería como muy importante durante mucho tiempo. De hecho, aunque en este poema no se menciona, y posiblemente no se considerara siquiera, Yvain acabaría en algún momento de la leyenda convirtiéndose en el hijo de Morgana con el rey Urien. El personaje en sí fue muy popular en la antigüedad, pero su importancia disminuiría hasta casi desaparecer… ¡o convertirse en villano! ¿Pero se puede saber qué os ha hecho?<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-oAvU7eVbH8k/YD4nt2ZeisI/AAAAAAAAA1g/DYSLWuEUkI8ofhxE5ZKz1IhLvEpZibZIACLcBGAsYHQ/s600/Ywain%2Bdivine%2Bgate.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Ywain en Divine Gate" border="0" data-original-height="407" data-original-width="600" height="271" src="https://1.bp.blogspot.com/-oAvU7eVbH8k/YD4nt2ZeisI/AAAAAAAAA1g/DYSLWuEUkI8ofhxE5ZKz1IhLvEpZibZIACLcBGAsYHQ/w400-h271/Ywain%2Bdivine%2Bgate.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>¿Al menos los japoneses le tienen en cuenta de vez en cuando? Esto es de un juego de móvil en el que salen más caballeros de la Mesa Redonda *suspiro*</i></span><br /></td></tr></tbody></table><br />Por cierto, lo de mencionar el nombre de su mujer tiene su razón de ser, porque probablemente dentro de poco os vais a reír un rato.<br /><br />La historia comienza con un grupo de caballeros que están guardando la habitación del rey porque Arturo está durmiendo la siesta (básicamente, está tan sumamente aburrido de la corte que se ha ido a dormir en pleno día), y deciden que se van a contar historias los unos a los otros para pasar el rato. En el grupo están Kay, tan gilipollas como es habitual en él, Yvain y un tipo llamado Calogreant, que en esta historia es primo de Yvain. En estas están cuando se les une Ginebra, y entonces Calogreant les cuenta la historia de cómo estaba por ahí haciendo cosas de caballeros andantes, y en cierto punto le hablan de un reto que consiste en llegar a una fuente con una roca, echar agua sobre la roca, aguantar el pedazo de tormenta posterior, y luego pegarse con el caballero que irá a por su cuello. Así que fue para allá, hizo lo que le habían dicho, apareció el caballero y le metió la paliza del siglo. Al escuchar esto, dice Yvain que de haberlo sabido, se habría ido a vengarle, y Kay, que ya hemos dicho que el autor le ponía como poco de bocazas, viene a decirle que es muy valiente ahí pero que no hay cojones, y Ginebra le afea la conducta a Kay. Total, que Arturo se despierta, escucha la historia de nuevo, y dicen que se van a ir a ver al caballero este. Pero Yvain quiere pegarse con el tipo él, así que sin decirle nada a nadie se pone sus cosas y se pira. Total, que sigue el mismo camino que su primo, llega a los mismos lugares, conoce a las mismas personas y finalmente se planta delante de la fuente y hace el numerito.<br /><br />Así que aparece el caballero de marras, y los dos se lían a hoxtias dispuestos a matarse el uno al otro. Pero Yvain no es precisamente un mierdas como Calogreant, así que consigue meterle una hoxtia mortal en la cabeza al caballero este. Y el caballero, viéndose en las puertas de la muerte, en lugar de pedir piedad, que es lo que suelen hacer en estas historias, se da la vuelta y sale por patas de regreso a su casa, con Yvain persiguiéndole porque eh, oye, no hemos terminado. Así que llegan a la fortaleza de este tipo, e Yvain está pasando entre dos portones cuando los bajan, cargándose a su caballo, no cargándoselo a él de milagro, y dejándole atrapado allí a merced de los sirvientes del tipo. Pero entonces aparece una doncella que se llama Lunete/Luned, y esta le dice que le va a ayudar, le pone un anillo que le vuelve invisible y le dice que se quede quieto hasta que ella vaya a por él. Resulta que tiempo atrás, Lunete había acudido a la corte a pedir ayuda para su señora, pero todo el mundo la trató como el culo, hasta que llegó nuestro encantador caballero y la echó un cable. Y como la chica es de natural agradecida, le dice que ella le va a echar un cable a él. Así que ahí la tenéis, salvando al mozo y llevándole a una habitación oculta en donde puede estar hasta que se calmen las cosas y ella pueda sacarle.<br /><br />Pero hete aquí que, a pesar de que no han pescado a Yvain todavía, deciden enterrar al muerto, y va para allá la comitiva fúnebre con la viuda a la cabeza llorando como una magdalena, e Yvain la ve y se enamora de ella como un idiota (cue in uno de los discursos coñazo sobre el amor de Chrétien), y se lo dice a Lunete. La doncella, que es un peligro público, pergeña que bueno, que si tienen que elegir entre quedarse sin tipo que proteja el percal y a este hombre que dentro de lo que cabe no es mala gente, pues que mejor se quedan con este, y le dice que espere mientras convence a su señora. Así que para allá se va y le habla a su señora de que llorar a su marido está bien, pero que no tienen a nadie que se vaya a la fuente a pegar al insensato que tire el agua en la roca (porque al parecer la tormenta no afecta solo al bosque, sino también al castillo), y que bueno, que ella sabe de alguien que estaría dispuesto a ayudarlas. Y tan bien le vende Lunete, que la señora pica y le dice que le traiga en cinco días. Y claro, Lunete acepta y a los cinco días presenta a Yvain, perfectamente limpio, perfumado y vestido. Y la señora, que ya iba con idea de que el tío no estaba mal, dice que guay, y que se arrejuntan. Y tienen su boda y todo bonito.<br /><br />Hago un inciso aquí para hablar de la susodicha señora. El nombre que nos da Chrétien es Laudine de Landuc, hija del duque Laudunet. Reitero, el nombre que le da es Laudine. ¿Os acordáis del nombre que dije antes que debíais recordar? ¿El de la mujer histórica de Owain mab Urien? Sí, como podéis ver se parecen lo que un huevo a una castaña. Incluso tiene su gracia el hecho de que el nombre del padre de Laudine sea una mezcla prácticamente del de ella y la criada. Suena como si el señor Chrétien tuviera una temática en la cabeza y no quisiera dejarla en paz. Tiene su gracia el tema. En cualquier caso, lo que esto parece señalar es que, fuera la que fuese la fuente galesa a la que Chrétien tenía acceso, esta no eran las Tríadas.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-KXkUfpATW7g/YD4ogLxcAgI/AAAAAAAAA1o/gfFR3b3wp7Qn1_RNVh_i6XFpDQvTaoimACLcBGAsYHQ/s1075/Burne-Jones%252C_Edward_Owain-departs-from-landine.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Owain parte de Laudine" border="0" data-original-height="1075" data-original-width="500" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-KXkUfpATW7g/YD4ogLxcAgI/AAAAAAAAA1o/gfFR3b3wp7Qn1_RNVh_i6XFpDQvTaoimACLcBGAsYHQ/w186-h400/Burne-Jones%252C_Edward_Owain-departs-from-landine.jpg" width="186" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Owain parte de Laudine, de Sir Edward Burne-Jones</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Volviendo a lo que nos ocupa, es en este momento cuando aparece el Rey Arturo con toda la tropa, siguiendo las indicaciones de Calogreant. Así que llegan a la fuente, y sin montar tienda ni nada hacen el paripé con el agua, el bol y la piedra. Tormenta que te cagas, y allí se planta un caballero cubierto de pies a cabeza. Y según aparece el caballero, Kay dice que se fostia él con el tipo este. El caballero recién llegado, ni corto ni perezoso, le mete soberana paliza que lo deja tirao en el suelo con cara de idiota, y cuando todos están flipando en colorines, el caballero se quita el casco para descubrir que es, como ya os habréis imaginado, Yvain. Y claro, fiesta y jolgorio, que es aún más fiesta y jolgorio cuando les cuenta toda su aventura y les invita al castillo. Así que allá van todos a celebrar que Yvain se ha casado, y se tiran de celebración nosecuantos días.<br /><br />En el último día de fiestuqui, Gawain se acerca a su buen amigo (que todavía no primo) Yvain y le pregunta que si piensa quedarse cuidando de su mujer, cuando lo que tendría que estar haciendo es irse de parranda con toda esta jarca de locos. Básicamente lo mismo que en el primer poema, porque lo de quedarse gestionando tus tierras estaba mal visto, al parecer. Total, que Yvain dice que primero se lo va a preguntar a su nueva y flamante esposa con la que lleva casado un par de semanas a lo sumo. Laudine no está muy de acuerdo con el tema (comprensible) pero accede a cambio de que Yvain vuelva al cabo del año, y le da un anillito que le protegerá de todo mal mientras la ame. Pero claro, cómo va a permitir Gawain que su adorado colega escape de sus garras. Así que se lo lleva de parranda a todos lados, e Yvain ni siquiera se da cuenta de cómo pasa el tiempo hasta que, ¡puf!, el año ha pasado y él sigue de parranda. Y cuando todavía se está llevando las manos a la cabeza en plan “Diox mío, que he hecho”, aparece una doncella de Laudine, que le echa tremenda peta y le quita el anillo. Y a Yvain, comprendiendo que ha perdido el favor de su amada, se le va la pinza completamente y se mete corriendo en el bosque.<br /><br />Que bueno, lo de la locura le dura hasta que le encuentra una buena moza que es una sirvienta, que le reconoce porque el chico es popular y se pira a hablar con su señora, y esta le da un bálsamo curativo hecho por la mismísima Morgana (recordad, aquí todavía era maja) para curarle. Total, que la sirvienta lo unta bien untado y el buen hombre se recupera, y en agradecimiento por haberle tratado tan bien, fostia a un tío que estaba amenazando con quedarse con las tierras de la señora (porque, niños y niñas, en la Edad Media en Europa LAS MUJERES PODÍAN HEREDAR TERRENOS). Y una vez solventada esta mierda, se pira a la aventura para recuperar el amor de Laudine. La primera aventura que tiene es precisamente la más importante, porque se encuentra con un león que está a punto de ser devorado por una serpiente… que es venenosa y escupe fuego. Ajá. Yvain se enfrenta a la “serpiente”, la da muerte, y el león decide irse con él porque, oye, mira, ya que lo salva, él le echa una mano. Se menciona en muchas ocasiones que el león en realidad es una alegoría dirigida a representar el verdadero honor y todas esas cosas que se daban en la época. Total, que de ahí pasa a enfrentarse a su segundo entuerto: salvar a la pobre Lunete que de la maten.<br /><br />La cosa es que se llega a la capilla de la dichosa piedra y se encuentra allí con que van a ejecutar a Lunete porque, debido a la “traición” de Yvain, ha caído en desgracia y el senescal, que la odia porque es más lista que él al parecer, aprovecha el tema y le ha comido el tarro a Laudine (que tendría que hacerse mirar lo de hacerle caso a sus consejeros, mind you), para que la condene por traidora. Total, que la pobre salió de naja a pedir ayuda a Gawain, pero resulta que alguien había secuestrado a la reina y él había ido detrás (este comentario es una referencia a El Caballero del Carro, que supuestamente pasa más o menos al mismo tiempo), e Yvain estaba MIA, así la pobre ha acabado aquí. Yvain dice que no se preocupe, que ya fostia él a quien haga falta, que a la mañana siguiente estará allí para ayudarla, pero que se asegure de que nadie averigüe quién es él. <br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-gg1t_IXcrjY/YD4mtBpCCVI/AAAAAAAAA1c/9HxQcSA_-lEen3IzeqzF3gZoKOJRron0wCPcBGAYYCw/s1345/The_Lion_Sprang_upon_the_Giant.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El león ataca al gigante" border="0" data-original-height="1345" data-original-width="893" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-gg1t_IXcrjY/YD4mtBpCCVI/AAAAAAAAA1c/9HxQcSA_-lEen3IzeqzF3gZoKOJRron0wCPcBGAYYCw/w212-h320/The_Lion_Sprang_upon_the_Giant.png" width="212" /></a></div>Y aquí es cuando empiezan los episodios de gente interrumpiendo a Yvain mientras intenta rescatar a gente a contrarreloj, de la gente acojonada por el león no queriendo que entre en la casa, y de Yvain dándole de hoxtias a la gente de dos en dos y de tres en tres. El bestia. Así en resumen rápido: pasa la noche en un castillo y le piden que proteja a una doncella porque se la va a llevar un gigante a la mañana siguiente, y el cabrón del monstruo LLEGA TARDE y el pobre Yvain casi no llega a rescatar a Lunete. Una vez de vuelta para rescatar a la pobre muchacha, se fostia con el senescal y sus dos colegas AL MISMO TIEMPO y les da tremenda golpiza ayudado por el león, que al parecer no se puede quedar quieto cuando ve que nuestro amigo está en inferioridad numérica. Una vez más, recordemos que el león es una especie de alegoría, así que supuestamente en realidad les ha fostiado con la ayuda de la personificación de su noble espíritu o mierdas similares.<br /><br />Uno de los detalles divertidos de esta parte es que, al igual que con lo de Lunete, lo del gigante es un problema que Yvain tiene que solventar porque el capullo de Gawain está por ahí dándose de hoxtias en compañía de Lancelot. En pocas palabras, es el que se come los marrones de su querido amigo. No me extraña que acabaran siendo primos a lo largo de las historias.<br /><br />Tras salvar a su buena amiga, nuestro protagonista se aloja en otro sitio durante unos días, y allí es donde le manda Lunete a una mujer que está necesitada de un campeón que se de de hoxtias con el de su hermana porque la muy capulla no le quiere dar la parte de la herencia que la corresponde (repetimos, niños y niñas, en la Europa medieval, las mujeres HEREDABAN). Bueno, no directamente a la mujer porque esta se pone mala en el proceso de buscarle (o bueno, de buscar al “caballero del león” como ha empezado a conocérsele) y se tiene que refugiar con una conocida que manda a su vez a una sirvienta, que es la tipa que conoce a Lunete y a la que esta manda en la dirección correcta. Toda esta complicación innecesaria es para que el periodo de gracia que le han dado a la mujer vaya corriendo de plazo. Y como no corre prisa, le plantan a Yvain una aventura de tener que pegarse de hoxtias con dos medio demonios (hijos de una mujer y un imp, dice el poema) para salvar a unas trescientas doncellas que están siendo esclavizadas. Y de nuevo tenemos una pelea injusta de varios contra Yvain en la que el león se inmiscuye porque eh, lo de varios contra uno está feo. Y tras darles muerte en duelo… ¿justo?, Yvain y su acompañante se piran tras liberar a las doncellas y tener que quitarse a escobazos al señor del castillo que no deja de dar la brasa con que Yvain tiene que casarse con su hija.<br /><br />Tal vez os pueda resultar extraño que Yvain no diga en ningún momento que ya está casado, pero la parte divertida de esto es que nadie (salvo Lunete, mind you) sabe que el Caballero del León en realidad es Yvain. Este dato es primordial a partir de aquí, porque esta es la parte en la que, tras recoger a la dama que estaba enferma y que se ha recuperado por fin, llegan con el tiempo justo al duelo entre los campeones de las dos hermanas. El poema te deja clarito en seguida de que la hermana cabrónida ha conseguido que Gawain la defienda (tío, se supone que eres majo, ¿qué haces ayudando a la villana de la historia?), y este aparece en armadura completa y sin que nadie sepa quien es. Es más, la tía insiste en que den por sentado que su hermana no va a aparecer y que pueden dar por zanjado el asunto cuando aún queda tiempo para que se presente, cosa que la buena mujer hace, junto con el Caballero del León (cuyo león han dejado atrás porque aquí estorba). Y tras varios intentos de que la hermana cabrónida entre en razón, que no sirven para nada porque cuando eres la villana de la historia, estas cosas pasan, los dos caballeros comienzan a darse de hoxtias tras un largo discurso de Chrétien sobre la desgracia que es que no sepan quién es el otro, porque el bromance y todas esas mierdas.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-4ypl3P51uug/YD4msx0WsFI/AAAAAAAAA1Y/lczeRMThcL0gElQ4jTGp1EZ7Dpw9KOb-gCPcBGAYYCw/s694/ywain-11e2053f-9425-4288-a8d7-e69ac72b79e-resize-750.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Yvain contra Gawain" border="0" data-original-height="420" data-original-width="694" height="194" src="https://1.bp.blogspot.com/-4ypl3P51uug/YD4msx0WsFI/AAAAAAAAA1Y/lczeRMThcL0gElQ4jTGp1EZ7Dpw9KOb-gCPcBGAYYCw/w320-h194/ywain-11e2053f-9425-4288-a8d7-e69ac72b79e-resize-750.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Yvain y Gawain dándose de hoxtias</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Y claro, por un lado tienes a Yvain que es el protagonista de esta mierda y el que está a favor de la buena de la historia, y por otro tienes a Gawain, que para Chrétien es algo así como la segunda venida de Jesucristo, así que no puede ser que uno de ellos gane sobre el otro. Así que estos dos pedazos de malas burras se comienzan a dar de guarrazos el uno al otro. Durante TODA UNA PUTA TARDE hasta que cae la noche. Y la lucha está tan jodidamente igualada y es tan brutal que todo cristo en la corte, Ginebra incluída, le piden a Arturo que haga el favor de pararlos, y que le de a la hermana pequeña una parte de la herencia. Pero Arturo dice que nay, que si la hermana mayor (la cabrónida) no quiere una resolución pacífica, pues que ella se la come. Y claro, toda la corte se pone del lado de la pequeña porque, oiga, esto ya pasa de castaño oscuro.<br /><br />Pero entonces, como decimos, llega la noche, y los dos pedazos de malas burras paran porque a) se han dado soberana mutua paliza y b) está oscuro y no se ve un pijo. Ambos se ponen a hablar de joder qué guay es el otro hasta que Gawain se presenta diciendo su nombre, y al pobre Yvain le dan las mil cosas, le dice quien es, los dos comienzan a abrazarse y a decir que no, que el otro es el ganador porque se niegan directamente a volver a pelear el uno contra el otro. Todo muy bromance, como ya he dicho. Arturo ve el percal y decide que a tomar por saco, y le dice a la hermana mayor que, o le da a su hermana la parte que le corresponde y como si no hubiera pasado nada, o que declarará perdedor a Gawain muy a su pesar, con lo que el resultado será el mismo, pero encima quedará mal. La otra claudica porque mucha solución no le ve, y todo se arregla y todos son felices hasta que el león aparece y les mete el susto del siglo a todos. Por suerte, Yvain está ahí para explicarles que no deben tenerle miedo al bicho, que no va a morder a nadie que se lo merezca, y todo se solventa alegremente.<br /><br />¿Todo? ¡No! Porque aún le queda reconciliarse con su mujer, por supuesto. Así que se pira con su león y llega hasta la fuente del principio de toda esta historia y hace todo el paripé para montar la tormenta. Y ya está todo cristo en el pueblo cagándose en los muertos de todos sus ancestros por plantar el pueblo en ese sitio. Pero aquí tenemos de nuevo a Lunete a.k.a. la conspiradora mayor del reino, que de vuelta con su señora le dice que se tiene que buscar a alguien que les proteja porque si no están jodidos, y que lo mejor es llamar al caballero que la ayudó antes, pero que claro, que lo que querrá es que le ayude a conseguir el perdón de su amada, y que no cree que se una a ellos si no le garantizan esto. Y Laudine, que a estas alturas de la feria debería saber de qué pie cojea su maldita dama de compañía, se traga el cebo con anzuelo, sedal y caña. Así que allá va Lunete, engancha a Yvain, y se lo lleva delante de su esposa, y los dos se reconcilian y todos felices y contentos.<br /><br />¿Y qué es del león? Pues… supongo que se quedó en el castillo comportándose como un gato gigante, porque nuestro amigo Chrétien se olvida por completo de él.<br /><br />Aunque Ywain/Owain había aparecido mencionado en el Historia Regum Britanniae de ese capullo de Geoffrey de Monmouth, y formaba parte de las Tríadas galesas junto con su padre, su caballo, su hermana y su mujer a la que acusan de ponerle los cuernos, es con Chrétien que comienza a formar parte de la corte del Rey Arturo. Aunque no está claro si esto es una invención del propio Chrétien, o si provenía de esa supuesta fuente original galesa de la que parte tanto este poema como el relato recogido en el Mabinogion. Comparado con los anteriores relatos, Ywain está mucho más incrustado en el propio… “universo artúrico”, por así decirlo, que las otras dos historias. Otra cosa que quiero señalar aquí, porque no he podido antes en el resumen, es el hecho de que Gawain como hijo del rey Lot está ya más que normalizado. Recordemos que esto era algo que aparecía en el Historia Regum Britanniae, a pesar de que no tenía nada que ver con lo que dijeran los galeses (desde luego no he encontrado mención alguna de un padre antes del capullo de Monmouth).<br /><br />El siguiente poema es El Caballero del Carro, el dedicado a Lancelot. Y aquí es cuando tengo que decir que Lancelot, y su relación extramatrimonial con la reina Ginebra, es la invención de Chrétien. Para las Tríadas galesas, que son la fuente más fiable de tradiciones bretonas que tenemos, Gwenhwyfar causó la batalla de Camlann donde muere Arturo…, o más bien, lo que causó la batalla fue su enemistad con su hermana pequeña, Gwenhwyfach, que actúa como una especie de gemela malvada o algo del estilo. El tema del adulterio aparece por primera vez en el Historia del capullo de Monmouth, pero el que se acuesta con ella en ese caso es Mordred. El hecho de que este poema esté centrado en un tema del amor cortés pilla un poco a contrapié después de haberse leído Cligés, sabiendo lo que pensaba Chrétien, pero al parecer su mecenas le pagó para escribir esto. Otras cosas a señalar aquí: aunque esta es la primera aparición de Lancelot como protagonista, su nombre aparece mencionado tanto en Erec y Enide como en Cliges. Y aunque no es mentado en El Caballero del León, dada la influencia de los sucesos de su poema sobre los del de Yvain/Owain, está claro que el personaje llevaba en la mente de Chrétien mucho, mucho tiempo.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-qiCOLIzpSKY/YD4sclj9C2I/AAAAAAAAA1w/vOCny2zK78Aa46-1DeCG0-EuAjV9Iwr6wCLcBGAsYHQ/s2048/Lancelot.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Lancelot" border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1309" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-qiCOLIzpSKY/YD4sclj9C2I/AAAAAAAAA1w/vOCny2zK78Aa46-1DeCG0-EuAjV9Iwr6wCLcBGAsYHQ/w205-h320/Lancelot.png" width="205" /></a></div>Como ya he mencionado antes, aunque Chrétien escribió la mayor parte de esta historia, la acabó una segunda persona en su nombre. No estoy segura de las razones detrás de esto, y aunque tengo mis sospechas de cual podría ser la causa, eso no son más que elucubraciones que prefiero no comentar por si os da por pensar que soy una autoridad en esto en lugar de una maldita pringada. Pero bueno, al lío.<br /><br />Nada más empezar encontramos la que es la primera primerísima mención a Camelot diferenciando esta de Caerleon. Supuestamente el Rey Arturo acababa de celebrar una corte allí, cuando se les presenta un caballero random diciendo que ha capturado a varios de los seguidores de Arturo que si los quiere de vuelta, tiene que enviar a un caballero que vaya con Ginebra, y que si le vence, se los devuelve. Y aquí, señores, aquí es donde te das cuenta de lo mucho que Chrétien odia a Kay, porque lo siguiente que sigue es un puto paripé que monta el susodicho sobre que deja de servir a Arturo, etc., todo para forzar a Arturo a que le elija a él como el tipo que se va a enfrentar en duelo a este capullo. Una. Pagina. Entera. De paripé. ¿Y luego para qué? Para que le metan una paliza fuera de plano. Literalmente. Ni siquiera se molesta en relatarte la pelea, solo te muestran a Gawain diciendo que se va a ir detrás del capullo este y está preparándose cuando el caballo del otro aparece corriendo, sin jinete y con sangre por el lomo.<br /><br />Y poco después te presentan a un caballero que va montado en un caballo hecho mierda, y que le pide a Gawain que le de uno de sus dos caballos de repuesto (que menciona para esto y de los cuales se olvida a las dos o tres líneas), cosa que Gawain hace y el caballero sale cabalgando a todo meter. Gawain va detrás y al tiempo se encuentra con el caballo muerto, y a este tipo preguntándole a un enano que conduce un tipo de carro en el que transportaban a los reos dónde está la reina, y como los enanos de Chrétien son todos unos desgraciaos (porque si eres malvado entonces eres feo o eres un enano o las dos cosas al mismo tiempo), le dice que si quiere que se lo diga, que se suba al carro y que se quede con él hasta el día siguiente. Y por supuesto, el caballero se sube al carro porque si no os habéis dado cuenta de quién es el susodicho caballero a estas alturas, “Caballero del Carro” debería daros unas cuantas pistas. Sí, el título va por esa gilimemez. Que además el cabrón del enano lo pasea por el sitio más poblado que puede para que le pueda ver to’ quisqui y así que quede en ridículo. Y Gawain por supuesto detrás de ellos viendo el espectáculo como si con él no fuera la cosa y como si no conociera al tipo.<br /><br />Total, que llegan a una torre y aquí viene el primero de los plot tumors de una cama que no deben tumbarse en ella y por supuesto el “caballero misterioso” se tumba en ella y le atacan en medio de la noche pero no pasa nada de nada porque es así de pino. Luego a la mañana siguiente ven pasar a la reina desde las ventanas y el caballero misterioso(c) intenta saltar desde la misma y no lo logra porque Gawain le para. A todo esto, dando todos la barrila conque mejor que su vida va a ser una constante deshonra, etc.. Sí, esto va a ser así durante la mayor parte del poema. Total, que se piran de allí siguiendo al séquito que acompaña a la reina, y se encuentran con una doncella que les suelta el infodump del siglo, porque las doncellas en estos poemas son como los NPCs de los videojuegos de rol. El caso, que a la reina la ha secuestrado un tal Meleagant, que es el hijo de Bademagu, que es a su vez el rey de un sitio llamado Gorre (y me quejaba yo del Alafimfam del capullo de Monmouth). La chavala esta se los lleva y les indica dos caminos, uno más rápido pero también más peligroso, y otro que, sin dejar de ser preocupante, lo es menos que el anterior, pero a su vez es más largo. El caballero misterioso(c) le dice a Gawain que escoja, y que él irá por el otro lado. Y Gawain, como persona sensata que es, coge el que menos peligroso es.<br /><br />Y a partir de este momento, comenzamos a seguir las aventuras del caballero misterioso(c) en solitario, las cuales os ahorraré porque, a parte de que esto se está haciendo largo, solo sirven para decirte que nuestro protagonista está a) embobado como un gilipollas y b) que no caga con la reina. Y bueno, supongo que también todas esas alegorías de lo noble, galante y valeroso que es. Y lo capullos que son todos los demás por recordarle constantemente lo del tema del carro. Sí, se lo recuerdan a menudo, y los que lo hacen suelen acabar por el suelo porque obviamente no le toses tú al prota de la historia y sales de rositas. La única que realmente nos importa es la que aparece al final de su camino, un puente que en realidad es una espada del tamaño de dos lanzas, y que nuestro amigo el caballero misterioso(c) tiene que cruzar a gatas, descalzo y con las manos desnudas y dejándose tanto los unos como las otras hechas un cristo. Y digo que esta es importante porque esta es la que presencian el malvado Meleagant, secuestrador de reinas, y su padre Badegamu, que es un santo varón salvo por el hecho de que criar a su hijo se le ha dado como el culo.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-SSKxAtx2iZU/YD4tQGA07sI/AAAAAAAAA14/OP3xVVjGvg4ItpSUiYaFziZ1gvshCBLHwCLcBGAsYHQ/s1453/Lancelot_passant_le_pont_de_l%2527%25C3%2589p%25C3%25A9e.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="Lancelot pasando por el puente de la espada" border="0" data-original-height="1453" data-original-width="1213" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-SSKxAtx2iZU/YD4tQGA07sI/AAAAAAAAA14/OP3xVVjGvg4ItpSUiYaFziZ1gvshCBLHwCLcBGAsYHQ/w267-h320/Lancelot_passant_le_pont_de_l%2527%25C3%2589p%25C3%25A9e.jpg" width="267" /></a></div>Padre e hijo discuten porque el padre quiere darle Ginebra al caballero misterioso(c) y acabar de una vez con esta desgracia, mientras que el hijo dice que si el otro quiere a la reina, se la va a tener que quitar de sus frías manos muertas. Y como obviamente no llegan a ningún acuerdo porque Meleagant es el villano de turno, pues el padre sale a recibir al caballero misterioso(c) y a decirle que haga el favor de quedarse unos días hasta que se le curen las heridas y le puedan preparar equipamiento decente. Por supuesto, el caballero misterioso (c) dice que de esperar como mucho hasta el día siguiente, y que el equipamiento que tiene es suficiente, así que el rey simplemente le dice dónde puede alojarse, manda sirvientes, y sigue intentando mediar entre estos dos para que no acabe todo en un baño de sangre. Ya os podéis imaginar lo bien que le va al pobre hombre.<br /><br />Así que al día siguiente ahí los tenéis a los dos preparados para darse de hoxtias, y a toda la gente lista para observar el duelo del siglo porque si algo no cambia en este mundo es las ganas de la gente de ver a otros dándose de mamporros. Y por supuesto, Ginebra está viendo todo el espectáculo desde la torre en la que la tienen encerrada cual damisela en apuros. En cualquiera de los casos, los dos bestias estos se empiezan a pegar y, en verdadero estilo literario con uno de los tropos más viejos del manual, nuestro caballero misterioso(c) empieza a perder debido a las heridas que apenas se ha tratado. Es en este momento en el que Chrétien nos da el nombre de Lancelot, cuando la reina le llama a gritos y le pregunta que qué demonios está haciendo, momento en el cual a Meleagant le empiezan a llover hoxtias porque el caballero ya no tan misterioso se viene arriba porque le está viendo la churri. Y como el rey ve que Lancelot le está metiendo una soberana paliza a su hijo hasta el punto de que lo va a matar, le pide a Ginebra que haga el favor de pararle, y la buena mujer dice que vale, pero porque él ha sido majo con ella. Meleagant obviamente no está contento con el tema, pero el rey baja y comienza a darle de collejas.<br /><br />Al final llegan al acuerdo de que Ginebra se irá con Lancelot, y que en un año o así este volverá para volver a darse de toñas con Meleagant, y si Lancelot no aparece, la reina tiene que volver. Y el rey lleva a Lancelot a ver a la reina y de paso ver a Kay (que si recordáis, no había sido mencionado desde que Gawain saliera detrás de su culo). Pero primero le llevan a ver a la reina porque oye, es la que ha estado ahí sufriendo a fin de cuentas. Y aquí Ginebra pasa a hacerse la dura en plan “ahora no te dirijo la palabra” y el otro traga porque es así de idiota, que no es sea esto tóxico ni nada [/sarcasmo], y como la tipa se encierra en su habitación, pues le llevan a ver a Kay, que lo primero que le suelta es que le ha avergonzado. Porque claro, el que tenía que salvar a Ginebra era él. Que ya se que el Kay de Chrétien es idiota, pero esto llega ya a límites de tirarle por un barranquillo. Que a todo esto, Kay está hecho MIERDA. Y si sigue vivo no es porque Meleagant no haya intentado cargárselo, por si era necesario ponerle más de villano.<br /><br />Después de la charla con Kay, Lancelot decide que lo mejor es ir a buscar a Gawain, que tiene que estar al llegar. Y aquí viene un señor plot tumor de los habituales en este hombre, en el que a Lancelot le capturan porque al parecer la gente no se cree que el rey le haya dejado marchar, Ginebra y Lancelot piensan cada uno que el otro ha muerto, se deshace el malentendido en una página o así, se reunen, se reconcilian, tienen aventura nocturna, y Meleagant descubre que alguien se ha acostado con la reina pero decide acusar a Kay, que estaba allí medio muerto y de pardillo. Al final hay un segundo combate que acaba como el primero, con Lancelot parando antes de reventar al villano, y con la promesa de fostiarse en la corte del rey Arturo. Y de vuelta a buscar a Gawain, que sigue sin asomar el jeto.<br /><br />Y de camino va con una compañía de caballeros, cuando se encuentra con un enano que le dice que vaya con él, y él va, y me gustaría recordaros que para Chrétien todos los enanos son agentes del demonio o algo por el estilo, así que Lancelot desaparece durante un rato de la historia. El grupo de pardillos, viendo que nuestro prota está MIA, deciden que la mejor opción es buscar a Gawain. Y lo encuentran medio ahogándose en el río al que ha caído desde el puente correspondiente. Solo puedo sacudir la cabeza ante la terrible ausencia de ingenieros de caminos en la antigüedad. O al menos en este tipo de historias. Tras rescatar a este pobre hombre de una muerte acuática, le cuentan lo que ha pasado y llegan a la decisión de que lo mejor es ir a hablar con Ginebra, llevársela a lugar seguro y luego ya se verá lo que se hace con Lancelot. Así que llegan, le cuentan a Ginebra lo que pasa, y después enganchan a Kay y salen de naja de vuelta a la Corte.<br /><br />Y aquí tenemos otro plot tumor de esos que tanto le gustan a Chrétien, en el cual hay un torneo y Lancelot, que está prisionero de un senescal de Meleagant, logra convencer a la mujer de este de que le deje ir. Esta dice que vale, pero que jure que va a volver, él lo hace, va al torneo, tiene escena de parejita tóxica con Ginebra, queda muy guay y de “mira que romántico es esto, no da asco en absoluto”, y vuelve para que le hagan prisionero OTRA VEZ. Nuestro villano no favorito decide que lo que va a hacer es encerrar a Lancelot en una torre, va a tapiar la puerta con él dentro.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-8P9cVC-Vc9I/YD4t2-VefpI/AAAAAAAAA2A/7yfm10jAGFcjtCvuK5MLPd_Or12zgvOJwCLcBGAsYHQ/s1991/Boys_King_Arthur_-_N._C._Wyeth_-_p246.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Lancelot fostiando a alguien en una justa" border="0" data-original-height="1991" data-original-width="1603" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-8P9cVC-Vc9I/YD4t2-VefpI/AAAAAAAAA2A/7yfm10jAGFcjtCvuK5MLPd_Or12zgvOJwCLcBGAsYHQ/w258-h320/Boys_King_Arthur_-_N._C._Wyeth_-_p246.jpg" width="258" /></a>A partir de este punto, el que escribe ya no es Chrétien, sino un tal Godefroi de Leigni. La historia sigue con que el capullo este de Meleagant entonces se va a ir a reclamar a la corte del rey Arturo, para decirles que solo peleará contra Lancelot. Y cuando ya tiene a todos los de la corte pensando en cómo cortarle el cuello, se vuelve a casa para contarle a su padre lo que ha hecho, y a su padre le falta tiempo para montarle tremendo pollo porque, de verdad, eres un capullo. Y que si Lancelot no aparece es porque seguro que está prisionero en algún lado. Y entonces de repente Godefroi coge a una de las doncellas de las múltiples e inanes aventuras de Lancelot y la convierte en princesa y hermana del villano. Y por supuesto esta es de las doncellas majas, así que al rescate que va.<br /></div><p><br />Por supuesto, encuentra la torre. ¿Y cómo sabe que es el lugar correcto? Porque según llega escucha a Lancelot lloriqueando porque Gawain no ha ido a socorrerle ya. Hasta los propios personajes del poema piensan que Gawain es la segunda venida de Jesucristo, Eilistraee bendita. Pero el caso es que la princesa le rescata, se lo lleva a lugar seguro, lo cura, lo equipa, y allá lo manda para ver si ya de una puta vez le pega a su hermano una patada en los cojones. Volvemos con Meleagant, que ha vuelto a la corte del rey Arturo y, cuando pregunta si han visto a Lancelot y le dicen que no, dice que entonces se va a pegar con Gawain. Y se está preparando este hombre cuando, como es obvio, aparece Lancelot listo para brear al idiota este (porque Gawain solo luce cuando se fostia con otros caballeros para que veamos lo guanchis que son *suspiro*). Comienza el duelo, se pegan una buena manita de hoxtias y al final, Lancelot no solo le gana sino que, para que deje de dar por culo, le corta la cabeza. Y todos se alegran mucho y aquí se acaba la historia.<br /><br />Y aquí viene la parte divertida: aunque esta es sin duda la primera aparición escrita de la que se tiene constancia sobre Lancelot, hay expertos que mencionan la posibilidad de que Lancelot no fuera creación de Chrétien. Se cree que Marie de Champagne, miembro de la familia que hacía de mecenas de Chrétien, le solicitó esta historia. Aquí se habla de que le presentó dos cosas, matiere (o material en el que basarse) y san (una variación con respecto a dicho material). El matiere sería Lancelot y el san sería su “aventura” con Ginebra, porque al parecer a la señora le iban las historias sobre aventuras de amor cortés. Algo que, como comenté con Cliges, no es algo que le hiciera gracia a Chrétien. Fuera como fuese, esta historia se volvió tan popular que aún a día de hoy, Lancelot es uno de los caballeros de la mesa redonda más conocidos.</p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-kdY8ydsy1wc/YD4u16IhgfI/AAAAAAAAA2M/Nkb1aGIMLoM-kUMpT3h1lp3E4GcXouvEQCPcBGAYYCw/s1123/Berserker.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1123" data-original-width="794" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-kdY8ydsy1wc/YD4u16IhgfI/AAAAAAAAA2M/Nkb1aGIMLoM-kUMpT3h1lp3E4GcXouvEQCPcBGAYYCw/s320/Berserker.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Aunque no siempre por lo bonito *huye*</i></span><br /></td></tr></tbody></table><br />En lo que respecta a la quinta obra, Perceval, como ya he dicho, no conseguí una copia de la misma. Es probable que la recopilación que encontré no la contuviera por el hecho de que la mitad de la historia está escrita por otra persona, supuestamente uno de sus ayudantes. Al parecer, también hubo varios añadidos posteriores por distintos autores, hasta un total de cuatro, lo cual probablemente convierta ese relato en una auténtica pesadilla. Es en esta obra donde aparece por primera vez el Grial. Tened en cuenta que en este punto no es ni santo, ni está relacionado en modo alguno con la copa de la última cena. Ya me pondré a hablar más del tema cuando lleguemos a la parte del resumen que corresponde, ¿de acuerdo?<br /><br />En cuanto a la historia en sí, lo que tenemos es a Perceval, que ha sido criado por su madre en medio del bosque y alejado de la civilización. Y no es ya que lo haya criado en medio de la nada, es que además el chaval está medio salvaje y lo de las normas de etiqueta como que no se lo han inculcado mucho. El caso es que un buen día, Perceval ve a un grupo de caballeros y decide que él va a convertirse en uno porque él lo vale, así que tan feliz va él a la corte del rey Arturo para que le hagan caballero y esas cosas. Cuando llega allí, una de las doncellas decide que el chaval tiene buen plante y que un día será un gran caballero y Kay, que en estas versiones ya sabemos todos que es gilipollas, abofetea a la pobre muchacha y se burla de Perceval. Que sinceramente, después de hacer eso, Kay tiene suerte de que Gawain no se le tire al cuello por merluzo. Pero como el prota no es Gawain sino Perceval, lo que pasa es que aparece un villano desechable, y el buen mozo le da una manita de leches y se queda con su armadura y sus cosas. Y decide irse a la aventura, porque eso es lo que hace esta gente, supongo.<br /><br />Lo primero que logra es un instructor, un tipo llamado Gornemant, y lo segundo que logra es una churri en forma de la sobrina del mencionado instructor, sobrina que es prontamente secuestrada por una panda de canallas a los que Perceval les da una paliza. Y aquí comienza la colección de gente a la que Perceval va dando de hoxtias para luego enviar a la corte del rey Arturo con un mensajito pasivo agresivo hacia Kay. <br /><br />Después de un tiempo, este chico se acuerda de que tiene madre, y que a la pobre mujer le dio un parraque cuando él se fue de aventuras, así que decide ir a visitarla. Se topa entonces con un pescador, que le invita a su castillo. Este personaje suele ser conocido en casi todas estas leyendas como el Rey Pescador, y no es en este sitio en el único en el que le vais a ver referido. Una vez en el castillo del individuo, y mientras están cenando Perceval ve que, entre plato y plato, se produce una extraña procesión con gente llevando una serie de objetos, a saber: una lanza ensangrentada, un candelabro, un graal o grial, y un plato hecho de plata. Pero, a pesar de que está mosqueadísimo con todo esto, como a Perceval le ha enseñado su instructor que lo mejor es no preguntar por este tipo de cosas, pues se mantiene callado.<br /><br />Paro aquí para explicar el tema del grial, o graal. La palabra original usada por Chrétien es graal/greal, que pertenece al francés antiguo y proviene a su vez de la palabra del provenzal antiguo grazal, que a su vez parte del catalán antiguo, de la palabra gresal. ¿Y qué significa esta palabra? Pues al parecer “una copa o cuenco hecho de tierra, madera o metal”. En pocas palabras, una copa cualquiera. La que aparece en Perceval tiene su importancia, y de hecho Chrétien llegó a explicar (más o menos) qué era lo que tenía de especial, que no es la copa en sí, sino el contenido. En cuanto a cómo el grial común y corriente con contenido especial acabó por convertirse en el Santo Grial, pues… digamos que a la altura del siglo XIII un escritor inglés se inventó la etimología san-graal (supuestamente, santo grial) diciendo que venía de sang real (sangre real), y a partir de allí los demás autores decidieron que aquella mierda les molaba y tiraron con ella. Es como la obsesión de Akechi con las tortitas en el Persona 5: hace un comentario que le jode la vida al principio del juego, y ya todo el fandom dice que está obsesionado con ellas.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-FCRmMNV4_Xs/YD4v4gc-zLI/AAAAAAAAA2Q/EgFhhxJqTloDWrrWG_6sOQKYSpj0mLhvgCPcBGAYYCw/s300/perceval-300x300.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="300" src="https://1.bp.blogspot.com/-FCRmMNV4_Xs/YD4v4gc-zLI/AAAAAAAAA2Q/EgFhhxJqTloDWrrWG_6sOQKYSpj0mLhvgCPcBGAYYCw/s0/perceval-300x300.jpg" /></a></div>Volviendo al poema una vez hecha esta aclaración sobre el grial de marras, Perceval se va a la cama y a la mañana siguiente emprende de nuevo su viaje. Se encuentra entonces con una doncella que le echa la peta por no preguntarle al Rey Pescador sobre el grial, porque al parecer eso habría curado al rey. Que oye, que quieres que te diga, uno no es adivino y al pobre chaval le han educado como le han educado, que quieres que te diga. De paso, para echar sal a la herida, la moza le dice que su madre ha muerto. Y hala, que a correr.<br /><br />Tras un nuevo combate en el que Perceval gana a un tío y lo envía con el mensajito pasivo agresivo, el rey Arturo decide que bueno, que ya está bien, y se va a buscar al chaval para nombrarle caballero. Cuando se encuentran, Perceval acaba sin saberlo en un duelo con Kay (porque a Chrétien lo de los caballeros que no saben quién es el otro le iba cantidad) y le rompe un brazo, por capullo. Una vez solucionado el embolado, Perceval acepta convertirse en uno de los caballeros del Rey Arturo. Y uno pensaría que el relato acabaría allí, pero no, porque entonces aparece una dama para volver a echarle la peta a Perceval por no preguntarle al Rey Pescador sobre el grial, y luego se dedica a repartirle tareas a los caballeros, porque patata.<br /><br />Y aquí el poema se olvida por completo de Perceval, que solo aparece en un fragmento más adelante para explicar qué cojones tiene el grial de importante. Al parecer, contiene una hostia consagrada que posee un poder milagroso con el que podría sanar al padre del Rey Pescador (que es ahora el que está herido, porque la consistencia aquí brilla por su ausencia). A partir de este punto, al que sigue el poema es a Gawain, que tiene su set de aventuras mientras intenta llegar a un duelo contra un caballero que le ha acusado de asesinar a su señor. Y es aquí donde Chrétien lo dejó, probablemente porque el cuerpo no le daba para más.<br /><br />Como ya he dicho, existen cuatro continuaciones que alargan el poema y relatan distintas historias, a veces completando la historia Perceval, y otras veces siguiendo las aventuras de otros caballeros, como un tal Guerrehet, hermano de Gawain (en principio, es o bien Gareth o Gaheris), o como Caradoc, que aparecía ya en las Tríadas galesas. Pero a) no he tenido acceso a ellas todavía y b) casi me da miedo ver el desbarajuste, teniendo en cuenta lo que he leído de otras fuentes. Así que dejémoslo en pura mención y no vayamos más allá.<br /><br />Chrétien de Troyes es probablemente el autor más influyente de todos los que tuvo la leyenda artúrica antes de la aparición del Ciclo Lancelot-Graal, uno de los puntos de inflexión en la literatura artúrica. Sus personajes estuvieron muy presentes en las historias de otros autores, y sus poemas fueron versionados a un número bastante significativo de idiomas. Cierto es que algunos de ellos perdieron peso con el paso de los siglos, hasta el punto de que han desaparecido de las versiones modernas, o incluso han sido reconvertidos a personajes malvados. Pero no se puede dejar de admitir su importancia cuando, cada vez que alguien habla de los caballeros de la Mesa Redonda, los que salgan a nuestros labios de inmediato sean Gawain y Lancelot. Ahora, el tío sería mucho más tragable si no te diera tanto el machaque con sus discursitos de veinte páginas sobre el amor y su drama gratuito porque patata.<br /><br />Al principio había pensado seguir este artículo hablando del Mabinogion, pero… *mira al contador de palabras de este monstruo* eeeeeeh, creo que podrá esperar a otro artículo en el que pueda rajar a gusto sobre el tema. Si es que lo escribo. Ya veremos. En cualquier caso, ya sabéis, dejad comentarios, dad señales de vida y por favor dadme algo de feedback para saber que lo que me visitan son algo más que bots, graaaaaaaaacias.<p></p><p></p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-79708720287278443742021-02-02T15:06:00.000+01:002021-02-02T15:06:44.166+01:00Deidades Incomprendidas, Capítulo 5: Kali<p>Tras mi mes sabático después de la paliza de los 52 relatos que publiqué el año pasado, hoy voy a intentar retomar mi blog y hacer posts un poco más periódicos. Y para empezar con esta resolución (que no es de año nuevo, precisamente), voy a comenzar retomando los artículos de los dioses denostados. Y para no comenzar con los horrores de los dioses semíticos, que me podrían llenar el blog durante meses, vamos a empezar por una diosa más… “sencilla”. Sí, estoy siendo sardónica. Hoy voy a hablaros de Kali.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ENSOqixQby0/YBlMxec-s-I/AAAAAAAAAzI/V14246pB4mkTw_b2anMykibdxEPJ5RlJQCLcBGAsYHQ/s2048/Kali_by_Raja_Ravi_Varma.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Samhara Kali" border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1472" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-ENSOqixQby0/YBlMxec-s-I/AAAAAAAAAzI/V14246pB4mkTw_b2anMykibdxEPJ5RlJQCLcBGAsYHQ/w288-h400/Kali_by_Raja_Ravi_Varma.jpg" title="Samhara Kali por Raja Ravi Varma" width="288" /></a><br /></div><span><a name='more'></a></span><p>Primera nota antes de comenzar, para que no la liemos. No confundáis a Kali, la diosa, con Kali, el demonio que gobierna sobre la Kali Yuga, el periodo final del ciclo de la historia según los hindúes. De hecho, aunque ambos se transcriben igual en nuestro idioma, los nombres en sánscrito están escritos de manera distinta. En pocas palabras, son nombres homófonos. Kali (la diosa) tiene un segundo nombre, Kalika. A partir de ahora usaré ambos nombres indistintamente, así que no os despistéis.<br /><br />Kalika es la líder de las Mahavidyas, diez diosas tántricas que son a su vez diez aspectos de la trilogía de diosas Parvati, Lakshmi y Saraswathi, que a su vez forman lo que se conoce como Tridevi. Para intentar dar un poco de sentido a esto, porque sé que es confuso de narices, del mismo modo que Shiva, Brahma y Vishnu son uno y tres al mismo tiempo, y se consideran que son las tres caras de una misma entidad además de entidades separadas, lo mismo pasa con Parvati, Lakshmi y Saraswathi, sus respectivas esposas. Y como ya hemos dicho, estas tres diosas como una sola entidad tienen diez aspectos que tienen los poderes de dicha entidad. Estos diez aspectos son la ya mencionada Kali, Tari, Shodashi (o Tripura Sundari), Bhuvaneshvari, Bhairavi, Chhinnamasta, Dhumavati, Bagalamukhi, Matangi y Kamala (o Kamalatmika). Pero de estas diez diosas aspectos de la deidad femenina más importante de todo el maldito panteón, la única que ha sido demonizada es Kali.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-s-pUcRA1h04/YBlXcppby1I/AAAAAAAAAz0/WqVKPMK1GhkyfQoB9wOaLNLp8ci7cIA8gCPcBGAYYCw/s1920/1920px-Ashta-Matrika.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Ambika liderando a las Matrikas" border="0" data-original-height="1135" data-original-width="1920" height="189" src="https://1.bp.blogspot.com/-s-pUcRA1h04/YBlXcppby1I/AAAAAAAAAz0/WqVKPMK1GhkyfQoB9wOaLNLp8ci7cIA8gCPcBGAYYCw/w320-h189/1920px-Ashta-Matrika.jpg" title="Ambika liderando a las Matrikas en la batalla contra Raktabija" width="320" /></a></div><p>Es cierto que el aspecto de Kali es… bueno, no es el que uno se esperaría de alguien amable y bondadoso. La piel negra como una noche sin estrellas es probablemente lo de menos (generalmente se la pinta de azul, no muy diferente de la piel de Rama a.k.a. el último avatar de Vishnu hasta la fecha), y lo mismo podría decirse de los dientes afilados y la larga lengua roja colgando de la boca abierta. Lo que empieza a mosquearte es que vaya vestida con pieles de tigre, el collar de calaveras contrastando con el de flores rojas, y el cinturón adornado con huesos y manos de esqueleto. Los cuatro brazos son ennervantes, sin duda, pero seguro que nos preocuparía a todos mucho más el cuchillo que lleva en una mano y la cabeza cortada de un demonio que lleva en otra. Seamos sinceros, yo veo algo así y lo siguiente que hago es darme la vuelta y salir por patas.<br /><br />El aspecto terrible se debe probablemente a varias cosas. Por un lado, está el hecho de que es la diosa de la destrucción… entre otras cosas. En concreto, Kalika es la diosa del tiempo, de la creación, de la destrucción y del poder. Además, se la suele asociar más con Parvati que con las otras dos diosas, y por tanto se considera que su consorte es Shiva. Su nombre es de hecho la forma femenina de la palabra “tiempo” en sánscrito, y viene a representar el tiempo como el “aspecto cambiante de la naturaleza que trae la vida y la muerte a las cosas”. Es creadora y destructora, pero desde el punto de vista de que el tiempo lleva a la creación y a la destrucción de las cosas. Para los hindúes, es una representación de la Madre Naturaleza, el ciclo eterno de la vida y la muerte, etc. En pocas palabras, es una diosa benevolente, como podría esperarse de uno de los aspectos de Parvati.<br /><br />Una muestra de su naturaleza como diosa del tiempo es la leyenda de la destrucción de Raktabija. Este individuo de sencillo (es un decir) nombre era un asura que junto con otros dos de sus colegas, Shumbha y Nishumba. Por el bien de la gente que me lee, aclararé que los asura son espíritus de la natura el confrontación con los devas, los dioses hindúes. Volviendo a Raktabija y sus dos colegas, estos se enfrentaron en combate contra Ambika (un aspecto de la Tridevi, porque si los egipcios eran complicados, estos no iban a ser menos) y las Matrikas, sus asistentes. Ambika y compañía se dieron cuenta en un momento dado de que la habían cagado enfrentándose a este tipo porque cada gota de sangre que se derramaba de su cuerpo producía un clon. Ambika decide que la mejor solución es invocar a Kali, que surge de su frente con su aspecto tremendamente fiero, se planta delante del capullo este y sus clones y… los consume. No, no es que se los coma, es que básicamente les roba la vida, a él y a todos sus clones. Rápido y efectivo, y adiós asura tocapelotas.<br /><br />Lo más divertido de todo esto es que el aspecto tan fiero con el que se suele representar a Kali es… bueno, no tan fiero una vez te lo explican. Para empezar, está el tema de su piel negra (o azul). Al parecer esto es una representación de que es transcendente y más allá de las cualidades de la naturaleza (que es un ente divino, así en corto). La cabeza cortada que lleva en una de las manos y el cuchillo en la otra representan el deseo de cortar el lazo entre la persona y la ignorancia. Los dientes afilados cerrándose sobre la lengua roja representan cualidad sattva (la bondad, la harmonía, la pureza, la creatividad y demás cosas bonitas) triunfando sobre la rajas (la pasión y la actividad, vista como una característica que no es buena ni mala, pero sí egoista). La lengua en si misma tiene su propia interpretación, y la más aceptada es que se trata de una muestra de que Kali está avergonzada. Esto es porque normalmente a Kali se la representa pisándole el pecho a su marido, Shiva, que está inmóvil en el suelo. Generalmente en esas representaciones Shiva está consciente, calmado y a veces incluso sonriendo beatíficamente.</p><p><a href="https://1.bp.blogspot.com/-mW9LDWJCumg/YBlXcrLc9oI/AAAAAAAAAzs/gmdOeIzIWM0K3u2jUnDRthoKMRCfZqUFgCPcBGAYYCw/s2048/Goddess_Kali_dancing_on_Shiva..jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-mW9LDWJCumg/YBlXcrLc9oI/AAAAAAAAAzs/gmdOeIzIWM0K3u2jUnDRthoKMRCfZqUFgCPcBGAYYCw/s2048/Goddess_Kali_dancing_on_Shiva..jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="Dakshina Kali" border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1629" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-mW9LDWJCumg/YBlXcrLc9oI/AAAAAAAAAzs/gmdOeIzIWM0K3u2jUnDRthoKMRCfZqUFgCPcBGAYYCw/w255-h320/Goddess_Kali_dancing_on_Shiva..jpg" title="Dakshina Kali" width="255" /></a>“Espera, ¿le está pisando el pecho a su marido y este está contento? WTF, Yuko, ¡requerimos explicación!” Y explicación tendréis. Cuenta la leyenda que Kali perdió el control de sus actos en medio de la batalla, hasta el punto de poner en peligro el universo. Viendo el percal, para calmarla, Shiva se tumbó en el suelo y dejó que Kali le pisara. Que me imagino su primera reacción de “¿qué cojones acabo de pisar?” seguida del ataque de histeria cuando se diera cuenta de que al que acaba de plantarle todo el pie en el esternón era a su propio marido. Y para ser sinceros, es un nivel algo más digno que emborracharse con cerveza roja porque parece sangre (*mirada MUY fija hacia Sekhmet*)<br /><br />“¡Pero el collar de cráneos y el cinturón de manos seguro que son una representación de su salvajismo!” Pues no. Los cráneos son al parecer una representación del Aum, el sonido primordial del que surge toda la creación. Al parecer, el número de cráneos es exactamente cincuenta, el mismo que letras tiene el alfabeto sánscrito. Los brazos por su parte representan el karma de aquellos que la siguen, y que ella ha decidido cargar en su nombre. ¿Que por qué decidieron que era una buena idea? Pues no lo sé, sinceramente, las alegorías religiosas suelen ser confusas y basadas más en una imaginería de otros tiempos y muy atadas con la correspondiente cultura, y yo no estoy tan metida en la cultura hindú como para ponerme a deciros de dónde se han sacado esto. ¿O tengo que ponerme a mencionar ahora todos los significados que tenía la cruz gamada antes de que Hitler y sus capullos decidieran que se la iban a quedar? Ya escribí un artículo sobre ese tema hace años.<br /><br />Volviendo a lo que nos ocupa, ¿por qué, si Kali es una diosa relativamente maja aunque peleona, la hemos convertido en la mala de la religión hindú? Pues en esto nos tenemos que dirigir a los tiempos de la Compañía de las Indias Orientales y su mano de acero sobre la India. Y tendré que hablaros de los thug. Y no, no es la palabra inglesa. Es más, tengo la sensación de que los ingleses se apropiaron de esta palabra y la usaron a posteriori. Teniendo en cuenta lo que representaba originalmente, su traducción actual puede que no esté demasiado alejada de la realidad, aunque hay que recordar que la India estuvo en manos del Reino Unido hasta la Segunda Guerra Mundial. Y no hablaré más de eso o vais a tener que agarrarme entre cuatro.</p><p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Gf0BWvzKIag/YBlXcYDzdvI/AAAAAAAAAzo/C8oLJ1AJ4JUNI7Z4xZOs7ntUhLlRY5mpQCPcBGAYYCw/s400/Group_of_Thugs.gif" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Thugs" border="0" data-original-height="185" data-original-width="400" height="148" src="https://1.bp.blogspot.com/-Gf0BWvzKIag/YBlXcYDzdvI/AAAAAAAAAzo/C8oLJ1AJ4JUNI7Z4xZOs7ntUhLlRY5mpQCPcBGAYYCw/w320-h148/Group_of_Thugs.gif" title="Thugs" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Grupo de Thugs, foto de 1894</i></span><br /></td></tr></tbody></table>¿Y quienes eran los thug? Pues, reduciéndolo mucho, bandidos. Alargándolo un poco más, eran grupos organizados de criminales que se movían por la India y asaltaban a los pobres infelices que viajaban entre las ciudades. Su método era, al parecer, hacerse pasar por viajeros o mercaderes, ganándose la confianza de su víctima para luego asesinarla, por lo general estrangulándola o asfixiándola, aunque también eran conocidos por llevar cuchillos y demás cosas que se pueden esperar de individuos de este cariz. Una vez empiezas a meterte en el tema, no son muy distintos de los bandoleros de Sierra Morena, o de gentuza como Pablo Santos. La primera noticia de los thugs como una banda de criminales y no como ladrones sueltos aparece en 1356. Para que no andéis muy perdidos, esto es durante el sultanato de Delhi, antes del Imperio Muhgal y mucho, mucho antes de que aparecieran por allí los ingleses a tocar los baudios.<br /><br />En estas bandas organizadas había de todo: musulmanes, hindúes, rajputs, lodhis, ahirs… Ya sabéis, allí donde haya humanos, habrá un ladrón. Y no era poco habitual que estos ladrones hicieran uso de nombres distintos según lo necesitaran, o incluso que se hicieran pasar por miembros de la otra religión para despistar al personal, incluso si se daba el caso de que miembros de distintas religiones en una misma banda ni siquiera comiesen juntos. También usaban tácticas dignas de una guerrilla. Nunca atacaban cerca de donde vivían, no se metían con grupos que fuera más fuertes o numerosos que ellos, y en general se guardaban muy mucho de verter sangre porque en el sultanato de Delhi y en el Imperio Mughal los crímenes con derramamiento de sangre se castigaban con la muerte, pero los estrangulamientos y similares no. No preguntéis, lo de los códigos penales en tiempos antiguos no es mi especialidad.<br /><br /><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-oGyF82q20UU/YBlXcxLNjRI/AAAAAAAAAzw/eUB3eAyKkZoW3LvBQJlxb8LqX3NGKxVIACPcBGAYYCw/s250/William-Henry-Sleeman.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="William Henry Sleeman" border="0" data-original-height="250" data-original-width="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-oGyF82q20UU/YBlXcxLNjRI/AAAAAAAAAzw/eUB3eAyKkZoW3LvBQJlxb8LqX3NGKxVIACPcBGAYYCw/s16000/William-Henry-Sleeman.jpg" title="William Henry Sleeman" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>William Henry Sleeman, a.k.a. el que la lió parda.</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Los ingleses se toparon de cara con este problema, pero no le pusieron freno hasta 1836, cuando Lord William Bentinck, Gobernador General de la India, y William Henry Sleeman, su capitán en jefe, decidieron que hasta ahí habían llegado, y comenzaron una campaña contra los thugs. Sleeman, en concreto, realizó una serie de operaciones con técnicas de espionaje e inteligencia que no se verían en el resto del mundo hasta mucho después. Sleeman capturó a un enorme número de thugs y los llevó a juicio, y este es un curioso caso en el que los jueces, en contra de lo que suele ser habitual en relatos de esta época, se esforzaron mucho en ser justos y en no condenar a los inocentes. Pero cuando las pruebas en tu contra se acumulan y son sangrantes, pues estás jodido.<br /><br />Y diréis que hasta ahora esto no tiene nada que ver con Kali y veréis… tenéis razón. Esta gente no tenía nada que ver con Kali, más allá de que algunos bandidos eran hindúes con lo que esto conllevaba. Pero con lo que no contabais era con THE SPANISH INQUI… esto, con la capacidad de los ingleses de demonizar al contrario.<br /><br />El caso es que los encantadores ingleses dicen que cuando Sleeman interrogó a los musulmanes, algunos de estos individuos mencionaban a una tal Bhowanee. Al parecer esto era como los ingleses pensaban que se escribía Bhavani, una devi o diosa hindú que es… (*mira la ficha*) un aspecto de la Tridevi (*se echa a llorar*). Al parecer, y siempre según estos textos, los musulmanes habían sincretizado a Bhavani como o un espíritu a las órdenes de Alá, o como una de las hijas de Mahoma, Fátima. Que es posible, oiga, cosas más raras he visto. Pero el patinazo llega cuando hablan de que es Bhavani la que había matado a Raktabija, el asura de la leyenda que he mencionado antes. ¿Y por qué es un patinazo? Bueno, os quedará claro cuando os diga cual es el nombre que Bhavani recibe cuando se enfrenta a los ashura: Ambika.<br /><br />Los putos dioses hindúes y sus putas transformaciones, me cagüen sus putos muer… Ejem.<br /><br />De Bhavani, los ingleses saltaron a Kali, que era la que realmente había matado al ashura de las narices, y comenzaron a montarse unas historias dignas de novelas, según las cuales los thug se unían en clanes thugee (thugee = cometer actos de thug), que estos llevaban existiendo desde mediados del siglo XVII, y que se habían formado por una banda de musulmanes que habían cometido un crimen y habían tenido que huir de Delhi y se habían juntado con otra gente y habían aprendido a perpetrar sus horribles crímenes gracias a las lecciones de Kali. Que decían que habían nacido del sudor de Kali cuando había derrotado a Raktabija y no sé qué mierdas más. La historia sobre los musulmanes siendo el inicio de estas bandas de bandidos había salido de la mente de un tal Donald Friell McLeod, sin más pruebas ni referencias que se pudieran encontrar sobre semejante patraña, y lo demás había corrido de parte de otros historiadores británicos.<br /><br />Y era todo, absolutamente todo, una burda mentira. Un cuento para no dormir. Los cuentos de hadas tienen más credibilidad que esto.<br /><br />Sleeman, para empezar, consideraba que la religión hindú era maligna, y estaba seguro de que gente de entre los brahmin (la casta más alta entre los hindúes) les pasaban información a los thug, lo cual tiene sentido cero porque además lo que hacían entra en la definición de adharma tan bien que el Kali al que deberíamos referirnos es al asura capullo del que hablé la vez anterior. Pero es que además, de acuerdo con Cynthia Ann Humes, profesora de estudios religiosos en la Universidad Claremont McKenna, la mayoría de los testimonios de los musulmanes hacían más hincapié en el sino, tal y como lo entienden los islamistas, que en un posible culto a Bhavani. Y la mayoría de los expertos están de acuerdo en que todo este montaje se debía al miedo a lo desconocido que sentían los ingleses hacia la religión y cultura de la gente de la India. Que, por otro lado, no es que me extrañe, porque no es la primera vez que lo hacen, y no será la última. Algunos señalan, incluso, que el aumento de las bandas de thugs en aquella época, lo que llevó a su persecución, era la disolución de los ejércitos de los gobernantes de la India a medida que los ingleses se iban haciendo con el poder. Hablad de un precioso efecto dominó.</p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-NjFcehCiWZo/YBlXdALf7GI/AAAAAAAAAz0/fv7jeDwjwZEn5nCRvycH3cL8d-ouwbKiACPcBGAYYCw/s462/kalilockwood.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="462" data-original-width="349" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-NjFcehCiWZo/YBlXdALf7GI/AAAAAAAAAz0/fv7jeDwjwZEn5nCRvycH3cL8d-ouwbKiACPcBGAYYCw/s320/kalilockwood.jpeg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;"><i>Podéis adquirir un ejemplar de esta maravilla de ilustración de Kali <a href="https://www.toddlockwood.com/kaliprakriti" rel="nofollow" target="_blank">en la tienda de Todd Lockwood</a>. Por favor compradle cosas. Todas las cosas.</i></span><br /></td></tr></tbody></table><br />Pero claro, cuando una persona tiene que elegir entre la imaginación y lo que digan los expertos, creedme que elegirá la imaginación. Y no al estilo de Todd Lockwood, que tiene una ilustración de la diosa Kali que es una auténtica maravilla y detallada a más no poder, sino más bien al estilo Indiana Jones y el Templo Perdido, donde los malos son unos thugs que sacrifican a gente a “Kali” arrancándoles el corazón con la mano al grito de “Kali ma” (que es el nombre que los hindúes usaban para hablar de Kali como Madre Naturaleza *facepalm*). Y ponte tú a corregir décadas y décadas de creencias basadas en mentiras de los dichosos ingleses. Si me pongo a hablar de los cabreos que me pillo ahora cada vez que alguien menciona al Rey Arturo en un documental…<br /><br />Así que chicos, cuando os hablen de Kali, olvidad las zarandajas paranoicas de los cejijuntos británicos y ved a Kali como se la debe ver: completamente abochornada después de haberle pisado el esternón a su marido que se había puesto allí a posta y que la estaba sonriendo como si le fuera el BDSM. Y con esto, terminamos este capítulo sobre deidades incomprendidas, a la espera del siguiente que se me ocurra. Hasta entonces, muchos abrazos, y dejad un comentario, por Eilistraee, que me siento mu’ sola si no decís nada.<br /></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-38985663724873781082020-12-27T12:06:00.000+01:002020-12-27T12:06:23.323+01:0052 Retos de escritura (y LII): Fin de fiesta<p><i>Reto #52: Última semana del año. Haz un relato en el que se intercale una cuenta atrás desde diez.</i></p><p><b> </b></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>FIN DE FIESTA</b></span></p><p> </p><p><b>10</b></p><p><b> </b><br />Para Orsino, el fin de año se reducía a ver las campanadas en la televisión después de cenar. Era un día normal, salvo por el hecho de que no trabajaba. Al menos, había sido así durante los últimos años, y no había esperado que cambiara nada. Pero ahí estaba en el aeropuerto. Esperando, nervioso como un colegial, a que las pantallas anunciaran su vuelo. El que le llevaría de vuelta a su ciudad natal después de tanto tiempo.</p><p>No podía negar que tenía miedo. Incluso con las aseveraciones de la Reina Blanca, y sabía que Eli no iba a mentir con respecto a la seguridad de sus “súbditos”, todavía recordaba lo peligroso que era el viajar allí. La persona que había causado todo, aquel… ente mítico que le había dejado cargar con las culpas de algo que no había cometido, seguía todavía desaparecido. Si no lograban encontrarle, lo más seguro era que volvería a estar en el punto de mira de la mafia. Pero por un momento, aquel día, quería vivir del sueño que le estaban regalando. En unas pocas horas estaría de vuelta en Trieste, en su hogar, y después de tantos años podría volver a comer con sus padres, pedirles perdón y contarles todo lo que había ocurrido hasta entonces. No tenía esperanzas de que aquello pasara con el resto de la que había sido su familia, por supuesto… Pero era suficiente para él. Era algo que pensaba que no volvería a tener jamás.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>Por un momento, se sintió culpable. ¿Estaba bien marcharse durante unos cuantos días? Era cierto que no había problemas en el trabajo, sus vacaciones habían sido aceptadas a fin de cuentas, y al jefe era mejor no darle ni los buenos días si era posible evitarlo. Pero la Corte Blanca era otra cosa. César le había asegurado que no habría problemas, y le había dicho que se las habían arreglado sin él durante años antes de que llegara, un par de días que estuviera fueran no se iban a convertir en una batalla campal. Sabía que era cierto, y también que las posibilidades de que ocurriera algo no eran tan grandes. Pero una parte de él se sentía culpable de abandonar a aquella gente que había hecho tanto por él, solo porque necesitaban “una persona más” para algunos asuntos.</p><p>No sabía siquiera como empezar a pagar la posibilidad que le estaban dando.</p><p>Pero estaba bien. Encontraría la forma. Tenía todo un año por delante para empezar a buscarla, y muchos más para saldar esa deuda.</p><p>Delante de él, el monitor cambió, anunciando la hora de salida de su vuelo y la puerta de embarque. Con una sonrisa en los labios que hacía tan solo unos meses no habría creído que pudiera trazar, se dirigió hacia el punto que indicaba el monitor.</p><p>Y esa noche, después de todo lo que había pasado, estaría de nuevo con su familia celebrando un nuevo año. <br /></p>
<p></p><br /><hr /><b><br /></b><p><b>9</b></p><p><b> </b><br />Aquella no sería una noche alegre. No podía ser una noche alegre. Nochebuena tampoco lo había sido, y Olga estaba segura de que pasaría mucho tiempo antes de que pudiera haber sonrisas en su familia.<br />Tal vez sería mejor no ir. Decían que compartir las penas las reducía, pero aquel festival de lamentaciones y autoflagelamiento no iba con ella. Qué hemos hecho mal, aquella pregunta terrible, solo tenía una respuesta, pero era una que ninguno de ellos podía aceptar. Ni siquiera ella.</p><p>Nada. No habían hecho nada mal.</p><p>¿Cuántas advertencias le habían hecho? ¿Cuánto habían hablado con ella? Habían hecho todo lo posible por comunicarse, por ayudarla, porque siguiera un buen camino. Pero su niña, la niña de todos, se había encontrado con algo que no podían haber previsto, algo que solo podía ser mortal. Se lo había ocultado, porque era lo que los adolescentes hacían, a fin de cuentas. Eran temerarios y pensaban que no les podía pasar nada malo, y en la mayoría de los casos así era, pero el mundo estaba lleno de peligros y tarde o temprano uno de ellos se encontraba con algo con lo que no debería haberse encontrado. Eso fue lo que le pasó a su niña. Se encontró con algo que no debería haber estado allí. ¿Y a quién podía condenar, más que a ese, de lo que había ocurrido?</p><p>Ese pensamiento lógico no aliviaba en forma alguna la culpabilidad.</p><p>Es fácil juzgar a toro pasado tocas aquellas acciones que deberían haber tomado, todas las señales que indicaban el problema. Pero solo un genio de la observación habría podido detener aquello a tiempo. Y sin embargo, su mente no puede dejar de darle vueltas. Y sabe que todos ellos se sienten culpables y desean que ella vuelva, pero del mismo modo que es imposible detener esa sensación de culpa, tampoco es posible que su niña vuelva de entre los muertos.</p><p>El único consuelo que le queda a ella es que ahora su alma es libre, que la razón por la que está muerta ha sido destruida, y que su niña puso en marcha su propia venganza. Sí, es su único consuelo y la verdad es que es más bien pequeño.</p><p>Definitivamente no quiere ir a casa de nadie a celebrar un comienzo nuevo cuando ninguno de ellos es capaz de hacer eso: comenzar de nuevo.</p><p>¿Cuánto puede durar un duelo? ¿Cuántos meses, años…? No, era mejor no pensar en ello. Por todo lo que sabía, ese dolor seguiría allí durante el resto de sus vidas. Lo único que podían hacer era intentar evitar que se comiera el resto de sus vidas. Pero en aquel momento, con la herida todavía fresca, todavía cerrándose, no habría más que dolor, y ella tenía suficiente con el suyo como para cargar con el de los demás.</p><p>Solo necesitaba hacer una llamada, se dijo. Pulsar el número de teléfono, dar una excusa y no presentarse a la cena de funeral que habría aquella noche. ¿Qué más daría? Podía simplemente cenar lo habitual y tomarse las uvas, o lo que le apeteciera, viendo la televisión y luego irse a la cama pronto. Sería lo mejor.</p><p>El teléfono sonó, sobresaltándola. Era la mujer de su sobrino, la madre de su niña. Ni siquiera mencionó su nombre, pero por su voz solo podía ser ella.</p><p>—Como no vengas a la cena, juro que iré a tu casa y te sacaré a rastras, ¿me oyes?</p><p>Una sonrisa triste asomó a los labios de Olga. Ah, así que de ahí venía la magia de su niña.</p><p>—Iré, no te preocupes.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p><b>8</b></p><p><b> </b><br />La casa estaba, como siempre, impoluta.</p><p>—Gran trabajo.</p><p>El trasgu hinchó su pecho.</p><p>—No ha sido nada.</p><p>—Por supuesto que ha sido algo. Está reluciente. Un buen trabajo debe ser felicitado.</p><p>Su bebé, que ya no era ni de lejos un bebé, pero seguiría siéndolo para él por siempre, sonrió de oreja a oreja. Era cierto que para un trasgu, aquello no era nada. Él vivía en aquella casa con su bebé y el padre de su bebé, y lo mínimo que podía hacer era ayudar. Esto era lo que hacían todos los trasgus con la gente que se llevaba bien con ellos. Pero el hecho de ser felicitado y apreciado era muy, muy agradable. Por eso era feliz viviendo con aquella familia.</p><p>Y hablando de familia…</p><p>—¿Cuándo van a venir?</p><p>—Supongo que estarán aquí alrededor de las ocho y media.</p><p>—¿Y no tendríamos que empezar a cocinar ya?</p><p>—Ah, todavía es pronto. Comenzaremos dentro de un par de horas. Afortunadamente, no es que preparemos nada excesivo, ¿verdad?</p><p>Bueno, no sabía si las “colas de langostas” no eran excesivas, pero en general era lo que tenía aspecto de tardar más. Los demás platos eran relativamente sencillos y rápidos de preparar, así que suponía que sí, tenían algo de tiempo de asueto antes de que los tres se pusieran a prepararlo todo.</p><p>—Va a ser bonito verlos de nuevo. A los demás niños.</p><p>—¿A mis hermanos? ¿Pero no los viste a todos y a sus hijos en Navidad? Hablas como si hiciera siglos que no los ves.</p><p>—Han sido muchos años, bebé. ¿No puedo alegrarme de verlos?</p><p>—Claro que puedes alegrarte.</p><p>Los dos se quedaron mirando la pantalla del ordenador, donde varias figuras animadas llevaban a cabo una pelea. Después de tantos años malviviendo en las calles, el trasgu estaba fascinado por lo mucho que había cambiado la tecnología humana. Pero al mismo tiempo estaba encantado por ello. Le recordaba que estaba en un lugar donde podía presenciar estas cosas maravillosas.</p><p>Un sitio al que llamar hogar.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p><b>7</b></p><p><b> </b><br />Siete horas para la media noche.</p><p>Estaba tendido sobre un círculo mágico. Había olvidado cuanto tiempo llevaba allí. Estaba agotado física y mentalmente como nunca lo había estado antes, ni siquiera antes de comenzar a buscar formas para alargar su vida. Una parte de él sabía que debía esperar. Había logrado escapar en la última ocasión por muy poco, y si le volvían a encontrar no podría detenerles. No en su estado actual. Lo que fuera que había hecho el mago que había encontrado César era demasiado bueno. No era simplemente que el amuleto hubiera perdido todo su poder, incluso él había sufrido el efecto de aquella anulación. Lo que había estado haciendo hoy no era sino un apaño. Un parche hasta que pudiera repetir el ritual. Ese no era desde luego un día propicio para hacer nada.</p><p>Una parte de él se preguntaba por qué estaba haciendo todo esto. Sí, era cierto que quería ser inmortal, y para eso necesitaba poder, pero en aquellos momentos tenía que pensar en todo el trabajo que había hecho, y los resultados actuales. Que visto lo visto, no eran los mejores. Era extraño tener este tipo de pensamientos. Nunca antes se había planteado algo semejante. Tal vez era el cansancio, se dijo. Sí, debía ser eso. Nunca antes había dudado de sus pasos, de lo que debía hacer. ¿Por qué lo iba a hacer ahora?</p><p>Miró el techo sobre su cabeza. Tal vez debería marcharse de la ciudad. Estaba claro que sus oportunidades de conseguir recuperar su talismán se habían reducido a prácticamente la nada. El odio que sentían hacia él los Reyes de ambas Cortes era peligroso, y aunque le hubiera gustado vengarse de todo lo que se le había hecho hasta entonces, no podía hacer nada contra ellos. No así. Tenía que conseguir más poder. Todo el poder que pudiera.</p><p>Pero ahora sentía como si esa búsqueda de poder fuera vacía.</p><p>Le costaba recordar por qué había comenzado a buscar el poder y la inmortalidad. Algo dentro de él sabía que había un motivo para todo ello, pero en algún punto del camino, aquella excusa simplemente había desaparecido, y solo le había quedado el simple deseo del poder por el poder. La inmortalidad no era sino una especie de objetivo secundario, de forma para alcanzar su meta de tener todo el poder. Y seguía deseando ese poder, sin lugar a dudas, pero una pequeña parte de él, una que creía desaparecida, ahora le preguntaba si lo que estaba haciendo de verdad valía todos los sacrificios.</p><p>Vasily solo pudo sentir furia hacia sí mismo por pensar en algo tan absurdo como eso. Así que decidió dirigirla a algo más positivo, al menos para él: todos los que habían causado su caída.</p><p>La Reina Blanca y el Rey Negro de Magerit. Y también a ese paladín capullo que era la pareja de la Reina Blanca. Podía añadir a la lista a aquella duendecilla descerebrada, al duende conspiranoico y a la guardiana blanca. Debía encontrar la forma de vengarse de ellos, decidió. Sí, era una gran meta, decidió.</p><p>Claro que eso tendría que esperar a que pasara aquella noche.</p><p>Con dificultad, se puso de pie y lanzó una mirada al dibujo en el suelo. Pasaría las siguientes horas revisando el círculo y preparando el ritual.</p><p>No era un buen día para hacer magia, no tenía ningún significado especial ni tenía una fase lunar o una conjunción astral importante. Pero no necesitaba demasiado para llevarlo a cabo. Y, ¿quién sabía? Tal vez aquella noche era buena para un nuevo comienzo.</p><p>Siempre que el círculo no tuviera ni un solo error.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p><b>6</b></p><p><br />—Odio estos días.</p><p>—Alégrate de que no somos municipales.</p><p>—¿Debo alegrarme de que, cuando salga a la calle, sea porque algún gilipollas ha matado a alguien y no para poner orden en ese caos de la Puerta del Sol?</p><p>—Qué quieres que te diga, después de todos estos años aprecio el silencio de los muertos.</p><p>La tarde estaba siendo tranquila, pero eso era la calma antes de la tempestad. Todos sabían que, en tan solo un par de horas, habría zafarrancho en todos los cuerpos de policía. Nochevieja era de las peores noches del año, si no la peor. Con toda la gente yendo de un lado para otro para ir a cenar, los que estarían en la Puerta del Sol, y los que saldrían de fiesta, con los consiguientes accidentes de tráfico porque algún merluzo había bebido de más y había decidido que era buena idea coger el coche, el trabajo iba a ser de todo menos escaso. Incluso para la sección de homicidios y desaparecidos.</p><p>No es que este fuera el primer doble turno de David. Qué demonios, toda su vida en el cuerpo había consistido en dobles turnos. Pero había algo especial en esas noches. La gente de por sí ya era temeraria y desconocedora de las consecuencias de sus actos, pero aquellas noches parecían estar pensadas para que incluso los más sensatos se olvidaran de la seguridad. Y los que tenían que encargarse de ello eran los policías. Bueno, dependiendo del asunto, por supuesto. Casi temía el momento en el que sonara el teléfono. ¿Sería antes o después de las campanadas?</p><p>Se estaba volviendo demasiado viejo para esto. ¿Tal vez era un buen momento para pedir un traslado? Tal vez debería salir de Madrid e irse a… No, no debía pensar en eso ahora. Tenía que estar preparado para cuando ocurriera algo. Porque iba a ocurrir.</p><p>Miriam, a diferencia de él, parecía calmada. Ella llevaba bastante menos que él en el cuerpo, así que todavía quedaba antes de que decidiera ella también que quería largarse de allí. Ocurriría. Ninguno de ellos se quedaba demasiado tiempo en el puesto. Era la vida del policía. No, sería más sensato decir que era la vida del funcionario público. Por un momento se preguntó si ella sería la que tuviera que… ocuparse de esos asuntos. Los que le mezclaban con gente rara y le hacían ver cosas que nadie en su sano juicio se creería. Cosas que los demás olvidaban tan pronto como las veían.</p><p>Sospechaba que sí. Tal vez debería hablarle de… ellos. De Alex y su gente.</p><p>Sacudió la cabeza. No hoy. Eso no eran cosas que se debieran discutir en un día como aquel. Debía dejar de pensar en esas cosas mientras estaba en el trabajo, o se despistaría y habría problemas.</p><p>Esas cosas era mejor dejarlas como un propósito de año nuevo.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p><b>5</b></p><p><br />Óscar comenzó a prepararse para ir a casa de sus padres para la cena familiar. En las anteriores ocasiones no había coincidido con sus hermanos, pero hoy estarían todos allí, y tocaría, una vez más, hablarles a todos de lo que le había pasado ese año, porque preguntarían.</p><p>No todo había sido terrible, aunque podía decir que le habían pasado cosas que no se las desearía ni a su peor enemigo. Si pudiera, ni siquiera hablaría de ellas. Aunque no todo había sido horrendo, claro. Había conseguido, tras pedir un préstamo al banco y sacrificar todos sus ahorros, convertirse en el dueño de la fábrica de cerveza en la que trabajaba. Había sido un proceso largo y delicado, y era probable que todavía tuviera ramificaciones, porque su jefe no podía contar como “muerto”. Pero al menos había podido rehacer su vida e incluso tener algo más de éxito del que había pensado que tendría. Ser jefe desde luego no era lo mismo que encargarse de la cerveza, pero aquel era un negocio pequeño, a fin de cuentas, y se encontró con que los clientes, lejos de marcharse, estaban contentos con el cambio.</p><p>Así que lo comido por lo servido, suponía.</p><p>No sabía qué esperar del año que venía, salvo por una cosa: iba a ser mucho más loco que el anterior. Uno no podía trabar amistad con un hombre lobo lituano y esperar que su vida fuera a ser normal nunca más. Pero estaba bien, podía con ello. Mientras no volvieran a intentar usarle de sacrificio para conseguir poder de algún dios oscuro, podía aguantar lo que le echaran.</p><p>Con un último suspiro, cogió sus cosas y la enorme caja de botellas de cerveza artesanal, y salió de su casa. Para la cena con su familia y la posterior celebración con el lituano loco al que ahora llamaba amigo.</p><p>Cuando decían que desearle a alguien tiempos interesantes era una maldición…</p>
<p></p><br /><hr /><b><br /></b><p><b>4</b></p><p><br />La cocina era un núcleo de actividad frenética, mientras Raquel y su madre acababan de preparar la cena. Su padre, mientras tanto, estaba poniendo la mesa.</p><p>Las cena de Nochevieja no era tan grande como la de Nochebuena, que ya de por sí tampoco era lo que se dice una fiesta salvaje. No para ellos, al menos. Su madre suponía que habría más comensales cuando “esos dos” se decidieran de una maldita vez a dar el paso, irse a vivir juntos y tener niños. Su madre hablaba de casarse, por supuesto, pero eso solo era una forma de hablar. No eran necesarias ceremonias para considerar que aquellos dos estaban casados. Lo de los niños llegaría con el tiempo, suponía. Y entonces no serían cinco, sino seis o siete, y aquello sería un caos.</p><p>Raquel no entendía la necesidad de ser muchos. ¿No era especial, incluso si eran solo ellos tres? A fin de cuentas, tanto ella como su hermano hacía tiempo ya que se habían independizado y que vivían su vida por su cuenta. Visitaban de vez en cuando, por supuesto, sobre todo en los fines de semana, pero no eran todos, y desde luego no se quedaban a cenar. Quería disfrutar de estas cenas cuando solo eran unos pocos y no había que volverse loco intentando que todo el mundo cupiera en un sitio que no estaba pensado para tanta gente.</p><p>Pero mejor era no pensar en eso o se le quemarían los champiñones. ¿Quién iba a decir que incluso siendo tres personas, la cena iba a ser tan complicada? Menos mal que todo el mundo ponía su granito de arena, y que todo estaría listo en breve, y podrían tener una larga cena en paz, y el rato antes de las uvas viendo la televisión.</p><p>¿Tradiciones? ¿Quién necesitaba tradiciones cuando se estaba con la gente a la que querías? Importaban tanto como los números: más bien poco.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p><b>3</b></p><p><br />Hubo una pausa al servir el primer plato, como si todo el mundo estuviera esperando a que alguien dijera algo que mereciera que le tiraran la sopa encima. Pero aquella tensión se desvaneció de inmediato, dejando al único comensal que no había estado “esperando” en un ligero estado de confusión.</p><p>No es que Alex se lo pudiera echar en cara. El nuevo novio de Nati no sabía lo que había pasado hacía una semana. Y tampoco era necesario contárselo, la verdad. Al menos no de momento. Ahora que eran libres de aquel grupo de sanguijuelas, podían tomarse las cosas con calma y disfrutar de una reunión apacible. Las cosas estaban cambiando en su familia a una velocidad inesperada, y la verdad es que estaba contenta con los cambios. Era cierto que había tenido que empujar a su padre para ayudar en la cocina, pero había estado receptivo. Así que estaba contenta.</p><p>—¿Qué pasa con tu amigo, Ale? ¿Va a venir hoy?</p><p>—Ah, no, tenía cosas que hacer con su gente.</p><p>—¿Sorin tiene gente?— preguntó su hermano.</p><p>—Por supuesto que tiene gente. Lo que pasa es que no siguen nuestras tradiciones habituales. Pero es año nuevo también para ellos, ¿sabes?</p><p>Rodri pareció contento con la explicación.</p><p>—¿Sorin es tu novio?— preguntó el novio de Nati.</p><p>—No, es un amigo.</p><p>Ah, siempre el mismo tema con respecto a lo de los novios. ¿Por qué siempre con la dichosa pregunta? El hombre abrió la boca una vez más, seguramente para preguntarle algo de la misma índole, pero Nati le metió una patada en el tobillo no demasiado sutil, y su novio se calló. Estaba más preocupado doliéndose del golpe que de la ausente vida amorosa de Alejandra.</p><p>—Mi hermana no tiene interés por esas cosas.</p><p>Y el tema se quedó ahí, para sorpresa de Alex. Pero eso estaba bien, por supuesto, porque la verdad es que no le apetecía nada en absoluto discutir esas cosas. Y su padre, viendo el tema, decidió dirigir la conversación en otra dirección. Que por supuesto fue el fútbol, pero que era algo que al parecer podía compartir con los otros dos hombres presentes en la mesa. Ale, Nati y su madre les prestaron atención durante los primeros treinta segundos antes de iniciar su propia temática.</p><p>La gente le daba mucha importancia al cambio de año, como si la sola fecha fuera algo mágico. Tal vez porque era un día señalado en el calendario, podía pensarse así en ello. Pero para Ale estaba claro que no había que esperar a ninguna fecha concreta para tener un nuevo comienzo en algo.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p><b>2</b></p><p><br />Gama era simple en muchos sentidos. Su mente no operaba con la misma diligencia que hubiera hecho en tiempos pasados, pero eso era normal. Había horrores sellados dentro de la misma que se habían llevado muchas cosas, demasiadas cosas. Y a Gama no le importaba demasiado. No debían ser cosas valiosas si las había sacrificado. También era simple en sus costumbres: no le gustaba trabajar, y para lo único para lo que no era perezosa era para contentar a su Rey. Y sin embargo, entendía ciertas cosas que los demás no parecían entender. Sobre todo con respecto a su Rey. Porque ella le conocía muy bien, tal vez demasiado bien.</p><p>El Rey Negro era alguien a quien no le gustaba las grandilocuencias. Era cierto que la Corte Negra se reunía en un palacio que estaba más allá del alcance de los humanos. Era como había sido siempre. Pero el Rey Negro no vivía allí. Nunca lo había hecho. Solía decir que era mejor no vivir donde uno trabajaba. Hacía tiempo había vivido en una casa propia, una casa de humanos, pero aquello había acabado… mal. Bueno, eso había sido culpa del Mago Estúpido (tenía un nombre que empezaba por v, pero era complicado y además Gama le odiaba), pero el caso es que ya no tenía aquella casa. Ahora vivía en otra casa distinta, y tenía un compañero de piso, que era otro humano. Le gustaba vivir allí. Y le gustaba el humano. No tanto como le gustaban la Reina Blanca y su caballero, pero le gustaba y eso estaba bien.</p><p>Pero el humano era de otra ciudad, y cuando llegaban aquellas fechas se iba con su familia a esa otra ciudad, y el Rey se quedaba solo. El Rey odiaba la soledad. Pero como todos los años todo el mundo tenía cosas que hacer, rara vez tenía compañía. Incluso allí, en el palacio de la Corte, no quedaba nadie… salvo Gama.</p><p>Normalmente, para los seres místicos aquella noche no tenía demasiada importancia. Todos estaban fuera porque todos tenían deberes con los humanos, y para los humanos sí que era un día importante. Y para Gama… para Gama era el mejor.</p><p>—¡He traído la tele!</p><p>El Rey apareció a través de la puerta con algo plano y de color negro que parecía pesar bastante, pero que él colocó tranquilamente sobre uno de los muebles. No había electricidad en el palacio, solo magia, pero era suficiente para suplir la fuente de energía que el aparato habría necesitado. Al poco tiempo, el recuadro negro se convirtió en una explosión de colores y sonidos.</p><p>—Guaaaaaaaa.</p><p>El Rey consideró que aquella expresión de fascinación era una respuesta positiva, y se sentó al lado de Gama frente a una mesa donde ya solo quedaban los postres. Había turrón, polvorones, mazapán y frutas. Todas las que Gama pudiera desear. Había también uvas, porque al Rey le gustaba la tradición humana de comerse unas uvas con las campanadas. Era divertido, decía. A ella no le importaba porque, sinceramente, cualquier cosa que alegrara a su Rey estaba bien, y tenía puntos extra si ella tenía que comer.</p><p>Y mientras Gama miraba uno de aquellos programas de humor que precedían a las campanadas, Sorin se acomodó a su lado, sonriendo mientras de vez en cuando se llevaba un dulce a la boca. La gente ahí afuera pasaba el tiempo con su familia, y él ahora mismo estaba haciendo lo mismo. Puede que su familia fuera más bien adoptada… pero no había nada en el mundo que fuera igual a Gama, y aquella era la noche en la que podía olvidarse de que era el Rey… al menos para todo el mundo salvo para la duendecilla.</p><p>Estaba bien. La familia era lo que uno decidía que fuese y la suya estaba desperdigada por toda aquella ciudad… así que pasaría esa noche con la única parte de la misma que siempre sabía dónde podría encontrar.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p><b>1</b></p><p><br />La fiesta no era gran cosa, tan solo un montón de viejos amigos y antiguos compañeros de facultad que se habían puesto de acuerdo en alquilar un local. Eloisa y César acababan de llegar, y aunque no habían sido los últimos, no faltaban muchos más invitados. En una pared, una televisión mostraba imágenes de vídeos musicales mientras unos altavoces escupían la correspondiente música a un volumen poco razonable. Con cuidado, fueron pasando a través de la gente, encontrándose con viejos conocidos y saludándolos, hasta que alcanzaron la barra.</p><p>—Y eso que todavía no han sido las campanadas— se burló César mientras cogía un vaso con su bebida.</p><p>—No sé qué esperabas que fuera esto— replicó Eloisa con una sonrisa sarcástica.</p><p>—Bueno, daba por sentado que esto no iba a ser una noche romántica. Pero espero que no tengamos problemas con el aforo.</p><p>Era una preocupación razonable, pensó Eloisa, pero estaba segura de que sus amigos lo habrían tenido todo en cuenta. No es como si aquello fuera un botellón del viernes en la universidad. Y el organizador de aquella fiesta era un amigo directo de ambos y un tipo que se adhería a las reglas como una lapa al casco de un barco, así que había el suficiente control como para que aquella noche fuera divertida y segura. Suponía que cuanto mayor se hacía uno, más apreciaba ese tipo de cosas.</p><p>Durante los siguientes minutos, ambos estuvieron charlando entre sí y con conocidos con los que se iban encontrando, contándose sus vidas y sus penas. En un momento dado, alguien pasó repartiendo pequeñas tarrinas preparadas con las doce uvas de rigor. Cuando la televisión mostró la Puerta del Sol, y a los presentadores de las campanadas, se hizo un silencio expectante en la sala, con apenas algunos murmullos y risitas comentando sobre el atuendo de las personas en pantalla. Eloisa y César se miraron, buscaron un rincón donde no molestar, y se prepararon ellos también.</p><p>Y cuando sonó la primera campanada tuvieron que contener la risa al tiempo que se tomaban la primera uva, viendo ya a varios de los presentes atragantándose con las pequeñas frutas.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p><b>0</b></p><p><b> </b><br />Y cuando sonó la última de las doce campanadas, hubo un estallido y el aire se llenó de la luz de los fuegos artificiales y de los ruidos de las felicitaciones y las fiestas.</p><p>Para los humanos, había terminado un año, y había empezado otro, en el ciclo del tiempo que existiría hasta que la estrella devorara el planeta.</p><p>El final de una fiesta que señalaba el inicio de otra.</p><p> </p><p><i>Nota de la autora: Yyyyyyy... se acabó. Tenía los cuentos preparados desde finales de octubre, y preparados para publicar los últimos tres hace semanas porque editar esta mierda en el nuevo Blogger es un coñazo de la leche, pero aquí me tenéis. En cualquiera de los casos, espero que hayáis disfrutado de mis cincuenta y dos relatos, se agradecen los comentarios, y espero que os paséis por aquí de vez en cuando para leer mis delirios locos a.k.a. mis artículos de mitología. Mientras tanto, yo me retiro a ver si consigo volver a la vida (Eilistraee bendita, vaya añito...) </i><br /></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-3580487279163386952020-12-20T12:31:00.000+01:002020-12-20T12:31:48.191+01:0052 Retos de Escritura (LI): Los invitados<p><i>Reto #51: Las cenas de Nochebuena pueden ser un horror. Escribe sobre la tortura que padece ese día tu protagonista.</i></p><p> </p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>LOS INVITADOS</b></span></p><p> </p><p>—Lamento que este año no hayas podido irte de vacaciones— dijo la madre de Alejandra.</p><p>—Es lo que hay.</p><p>—¿Crees que estarás bien?</p><p>—Si no lo estoy, os dejaré tirados y me iré a casa de Eloisa. ¿Te parece mal?</p><p>—No, no, en absoluto. Me parecería lógico. Te diría que lo hicieras ahora que puedes, pero…</p><p>La madre de Alejandra lanzó una mirada muy significativa al salón, donde su marido estaba tirado más que sentado en el sofá, viendo algo en la televisión. Una película, suponían, porque ese día no había fútbol. En cualquiera de los casos, era mejor que no contaran con él para hacer nada. Si ella se iba para evitar la cena familiar de Nochebuena, no oiría el final de sus quejas.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>Alejandra odiaba la cena de Nochebuena. O, más concretamente, odiaba cenar con su familia en Nochebuena. No es que todo fuera malo de por sí, su madre cocinaba estupendamente y era una santa, y sus hermanos eran buena gente. El problema residía en que la gente que se sentaba a la mesa no eran solo su madre y sus hermanos. En realidad, incluso su padre, con todas sus faltas, era civil mientras fueran solo los miembros directos de la familia los que estaban presentes. Era cierto que tenía un sentido del humor bastante rancio, pero no solía lucirlo delante de gente que lo considerara malo, así que en general era asumible. No, el problema era la familia extendida que por supuesto vendría a cenar con ellos porque la familia tenía que estar unida. Y luego estaban los que no eran familiares.</p><p>Lo habían sido, en un momento, pero hacía ya cinco años que ese lazo se había roto. Y sin embargo, todos los dichosos años aparecían allí como si aquello fuera su casa. Eran la principal razón por la que Alejandra huía de Madrid todas las navidades. No era la única. A veces le parecía que estuviera abandonando a su familia a aquella mesa odiosa pero, por otro lado, su familia había tenido cientos de oportunidades de solucionar todo aquel desaguisado y no lo habían hecho. No sabía por qué tenía que ser ella la que tuviera que tragar con algo que no había aceptado.</p><p>Desgraciadamente, este año iba a tener que soportar todo aquello. Su plan de largarse de allí se había cancelado en el último minuto. Bueno, suponía que debería habérselo figurado cuando una de sus compañeras de trabajo había insistido tanto en apuntarse al viaje. Ese tipo de cosas nunca acababa bien. Aunque había esperado que al menos la cazurra no hubiera llamado cancelando también su parte de la expedición. O que no lo hubiera hecho a última hora cuando no podía sacar un billete y una habitación de hotel en donde fuera. Y las vacaciones estaban ya pedidas. Ugh.</p><p>No es como si no hubiera intentado escapar, a pesar de todo. Pero los alojamientos a los que había llamado y la podían interesar estaban todos completos, y conseguir un billete barato en aquellos momentos era complejo, y tampoco quería arriesgarse a coger un billete de última hora, con todo lo que aquello conllevaba. En pocas palabras, había llegado a una línea que no quería cruzar. Y por eso estaba allí.</p><p>Y allí era donde entraba su padre y sus charlas sobre lo desagradecida que era por irse de allí y no estar con la familia en esas fechas tan señaladas, y demás zarandajas que podría tener en cuenta cuando sometía a sus hijos a la presencia de gente que era de todo menos agradable. Pero tener una pelea con su padre no iba a solucionar nada.</p><p>Al menos tenía la aquiescencia de sus padres de que si las cosas se ponían complicadas, se podía ir a donde quisiera sin tener que decirles nada. Si llegaba a ese extremo, tenía varias opciones, una de las cuales incluía aparecer en la Corte Negra y comenzar una competición de juegos de cartas. Había hecho algo similar una vez, y había conseguido viciar a varias personas al Continental, estaba segura de que podría hacer algo similar con algún otro juego. Para ellos, el solsticio de invierno se celebraba de otra manera.</p><p>Sus pensamientos al respecto se vieron cortados cuando el telefonillo sonó. Suspiró al comprender que era parte de su familia que había llegado temprano. Su hermana Natalia fue la que se acercó a abrir la puerta y, cuando la vio girarse después de abrir, pudo ver una mueca en su cara. Eso le dio la suficiente información como para saber de quién se trataba.</p><p>Era el antiguo marido de Nati. Porque por supuesto solo llegaba temprano cuando podía hacerle la vida imposible a los demás. <br /></p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>—¿Y tú que pasa?— preguntó su tía—. ¿Todavía no te has sacado novio? Eso te pasa por irte siempre de viaje y tener ese tipo de trabajo. ¿Qué decías que eras?</p><p>—Tengo una tienda de libros.</p><p>—Ese tipo de trabajos son una mierda. Así no vas a tener marido en la vida.</p><p>—Ah, bueno, es que Alejandra siempre ha sido demasiado hombre. A veces me pregunto si no nació con el cuerpo equivocado— metió briza la ex-suegra de Nati.</p><p>Alex le lanzó una mirada muy clara a su padre, pero este miró para otro lado. Por supuesto, cuando se trataba de gente que se dedicaba a atacar a sus hijos, lo de “hay que respetar los valores familiares” se desvanecía como el humo. Encima, para colmo de desgracias, la habían forzado a sentarse en una parte de la mesa de la que no podía salir fácilmente, por lo que no podía ayudar en la cocina a su madre, que estaba forzada a ser la que se encargaba de traer todo lo necesario. Bueno, lo cierto era que Nati la estaba ayudando, pero cuando Rodri había intentado hacer lo mismo, su tío, el ex de Nati y el padre de este se habían comenzado a burlar de él y su padre le había dicho que se quedara en su sitio. Su hermano tenía cara de querer marcharse corriendo de allí, y de vez en cuando la miraba, tal vez con la intención de iniciar una conversación con ella. Por desgracia, estaban en extremos opuestos y no había forma de tener una charla sin que el resto de la mesa no se enterara y metiera las zarpas en ella.</p><p>¿Por qué la habían puesto ahí, para empezar? En mitad de toda la gente con la que apenas se hablaba. Y que además era una panda de misóginos de cuidado, que era justo lo que no necesitaba en su vida. ¿Quienes eran ellos para decidir si su trabajo era o no para hombres? Además, era más complicado que eso, no solo era entrenadora de esgrima, tenía certificaciones para competir y entrenar, y no solo esgrima. Pero para ellos solo era una “máquina para hacer bebés”. Tenía narices la cosa.</p><p>—Pero bueno, ¿tienes novio o no?— insistió su tía.</p><p>—Qué va a tener novio, esta. Seguro que os ha salido lesbiana, ¿eh?— comentó su tío, como si ser lesbiana fuera algo malo.</p><p>—¿Y qué importa si es lesbiana? Eso no quita para que sea una persona trabajadora y responsable— interrumpió su madre mientras aparecía con la sopera humeante.</p><p>—¿Eres lesbiana?— preguntó Nati con una nota casi esperanzada, aunque Alex no sabía muy bien por qué parecía tan ilusionada con el tema.</p><p>—No, no lo soy.</p><p>Podía decir que el sexo le importaba menos que el color de la ropa interior del idiota del ex de Nati, pero lo cierto y verdad es que tampoco le apetecía mucho ir comentando su sexualidad, o falta de ella, delante de gentuza que solo existía para hacerles la vida imposible.</p><p>—¿Y cuándo piensas sacarte novio?</p><p>—¿Por qué preguntas esas cosas, Paqui? Las chicas ahora no se casan tan pronto, no tiene por qué andar pensando en ello ahora.</p><p>—¿Qué dices, Conchi? Si ahora lo único en lo que piensan todas en en acostarse todo lo rápido que pueden con el primero que pasa. Tu hija debería ir pensando en sentar la cabeza.</p><p>—No sé por qué debería. Ir con prisas no es nada bueno.</p><p>Estaba claro, a ojos de Alex, que su madre se estaba dejando cosas en el tintero. Cosas como que ir con prisas podía acabar con ella casada como un merluzo como el tipo sentado frente a ella, que estaba recostado bebiendo vino muy alegremente como si él fuera el rey del mundo. Claro que decir eso acabaría con pelea segura. Por otro lado, si acababa con pelea, siempre podía llamar a la policía, pero no estaba segura de que eso fuera a hacer mucho por las relaciones familiares, que de por sí no eran las mejores. Alex lanzó una mirada a su móvil que tenía sobre sus rodillas debajo de la mesa. Tal vez le diera tiempo a teclear un mensaje rápido, mientras todos prestaban atención a la crema que estaba sirviendo su madre. Pero pronto se encontró con el plato delante de ella, así que simplemente se dedicó a comer, intentando hacer todo lo posible por ignorar la conversación.</p><p>Era complejo, por supuesto, pasar por alto los comentarios políticos que compartían los “invitados”. Estaba claro que eran de las mismas ideas peregrinas sobre quién tenía derecho a qué, y lo que se debía hacer con la gente que ellos consideraban “desviada”. El hecho de que sus tíos y la familia de su ex-cuñado se llevaran tan bien era una señal clara de que ninguno de ellos era trigo limpio. ¿Y qué demonios le debían a esta gente que venía a su casa a montar drama? Al menos ahora estaban soltando hiel en una dirección que no la manchaba directamente a ella, así que podía intentar no pensar en ello, aunque desde luego no era lo más divertido del mundo.</p><p>Una vez acabó la crema, y pensando que habían dejado de prestarla atención, llevó sus manos al móvil y escribió un mensaje que envió de inmediato. Calculaba que para los postres tendría una excusa para salir de allí, cortesía de aquel mensaje. Aunque le gustaría que llegara antes, puede que a mitad del segundo plato, y pudiera largarse de allí a toda velocidad.</p><p>—¿Qué estás haciendo?— interrumpió de pronto la madre del ex de Nati—. ¿Estás con el móvil? ¿Te parece de recibo estar con el móvil en una comida familiar?</p><p>Alex se volvió para mirarla. La observó largamente, como si estuviera estudiando si debía decirle lo que pensaba de ella o si debía simplemente ignorarla. Era una mirada que hablaba, que le decía a aquella señora que le importaba un comino lo que opinara, y que no era ella quién para juzgar lo que hacía o dejaba de hacer. O al menos eso le pareció que la mujer entendía, porque primero comenzó a ponerse blanca, luego roja, y finalmente de un extraño color morado, como si se estuviera ahogando. Cuando decidió que aquella mujer no le iba a decir nada más, Alex se giró y centró su mirada en Nati, al otro lado de la mesa, mientras pulsaba el botón de enviar.</p><p>—¿Qué tal con tu nuevo novio, por cierto? Como apenas me paso por aquí no puedo preguntarte a menudo.</p><p>Un nuevo silencio se apoderó del comedor, este aún más cargado. La pregunta era, por supuesto, inocente. La había hecho porque se le había ocurrido en ese momento, con el fin de desviar la atención del desafío de aquella estúpida mujer que se consideraba como de su “familia” después de todo lo que les habían hecho, los muy desgraciados. Y de hecho, Nati pareció agradecer el tema que había sacado. Su madre no, desde luego, pero su madre era de la opinión de que cualquier cosa que pudiera importunar a la “familia” era malo, y aquello sin duda iba a importunar al ex de Nati. Oh, pero eso le importaba muy poco a Alex. Si podía dejarles claro que eran persona non grata en aquella casa…</p><p>—Ah, es un encanto. Le hubiera gustado venir y conocerte, pero…</p><p>Nati no tuvo que completar la frase, porque Alex pudo leer entre líneas. Si el nuevo novio de Nati iba a aquella cena, el ambiente estaría aún más cargado, y seguramente acabaría en pelea. Estaba convencida de que había sido la madre de ambas la que le había rogado que no trajera a su chico a la cena. Le parecía absurdo. Nati no podía estar atada a aquel mameluco durante el resto de su vida, y ellos no tenían por qué soportar a su familia, para empezar.</p><p>—Yo si que le he conocido, y es un tío legal. Seguro que te gustaría. Y si no, siempre puedes arrojarle a ese colega tuyo, el que da miedo— interrumpió Rodri, con una sonrisa maligna en la cara—. ¿Sorin, dices que se llamaba? Es todo sonrisas, pero cuando le tocas la moral…</p><p>—¿Y tú de qué conoces a Sorin?</p><p>—Creo que he respondido un par de mensajes suyos, y ha venido en un par de ocasiones a casa para discutir cosas contigo, así que le he visto la cara alguna vez.</p><p>—¿Uh? ¿Sólo eso? Es rarísimo que Sorin se cabree.</p><p>—Ah, eso es una larga historia. Y le prometí que no la contaría en público.</p><p>—Me parece correcto.</p><p>—Espera un momento, espera un momento— el ex de Nati, que había estado asistiendo a toda aquella conversación con la boca abierta, interrumpió entonces—. ¿Cómo que novio nuevo? ¿Qué quieres decir con eso?</p><p>—Pues… ¿Que Nati está saliendo con alguien?</p><p>—¿Y quién coño es ese gilipollas? ¿Cómo te atreves a salir con alguien cuando me tienes a mí, si se puede saber?</p><p>Nati se echó hacia atrás, atemorizada, y aquello hizo que la sangre de Alex hirviera. Era esto lo que más odiaba de todo aquello. Aquel tipo había abusado de su hermana, no, seguía abusando de su hermana, con la aquiescencia de toda la familia porque las únicas personas que estaban en contra de aquello no tenían ningún poder sobre aquel grupo. Estaba harta de todo aquello. Estaba harta de que cuando aquel tipo se ponía histérico, todos los demás callaran. Y sabía que no podía hacer frente a aquello porque estaba sola, y por eso había intentado escapar de aquella situación, como lo había hecho en multitud de ocasiones anteriores. Lo único que podía hacer era mirar a su hermana y transmitirle con gestos que estaba con ella, y que la ayudaría en lo que fuera.</p><p>Entonces, un sonoro tintineo cortó el tenso silencio. Alex miró al móvil que tenía sobre las rodillas y sonrió al leer el mensaje.</p><p>—Oye, mamá, mi amigo está esperando en la puerta, ¿te importaría ir a abrirle? Iría yo, pero…</p><p>Pero estaba atrapada en territorio enemigo.</p><p>—Ya voy yo— replicó Nati, que aprovechó aquella brecha para alejarse de la mesa y de aquel energúmeno que tenía por ex.</p><p>Momentos después, Sorin aparecía por el salón con el estilo de una diva de la canción que caminaba por la alfombra roja de alguna gala de premios. Llevaba de la mano a Nati, que estaba más sorprendida que otra cosa. El Rey Negro, mientras tanto, mostró una sonrisa que parecía de un anuncio de dentífrico.</p><p>—Alex querida, tendrías que haberme dicho que no habíais acabado de cenar. Es de una terrible educación interrumpir una comida familiar. Los cuchillos no vuelan con la misma maestría cuando hay extraños en la mesa.</p><p>Rodri comenzó a retorcerse en su asiento, en un obvio intento de no echarse a reír abiertamente allí mismo, y Alex estaba haciendo un gran esfuerzo en mantener una cara de póker. Sorin mientras tanto parecía estarse alimentando de las miradas entre sorprendidas y horrorizadas de los demás comensales. Comprensible. Todavía tenían que conocer al verdadero Sorin, y no a esta versión sobreactuada que le hacía parecer que tenía tanta pluma como un dichoso pavo real.</p><p>—No tienes por qué preocuparte— la primera que se rehizo fue la madre de Alex, que puso una sonrisa radiante—. ¿Quieres comer algo? Ya sabes que donde comen dos…</p><p>—Ah, no, ya he cenado, no es necesario. Aunque no me importaría en absoluto compartir mesa con personas tan amables. Alex querida, sabía que tu hermano era encantador, pero ahora veo que es algo que viene en los genes.</p><p>—¿Y dices que este marica es amigo tuyo?— preguntó de pronto el ex de Nati.</p><p>Alex le miró y sonrió. Era una de esas sonrisas que no eran tales, sino una amenaza muy velada de que ibas a sufrir una muerte espantosa. Era sonrisa porque los labios se curvaban hacia arriba, pero era casi más una mueca, un intento poco discreto de lo que estaba sintiendo la persona por dentro: unas ansias enormes de asesinar al que tenían en frente. Solo un estúpido haría estallar la bomba que se ocultaba detrás de esa expresión. Pero aquel tipo era de todo menos inteligente. Así que Alex decidió añadir un nuevo nivel de amenaza diciendo algo en una voz tan empalagosa, que solo podía estar llena de veneno.</p><p>—Nacho, yo que tú no volvería a abrir la boca mientras esté Sorin presente. Vas a acabar mal.</p><p>—¿Y qué me va a hacer el marica este de mierda, si se puede saber? ¿Intentar ligar conmigo?</p><p>—Oh, por favor, jamás intentaría seducirte. Quiero decir, hay personas mil veces más interesantes tan solo en este comedor, y no es que haya mucho donde elegir, la verdad.</p><p>—¿Es que piensas que es buena idea insultarme en mi propia casa?</p><p>—¿Desde cuando es esta tu casa?— preguntó de pronto el padre de Alex.</p><p>Todos se quedaron mirándole, porque no era habitual en absoluto que aquel hombre hablara. Y menos aún para hacer frente a aquel tipo.</p><p>—No te lo he dicho hasta ahora porque me parecía feo hacerlo delante de toda mi familia, pero, ¿qué demonios hacéis tus padres y tú viniendo a nuestra casa todos los años? ¿Es que no tenéis otro sitio mejor al que ir?</p><p>—Pero Juan…</p><p>—Ni peros ni peras. Estáis divorciados y, además, fue cosa tuya. ¿Por qué demonios tenemos que seguir tragándoos? Es que ni siquiera tenéis niños que digas que tienen que estar con vosotros, solo eres tú y tus padres, que deberíais estar en vuestra casa en lugar de aprovechándoos de nuestras cenas.</p><p>—¡Que nos aprovechamos!</p><p>—¿Es esa forma de tratar a vuestros invitados?</p><p>—¿Desde cuando sois nuestros invitados?— interrogó Rodri de repente.</p><p>—¡Desde el primer año!</p><p>—No, perdona, la que estaba invitada era mi hermana, que para eso era de la familia. Vosotros simplemente veníais de acoplados.</p><p>—¡Lleváis un montón de años sin decir nada!</p><p>—Porque te pones como un energúmeno y nos amenazas con que vas a hacernos de todo como no hagamos lo que dices. Y por desgracia la policía nos dice que no puede hacer nada a menos que nos estéis matando.</p><p>Hubo una pausa. Alex observó cómo sus tíos se habían apartado ligeramente de todo aquel berenjenal y estaban haciendo como si allí no estuviera pasando nada, acabándose la crema y atacando el pan con la rabia de alguien que sospechaba que pronto sería persona non grata en aquella casa y que mejor era aprovechar mientras pudiera. Gente lista. No podía decir lo mismo del ex de Nati, que tras los segundos de anonadado silencio, comenzó a echar espumarajos por la boca.</p><p>—¿Pero quién coño os creéis que sois para decirme a mí lo que puedo o no puedo hacer? ¿Tenéis idea de quién soy? ¿Eh? ¿Eh? ¡Os voy a joder la vida, ¿me oís?! ¡Os voy a joder la vida para siempre!</p><p>Mientras aquel energúmeno soltaba todos aquellos gritos, Alex tomó con toda parsimonia su móvil y comenzó a grabar un vídeo, porque si iban a regalarle las pruebas para el juicio, no pensaba dejarlas pasar. El tipo siguió gritando, escupiendo en dirección a las personas que parecían más fáciles de amedrentar, esto es, Nati, su madre y, por poco comprensible que fuera, Sorin. El bueno del Rey Negro lejos de atemorizarse, miraba a su adversario con bastante decepción.</p><p>—¡Soy el sobrino del dueño del bufete de abogados más importante de Madrid! ¡Cuando escuche lo que me habéis dicho aquí, os va a sacar hasta los ojos! ¡Y cuando os tenga endeudados hasta las cejas, vendré aquí y os daré la paliza que os merecéis! ¡Os voy a matar, me oís! ¡Y voy a matar a este marica!</p><p>Y agarró a Sorin de la solapa.</p><p>—Apartaos de la mesa— ordenó Alex, que hizo lo propio mientras seguía grabando.</p><p>Por un instante, se preocupó de que toda la cena quedara arruinada y le pasara algo a los platos. Eran caros, a fin de cuentas, y su madre no apreciaría perder aquella vajilla. Pero tal vez Sorin estaba preocupado por la misma cosa, porque en lugar de estamparle contra la mesa cuando se lo quitó de encima, lo lanzó contra la pared. No fue muy fuerte, pero sí lo suficiente como para dejar aturdido al ex de Nati. Y en aquel momento, la máscara de hombre que actuaba de forma excesivamente afectada desapareció y lo que surgió de allí fue el Rey Negro.</p><p>—Vuelve a levantar la mano contra mí, o cualquier miembro de esta casa, y me aseguraré de que te arrepientas de ello.</p><p>—¡Te denunciaré!</p><p>—Inténtalo. Aunque será un poco complejo con las pruebas en tu contra.</p><p>El tipo miró a Alex, y ella le saludó con la mano mientras todavía grababa. Le vio que intentaba lanzarse por encima de la mesa para agarrar su móvil, pero ella se apartó rápidamente y, al mismo tiempo, Sorin le agarró del cuello de la camisa y del cinturón, levantándolo como si fuera un fardo.</p><p>—Disculpe, ¿podría abrir la puerta, por favor? Parece que este invitado se marcha ya.</p><p>Su madre se levantó a toda velocidad y salió corriendo delante de Sorin, que iba cargado con el ex de Nati a cuestas sin mayor problema. Los padres de aquel individuo estaban inmóviles y pálidos. Alex dejó de grabar, y se giró hacia ellos.</p><p>—Bueno, ¿se van a quedar aquí, o tiene mi amigo que sacarles como ha hecho con su hijo?</p><p>La pareja se levantó a toda velocidad y salió corriendo, recogiendo sus cosas a toda prisa y marchandose, casi llevándose por delante a Sorin que volvía de su sagrada misión.</p><p>Hubo un momento de incomodidad, mientras la familia volvía a una situación de supuesta paz. Al menos, la tensión en el aire era mucho menor ahora que el abusón del ex de Nati había sido expulsado de la casa. Todos parecían especialmente satisfechos. Su padre, de hecho, estaba tan hablador que decidió entablar conversación con el recién llegado, incluso si apenas acababa de conocerle o de oír hablar de él.</p><p>—Y bueno, ¿cómo os conocisteis Ale y tú?</p><p>—Ah, tenemos amigos en común, unas bellísimas personas, seguro que los conoce.</p><p>—Oh, ya veo, ya veo. Oye, ¿seguro que no quieres comer algo? Tenemos de sobra, ¿eh?</p><p>—Oye, Ale, niña… ¿En serio tu amigo es… gay?— le preguntó de pronto su tía.</p><p>—Uhm, ¿no?— vio cómo su tía soltaba un suspiro de alivio y tuvo que contener una sonrisa maligna al pronunciar las siguientes palabras—. Es bi.</p><p>—¡Eso es aún peor!</p><p>Alex puso los ojos en blanco porque, en serio, ¿de verdad querían meterse con el tipo que había expulsado a otro de la casa? De verdad que la gente cuando era tonta…</p><p>—Es que os juntáis con malas compañías, por eso pasa esto. Con lo majo que es Nacho, y mira lo que le ha hecho.</p><p>—¿Espera, que Nacho es majo? Es decir, abusa de tu sobrina, la insulta, la pega, ¿y es majo? ¿Os funciona mal la cabeza o algo?</p><p>—¡Esa no es forma de hablar! Además, un hombre tiene derecho a pegar a su mujer si esta se porta mal, ¿no crees?</p><p>Hubo un largo silencio, y entonces su padre se volvió hacia Sorin.</p><p>—Y oye, ¿podrías repetir lo que has hecho antes? ¿Lo de llevar a alguien como si fuera una saca?</p><p>—¡No te atreverás a echar a la mujer de tu hermano!</p><p>—Bueno, ¿por qué no? Tal y como hablas, parece más que seáis los tíos de ese tipejo que de mis hijos. Si tan bien os cae, podéis ir a pasar la Nochebuena con ellos a partir de ahora mismo.</p><p>—¿Cómo te atreves?</p><p>—Me atrevo porque es mi casa. Llevo casi una década aguantando esta mierda todo por no quedar mal con la única familia que me queda, solo para que me traicionéis a las primeras de cambio y le digáis a mis hijos lo que pueden o no pueden hacer. Son mayores de edad, ¿sabéis? No son unos inútiles como su padre.</p><p>Aquello dejó patidifusos a los tres hermanos, que miraron a su padre como si le hubiera crecido una segunda, e incluso una tercera cabeza. Siempre habían pensado que su padre estaba chapado a la antigua… demasiado a la antigua. Que se considerara un inútil con respecto a ellos era algo que no se les había pasado a ninguno por la cabeza. O al menos eso se podía deducir de sus miradas asombradas.</p><p>—¿Que mi Ale no tiene novio? ¿Qué más da? ¡Para lo que hay, mejor que no lo tenga! ¡Sólo de ver lo que le hacía a Nati ese desgraciado, se le quitarían las ganas a cualquiera!</p><p>—Ah, no, eso no funciona…</p><p>—Calla, Rodri, déjale acabar.</p><p>—¡Y he estado permitiendo durante años que esa gentuza entre en mi casa todas las malditas navidades, porque estábais vosotros aquí que no cagábais con él! ¿Qué pasa, que es vuestro hijo secreto o algo por el estilo?</p><p>—Eso sería un culebrón maravilloso.</p><p>—¡Mamá!</p><p>—¡Así que por una maldita vez, voy a hacer de padre! ¡Os quiero fuera de mi casa en cinco minutos, y no quiero volveros a ver nunca! ¿Me oís? ¡Y como os vea acercaros a mi familia, os denunciaré por acoso!</p><p>Alex tuvo que contener las ganas de levantarse y ovacionarle.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>—De haber sabido que solo nos necesitaban a nosotros dos para darles la patada, me habría puesto en contacto contigo antes.</p><p>—Ah, ha sido un placer. ¿Cuenta como regalo de Navidad, entonces?</p><p>—Para la próxima década.</p><p>—¡Fantástico! Tal vez deba abrir un negocio de expulsar familiares pesados.</p><p>—Por favor, no lo hagas.</p><p>La noche había sido maravillosa después de la desaparición de los advenedizos. Habían acabado de cenar (y su madre había logrado que Sorin comiera parte de lo que había) y se habían tirado un largo rato charlando y jugando a las cartas. En general, la noche había sido lo que debía ser, apacible y armoniosa.</p><p>—Por cierto, ¿te importa si aparezco también el año que viene?</p><p>—¿Uh? ¿El año que viene? Pero no creo que vuelva a necesitar ayuda con esa gente…</p><p>—No, no es eso. Es simplemente que es bonito estar con gente que te aprecia.</p><p>—¿Eh? ¿Y por qué yo? ¿No te iría mejor con Eli y con César?</p><p>—Me encantaría… Pero no me gusta interrumpir a esos dos. Se ponen melosos, ¡y no dan a los demás nada!</p><p>Alex puso los ojos en blanco.</p><p>Pero bueno, estaba bien. No sabría si la siguiente Nochebuena sería tranquila y armoniosa otra vez, pero al menos tendrían a un guardián para espantar a los moscones. Y con estilo.</p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-86146799779333104682020-12-13T12:32:00.000+01:002020-12-13T12:32:08.284+01:0052 Retos de Escritura (L): Guárdate del mensajero de Viracocha<p><i>Reto #50: Crea una historia con un worldbuilding inspirado en las culturas precolombinas.</i></p><p> </p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>GUÁRDATE DEL MENSAJERO DE VIRACOCHA</b></span></p><p> </p><p>Killari observó al pequeño grupo alejarse por el camino que viajaba a la capital. En el grupo viajaba su hermano pequeño, pero a aquella distancia, desde la punta de la colina, era incapaz de distinguirle del resto de viajeros. Las ropas nuevas, de una calidad mucho mejor que la de sus prendas habituales, no la ayudaban en absoluto a verle. Tardaría en volver a verle meses. Y cuando volviera a verle, sería la última vez que lo hiciera. Ahora su hermano era más que un simple niño en una aldea rural en Chinchansuyu. Ahora era un elegido para los dioses, y viviría una vida de riquezas hasta el último momento de su vida, que no pasaría de los diez años.</p><p>Se suponía que debía mostrarse orgullosa de él, de su hermano. Ser elegido para el <i>qhapaq hucha</i> era un tremendo honor. Sólo los más hermosos y perfectos eran elegidos para ser entregados a los dioses, y eso quería decir que su hermano era el mejor de entre todos los niños. Debería sentirse feliz por él. Pero no podía. Estaba siendo egoísta, desde luego, y sus padres la regañarían si lo dijera, pero ella no quería dar su hermano a los dioses. ¿Por qué debían quedárselo, para empezar? ¿Porque el Capác había tenido un hijo? ¿Por qué debían pagar la vida de un niño con la de ocho más? No lo entendía, no quería entenderlo. Quería que su querido hermano volviera, y que sus padres volvieran a sonreír. El honor no valía nada si no traía felicidad consigo. Y en su casa ya no había felicidad.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>Debería haber sido ella la que ocupara su puesto, se dijo. Podría haber sido ella. De no haber sido por aquel estúpido de Sumaq y la herida que le había causado dos meses atrás, ella habría sido la elegida. Para los niños entregados al <i>qhapaq hucha</i>, la edad límite eran diez años, pero para las niñas eran dieciséis, y ella tenía catorce. Habría podido ocupar el puesto de su hermano. Pero la herida que Sumaq le había hecho había dejado una cicatriz, una larga línea pálida y dentada en su pierna, y aquella imperfección no podía ser pasada por alto. Y ahora era ella la que quedaba mientras su amado hermano partía para ser entregado a los dioses.</p><p>Odiaba a Sumaq. Y odiaba el hecho de que sus padres estuvieran pensando en casarla con él.</p><p>Sólo serían dos años, le había dicho su madre cuando habían comenzado las charlas, y era un trato ventajoso para ella, o lo había sido cuando su hermano iba a heredar los derechos sobre el rebaño y la tierra de su padre. Pero ya entonces había sentido asco hacia Sumaq. No porque fuera feo, que no lo era, sino porque su personalidad era lamentable. Por supuesto, siendo su padre la persona con los permisos más importantes, parecía pensar que tenía derecho a cualquier cosa, incluidas las personas. La herida en la pierna no era más que una muestra de ese pensamiento. Menuda idiotez. Todo pertenecía al Capác, incluidas las personas. Lo único por encima del Capác eran los dioses.</p><p>Se preguntaba si seguiría teniendo que estar dos años con Sumaq incluso después de que su hermano se hubiera marchado.</p><p>Sacudió la cabeza, y volvió a fijar la vista en el grupo de viajeros hasta que estos desaparecieron detrás de las montañas. Se quedó allí algún tiempo más, hasta que bajo de la colina. Ya no había marcha atrás. Poco importaba lo que implorara a los dioses, porque ya se había tomado la decisión y nunca la escucharían. Los sacrificios se harían, y ella se quedaría con el corazón vacío en una casa que parecía muerta, con unos padres que celebraban la futura muerte de su hermano con una sonrisa falsa en la boca.</p><p>Puede que Sumaq no fuera lo único que odiaba. <br /></p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>No recordaba el sueño, a pesar de que venía a menudo a ella. Sólo le dejaba la sensación de haber tenido ese sueño más veces, junto con un sentimiento ominoso. Le pasaba más a menudo de lo que hubiera querido, desde hacía más de dos años cuando le había venido la menstruación por primera vez, y ahora con más frecuencia. Con el tiempo, su frecuencia había aumentado, haciéndose más y más urgentes, como si alguien en el sueño estuviera llamándola de forma insistente, y con cada vez menos paciencia. Había llegado al punto de que lo tenía todas las noches.</p><p>Pero entonces Sumaq le hizo el corte en la pierna.</p><p>No sabía muy bien cual era la relación entre aquel episodio y los sueños, más allá de que estos se desvanecieron durante todo un mes después de que recibiera la herida. Habían vuelto, pero ahora cuando se despertaba, notaba además un sentimiento de melancolía. Como si la llamada se hubiera vuelto triste de alguna manera. Era algo extraño. Ni siquiera entendía qué era lo que quería. Siempre se había preguntado si debía consultar al sacerdote sobre el tema, pero recordaba que al hombre le gustaba demasiado mascar hojas de salvia. No creía que fuera a encontrar respuestas a sus preguntas de aquel hombre que se pasaba más tiempo con los espíritus coloreados que le visitaban en sus visiones.</p><p>No hay casualidades, solía decir cuando estaba algo más sobrio y despejado. Todo es obra de los dioses y los espíritus. Con aquellas palabras parecía explicarlo todo. Esto ha sido obra de un espíritu y, por tanto, es algo que simplemente debes aceptar. Rara vez decía que se debía actuar de un modo u otro para poner solución a un problema, o como actuar en según qué situaciones. Lo cual, desde el punto de vista de Killari, era cuanto menos irresponsable. Si no actuaban frente a las casualidades, todos los años se quedarían sin cosecha, porque siempre había algún problema u otro. Pero eso era algo que no podía decir, porque la llamarían descreída y la tratarían como si fuera una especie de criatura maligna poseída por a saber qué espíritu.</p><p>Tal vez era eso, pensó mientras se levantaba ya de forma definitiva y comenzaba su rutina diaria. A lo mejor estaba poseída por un espíritu, que era el que la llamaba en sueños. O tal vez era su cabeza jugándola malas pasadas, ¿qué más daba? No entendía lo que pasaba así que poco podía hacer más allá de esperar.</p><p>Se frotó la cicatriz de la pierna con un ungüento a partir de varias plantas medicinales. No creía que fueran a hacer desaparecer la línea clara, pero aliviaba los dolores que de vez en cuando le sobrevenían. Sería algo que la acompañaría de por vida, y que a la larga la impediría hacer sus tareas. Pero podía retrasar ese momento si se cuidaba. Y se cuidaría. Existiría y viviría su vida, y lo haría sin estar atada a aquel desgraciado que la había herido sin consideración alguna.</p><p>Se dirigió a los campos para hacer la parte de las tareas que la correspondían. Luego, se sentaría con su madre y con las demás mujeres de la aldea a tejer, y haría lo que se suponía que debía hacer. No le gustaba demasiado seguir el consejo de aquel sacerdote adicto a la salvia, pero en este caso suponía que tendría que aceptarlo. A fin de cuentas, ¿qué podía ella hacer sobre aquella llamada? Nada en absoluto.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>El rito adivinatorio comenzaba con una pequeña libación en honor a los dioses, con el sacerdote bebiendo extracto de salvia y coca diluido en agua. Después de hacer las ofrendas en forma de frutas, vegetales y una res, el hombre se retiraba al interior del templo, donde quemaría maderas olorosas y bebería más de aquel mejunje, y se sometería a visiones en las cuales los dioses le dirían cual sería el futuro de la ladea. Mientras tanto, las gentes de la aldea esperarían fuera, en silencio, a la espera de las conclusiones que fuera a decir. Aquel año, lo único distinto si acaso fue el mensaje. Casi todos los años, lo que decía aquel hombre podía reducirse a “lloverá lo que tenga que llover y las cosechas serán acordes a dicho agua”. Pero en esta ocasión, tal vez animado por el hecho de que habían entregado un sacrificio humano para el <i>qhapaq hucha</i>, comenzó a hilvanar una especie de discurso extraño sobre cómo la bendición de los dioses sería con ellos por el hecho de que hubiera nacido el heredero del Capác, y como su prosperidad estaba unida a la prosperidad del Capác. Se hizo especialmente largo y puso nerviosa a la gente, que era el efecto contrario que habría deseado el sacerdote, pero todavía medio en trance como estaba, era muy posible que no se hubiera dado cuenta del problema.</p><p>Cuando por fin terminó aquella diatriba, los aldeanos fueron uno a uno colocando sus ofrendas delante del sacerdote. A cada uno de ellos, el hombre le murmuraba al oído. Esperando su turno, Killari se preguntó qué tipo de cosas les diría. En las ocasiones en las que había participado de la ceremonia, generalmente la frase que recibía era una especie de rima absurda, en el mejor de los casos, e ininteligible en el peor. Tal vez el sacerdote no tenía visiones para ella. Pero eso estaba bien, suponía.</p><p>En el fondo, bastante tenía ya en su plato como para tener que preocuparse de las palabras de aquel tipo.<br />Pero cuando llegó su turno y depositó las ofrendas en su lugar correspondiente, notó cómo el sacerdote la agarraba de los hombros, algo que no le había hecho nunca antes, y susurró una frase sorprendentemente clara.</p><p>—Guárdate del mensajero de Viracocha.</p><p>Una vez pronunció aquellas ominosas palabras, la soltó, y Killari no perdió el tiempo en alejarse corriendo, sin importarle siquiera que todo el pueblo la estuviera mirando, extrañado.</p><p>Se escondió en su casa durante el resto de las celebraciones, asustada por el episodio y preguntándose qué demonios significaba aquella especie de profecía. Viracocha era el gran dios de la creación, que había creado al mundo, a la humanidad y a los demás dioses. Encontrarse con un mensajero suyo sería un enorme honor, uno de verdad y no lo que decían de los sacrificios. ¿Por qué debía desconfiar de uno? No lo entendía. No entendía nada.</p><p>Aquella noche el sueño le cantó, llamando su nombre con insistencia, como un amante separado largo tiempo de la persona amada.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>El hombre al borde de los campos tenía algo raro en la cara. Era como si una selva frondosa hubiera crecido sobre sus mejillas y su barbilla. No había visto nada igual en toda su vida. Se preguntó si sería uno de los miembros de las tribus que vivían más allá de las montañas, pero era extremadamente raro que ninguna de las personas que habitaban en esa lejana selva cruzaran uno de los pasos, y menos aún que llegaran hasta la aldea sin que su presencia no fuera notada. Y de todas maneras, tan rápido como lo vio, el hombre desapareció entre los árboles. Había sido tan rápido que por un momento Killari pensó que habían sido imaginaciones suyas.</p><p>Pronto se olvidó de lo que había visto. Mientras acababa las tareas del campo, apareció Sumaq.</p><p>—No estabas en las celebraciones— dijo sin siquiera preocuparse en saludar.</p><p>—No me encontraba bien.</p><p>¿Por qué tenía que darle explicaciones a nadie sobre aquello? Que hubiera faltado al rito de adivinación habría sido un problema, pero una vez entregada la ofrenda y recibido el mensaje de los dioses, significara lo que significase, podía hacer lo que le placiera. Por supuesto, la gente se preocuparía por el hecho de que no estuviera bailando y tocando música y formando parte de las festividades, pero nadie se molestaría si les daba la excusa de que se encontraba enferma. Por supuesto habría quien rumoreara sobre las razones, pero los rumores eran rumores y se irían con el viento.</p><p>Pero al parecer Sumaq no estaba de acuerdo con ello, porque la agarró del brazo y tiró de ella.</p><p>—¿Me estás evitando?</p><p>Killari tuvo que hacer bastante fuerza para liberarse de la presa de Sumaq.</p><p>—¿Acaso no debería evitarte? La pierna todavía me duele. Hoy no ha sido demasiado, pero hay veces que me cuesta caminar. ¿Acaso la gente no evita lo que le hace daño?</p><p>—¡Lo hice para salvarte!</p><p>Le miró de hito en hito. ¿Qué quería decir con salvarla? Y de pronto, una luz se encendió en su mente.</p><p>—¿Es por el <i>qhapac hucha</i>? Pero cómo podías saber…</p><p>—El… el mensajero vino para avisar de que llegaría una comitiva para elegir los sacrificios. Y supe… tuve un sueño en el que volabas hasta el cielo y desaparecías. Supe que serías elegida para ser nuestro sacrificio. Pero pensé que si te hería… si dejaba una marca, no te llevarían.</p><p>Con los ojos como platos, y la boca abierta, Killari se encontró con que no sabía cómo reaccionar a las palabras que acababa de escuchar. Al menos durante los primeros segundos, mientras su mente analizaba el hecho de que la herida había sido causada porque aquel idiota no quería aceptar que pudiera ser un sacrificio. Y mientras ella había tenido que ver cómo su hermano se marchaba mientras se tragaba sus lágrimas, porque había recibido tan grande honor y quién era ella para cuestionarlo, Sumaq se las daba de ser su salvador y se creía que podía decirla dónde debía estar y lo que debía hacer. Pero en cuanto se pasó el momento de sorpresa, lo único que Killari encontró fue furia.</p><p>—¡Cómo te atreves! ¡Es culpa tuya! ¡Ahora es mi hermano el que se ha convertido en un sacrificio! ¿De verdad pensabas que te lo iba a agradecer?</p><p>—Pero…</p><p>—¿Quién te da derecho a decidir sobre mi vida? ¡Si tenía que ser llevada a los dioses, entonces no deberías haberte metido de por medio!</p><p>—¡Pero quiero que seas mi esposa!</p><p>—¡Si tengo que ser esposa de aquel que ha causado el sacrificio de mi hermano, entonces prefiero estar muerta!</p><p>Echó a correr. No miró hacia dónde iba, no le importaba, con tal de alejarse de Sumaq. No quería que la tocara, y menos aún quería casarse con él. Y en aquel momento, solo quería estar lejos de todos. De la gente que había aceptado que su hermano fuera un sacrificio para los dioses, y de aquel que había decidido por ella lo que iba a ser de su vida. No quería tener nada que ver con ellos. No quería tener nada que ver con la aldea.</p><p>Estuvo corriendo durante un largo rato, hasta que se quedó sin fuerzas. Se sentó bajo un árbol, acurrucándose y abrazando sus rodillas mientras, ahora sola, daba rienda suelta a sus sentimientos. A la rabia, a la tristeza y al desaliento que anidaban en su corazón. No supo cuánto tiempo estuvo así, llorando. En algún momento, el cansancio de la carrera y de su llanto la llevó a quedarse dormida en aquella posición.</p><p>Al despertarse, se encontró de frente con el hombre que parecía tener una selva en su cara.</p><p>Lanzó un grito y se puso en pie de un salto, pero al mismo tiempo el hombre también gritó y saltó para ocultarse detrás de uno de los troncos. Durante unos segundos se quedaron así, quietos, mirándose mutuamente y esperando a ver si el otro intentaría atacarles. A medida que estaba claro que no se iban a atacar el uno a la otra, comenzaron a relajarse poco a poco. Cuando ya sus nervios se tranquilizaron, Killari preguntó:</p><p>—¿Quién eres?</p><p>Al principio, el hombre no la contestó, y Killari pensó que tal vez no conocía su idioma. Pero eso solo duró unos instantes antes de que el hombre se irguiera y respondiera a la pregunta.</p><p>—Tengo muchos nombres. Pero puedes llamarme Tunupa.</p><p>El nombre le resultaba familiar a Killari, pero no era capaz de recordar dónde lo había escuchado antes. Intentó ignorar la voz en su cabeza que le decía que hablar con él era peligroso todavía, y decidió seguir con la conversación.</p><p>—¿De dónde eres? Nunca había visto a nadie con ese tipo de adorno en la cara…</p><p>—¿Adorno? Ah, ¿dices mi barba?— Tunupa se acarició aquella jungla hecha de pelo que reinaba sobre su barbilla y mejillas.</p><p>—¿Barba?</p><p>—Sí. Supongo que no es normal que las veáis por aquí, solo gente muy especial de mi territorio puede lucir una de estas. Hacerla crecer es un trabajo arduo, la verdad.</p><p>¿Esa cosa crecía en la cara? Aquello debía ser la mar de molesto. Pero lejos de mostrar incomodidad, Tunupa mostró una sonrisa que partió aquella selva peluda.</p><p>—Bueno, ahora que me he presentado, ¿qué tal si lo haces tú?</p><p>—Me llamo Killari.</p><p>—Es un bonito nombre. Dime, ¿qué haces en el bosque? Es un lugar peligroso para alguien que no está preparado para el combate.</p><p>—Sé arreglármelas sola. Y la verdad es que no me apetece volver al pueblo todavía.</p><p>—¿Oh? ¿Te has peleado con alguien?</p><p>—Sí.</p><p>—Bueno, eso no es un problema, siempre que os pidáis perdón.</p><p>—No creo que quiera perdonarle. No después de lo que me ha hecho.</p><p>—¿Oh? Eso puede ser un problema. Ese tipo de enemistades solo pueden llevar a la ruina.</p><p>—Ya, pero… ¿Qué puedo hacer? No quiero estar con él, pero todo el mundo parece empeñado en que lo haga, a pesar de… A pesar de todo el daño…</p><p>—Bueno, si tan imposible es para ti vivir en el pueblo, siempre puedes cambiar de lugar en el que vivir, ¿no crees?</p><p>—No, eso no es posible. Si lo hago, los permisos…</p><p>—¿Qué ocurre con los permisos? No es como si la tierra fuera a quedar abandonada, ¿verdad? Tener tierras o ganado, ¿qué felicidad traen cuando se está enfadado con la gente que le rodea a uno?</p><p>—Los permisos son lo que nos permite vivir.</p><p>—¿Y de verdad piensas que alguien controla eso más allá de los pueblos? Ve a otro lugar y encuentra a alguien que te respete. De hecho, conozco un lugar, si estás dispuesta a ir allí.</p><p>Killari observó al hombre con suspicacia. ¿Qué era lo que pretendía? Había escuchado historias sobre espíritus malignos que engañaban a las personas, y de criminales capaces de convencer a otros de que cometieran los crímenes por ellos, o incluso de que se dejaran robar y asesinar. Tal vez aquel hombre extraño pretendía hacerla daño. Pero su expresión debía mostrar sus pensamientos, porque Tunupa sacudió la cabeza y se rió.</p><p>—¡No tienes por qué hacerlo si no quieres! Es normal ser desconfiada, y no pienso forzarte a ir. Pero si sigues interesada en ello, te diré cómo llegar allí.</p><p>Sabía que no debía hacerle caso. Era una trampa. Pero una parte de ella sentía demasiada curiosidad por ese sitio del que hablaba. Era la parte que estaba furiosa con Sumaq, y con sus padres, y con el pueblo entero, por haber aceptado que fuera su hermano en lugar de ella el que fuera el sacrificio.</p><p>—Dime donde está, y veré si voy allí o no.</p><p>Tunupa mostró una sonrisa blanca entre la negra selva de su barba.</p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>El camino que le había indicado Tunupa era largo y empinado, pasando por lo más denso del bosque. Era un lugar de muchos peligros, y esto era algo que Killari sabía. Había venido preparada con armas que iban a pertenecer a su hermano pero que él ya nunca necesitaría. Pero, incluso en los lugares más tenebrosos y recónditos, nada se acercó a ella para atacarla. Era como si, en lugar de un largo y peligroso viaje, estuviera dando un paseo.</p><p>Lo sueños se habían vuelto, una vez más, insistentes. No los recordaba, solo la sensación de soledad cuando acababan, y lo extraña que se sentía y el deseo que tenía de abandonar aquel lugar. Era injusta con sus padres, eso lo sabía, pero su insistencia en que siguiera adelante con el matrimonio con Sumaq, a pesar de saber lo que había hecho y por qué, había alimentado ese deseo de marcharse. Que Sumaq siguiera apareciendo para buscarla con insistencia, incluso cuando había declarado de forma abierta que lo odiaba había sido la gota final de su paciencia. Y se había marchado siguiendo el camino de Tunupa.</p><p>Los primeros días había corrido, temerosa de que la gente en la aldea la siguiera. Pero al cabo del tiempo, convencida de que nadie la estaba siguiendo, avanzó a un paso un tanto más sosegado. Aún así, no se detuvo más allá de los necesario, y procuró avanzar todo lo rápido que le era posible.</p><p>Y por fin, alcanzó el lugar que le había mencionado Tunupa. Solo que no era un pueblo. Era un enorme lago, con aguas de un azul profundo, tanto que en algunos puntos parecían negras. Estaba rodeado por las montañas, que se alzaban como murallas imponentes. A aquella altura, los árboles dejaban paso a una vegetación rala, y más arriba del lago, las cumbres aparecían desnudas, y alguna que otra de ellas estaba manchada de blanco. Hacía frío, pero no le resultaba tan desagradable como había pensado en un inicio. Incluso el dolor sordo en su pierna, el recuerdo de la herida que había recibido, parecía haberse desvanecido por completo. Por alguna extraña razón, se sintió en paz, como si aquel fuera el lugar al que pertenecía. No, era el lugar al que pertenecía. Lo sentía en sus huesos, en su espíritu.</p><p>Fue entonces cuando recordó el sueño. El sueño del agua, y de la voz que la llamaba desde las profundidades. La voz del Creador, que descansaba en su hogar en el fondo del lago. Dio un paso dentro del agua, y luego otro. Con cuidado, se fue introduciendo cada vez más y más en el lago, hasta que le cubrió la cintura, el pecho, el cuello, y finalmente la cabeza.</p><p>No entró en pánico, ni siquiera cuando los pulmones comenzaron a llenarse de agua. Cuando la oscuridad se cernió sobre ella, no tuvo miedo.</p><p>Ella era el sacrificio, desde el primer momento. Para los espíritus no existían las imperfecciones físicas. No tenía que temer, ni siquiera a la muerte, porque era ahora la mujer que Viracocha había estado esperando. Y si era lo que él había estado esperando, ¿por qué tenía que guardarse de su mensajero?</p><p>¿Por qué habría de guardarse de Tunupa, a fin de cuentas?</p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-35645558981898494842020-12-06T12:30:00.000+01:002020-12-06T12:30:44.614+01:0052 Retos de Escritura (XLIX): Bolas de cristal pintado<p><i>Reto #49: Haz una historia en la que haya un árbol de Navidad al que cada día le
desaparece un adorno y los dueños tratan de atrapar al culpable.</i></p><p> </p><p style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">BOLAS DE CRISTAL PINTADO</span></b></p><p> </p><p>La primera bola que desapareció podría haber pasado desapercibida si no hubiera sido ESA bola. Era parte de un delicado set de seis bolas pintadas a mano que alguien le había traído a su abuela de Alemania. Eran caras, y preciosas, y cinco de ellas se habían roto a lo largo de los años por distintas causas. Esa bola era la última. Cuando desapareció, Eloisa estuvo a punto de tener un ataque. Le exigió a César que le dijera si la había roto o no, y no se convenció de que él no tenía nada que ver hasta que le juró por su espada que él no había tocado la bola ni esta se había roto por su culpa. Pero esto no la calmó en absoluto. Se tiró toda aquella tarde buscando el adorno y, cuando no lo encontró, se fue a la cama llorando amargamente. Sabía que era estúpido tener esa clase de fijación con una simple bola de navidad, pero era un recuerdo de alguien a quien había querido mucho y perderlo la hacía sentirse como si le hubieran arrancado un pedacito de alma.<span></span></p><a name='more'></a> <p></p><p>Cuando el segundo día desapareció una decoración con forma de copo de nieve, César estaba furioso. No por el robo en sí, aunque aquello ya era motivo de enfado, sino porque era el segundo adorno favorito de Eloisa, y aquello la había dado un segundo disgusto. Pensaba encontrar al culpable, y forzarle a pedir perdón, de rodillas si era necesario. También pensaba averiguar cómo se había colado en la casa para asegurarse de cerrar esa brecha de seguridad.</p><p>Lo que estaba claro es que tenía que ser algo de las Cortes, porque un ladrón normal no se llevaba nada sin dejar ni rastro, ni tampoco volvía a la escena del crimen, al menos no tan pronto, y no para llevarse un adorno que no valía más que unos pocos euros. Tenían cosas bastante más valiosas en la casa que hubiera sido mucho más lógico llevarse. Así que tenían que dar por sentado que la razón no era la de un ladrón convencional. Pensaron en Vasily, pero lo eliminaron casi de inmediato de la lista. No hacía ni una semana que Sorin le había mandado a Australia, de todos los lugares del mundo, y lo más probable era que todavía se estuviera recuperando de los efectos negativos de su último enfrentamiento. Además, cualquiera que fuera su intención, no habría necesitado de la segunda decoración. Lo cual dejaba un abanico de posibilidades, a cada cual más peregrina.</p><p>En cualquiera de los casos, estaba claro que alguien estaba entrando en la casa a placer, y eso era peligroso, así que tenían que ponerle remedio a aquello.</p><p>César decidió quedarse toda la noche despierto, vigilando el árbol. Tenía un físico lo bastante bueno como para pasar una noche en vela sin demasiado problema, y era perfectamente capaz de mantenerse vigilante. No era la primera vez que hacía algo como esto y con toda seguridad no sería la última, aunque seguro que era la más rara de todas. Sin embargo, la noche pasó sin pena ni gloria, no apareció nadie, y los adornos seguían todos ahí. Eloisa mostró un cierto alivio al ver que todo había ido bien, y se puso a preparar el desayuno mientras él iba al baño a asearse. Pero según estaba poniendo el pan en la tostadora, Eloisa tuvo un mal presentimiento, y cuando corrió hacia el árbol, la bola forrada de tela que era el adorno favorito de su novio había desaparecido.</p><p>Ni qué decir tiene que César se enfadó. No por la ausencia de su adorno favorito, las bolas para el árbol de Navidad eran lo de menos, sino por lo mal que lo estaba pasando Eloisa. Eso, y que parecía que los estaban espiando, porque habían aprovechado un momento en el que no estaban mirando para llevarse las cosas. Pensaba ponerle remedio como fuera. Así que hizo un par de llamadas y a las dos horas estaba junto con Alejandra montando lo que parecía un sistema de cámaras que, esperaba, sirvieran para mantener al ladrón alejado o, en caso de no alejarlo, al menos capturar su imagen y saber quién era el que estaba haciendo todo aquello.</p><p>Aquella noche se fueron a dormir con el sistema instalado y funcionando. A la mañana siguiente, había desaparecido una cinta de espumillón con estrellas que colgaban de ella, un regalo que les había hecho la hermana de César.</p><p>En la cinta había una duende.</p><p>—¿Esa no es Gama?— preguntó César.</p><p>Eloisa conocía a Gama. Era la ayudante favorita de Sorin. No era demasiado lista, ni demasiado fuerte, pero era leal hasta el extremo y, dentro de lo que cabía, agradable al trato. Había más, sabía que había más, pero de la misma manera que ella prefería que Sorin no se metiera en sus asuntos, ella no se metía en los de él. Claro que ahora quería tener una explicación de por qué una duende a sueldo del Rey Negro se estaba colando en su casa para robarle los adornos del árbol de Navidad.</p><p>—Creo que se impone una visita a la Corte Negra. Y espero que Sorin tenga una buena explicación.</p><p>Más le valía que la tuviera, o le iba a morder la cabeza. <br /></p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p></p><p>El palacio de la Corte Negra estaba aparentemente vacío. Era cierto que lo más probable es que hubiera todavía un montón de seres místicos rondando por sus pasillos, pero la mayoría eran personajes que, llegada la noche, saldrían a las calles a vivir la vida que se suponía que vivían los seres míticos. Algunos, por supuesto, se quedaban allí para servir a su rey, pero no demasiados. A fin de cuentas, podían decirse muchas cosas de Sorin, pero no que fuera un tirano o que necesitara tener un montón de gente sirviéndole. Frente a Cortes más tradicionales, eso era un símbolo de flaqueza, pero para aquella ciudad, y para otras con acercamientos distintos a lo habitual, no era sino un símbolo del carácter de su gobernante. Eloisa podía tener sus más y sus menos con Sorin, pero sabía que era una persona razonable, y que no haría locuras estúpidas. Así que quería saber qué demonios se le pasaba por la cabeza con lo de enviar a Gama a su casa.</p><p>El Rey Negro estaba en su despacho. Era una habitación amplia, cómoda y bien iluminada, amueblada con un gusto exquisito. Cuando les vio, mostró una sonrisa de oreja a oreja.</p><p>—¡Vaya, la Reina Blanca y su príncipe! ¡Dichosos los ojos! Pensaba visitaros en cuanto tuviera un momento libre, pero habéis venido justo a tiempo. ¿Qué os trae por aquí?</p><p>Eloisa y César intercambiaron una mirada antes de que el guardián hablara.</p><p>—Nos gustaría que nos explicaras por qué una de tus ayudantes ha entrado a robar a nuestra casa.</p><p>—¿Perdón?</p><p>César dejó sobre la mesa un par de papeles con capturas del vídeo de Gama. No eran de la mejor calidad, pero mostraban a la duendecilla perfectamente, en el acto de quitar el espumillón del árbol. Sorin las observó, soltó un suspiro y se llevó una mano a la cabeza, como si esta hubiera comenzado a dolerle.</p><p>—De todas las cosas a hacer… Le dije que fuera a vuestra casa a hablar con vosotros para pediros los adornos.</p><p>—Espera, ¿qué?</p><p>—Le pedí que fuera y hablara con vosotros. De mis viejos sirvientes, es la más simple, pero también la que es más leal y la que menos problemas tiene con la Corte Blanca, así que pensé que estaría bien— el Rey Negro volvió a suspirar—. Pero está claro que la simple instrucción de “ve y pídeles este adorno navideño” no ha acabado de funcionar. Tendré más cuidado la próxima vez.</p><p>—Así que… ¿sólo es que Gama malinterpretó una orden?— preguntó Eloisa.</p><p>—Sí. Lo siento de veras, debe haber sido un mal trago. Me aseguraré de regañarla para que esto no vuelva a pasar.</p><p>Eloisa aceptó las disculpas de Sorin, porque conocía a Gama y sabía que su mente no funcionaba como debía, y también porque estaba convencida de la veracidad de sus palabras cuando decía que se aseguraría de que aquello no se repetiría. Tenía una cierta fe en las palabras de su homólogo.</p><p>—¿Y para qué necesitabas nuestros adornos navideños, si se puede saber?</p><p>—Ah… bueno, es… En realidad quería que fuera una sorpresa, algo para animaros después de lo ocurrido hace una semana, con todo el asunto de Vasily. Esperad un momento, por favor.</p><p>Sorin se acercó a uno de los muebles, que estaba cerrado bajo llave. Lo abrió y sacó de allí una caja de cartón pequeña. La tenía cogida como si en su interior guardara algún tesoro. Cuando la dejó sobre la mesa, los dos pudieron ver que ahí estaban los adornos desaparecidos.</p><p>—He acabado de tratarlos esta misma mañana. El espumillón necesita todavía un día para estar en posición de ser usado, pero para mañana por la mañana podéis devolverlos al árbol. Pensaba llevarlos yo mismo, pero ya que estáis aquí…</p><p>—Un momento, ¿qué quieres decir con que has “acabado de tratarlos”?</p><p>—Hace unos días descubrí una fórmula que, aplicada a ciertos objetos, los hacía irrompibles. La he probado y es verdaderamente útil, así que pensé… Bueno, sé que Ruth tenía una bola pintada a mano, y que era la última de un set de seis. Pensé que podía preservarla para vosotros.</p><p>—¿Sólo la bola pintada a mano?</p><p>—Al principio sí, pero se me fue la mano con las cantidades, así que pensé en los adornos que más os gustaban y… Quería que os duraran lo más posible.</p><p>Los dos se quedaron mirándole de hito en hito, para luego volver su vista a los adornos, que estaban en perfectas condiciones. Así que al final había sido algo tan absurdo como eso. Todos aquellos disgustos porque Sorin había querido hacer algo por ellos, y Gama le había entendido mal. Por una parte, resultaba bastante molesto el que algo tan estúpido hubiera podido pasar cuando había formas de evitarlo, pero por otra, estaban contentos de que fuera eso y no otra cosa como algún loco intentando lanzarles una maldición o cualquier tontería del estilo.</p><p>—¿Por qué?— preguntó de pronto Eloisa.</p><p>—¿Por qué, qué?</p><p>—¿Por qué has hecho esto por nosotros?</p><p>La sonrisa de Sorin volvió a su rostro. Era una sonrisa melancólica y amable que no solía aparecer mucho, y que les dejó a ambos anonadados.</p><p>—¿Por qué no debería intentar hacer felices a las dos personas que más amo en el mundo?<br /></p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-66064244375448897432020-11-29T20:59:00.001+01:002020-11-30T14:57:29.657+01:00Gilimemeces Interneteras - Capítulo 6<p>No creí que esto fuera a pasar. No pensé jamás que volvería a encontrar con semejante necesidad de rebatir algo, que después de la aparición de Maldito Bulo no encontraría ya una jartá semejante de idioteces sin rebatir. Que había tocado techo después de lo de Nibiru. Que Gilimemeces Interneteras estaba muerto. Pero no, la humanidad está dispuesta a demostrar que estoy equivocada, y que mi colaboración en la lucha contra los conspiranoicos no terminará nunca. Así que, una vez más, aquí me tenéis, haciendo facepalm y preparándome para contaros las tonterías que la gente suelta libremente por el mundo.</p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><img alt="facepalm doble" border="0" data-original-height="367" data-original-width="557" height="264" src="https://1.bp.blogspot.com/-LhLh9qcQMeI/X8P1GYJdpwI/AAAAAAAAAw8/W6qrSOVqtRAPW0xere-JQ6urw_sV_1NmQCLcBGAsYHQ/w400-h264/face-palm-star-trek.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="400" /></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>Cuando una sola persona no es bastante para el facepalm que se merece esto.</i></span><br /></td></tr></tbody></table><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><p></p><p><span></span></p><a name='more'></a><p>La imagen que ha desatado mi deseo de volver a llenar de líneas este blog (más allá de los relatos de mis retos de escritura) es la que sigue.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Er3TiZcxyNc/X8P1-a0aHJI/AAAAAAAAAxE/mWaFda52ZWg5kA6WY5-m4lSrHD8sNxFXQCLcBGAsYHQ/s575/gilimemes_covid.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Parida gorda" border="0" data-original-height="132" data-original-width="575" height="91" src="https://1.bp.blogspot.com/-Er3TiZcxyNc/X8P1-a0aHJI/AAAAAAAAAxE/mWaFda52ZWg5kA6WY5-m4lSrHD8sNxFXQCLcBGAsYHQ/w400-h91/gilimemes_covid.png" width="400" /></a></div><br />Esta es la que inició todo el tema, pero el mensajito se ha ido corriendo por Twitter como Pedro por su casa, copiado por cuentas probablemente bots, para expandir el mensaje ridículo que, en cuanto tienes dos dedos de frente y un mínimo de conocimiento (mínimo del tipo “eh, esto salía en el Persona 5”, I KID YOU NOT) te descojonas de ellos en su cara. Pero bueno, vamos a ir despiezando esto lentamente, por favor.<br /><br />Si soy sincera, empieza con una cosa que es... veraz, entre comillas. En concreto, habla del ARNm. Es cierto que en la actualidad, este tipo de vacunas se está probando. Pero antes de que nos llevemos las manos a la cabeza, vamos a hablar de lo que es el ARNm. O, para que pillemos bien de qué va esto, usemos su nombre completo: ARN mensajero.<br /><br /><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-YpPRUfyjUF4/X8P3OOfT-1I/AAAAAAAAAxQ/yk45pIXCL08sMl5x4oeSlmTqCGME5rucwCPcBGAYYCw/s613/ARN.jpg" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="ARN según Érase Una Vez el Cuerpo Humano" border="0" data-original-height="425" data-original-width="613" height="222" src="https://1.bp.blogspot.com/-YpPRUfyjUF4/X8P3OOfT-1I/AAAAAAAAAxQ/yk45pIXCL08sMl5x4oeSlmTqCGME5rucwCPcBGAYYCw/w320-h222/ARN.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>Cadena de ARN según Érase Una Vez el Cuerpo Humano</i></span><br /></td></tr></tbody></table>¿Y qué es el ARN mensajero? Pues es una cadena de ARN (Ácido RiboNucleico, para aquellos que no vieron genética en sus clases de ciencia) que se envía desde el núcleo de una célula para que sea leída por un ribosoma, que a su vez fabrica un aminoácido para crear las moléculas que la célula precisa. La idea detrás de las vacunas con ARN mensajero es que las células reciban este ARN, y sean ellas mismas las que fabriquen las defensas contra los virus. Y esta no es una cosa que se esté investigando ahora, por cierto. Una de las enfermedades sobre las que se está investigando para usar este tipo de vacunas es el VIH, el patógeno detrás del SIDA. En general, la idea es crear vacunas más seguras y más efectivas. Si de verdad se ha logrado este tipo de vacuna para el CoViD-19, el cambio en nuestra calidad de vida sería sustancial.<br /><br />(Si sois antivacunas y estáis leyendo esto, más vale que os hagáis una idea de que yo soy pro-vacunas y de que vuestros argumentos lo único que van a hacer es cabrearme, porque generalmente son bastante patatiles)<br /><br />¿Y qué hay de la nanotecnología, Yuko? Pues a ver cómo os lo digo… Que no está. No hay. Es muy bonito y muy de ciencia ficción y muy de “ojalá fuera así” (o no, dependiendo de a quién le preguntes), pero el caso es que la ciencia NO está tan avanzada. Ahora mismo, la nanomedicina se encuentra en una fase de investigación, una fase que va lenta porque se requieren fondos y tiempo. Y no sé el tiempo, pero los fondos no van muy bien últimamente. Por no decir que esta gente cuando habla de “nanotecnología” piensa en microchips y en robots pequeñitos, pero cuando hablamos de nanomedicina estamos hablando de nanopartículas encargadas de llevar los medicamentos a un sitio específico antes de ser eliminadas por el cuerpo humano. Es decir, que se parece a lo que piensa esta gente lo que un huevo a una castaña.<br /><br />Y entonces llegamos ya al punto en el que de verdad entramos en las fronteras de las teorías de la conspiración: los puntos cuánticos. ¿Y qué son esos puntos cuánticos? Pues veréis, se tratan de nanoestructuras semiconductoras, en concreto cristales, que tienen la propiedad de retener las tres direcciones espaciales de un electrón dentro de la banda de valencia. Y ahora, vamos a ir partiendo esa frase en trocitos pequeños para que la vayáis digiriendo. Nanoestructuras son estructuras muy, muy pequeñas, hasta ahí todo bien, ¿no? En cuanto al “semiconductoras”, esto es un término usado en eléctrica y electrónica haciendo referencia a un material que puede funcionar o bien de conductor (permitiendo el paso de la electricidad a través de él) o bien de aislante (impidiendo el paso de la electricidad). La “banda de valencia” es la banda o bandas donde se encuentran los intervalos de energías electrónicas más fuertes que estén ocupados por electrones en una temperatura de cero absoluto. Mirad, es complejo, ¿vale? Básicamente todo se reduce a “vamos a intentar adivinar dónde está un puto electrón en un momento dado”, y creedme que eso solo ya es un puto espectáculo. La física cuántica hay que leerla con cuidado y despacito y bien explicada. Pero bueno, para intentar reducir esto a algo tragable: los puntos cuánticos son unos cristales enanos que tienen la propiedad de retener electrones en posiciones específicas. Como si eso fuera fácil.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-X0eWI9XmGpY/X8P4zlksaTI/AAAAAAAAAxc/5AwBOAL9qpw5vwHcpH_6AJOuNnCEVzR7ACPcBGAYYCw/s222/QD_S.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="216" data-original-width="222" src="https://1.bp.blogspot.com/-X0eWI9XmGpY/X8P4zlksaTI/AAAAAAAAAxc/5AwBOAL9qpw5vwHcpH_6AJOuNnCEVzR7ACPcBGAYYCw/s0/QD_S.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>Puntos cuánticos en frasquitos</i></span><br /></td></tr></tbody></table>Los puntos cuánticos tienen unas propiedades la mar de interesantes, como por ejemplo el hecho de que cuando son iluminados, re-emiten luz en una longitud de onda específica que depende del tamaño del cristal. Y este tipo de propiedades les ha hecho muy importantes en un gran número de campos. Se está investigando, por ejemplo, su uso para la fabricación de monitores, para nuevas células de paneles solares que sean más baratas y eficientes (el problema de la energía solar no está ahí, pero bueno, lo dejaremos de momento), y en el caso de la medicina, se usan para básicamente tomar imágenes de mejor calidad en los microscopios láser.<br /><br />Y aquí viene la parte conspiranoica del tema. La fundación Gates (no tengo que deciros quién está aquí, ¿verdad?) está poniendo un montón de pasta en todo tipo de proyectos, incluido uno de comprar y distribuir vacunas. Entre los muchos proyectos, había uno que consistía en crear un tatuaje con puntos cuánticos que sirviera como una especie de carné de vacunación. Y claro, todos los conspiranoicos del mundo lanzados a hablar sobre que si va a ser una forma de controlarnos mentalmente o meternos microchips en el cuerpo y… mira, si decís eso es que no tenéis ni flapa de lo que hay dentro de un microchip. Aparte de que este proyecto tiene una utilidad más bien dudosa, lo que lo tumbará con toda probabilidad, es que el cristalito es eso, un CRISTALITO. Que lo único que hace es emitir luz de colorinchis cuando lo pones bajo otra determinada luz. Tiene más futuro como decoración entre los fans de las raves, la verdad.<br /><br />Pero si esto os ha parecido surrealista, esperad a lo que sigue que os va a encantar: esta señora menciona la enzima luciferasa. Sé que tengo en este blog lectores que son fans del Persona 5 que seguramente recuerdan una pregunta muy específica que hacen en ese juego, y que seguramente nos tendrá a todos descojonados. ¿Por qué? Porque veréis, sí, la luciferasa existe. Es el nombre de un tipo de enzimas oxidativas que suelen funcionar en tandem con un tipo de moléculas llamadas luciferinas. La luciferasa interacciona con el oxígeno (de ahí lo de oxidativa) para modificar la luciferina, que pasa por una serie de procesos hasta descomponerse rápidamente, liberando fotones durante todo el proceso. Sí, he dicho FOTONES. La luciferasa y la luciferina son moléculas relacionadas con la BIOLUMINISCENCIA. Como, por ejemplo, la luz que emiten LAS LUCIÉRNAGAS.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-yfmGxAT20XI/X8P5rT2NTmI/AAAAAAAAAxk/q26i6xm2jOcoEq0ywJ6UHrKKaBNQq8DPQCLcBGAsYHQ/s900/Luciferasa.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="900" src="https://1.bp.blogspot.com/-yfmGxAT20XI/X8P5rT2NTmI/AAAAAAAAAxk/q26i6xm2jOcoEq0ywJ6UHrKKaBNQq8DPQCLcBGAsYHQ/s320/Luciferasa.png" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>Estructura de la luciferasa</i></span><br /></td></tr></tbody></table><p>“¡Pero Yuko, se llama luciferasa!” *Golpe con el diccionario de latín de sus años de colegio* ¡De lux, lucis, merluzo! ¡Luz, en latín! “¡Pero es que Lucifer…!” *Golpe con la Biblia comentada de la familia* ¡¡Mitología cristiana, merluzo!! ¡¡Es una malinterpretación de un pasaje de Isaías!! ¡¡Es el nombre del planeta Venus en latín, la puta estrella de la mañana!! ¡¿Quién connio os ha enseñado religión, panda de mamelucos?! *se recompone con algo de dificultad*<br /><br />Si queréis saber cómo ha acabado esto en las teorías conspiranoicas sobre las vacunas, ¿habéis leído esa parte sobre los cristalitos microscopicos con luces de colorinchis de hace un par de párrafos? Pues al parecer alguien escuchó campanas, no supo donde, y mezcló la luciferasa en este feo asunto. Que además tiene gracia porque la que produce la luz NO es la luciferasa, sino la luciferina. Y la una no hace una mierda sin la otra. Que además tiene puntos extra porque necesitas una enzima de luciferasa específica para reaccionar con un tipo específico de luciferina. Son así de tiquismiquis las dos moléculas estas. Iban a funcionar como esta gente piensa, vamos… mañana, ¿no te jiba?<br /><br />De aquí salta a que nos van a modificar el ADN, con lo cual tenemos que volver a nuestra parte inicial sobre el ARNm. Que mira, podría ponerme a explicar por qué el ARNm no iba a modificar el ADN, pero que las gentes de Maldito Bulo ya me han hecho el trabajo, así que simplemente leeros <a href="https://maldita.es/malditaciencia/2020/11/27/vacunas-arn-mensajero-no-modifican-adn/" target="_blank">su artículo</a> para saber por qué es esto una gilimemez sin pies ni cabeza.<br /><br />No, a lo que vamos a saltar es a la siguiente parte que es un tema que yo tengo medio estudiado y que es algo de lo que me gusta hablar, como pueden certificar mis amigos jugadores de rol: el transhumanismo. Y mira, es un tema complicado que tiene muchas vertientes que están casi todas en una fase teórica. Vertientes del tipo social, ético, filosófico y moral en las que no me voy a meter porque es de un complejo que te cagas. Pero puedo hablaros de la base a aquellos que no estéis un poco al tanto de este tema. El transhumanismo es la transformación de la condición humana mediante el desarrollor y uso de tecnologías avanzadas que modificarían y mejorarían el intelecto y físico humanos. Y ya os digo aquí que esta mierda es compleja que te cagas, que hay un montón de campos y estudios y mierdas y de verdad, que tengo diez páginas de apuntes de esta mierda que hice para un fanfic y aún flipo con aquello. Pero que esta gente reduce a “nos van a conectar a ordenadores para controlar nuestras cabezas”.<br /><br />Para empezar, el transhumanismo en sí es una serie de corrientes FILOSÓFICAS, ¿vale? Corrientes de pensamiento sobre dónde nos debe llevar la tecnología con respecto al cuerpo humano. Hay, como ya he dicho, un sinfín de ramas donde meterse. Y una de ellas, solo UNA, es sobre la posibilidad de que convertir al ser humano en un ente virtual capaz de vivir dentro de un ordenador.</p><p>¿Estáis flipando? No me extraña. Más que nada porque ahora mismo es TÉCNICAMENTE IMPOSIBLE que ocurra eso.<br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8e/Whole_brain_emulation.svg/1024px-Whole_brain_emulation.svg.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="800" height="320" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8e/Whole_brain_emulation.svg/1024px-Whole_brain_emulation.svg.png" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>Estimación de la potencia necesaria para emular los distintos niveles de un cerebro humano. Los puntos de colorines son los ordenadores disponibles. Podéis empezar a llorar.</i></span><br /></td></tr></tbody></table><br />Por un lado, está le hecho de que el nivel de las inteligencias artificiales no es ni de coña capaz de imitar a una persona. Es cierto que hay inteligencias artificiales con una alta capacidad de aprendizaje (he oído que hay competiciones de ajedrez entre IAs y eso debe ser la cosa más bodrio sobre la faz de la Tierra), pero al final del día no es posible imitar completamente a una persona con una IA. Y por otro lado está el hecho de que intentar escanear un cerebro humano para que haya una copia funcional en un ordenador está… en un futuro muy, muy, pero que muy lejano. Para empezar, no hay ningún ordenador actual que pueda calcular e imitar los cientos de miles de impulsos eléctricos que maneja nuestro cerebro a cada dichoso segundo. Por no hablar de imitar una red neural que se asemejara siquiera al mismo. No hay memoria suficiente, ni capacidad de análisis de la información lo bastante rápida como para siquiera poder empezar a copiar lo que sabemos. Y digo lo que sabemos, porque hay muchas, muchísimas cosas que todavía no entendemos de nuestro cerebro.<br /><br />Y luego está, claro, la forma en la que podría imitarse un cerebro específico, o en otras palabras, escanear un cerebro. Lo cual ahora mismo es… bueno, es ciencia ficción. Para empezar, la única manera que tenemos ahora mismo de escanear un cerebro para meterlo en un ordenador es cortándolo en láminas muy, muy finas y escaeándolas una a una. Que, como os podéis figurar, implica la muerte previa de aquel de quien fuera el cerebro. En 2010 alguien consiguió escanear una pequeña muestra del cerebro de un ratón, pero hasta ahora no parece que se haya avanzado mucho en este campo. En cuanto a la simulación de cerebros, por ahora se han logrado imitar el de una mosca de la fruta y el de un ratón, pero no he encontrado datos de que se haya avanzado mucho más que eso.<br /><br />Es cierto que a día de hoy se están logrando grandes avances en lo que se refiere a implantes que conectan directamente al cerebro. En concreto, los más avanzados son implantes para curar la sordera y la ceguera causadas por daños neuronales. Esta es una tecnología en la que se estaba trabajando desde que yo era una cría pequeña, y estamos viendo los resultados AHORA. Dad por sentado que cualquier cosa más avanzada requerirá del mismo tiempo o incluso más. La era en que tengamos nuestros cerebros conectados a un ordenador está todavía muy, muy lejos. Extremadamente lejos. Tipo “lo espero para cuando estemos en la fecha de Macross Frontier”. Y ni siquiera estoy segura de que llegue entonces.<br /><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-XwdCFNO6pQk/X8P72ww8OLI/AAAAAAAAAxw/k8sU3gj-rVkXzPObb5dOTD53mVtAVsXZgCLcBGAsYHQ/s1366/IBMQ.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="788" data-original-width="1366" src="https://1.bp.blogspot.com/-XwdCFNO6pQk/X8P72ww8OLI/AAAAAAAAAxw/k8sU3gj-rVkXzPObb5dOTD53mVtAVsXZgCLcBGAsYHQ/s320/IBMQ.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><i>IBM Q System One, el primer ordenador cuántico comercial</i></span><br /></td></tr></tbody></table>En cuanto a los ordenadores cuánticos… A ver cómo lo digo… Sí, es cierto que el año pasado salió el primer ordenador cuántico de uso comercial. Supuestamente. El caso es que el ordenador de marras tiene unos pocos problemillas. El primero de ellos es que es una cosa gigantesca. Del tipo que necesita un cuarto para él mismo. El siguiente es que el ordenador funciona en unas condiciones ambientales muy, muy específicas. En pocas palabras, el ordenador se lo pueden permitir cuatro gatos, y no solo por el precio. ¿De verdad pensáis que alguien se va a molestar en gastarse el potostorro de pasta para que tener a la gente conectada a un cacharro cilíndrico gigante en un experimento que probablemente saldría rana? Quiero decir, tienes una máquina capaz de follarse los límites de memoria gastados para la longitud de un número, ¿y la empleas en eso? ¿Teniendo algo que puede hacerte un estudio de mercado en cero coma y darte las claves de torcer la mentalidad de la gente con un puto anuncio? Amosombre, no me jodas. Por no decir que ese tipo de ordenadores estarán en manos de sitios como la NASA y el CERN, donde son realmente necesarios y donde de verdad se pueden mantener las condiciones óptimas para que el cacharro funcione.<br /><br />Y no, no me voy a poner a explicar un ordenador cuántico. Para empezar, bastante tengo con estar aprendiendo cómo funciona un ordenador NORMAL, no me voy a empezar a meter en una mierda que requiere un grado de física extra. Y por otro, tengo la espalda dolorida y este artículo está comenzando a convertirse en un tocho infame. Si queréis ver algo al respecto, la wiki inglesa es vuestra amiga.<br /><br />En pocas palabras, que ya de por sí es malo mezclar churras con merinas, que encima lo hagan sin tener ni flapa de qué hace cada cosa lo único que consigue es que quedes en ridículo de la forma más estúpida. Como al parecer ha pasado con la individua del tuit de arriba. Por favor, antes de compartir cosas salidas de la mente de QAnon, haceros un favor, revisad fuentes y, sobre todo, alejaos de esa gentuza como de la peste. Si hay alguien en la realidad que se acerque a “malo de videojuego cyberpunk”, esos son ellos. Y no querréis estar a favor de los villanos, ¿verdad?<br /><br />Y aquí os dejo. Con un poco de suerte volveré por aquí dentro de una semana con uno más de mis retos de literatura. Hasta entonces, cuidaos, hidrataos, y mandadme vibraciones para que la semana que viene me caiga Zhongli en la gacha del Genshin Impact. Quiero a mi tío trajeado moreno de ojos ambar con la voz de Tomoaki Maeno en mi equipo y lo quiero para hace dos semanas.<p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-48132954908958027802020-11-29T12:13:00.000+01:002020-11-29T12:13:12.520+01:0052 Retos de Escritura (XLVIII): Venganza<p><i>Reto #48: Escribe un relato que incluya una etopeya sobre el antagonista de la historia.</i></p><p> </p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>VENGANZA</b></span></p><p><span></span> <br /></p><p><span></span> —Esta noche, todos los juegos van a acabarse.</p><p>La mujer delante de César podía ser una anciana, pero su figura era recta como el tronco de un chopo y su expresión era adusta. Si le hubieran dicho que era una noble de un cuento de hadas, se lo habría creído. Pero no pertenecía a un cuento de hadas ni era una noble. Era una maga, una especialista en conocimientos arcanos. Y, sobre todo, era una tía que había perdido a su sobrina hacía unos meses, sin que hubiera podido sospechar nada. Aquella mujer solo conocía la furia.</p><p>César la entendía. ¿Cómo podía no hacerlo? Su enemigo, el enemigo de ambos, les había golpeado en lo más íntimo: sus familias. La única diferencia entre ambos era que César había tenido suerte rescatando a su hermana del hechizo que aquel tipejo le había lanzado. La sobrina de aquella mujer, de Olga, ahora yacía en una tumba en el cementerio de la Almudena. Enterrada por sus padres y sus tíos, alguien que se había ido mucho antes de lo que debía. No sabía cómo se sentiría o qué tipo de pensamientos correrían por su mente. Pero sí podía sentir el odio que estaba dirigiendo hacia el causante de aquello.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>—El ritual es viejo, y proviene de las estepas rusas. Una vieja forma de hacer amuletos, pervertida para arrebatar la vida de una persona y usarla para alimentar la del sujeto. Supongo que se pensaba que una vieja como yo no sería capaz de atar los cabos.</p><p>—No me extrañaría. Pero si tiene un amuleto nuevo…</p><p>—Habrá estado intentando acumular más vidas. Tal vez esa fue la razón por la que intentó el hechizo de metamorfosis. A fin de cuentas, un gato vive mucho menos que un humano.</p><p>Entrecerró los ojos al escuchar aquellas palabras. Sabía que ya no había problemas en ese frente porque su hermana volvía a ser humana, y su cerebro había registrado toda aquella desventura como una simple gastroenteritis, pero sin duda alguna Vasily no se detendría ahí. Creía conocer a aquel individuo lo suficiente como para hacerse una idea de sus planes, al menos en un sentido general de los mismos. Si había hecho un amuleto que servía para chupar la vida de los demás, entonces chuparía la vida de los demás todo lo que fuera posible.</p><p>Olga revisaba con cuidado las líneas del círculo que había dibujado en el suelo. No, tal vez dibujar no era la palabra correcta para describir aquello. Puede que el círculo, con todos sus símbolos y versos, hubiera sido fabricado a través de sal y sudor, pero los glifos estaban grabados en el suelo de una forma que solo podía ser considerada sobrenatural. Cuando los nudosos dedos de Olga retrazaban algo, colocándolo en la posición deseada, parecía que estuvieran moviendo el mismo suelo. Podría soplar todo el viento del mundo, que esos granos no se moverían. La única forma de que lo hicieran consistía en romper la propia magia de la mujer. Pero para eso estaba él hoy aquí.</p><p>—¿Cuánto tiempo necesitas para acabar el ritual?</p><p>—Empezaré a las dos de la madrugada. A partir de ahí, necesitaré una hora.</p><p>—Entendido. Entonces me marcho ya.</p><p>—Buena suerte.</p><p>—Gracias. La voy a necesitar.</p><p>Y con estas palabras, salió de la habitación y salió en busca de su adversario.</p>
<p></p><br /><hr /><p><br /></p><p>César odiaba a Vasily. Tenía multitud de motivos para ello.</p><p>Le odiaba porque Vasily quería dañar a sus seres queridos, solo por obtener poder. No era solo su intento de robarle la vida a su hermana, aquello no era más que la guinda a un repugnante pastel. Años atrás, Vasily había querido usar a Eloisa para hacerse con el poder de la Corte Blanca y, cuando esta se había mostrado complicada de utilizar, había abusado del corazón de Sorin para controlar a la Corte Negra. Había causado un daño horrible que en algunos puntos aún estaba siendo reparado, y había destrozado la vida de alguien a quien César consideraba un amigo. No había forma en que pudiera condonar crímenes como esos.</p><p>Pero había una corriente mucho más profunda detrás de ese odio, una aversión mucho más atávica, más ancestral, anclada en su propia alma y en sus propias creencias. Sí, sin lugar a dudas, odiaba a Vasily porque era una demostración de todo lo feo que tenía la humanidad.</p><p>Vasily ansiaba dos cosas por encima de todo: poder, y una vida eterna. Ansiaba aquello como quien ansía el agua en el desierto. Amaba el poder y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguirlo. No le importaba cuanta gente muriera, lo que esa gente hubiera pensado de él, o las consecuencias de sus actos. Era capaz de los actos más horribles, si eso significaba que conseguiría tener más poder aún, por poco que este fuera. El amuleto del que le había hablado Olga no era sino una demostración de ello: algo que almacenaba la vida de aquellos a los que se mataba o torturaba para luego convertirla en días para el portador. Ni siquiera las Cortes Negras más radicales aceptarían que se usara semejante conjuro.</p><p>Pero al mismo tiempo, porque amaba demasiado su propia vida, Vasily era un cobarde. Nunca lucharía directamente contra él, o contra nadie que considerara su igual o superior. Por eso había intentado atacar a Eli en ocasiones, o por la que había atacado a su hermana. No arriesgaría su bienestar, pero no le importaba sacrificar el de los demás para sus propios propósitos. Y todos aquellos años de vida robados a otras personas le daban la astucia la capacidad de escurrirse de una comadreja. Si uno no sabía a quién o qué se enfrentaba, y eso solía pasar con la inmensa mayoría de los seres humanos, lo más lógico era que obtuviese lo que quería y lograra escapar. Por otro lado, César sabía a quién se enfrentaba, sabía de qué pie cojeaba y, sobre todo, sabía que Vasily era un perro viejo.</p><p>Y un perro viejo no aprende trucos nuevos.</p><p>Solo necesitaba un cebo lo suficientemente jugoso. Algo que le hiciera desviar la mirada. Tanto como para que ni siquiera se diera cuenta de que era a él a quien se estaba enfrentando. Por fortuna, alguien le había dado lo que necesitaba.</p><p>Sorin le había dicho que el tomo era viejo, y poderoso, en el sentido de que contenía conocimientos que volverían a una persona en un monstruo, desde el punto de vista de capacidades mágicas. Era algo que solo salía contadas ocasiones de su escondite en la biblioteca de la Corte Negra, y que había llegado a la misma por casualidad. No era de valor para los seres míticos, pero por otro lado era un peligro si caía en las manos equivocadas. Manos como las de Vasily. Por supuesto, el lituano sabría de su existencia y lo desearía. Dentro de poco vería si era lo suficientemente atractivo como para que se olvidara de averiguar quién estaba encargado ahora de guardar el libro.</p><p>El silencio reinaba en aquellas calles, aunque no era algo sorprendente. A fin de cuentas, era una zona de oficinas, un lugar que solo atraía gente cuando había que trabajar. Las farolas iluminaban una buena parte de la acera, pero hacían poco por quebrar la oscuridad que reinaba sobre algunos de los jardines. Siguió avanzando por aquel lugar como si le corriera prisa y tuviera que hacer una entrega. Había intentando que fuera lo más realista posible: había optado por una ruta en la que no hubiera nadie que pudiera sospechar de él, y se comportaba como lo haría que estuviera viajando desde el palacio de la Corte Negra hasta el registro de la Corte Blanca. Quería que aquello fuera todo lo convincente posible, así que estaba siguiendo todos los pasos y protocolos que se seguían para este tipo de temas, porque sabía que su adversario los conocía. Cuanto más real fuera todo, más fácil sería que mordiera el cebo.</p><p>Cuando tuvo que esquivar varios disparos de algo que no eran balas, supo que su enemigo había caído en la trampa.</p><p>Era obvio que no mostraría su cara mientras atacaba. Pero no era necesario. Sabía que era él porque era el único lo suficientemente loco en aquella ciudad como para romper las normas de convivencia de las cortes de forma abierta. Y también sabía, gracias aquel disparo, desde dónde estaba atacando. Miró hacia arriba, donde lo que parecía enteramente un cuervo se mantenía en el aire al borde del halo de las farolas, y le lanzó un objeto de color oscuro. Por supuesto, el pájaro que no era tal esquivó a duras penas el objeto, pero eso era algo que César había esperado. A fin de cuentas, su intención tan solo era que descendiera un poco en el aire.</p><p>Corriendo en su dirección, dio un salto portentoso, sobrehumano, al tiempo que de su mano surgía una espada de luz. La reluciente hoja cortó el aire, yendo directa al cuervo. Lo habría partido en dos si este no hubiera reaccionado lanzándose en un picado hacia abajo, esquivando por los pelos. De hecho, el movimiento fue tan brusco que perdió el control de su vuelo y se vio obligado a transformarse en un gato para caer al suelo de pie en lugar de estamparse contra el mismo. Ambos acabaron aquel choque dándose la vuelta para encararse el uno al otro.</p><p>—Tenías que ser tú el que tuviera el libro— escuchó que decía el gato.</p><p>—¿Acaso pensabas que enviarían a alguien a quien se lo pudieras quitar fácilmente? Al menos ten el valor de enseñarme tu cara.</p><p>Durante un momento, ambos guardaron silencio. Por fin, Vasily cambió su cuerpo al que usaba habitualmente. César torció ligeramente la cabeza al verle. Le encontraba un tanto… desmejorado no era la palabra que hubiera querido usar. Era cierto que cuando habían cancelado el hechizo que le había lanzado a su hermana debería haber sufrido algún tipo de efecto negativo, o al menos eso le había explicado Olga, pero estaba seguro de que no habría sido hasta ese extremo. Había pasado algo más, pero no estaba seguro de qué era. Y de todas formas, no le importaba demasiado.</p><p>—No has dormido mucho últimamente, por lo que veo. ¿Te han maldecido con una conciencia?</p><p>La cara de Vasily se torció en un gesto de rabia, antes de lanzarle de nuevo aquellas balas de energía. Las esquivó con facilidad, sin cansarse demasiado. Por supuesto, no es como si el mago fuera a detenerse, y se le veía más frustrado y enfadado cada vez que evitaba cada uno de sus hechizos. Por supuesto, esa era la estrategia principal detrás de lo que le había dicho. A la hora de la verdad Vasily solo era frío y calculador cuando tenía ventaja y hacía su numerito de mente maestra, pero en cuanto sus planes empezaban a torcerse, perdía los nervios y la compostura, y comenzaba a atacar a lo loco, lo cual le hacía tremendamente fácil de evitar. Por eso era él el que estaba ahí. Porque no iba a caer en los trucos baratos de aquel megalomaníaco.</p><p>Por un momento, pensó en alargar aquella charada. A fin de cuentas, su misión era retenerle. Pero desechó rápido esa idea, a sabiendas de que si de verdad estaba actuando de correo, habría querido acabar con aquello rápido. Cuanto más realista fuera, menos posibilidades habría de que se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo. Así que en un momento dado, en una de las pausas entre andanada y andanada, lanzó su ataque, atravesando rápidamente la distancia que les separaba. Esquivó una serie de proyectiles mágicos que Vasily había lanzado a la desesperada, y apenas le alcanzó, lanzó un tajo en diagonal. Pero algo detuvo su espada: una daga de aspecto sombrío y de un tamaño que, más que daga, podría haber sido llamada espada corta.</p><p>—Oh, esta es nueva.</p><p>—Me ha costado mucho encontrar algo que pudiera detener tu arma. Si piensas que vas a vencerme…</p><p>César hizo caso omiso de la palabrería cliché de su adversario y simplemente puso más fuerza en su movimiento, forzando los brazos de Vasily hacia el lado. El hechicero saltó hacia atrás para evitar el siguiente ataque que estaba claro que iba a llegar. Se puso a la defensiva, y poco tiempo después estaba bloqueando como podía los golpes que parecían venir de todas partes.</p><p>La diferencia entre ellos en lo que a combate se refería era meridiana, y la verdad era que de no ser por su magia, César habría terminado con él rápidamente. También era cierto que no se estaba esforzando demasiado, pero incluso así, el nivel de combate de su adversario no era como para tirar cohetes. Se preguntó cuánto tendría que seguir así, y si no sería mejor dejarlo empotrado contra el asfalto con una espada de luz clavada en el hombro. Total, teniendo en cuenta lo que tardaría en desclavarse la espada, y lo que tardaría en sumar dos y dos, seguro que no llegaría a tiempo para detener…</p><p>En ese momento, su móvil sonó en su bolsillo, alto y claro en medio del combate. Aquello pilló un poco de sorpresa a César, que no acabó de completar el movimiento que estaba ejecutando. La distracción no fue lo suficiente como para sacarle del combate, pero sí para que Vasily escapara sin un solo rasguño de aquel lance en concreto. Con una separación de un par de metros, el lituano se quedó en guardia, jadeando, mientras César sacaba el móvil y lo comprobaba. Una llamada perdida de Olga. La señal que estaba esperando.</p><p>Sin mirar, bloqueó el ataque de Vasily mientras devolvía el móvil a su bolsillo.</p><p>—¿Qué haces mirando otra cosa? ¡No voy a dejarte marchar con el libro!</p><p>—¿Libro? ¡Oh, ese libro! No lo tengo yo.</p><p>—¿Qué?</p><p>—¿De verdad pensabas que iba a ir por la calle con un tomo tan peligroso? Sólo dejamos caer que alguien lo iba a llevar de la Corte Negra a la Blanca.</p><p>—¿Me habéis tendido una trampa?</p><p>—Si lo pones así… Sí.</p><p>Vasily rugió, pero lo que comenzó como un grito de odio se transformó a la mitad en uno de dolor, mientras comenzaba a retorcerse, arañando su pecho. César se apartó, intentando no quedar atrapado en lo que fuera que estaba ocurriendo. Aquella agonía duró varios minutos. Cuando terminó, Vasily estaba tendido en medio de la calzada, hecho un ovillo e inmóvil por completo.</p><p>—¿Qué… me has hecho?— su voz sonaba rota después de tanto gritar.</p><p>—Yo no te he hecho nada. Pero, ¿no acaban de cancelar el ritual de tu amuleto?</p><p>Vasily le miró con los ojos muy abiertos. Ah, ¿que pensaba que no sabían lo que había hecho?</p><p>Madrid era grande, pero no lo bastante como para que aquellos que estaban relacionados con el mundo místico no supieran a dónde tenían que dirigirse cuando necesitaban ayuda. Y cuando te hacías una cierta fama, o infamia como sería en el caso de Vasily, averiguar que había hecho algo, lo que fuera, era sencillo. Olga había sabido lo que su sobrina había hecho. Era imposible para una maga de sus conocimientos no darse cuenta de lo que había ocurrido, y menos cuando su adversario había dejado pistas despreocupadamente. La maga solo había necesitado un nombre. La Corte Blanca tenía uno para ella. Lo demás había sido tan solo el trabajo de aquella mujer que buscaba justicia por la muerte de su sobrina. Eso invalidaba los poderes del amuleto. Desgraciadamente, la vida de aquella muchacha ya había sido consumida. Nadie podía salvarla. Pero aquel que había hecho eso… Aquel ya no robaría más vidas, no de esa manera.</p><p>Olga había deshecho la magia del amuleto… pero lo que no había deshecho era la última voluntad de su sobrina.</p><p>—Ah, pero eso es cierto, la maldición sigue ahí. Disfrútala. Puede que aprendas un par de lecciones… Si él no acaba antes contigo.</p><p>Las luces de las farolas comenzaron a parpadear de forma súbita. Esa era otra señal.</p><p>—Me voy. Si sales de esta, Vasily, ni se te ocurra volver a esta ciudad. Si no es el Rey Negro el que te encuentra, lo haré yo, y no seré tan amable como hoy.</p><p>Y se marchó, mientras las sombras que anunciaban la llegada de un Sorin furioso se cernían sobre el enemigo derrotado.</p><p>Puede que esa noche no fueran a dormir más felices, no todos al menos, pero lo harían más tranquilos sabiendo que los actos de una chica engañada no acarrearían más muertes, y sí daño a la persona que la había engañado y que había deseado mal a los demás. Eso era lo que importaba. Aunque no pudo evitar el pensamiento cruel, vengativo que corrió por su mente.</p><p>—Ojalá Sorin lo deje seco.<br /></p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-53051917889609911912020-11-22T12:32:00.000+01:002020-11-22T12:32:55.357+01:0052 Retos de Escritura (XLVII): Siamesa<p><i>Reto #47: Tu protagonista despierta y de pronto es un animal (al más puro estilo
Kafka, pero, si puede ser, que no sea una cucaracha). Narra las
dificultades que tiene para continuar con su vida.</i></p><p> </p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>SIAMESA</b></span></p><p> </p><p>Estaba tumbada boca abajo. Eso era malo. Siempre que se tumbaba boca abajo para dormir, acababa con un dolor de espalda tremendo. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de algo andaba mal. Podía notar las sabanas tocando su tripa, pero su cuerpo estaba todo encogido, como si estuviera durmiendo de lado. No, no, eso no era correcto. No estaba encogido. Estaba enroscado sobre sí mismo.</p><p>Abrió los ojos de golpe y miró a su alrededor. Algo iba muy mal. Para empezar, todo parecía extraño, como si los colores a su alrededor hubieran cambiado. Le costó bastante darse cuenta de que sus ojos ya no distinguían los colores rojos. Aparte de eso, podía escuchar un zumbido alto y constante, como un crepitar que no paraba. No era problemático, pero tal vez sí que era algo molesto. Finalmente, se miró a sí misma y se encontró con que su cuerpo ya no era el de una humana. Tenía patas, y estaba cubierta de pelo que iba del crema al castaño oscuro. Lo que había creído que eran las sábanas en realidad era su pijama, que ahora era demasiado grande para ella.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>Su mente entró en un estado de pánico. Se repetía una y otra vez que aquello no podía estar pasando, que tenía que ser un sueño, que… en un ciclo interminable. Tras un par de minutos en aquella situación, saltó de la cama y salió corriendo, pero se topó con la puerta cerrada de la habitación. Dio varias vueltas sobre si misma, sin saber que hacer, hasta que vio el picaporte. Este era alargado, y para abrir la puerta solo tenías que presionar hacia abajo, así que tal vez podría abrirlo. Saltó hacia él, pero como no tenía bien tomadas las distancias, se golpeó con él en la boca. Se quedó tumbada gimoteando mientras se tapaba el morro con una pata. Luego, volvió a intentarlo, y esta vez logró engancharse con las patas en el picaporte. El peso hizo que el picaporte bajara y abriera un poco la puerta. Consiguió, a base de meter la pata y luego el cuerpo, abrir lo suficiente como para deslizarse fuera de su cuarto.</p><p>A cuatro patas, se dirigió hacia el cuarto de baño. También estaba cerrado y, aún peor, estaba a oscuras. Le llevó unos cuantos intentos el abrir la puerta y encender las luces. Para entonces estaba hambrienta y tenía muchas ganas de orinar, pero eso no la distrajo de su meta: el espejo. Se las arregló para saltar al lavabo y por fin pudo mirarse.</p><p>Era obvio que tenía la más que clara sospecha de que se había convertido en un animal, pero ver que en lugar de su cuerpo había el de una gata siamesa clásica acabó de enviarla a un estado de pánico. Empezó a chillar, solo que el sonido que salió de su garganta no era un grito como tal, sino un maullido agudo y aterrado que no hizo sino empeorar las cosas. ¿No podía hablar? ¡No podía hablar! ¿Qué iba a hacer ahora? ¡Esto no podía estar pasando! ¡Tenía que ser un sueño! Pero aunque su mente intentara negarlo, su cuerpo seguía allí, demostrando que era real.</p><p>No supo cuándo se bajó del lavabo. Tampoco lo que estuvo haciendo durante un buen rato. Cuando se detuvo, seguía estando en el cuarto de baño, pero en este había ahora un enorme charco de orín y heces de gato que eran obviamente suyas. Y puede que estuviera más calmada, pero en ese momento estaba famélica. Tenía que comer algo, pero… ¿el qué? Nunca había tenido un gato en su vida, así que no sabía lo que comían. Pescado y carne, suponía, pero, ¿algo más? En los dibujos animados se les veía bebiendo leche, ¿tal vez eso bastaría? La leche era un alimento muy completo, ¿verdad? Intentando no pensar demasiado en lo que le había pasado, o cómo había podido pasar, se dirigió a la cocina.</p><p>Pronto encontró el siguiente problema en su camino: la puerta de la nevera. No era como la puerta de su cuarto o de su baño, que tenían picaporte. Había que tirar de ella, y era una puerta bastante dura. Estuvo durante un rato meditando. Tal vez podía abrir el congelador y sacar algo de la carne que tenía dentro, pero tendría que descongelarla, y no tenía tiempo para ello. No, no, tenía que ser de la nevera. Necesitaba poder empujar la puerta lo suficiente como para que, en lugar de moverse para cerrarse, lo hiciera para abrirse. Pero con su tamaño, ni aunque se pusiera a dos patas llegaría a la puerta.<br />A menos, claro está, que lo intentara desde arriba.</p><p>Era una gata, se dijo, saltaban muy alto, seguro que podía llegar allí. Lo intentó, dando un tremendo bote, pero se quedó corta. Consiguió sin embargo agarrarse al borde con las patas delanteras. Intentó subir el cuerpo, pero sus patas traseras resbalaban sobre la superficie metálica. Estaba desesperada. Al final, tuvo que dejarse caer. Miró el frigorífico con desesperación, y luego se dio la vuelta, buscando algo que pudiera ayudarla en su empresa o, en su defecto, le diera acceso a algo de comer. Se giró y vio entonces los muebles de la cocina. Las encimeras no eran tan altas, así que podía subirse tranquilamente a una de ellas. Tal vez se había dejado algo encima desde la noche. O podía intentar abrir el armario donde estaban las conservas. Estaba segura de que tenía alguna lata de algún tipo de pescado por algún lado. ¡Puede que incluso llegara a lo alto de la nevera si saltaba desde ahí!</p><p>Así que se subió a la encimera, y desde ahí observó sus opciones. Sabía que las conservas estaban en el lado de la nevera. Desde donde estaba podía saltar hasta allí con facilidad. Pero por otro lado, ¿iba a poder abrir las latas? Eso era fácil de hacer cuando tenías pulgares oponibles, pero no estaba segura de que fuera tan sencillo cuando tus herramientas eran las garras de un gato. ¿Qué tal la nevera? Desde ahí, seguro que por fin podría llegar hasta la parte de arriba. Se preparó para saltar, y su cuerpecito surcó el aire. Esta vez alcanzó su destino, aunque no de forma tan limpia como hubiera querido. Oh, bueno, no se iba a quejar.</p><p>A partir de ahí, le llevó un rato y mucho esfuerzo abrir la nevera, hasta que a partir de cierto punto la puerta comenzó a moverse hacia fuera por sí sola, hasta que la puerta impactó con el mueble de cocina de al lado. El golpe hizo que el cartón de leche se tambaleara y finalmente cayera al suelo, derramando su contenido por el mismo. ¡Por fin! Bueno, había dejado el suelo hecho un estropicio, ¡pero al fin podía tomar algo! Bajó de un salto al suelo, e inclinó su cabeza hacia el charco de leche.</p><p>Se frenó durante unos segundos, insegura. La leche olía rara. ¿Se habría estropeado? No, no podía ser, había comprado aquel paquete el día anterior, y esa leche no se estropeaba tan fácilmente. Además, ella sabía cómo olía la leche que estaba mala. No se parecía en nada a ese olor. Decidió que lo mejor que podía hacer era ignorar a su olfato y beberla de todas formas. Dio un lametón, luego dos y tres, y notó cómo el líquido bajaba por su garganta.</p><p>Iba por el quinto lametón cuando comenzó a lamentar su decisión.</p><p>Lo primero que sintió fueron las nauseas, que la apartaron del charco de leche. A los pocos segundos, notó un retortijón en el estómago, y pronto se encontró vomitando lo poco que había bebido. Cualquier hambre que pudiera tener quedó reemplazada por el fuerte dolor en su tripa, y las nauseas que no dejaba de sentir. Aunque se apartó del charco, no pudo ir demasiado lejos en el estado que estaba. Se tumbó, intentando ignorar el dolor y haciendo un pobre intento de ello. De vez en cuando volvía a sentir arcadas, pero nada salía de su interior, porque no había nada que pudiera salir.</p><p>No supo cuanto tiempo estuvo así. El dolor acabó por ceder, pero las nauseas seguían con ella, y cuando pasó el tiempo, lo único que tenía era sed. No quería moverse, pero tendría que hacerlo para cubrir sus necesidades. Evitó el charco de leche, y saltó de nuevo a la encimera. Esta vez le costó algo más de esfuerzo que antes, porque no se encontraba bien y apenas tenía fuerzas para hacer lo que se suponía que tenía que hacer. Subida a la encimera, se acercó al fregadero y, con mucha dificultad, levantó la manija para abrir el paso del agua. No fue mucho, pero un hilo de agua comenzó a manar desde el grifo. Comenzó a lamer el agua que caía. Al menos eso no la pondría mala, ¿verdad? Una vez acabó de beber, volvió a mover la manija hacia abajo. Luego se quedó allí tendida, cansada y harta.</p><p>Quería llorar. ¿Por qué le estaba pasando esto? ¿Era siquiera esto real? Tenía que serlo, teniendo en cuenta el dolor de estómago que estaba teniendo, y las nauseas. Eso era algo que no se sentía en un sueño. Pero aún así, era todo tan irreal, que no sabía qué hacer, o qué pensar.</p><p>Una parte de ella le dijo que debería ir a trabajar, pero era imposible que pudiera llegar al trabajo, y menos aún explicar por qué tenía ese aspecto, si es que no consideraban que era un gato callejero y la llevaban a la perrera municipal o algún lado similar. Así que optó por quedarse allí, cerca del agua que al menos podía beber. Cuando se encontrara mejor, a lo mejor intentaba sacar el tupper de la nevera. No habría problema en comerse los filetes empanados que había hecho el día anterior, ¿verdad? Bueno, lo haría cuando dejara de tener nauseas y retortijones.</p><p>Las horas fueron pasando lentamente. Por fin, las nauseas desaparecieron y el hambre volvió, aunque no tan fuerte como antes. Miró entonces a la nevera, preguntándose si los alimentos estarían bien después de tanto tiempo con la puerta abierta. Desde ahí podía ver el tupper. Saltó de nuevo a la nevera y empujó el contenedor hacia afuera con las patas. Fue un proceso lento y complejo, pero logró su objetivo. Por desgracia, el tupper cayó sobre el charco de leche y, aunque estaba medio seco, todavía había algo del líquido blanco. Bueno, pensó, al menos la carne dentro estaba a salvo. Volvió al suelo y empujó el tupper lejos de la leche, dejando un rastro húmedo por la cocina. Una vez estuvo en un lugar seguro, intentó abrir el contenedor. En ese momento descubrió que sus pequeñas uñas eran muy útiles, ya que colándolas por las rendijas era capaz de hacer suficiente presión como para levantar la tapa. Dentro le esperaba el olor angelical de los filetes empanados.</p><p>Comenzó a comerlos despacio. Eran grandes, pero sus dientes parecían no tener problemas en cortar la carne. Intentó masticarlos despacio, reduciéndolos lentamente, pero su hambre podía con ella y en cuestión de un instante la mitad de los filetes había desaparecido del la fiambrera. De hecho, se habría comido los demás, pero pensó que sería un problema si no se dejaba algo para más adelante. No sabía qué podía sacar de la nevera, ¿y si se quedaba como gata para el resto de sus días? Tenía que racionar su comida hasta que encontrara una forma de volver a lo que era, o encontrar a alguien que la devolviera a su cuerpo.</p><p>Su siguiente paso, entonces, era salir de casa.</p><p>Vivía en un quinto piso, así que salir por la ventana no era viable. Tendría que encontrar la forma de abrir la puerta por su cuenta. Si solo hubiera sido una cosa del picaporte, no habría tenido nada más que hacer que saltar y agarrarlo, como había hecho con las demás puertas. Pero el problema era que había echado el pestillo de arriba, que además de estar bastante alto estaba en una posición para la cual no podía encontrar ningún apoyo para poder manejarse.</p><p>Estaba pensando en cómo solventar aquel problema cuando escuchó el sonido de una llave entrando una cerradura y vio que el pestillo de arriba comenzaba a moverse. Se quedó paralizada, intentando comprender qué era lo que estaba pasando. ¿Sería un ladrón que estaba intentando entrar? Pero eso no tenía sentido, porque los ladrones no tenían llaves que abrieran puertas. Llevada por el pánico, salió corriendo y se ocultó debajo debajo de la mesita del salón. Desde ahí no podía ver quién había entrado, pero suponía que ese alguien se metería para el interior de la casa. Con eso tal vez pudiera escapar a la calle. Aunque si cerraba la puerta, entonces no podría volver dentro… ¿Qué hacer?</p><p>Alguien entró, cerró la puerta y se dirigió a la cocina.</p><p>—¡Vaya estropicio!— escuchó que exclamaba.</p><p>La voz le resultaba conocida, pero en aquel estado de nerviosismo era incapaz de hilar a qué persona pertenecía. Sin embargo, ahora era su oportunidad para escapar. Atravesó corriendo el salón y el recibidor, y dio un salto para aferrarse al picaporte. Este cedió, y la puerta se abrió un poco. Supuso que eso era suficiente, así que se bajó y comenzó a mover lentamente la puerta en la dirección que quería. Sin embargo, cuando estaba en ello, alguien la agarró por la mitad de su cuerpo y la levantó en el aire.</p><p>Ah, sí, esa cara le sonaba. Con el pelo que estaba entre un rubio sucio y un castaño muy claro, con los ojos verdes y avellana, y aquella cara angulosa. Era su hermano. ¿Desde cuando tenía las llaves de su casa? En su mente relampagueó un recuerdo de hacía ya un par de años, cuando le había dado las llaves de su casa a sus padres. ¿Tal vez ellos se las habían dado? Intentó decirle que era ella, pero todo lo que salió de su boca fue un maullido lastimero. Su hermano entrecerró los ojos.</p><p>—De todas las cosas a elegir, ¿un gato?</p><p>No he sido yo, le quiso decir, yo no he elegido esto. Por favor ayúdame. Esas palabras se convirtieron en maullidos al salir de su boca, lo cual la frustró aún más. Su hermano la colocó en su brazo de una forma más cómoda y volvió a cerrar la puerta con el talón, mientras su mano libre rebuscaba su móvil. Le vio seleccionar un número de su lista de contactos y llamar.</p><p>—He encontrado a mi hermana— anunció a la persona que le había cogido el teléfono.</p><p>Levantó la cabeza subitamente al darse cuenta de lo que su hermano acababa de decir. ¿Sabía que la gata era ella? Casi habría podido llorar de felicidad, si hubiera sido humana. De pronto, todo le pareció muchísimo más claro, aunque no sabría decir por qué.</p><p>Su hermano siguió hablando.</p><p>—Es un simple hechizo de metamorfosis, no es algo que no entre en sus capacidades. Debería haber alguien que pudiera ayudarnos con esto. ¿Cuánto piensas que puede tardar?— hubo una pausa mientras esperaba una contestación—. ¡¿Trece días?!</p><p>Si hubiera sido humana, habría palidecido al escuchar aquello. ¿Se iba a tirar trece días en el cuerpo de una gata? ¿Qué iba a ser de ella, cómo se iba a alimentar, qué iba a pasar con su trabajo? Su hermano expresó las mismas dudas a través del teléfono, y no tardó en tener una respuesta.</p><p>—¿Tramitar una baja médica? ¿Y qué médico va a tramitarla para empezar? No es como si su médico de cabecera… ¡Eli, eso es falsedad documental! ¿No hay otra opción? Eh… no, no, tienes razón, eso es aún peor.</p><p>La conversación siguió durante un buen rato. A partir de cierto punto en la misma, comenzó a sentirse incómoda y saltó del brazo de su hermano. Necesitaba ir al baño, tenía unas ganas horrendas de hacer caca. Levantar la tapa del retrete fue toda una aventura, y encontrar una posición cómoda para poder defecar fue cualquier cosa menos sencillo. Creía entender por qué los gatos usaban un arenero. Aquello era ridículo. Pensó en qué forma se iba a limpiar el culo después de aquello. Afortunadamente, en comparación con todo lo que había hecho hasta el momento, aquello fue fácil: solo tuvo que darle un manotazo al rollo de papel, y este comenzó a girar y dejar papel en el suelo. Cuando tuvo una cantidad que le pareció razonable, restregó su culo por él. Era áspero e incómodo, pero era mejor que tener el culo manchado, pensó ella.</p><p>Estaba pensando en cómo tirar el papel al retrete cuando su hermano apareció. Se quedaron mirando el uno al otro hasta que él suspiró y la volvió a aferrar de nuevo.</p><p>—A ver, Raquel, ¿puedes entender lo que digo?</p><p>Ella hizo todo lo posible por asentir con la cabeza.</p><p>—Estupendo. Tengo que salir a por unas cuantas cosas, y no sé cuánto tardaré. Pero voy a solucionar esto lo antes posible, ¿de acuerdo? Mientras tanto, quiero que te quedes aquí y que te quedes quieta, ¿crees que podrás?</p><p>Asintió de nuevo. No sabía sobre lo de quedarse quieta, pero lo de quedarse allí le parecía adecuado.</p><p>—He limpiado la cocina y te he dejado un plato con agua y otro con los filetes en el suelo. No comas ni bebas nada más que eso.</p><p>La echó fuera del baño, pero no lo cerró. Tal vez temía que si lo hacía, tendría orín de gato por toda la casa. No sabía por qué se preocupaba, ahora que se había convertido en una experta en abrir puertas. Podía entrar en el cuarto de baño cuando quisiera, y ya no mancharía el suelo, ahora que sabía lo que hacer con el retrete. Seguía siendo molesto, pero era mejor que nada.</p><p>Cuando su hermano salió de la casa, Raquel se acomodó en el sitio con más sol del salón. No sabía por qué, pero el calorcito que recibía era agradable y la ayudaba a no sentirse mal, así que decidió dormir una siesta allí.</p><p>Ni siquiera se preguntó por qué su hermano había sabido de entrada que la gata que estaba viendo era ella. Todo ese día había sido más parecido a una pesadilla sin explicación que a cualquier otra cosa. Seguro que se lo explicaría en algún momento dado.</p><p>Se quedó tan dormida que ni siquiera se dio cuenta cuando su hermano volvió a la casa cargado con todas las cosas necesarias para mantener a un gato. <br /></p>
<br /><hr /><p></p><p> </p><p>Se despertó desnuda en la cama. Hacía frío y se arrebujó más en la sábana, pensando que tal vez era hora de sacar las mantas. Luego, su mente se frenó en seco y abrió los ojos de repente.</p><p>Durante aquellos trece días, su mundo había carecido de rojos, así que tuvo que pestañear cuando el mundo se mostró ante ella con aquellas tonalidades. El continuo rumor de los aparatos eléctricos había desaparecido, y su cuerpo…</p><p>Se puso en pie de un salto y se miró. Volvía a tener cuerpo humano. Hizo una pequeña danza de felicidad por el cuarto, aunque tuvo que parar cuando comenzó a marearse un poco. Rápidamente se puso algo de ropa por encima y salió de su cuarto. Fue al cuarto de baño y se miró en el espejo. Sí, era ella misma. Lanzó un grito de alegría, y comenzó a prepararse para un nuevo día. Además, sabía que tenía de baja hasta el día siguiente, y el fin de semana iría después, así que ahora que se encontraba bien, ¡sería como unas vacaciones! Bueno, tendría que quedarse en casa para que no cantara demasiado, pero…</p><p>Mientras se iba preparando, su mente llena de todas las cosas que iba a hacer, su mente se fue olvidando de lo que había pasado durante catorce días. Pronto lo asoció a que se trataba de una intoxicación alimenticia que había ido verdaderamente mal. Y los momentos que había pasado como gata quedaron relegados al fondo de su mente.</p><p>Durmiendo en el sofá estaba su hermano. Sobre la mesa estaba el papel de alta médica que habían tramitado con uno de los miembros de la Corte Blanca que era además un doctor en su vida “pública”. Raquel nunca sabría lo que su hermano había hecho aquella noche, y estaba bien. La magia era algo con lo que mejor era no mezclarse.</p><p>Aunque ya se aseguraría él de que el causante de aquel estropicio pagara sus actos.<br /></p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-43880942458743390962020-11-15T12:05:00.001+01:002020-11-15T12:06:02.912+01:0052 Retos de Escritura (XLVI): La Guerra de los dientes<p><i>Reto #46: Mezcla en el mismo relato a Bigfoot, el hada de los dientes y un cabrero.</i></p><p> </p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>LA GUERRA DE LOS DIENTES</b></span></p><p> </p><p>Según los registros, la guerra entre el Hada de los Dientes y el Ratoncito Pérez comenzó a finales del siglo XX, cuando el Hada intentó invadir el sur de América, introduciéndose de forma forzosa en el mercado del señor Pérez. Ni que decir tiene que los métodos invasores de aquella figura anglosajona fueron respondidos con firmeza y tácticas inteligentes, por lo que los constantes ataques fueron repelidos, y el señor Pérez pudo seguir con su boyante negocio con la alegría que le caracterizaba. Por supuesto, no había estado directamente en el campo de batalla, viendo que su casa seguía como siempre en la calle Arenal de Madrid, pero estaba en constante comunicación con sus hijos mayores, que eran los que habían expandido el negocio, y ninguno de ellos era un estúpido.</p><p>Tras los primeros años de rencillas y batallas comerciales, la cosa se había calmado bastante, y lo cierto era que el Ratón Pérez y su familia estaban contentos con que se quedara así la cosa. ¿Qué problema había en que cada uno mantuviera su negocio en los lugares en los que se habían establecido? A fin de cuentas, aquel era un mercado con poca competencia y en el que todos podían medrar. Pero el Hada de los Dientes no lo veía así, y estaba dispuesta a todo con tal de ampliar su territorio y adquirir así todos los dientes de leche del mundo, en un monopolio absoluto que la haría la reina del mercado de dentaduras infantiles. Así que durante aquellos años de supuesta paz, comenzó a pergeñar un plan para por fin derrotar a su adversario.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>La verdad era que si el Hada de los Dientes hubiera primero consultado aquel plan con cualquier otra criatura mística ancestral, le habrían dicho que era mala idea. Santa Claus, por ejemplo, le habría asegurado que no era buena idea soliviantar a otras entidades similares, y que tal vez debería buscar un tratado que les permitiera convivir, como él había hecho con los Reyes Magos. El Conejito de Pascua le habría recomendado abstenerse de intentar siquiera acercarse al país, donde sería mirada con desprecio por intentar adueñarse de algo que ya le había pertenecido a otro desde antes de que ella existiera. Y cualquier críptido con dos dedos de frente le habría advertido que al otro lado del océano había cosas muy viejas y muy malencaradas que harían que el Wendigo se lo pensara dos veces antes de cruzar. Pero el Hada no consultó con nadie. Bueno, eso es una mentira, el Hada consultó con una sola criatura. Y esta criatura fue el Bigfoot.</p><p>Bueno, sería más correcto decir que fue un Bigfoot, porque había más de uno, por supuesto. Los Bigfoot se habían ido moviendo más y más al norte, a los bosques inexplorados y a lugares ocultos a medida que la humanidad iba ganándole más terreno a la naturaleza. El Hada sabía que eran, por lo general, pacíficos, pero también que no eran especialmente brillantes. Siendo sinceros, no había ido allí a consultar a un Bigfoot si su plan era buena idea o no, sino a conseguir convencer a uno de que se uniera a ella en su cruzada particular con el Ratoncito Pérez. El que encontró era más tonto aún que la media, y no tuvo que hacer demasiado para convencerle de que aquello era buena idea. Cierto que el Bigfoot había señalado que él era una criatura de bosques y que el Ratón era de ciudad y era difícil que se encontraran, ¿y cómo harían para viajar? Pero eso eran detalles insignificantes que se resolverían según fueran apareciendo, o eso dijo el Hada, segura de su victoria.</p><p>Tal vez alguien debería haberla avisado de los humanos. <br /></p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p>Paco llegó al bar un poco antes de la hora de la cena. Los parroquianos se miraron extrañados porque rara vez Paco asomaba la cabeza por allí, y menos aún antes de cenar. Para acabar de convencerles que el fin de los tiempos había llegado, según se sentaba a la barra, habló con su voz grave y rasposa.<br /><p>—Un güisqui doble.</p><p>Ahora, no es que Paco fuera un abstemio convencido, porque cuando pasaba por el bar, ya fuera después de cenar o cuando había partido de fútbol de los buenos por la tele, bien que pedía su caña. A veces, cuando estaba especialmente preocupado, pedía un carajillo o un aguardiente. Así que si se presentaba sin estar comido pidiendo una bebida fuerte en cantidades mayores de las habituales, era normal que todos los que le conocían se preguntaran qué era lo que había pasado. Fuera lo que fuese, no podía ser bueno.</p><p>La dueña del bar, insegura de qué era lo correcto hacer, le sirvió lo que había pedido, con una generosa cantidad de hielo en la esperanza de rebajar el alcohol, y una tapa de fritos. Luego le preguntó:</p><p>—¿Qué cojones ha pasao?</p><p>Paco observó el vaso como si lo que se le estuviera pasando por la mente fuera bebérselo de un trago, pero luego prefirió dar un sorbo tentativo. Tras aquella pausa cargada, se decidió a hablar.</p><p>—Mira, no sé qué cojones ha pasao. Ni siquiera estoy seguro de haber visto lo que creo que he visto. No se lo creería ni el cura.</p><p>Eso, una vez más, era preocupante, porque su cura era crédulo más que fanático de los milagros, y era fanático de los milagros al extremo. Marga, la dueña del bar, estaba preocupada sobre lo que pudiera haber visto Paco. Que algo ennervara tanto al cabrero no podía ser bueno.</p><p>—Si no nos dices lo que has visto, no vamos a poder ayudarte. ¿Qué mierdas ha pasao?</p><p>Paco tomó aire y comenzó su relato.<br /></p><p></p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>Había estado llevando a las cabras hacia el monte, como siempre. Sus perros, Negro, Puntos y Barril, controlaban a los animales del rebaño de la forma habitual. Todo era como en cualquier otro día de sus vidas. De vez en cuando lanzaba un silbido que era una orden para sus canes, y estos la cumplían de inmediato. Ahora, a medida que la noche se venía encima, volvía a su granja donde guardaría a las cabras en su vallado. Esa noche no tenía nada que hacer después de cenar, así que pensó que tal vez podría ir al bar a tomarse una caña y hablar con sus vecinos del pueblo. Como estaba todo el día fuera, no se enteraba demasiado de las cosas y quería enterarse de los últimos cotilleos.</p><p>Pero, de pronto, las cabras se pararon. Al principio solo unas pocas, las más perceptivas, pero en seguida fue todo el rebaño. Y por más que ordenaba, ninguna le hacía caso. Después de tantos años pastoreando con aquel rebaño, era capaz de leer el ánimo de sus animales, y pronto le quedó claro que sus pobres cabras estaban en alerta, como esperando saber si tenía que cargar o huir. Pronto le llegó el sonido de un gruñido, y se preocupó al comprobar que provenía de Barril. De sus tres perros, Barril era el más pasivo y calmado, así que verlo en una actitud agresiva no era buena noticia. Con una voz seca y baja le dio la orden de mantenerse en el punto antes de agarrar fuertemente su bastón para acercarse e intentar averiguar qué estaba pasando.</p><p>La visión con la que se encontró fue surrealista. Había una criatura peluda que parecía un orangután famélico, todo cubierto de pelo marrón, con enormes pies y manos, que estaba haciendo unos movimientos extraños con la cabeza gacha y la mirada fija en algo pequeño y de un color grisáceo. Con la luz de la tarde habría sido complejo adivinar aquel color, pero era posible verlo gracias a lo que era una polilla sobredimensionada de color rosáceo que parecía brillar con luz propia y que, lejos de revolotear como cualquier mariposa o polilla, se estaba manteniendo fija en el aire. Una voz de mujer gritaba en inglés, y no podía estar seguro de dónde venía, aunque parecía provenir de la zona general donde aquella especie de polilla rosa brillante se movía. No entendía ni una sola de las palabras; era capaz de reconocer el idioma porque lo había estudiado en el colegio cuando era niño, pero ya de por sí no le había interesado demasiado, y una vez salió del colegio para cuidar del rebaño aquellos escasos conocimientos se fueron desvaneciendo poco a poco. Lo único que podía hacer era reconocer el idioma en sí, sin saber una sola de las palabras.</p><p>En cualquiera de los casos, aquello era raro de narices y estaba asustando a sus animales, así que hizo lo que un hombre de su naturaleza haría: acercarse hasta aquellas cosas extrañas, la vara preparada por si acaso, y espantarlas para que le dejaran pasar.</p><p>—¡Eh, fuera de aquí, fuera!— gritó, agitando la vara de forma amenazante.</p><p>Pero en lugar de salir huyendo como haría cualquier otro animal, el orangután famélico se giró hacia él como si estuviera extrañado de que hubiera alguien allí. Solo que no era un orangután. No estaba seguro de lo que era, pero era la cosa más fea que había visto en su vida. Tenía una cara humana, más o menos, pero la nariz estaba aplastada contra su cráneo y era mucho más ancha, los ojos estaban hundidos en sus cuencas y su frente era amplia y sobresalía un poco. El aspecto de aquel ser le hizo retroceder, sobresaltado. Para acabar de asustarle, el ser comenzó a gritar con un sonido agudo y desagradable.</p><p>El miedo, sin embargo, es una de las herramientas más útiles para la supervivencia de los humanos. Afila tus sentidos y aumenta la adrenalina, preparando al cuerpo para la lucha o para correr. En el caso de Paco, le había preparado para la lucha. Así que cuando la polilla rosa se lanzó contra él, berreando algo que no era capaz de comprender, actuó por instinto y la golpeó con la vara usando todas sus fuerzas. Escuchó un sonoro crujido, y la polilla salió disparada en una curva ascendente hacia su izquierda. Cayó al suelo una decena de metros más allá. La criatura con cara de humano y cuerpo peludo lanzó un nuevo grito. No, esta vez parecía más una exclamación horrorizada. Le vio dirigirse corriendo hacia donde había caído la polilla rosa. Era su oportunidad, se dijo.</p><p>Agarró la cosa gris que aquellas dos cosas habían estado rodeando e hizo una llamada de atención a sus animales. Sus perros alzaron sus orejas, y las cabras se volvieron hacia él. Luego dio una nueva orden y el rebaño comenzó a moverse a toda velocidad por el camino que tenían que seguir. El miedo parecía estar dándoles alas. En unos pocos minutos, todos los animales se habían alejado de allí, con él detrás. Una vez estuvo a una distancia que consideró segura, dio orden a sus animales de que siguieran un paso más tranquilo, y entonces miró lo que había cogido del suelo.</p><p>Era un ratón. Era de un tono gris, y a parte de estar cubierto de polvo y arenilla, parecía bastante limpio. Unas pequeñas gafitas estaban apoyadas en su diminuto morro, justo delante de los ojos. Cuando todavía se estaba preguntando qué demonios hacía un ratón con unas gafas, una pequeña vocecita surgió de la boca del pequeño roedor.</p><p>—Muchas gracias por salvarme de esas terribles criaturas. De no haber sido por ti, solo Dios sabe lo que me habrían hecho.</p><p>Paco se quedó completamente paralizado. Un ratón que hablaba. Sin atender a la expresión anonadada de su salvador, el ratoncillo siguió hablando.</p><p>—No debes preocuparte, porque ahora iré a hablar con unas personas que se ocuparán del tema. Pero me aseguraré de que mi abuelo te premie como es debido.</p><p>—¿Tu… abuelo?</p><p>—¡Sí, por supuesto! Seguro que has oído hablar de él. ¡Es el Ratón Pérez!</p><p>La mente del cabrero se detuvo en aquel momento, incapaz de procesar aquello que estaba viendo. A fin de cuentas, por muy de pueblo que sea, seguía siendo una persona pragmática que tenía una vida normal y al que todas aquellas historias sobre duendes, hadas y ratones parlanchines le venía grande. El ratoncillo aprovechó su estado medio catatónico para despedirse de él, saltar al suelo y salir disparado, perdiéndose en la penumbra de la tarde que se estaba convirtiendo rápidamente en noche.</p><p>Paco no estaba seguro de cómo había llegado a casa, había guardado a las cabras en su recinto y atado a los perros, dejándoles la comida cerca. Cuando se había recuperado del shock, se encontró con que había hecho todas las tareas, así que en lugar de hacer lo habitual, que era meterse en casa y esperar a que la cena estuviera hecha, se fue al bar a meterse el mayor lingotazo del alcohol más fuerte que pudiera encontrar.<br /><br /></p><p></p><p></p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>El silencio se hizo en el bar, mientras Paco se bebía el resto de su vaso de golpe. Durante varios segundos pareció estar calculando si eso había sido suficiente alcohol, o si debía tomar más. Finalmente, debió llegar a la conclusión de que eso bastaba, de momento.</p><p>—¿Cuánto te debo, Marga?</p><p>La mujer recuperó su entereza y contestó con el precio, que el cabrero pagó dejando una propina razonable, antes de salir de allí con el paso firme de alguien que estaba todavía sobrio. Todos los parroquianos que estaban allí se miraron los unos a los otros, intentando decidir qué pensar. Por un lado, la historia era completamente absurda. Si cualquier otra persona se la hubiera contado, habrían pensado que estaba loco, borracho o drogado. Pero era Paco del que estaban hablando. El tipo que hacía todo con moderación. Él no iba inventándose historias, tampoco se emborrachaba, y menos aún tomaba drogas. A veces parecía más una máquina que una persona. Era imposible que la historia que había contado fuera mentira, pero al mismo tiempo estaba tan fuera de la realidad que no podían considerar que fuera verdad.</p><p>Aquella confusión acabó cuando Marga golpeó la barra con la mano.</p><p>—Esto no va a salir de aquí. Olvidaos de que esto ha ocurrío. Aquí no ha pasao na’, ¿entendío?</p><p>Como si aquellas palabras zanjaran todo el asunto, los parroquianos volvieron a sus vidas habituales decidiendo que, en efecto, no había pasado nada de nada. Tal vez fuera lo mejor.</p><p>Marga se convenció de que su decisión de relegar aquello a un rincón de la memoria fue la mejor idea que había tenido nunca cuando llegaron los dos tipos de Madrid. Un hombre y una mujer, uno hablaba con un acento extranjero que no era capaz de determinar, y la otra era una mujer joven. Ambos le preguntaron si conocía a un cabrero. Les dijo a dónde tenían que dirigirse. Cuando Paco volvió aquella noche, y ella le preguntó si aquellas dos personas se habían encontrado con él, el pastor le dijo que sí, y que se habían ocupado “de la cosa que vi”.</p><p>Con el tiempo, las trazas de aquella aventura desaparecieron de todas las mentes, salvo de las de Marga y Paco. Y a partir de entonces, algunas noches, Paco aparecía y pedía un whisky doble, y Marga se lo ponía, y ambos hablaban de las cosas que ambos eran ahora capaces de ver que nadie más veía.<br /></p><p></p>
<p></p><br /><hr /><br /><p></p><p>La disputa entre el Hada de los Dientes y el Ratón Perez llegó a su final cuando la Corte Blanca de Madrid intervino para rescatar al Hada después de que esta sufriera unas terrible lesiones de las que nunca quería hablar. La Corte interpuso las distintas denuncias correspondientes, y estableció que las distintas Cortes Blancas de Gran Bretaña y Norteamérica se ocuparían de que el Hada permaneciera en su territorio en todo momento. A fin de cuentas, se había presentado en las cercanías de la ciudad, había intentado amenazar a uno de los miembros de la Corte, y habían despertado a al menos un humano, probablemente a más, poniendo en peligro el equilibrio de la zona. En general, aquello era reprobable, y el castigo recibido podría decirse que había sido… ligero.</p><p>En cuanto al Bigfoot que había ido con ella, el pobre había quedado traumatizado por lo que había visto. Fue devuelto a su hogar, donde se ocultó en las profundidades del bosque, alejándose aún más de los humanos. Por lo demás, desarrolló una fuerte fobia hacia las cabras, aunque nadie estaba muy seguro de cual era la razón para ello.</p><p>Sobre los humanos despertados, poco podía hacerse. Pero tras unas pocas comprobaciones, la Reina Blanca dijo: “está bien”, y nadie volvió a preguntar jamás por el tema.</p><p>El cabrero tampoco habló del hecho de que sus hijos, y posteriormente sus nietos, recibían billetes de cincuenta euros en lugar de las típicas monedas por cada uno de sus dientes de leche.</p><p></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-51494870466797456102020-11-08T11:52:00.001+01:002020-11-15T11:48:46.159+01:0052 Retos de Escritura (XLV): Samhain<p><i>Reto #45: Haz una historia que narre la preparación de tu protagonista para Halloween.</i></p><p> </p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>SAMHAIN</b></span></p><p> </p><p>A Eloisa le hubiera gustado encender un fuego con ramas de tejo, pero no tenía una chimenea para hacerlo. Suponía que era la desventaja de vivir en una gran ciudad. Al final del día, no había fuego sagrado que pudiera ayudar a las almas perdidas en aquel sitio. Tarde o temprano los lazos se romperían, y las almas seguirían su camino, y todo seguiría igual. Pero las tradiciones estaban ahí para algo. Por absurdo que resultara. Y lamentaba no poder hacer una solo porque no tenía el equipamiento adecuado.</p><p>Tendría que valer.</p><p>Lo que sí podía hacer era vaciar la calabaza verde que había comprado. Tenía una idea de lo que hacer con el relleno, por supuesto, pero lo primordial en aquellos momentos era preparar la corteza de forma que pudiera tallar en ella una calavera que luego quedara iluminada con una vela. Al frutero le había extrañado que no usara una de las calabazas moscadas que habían preparado para la fecha, optando por una calabaza confitera, pero la verdad era que no importaba cual cogiera, y si acaso aquella se le hacía más manejable. Cuando por fin hubo vaciado la dichosa fruta, se echó para atrás en la silla, lanzando un suspiro cansado. Era todavía por la mañana y ya estaba agotada.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>¿Por qué estaba haciendo todo aquello? A fin de cuentas, tenía obligaciones esa noche, obligaciones que la mantendrían alejada de su casa. Era la fiesta de la Corte Negra, una celebración para un nuevo ciclo en la noche en la que los espíritus de los fallecidos se reunían en el mundo de los vivos para reencontrarse con sus familias. Tendría que ir, renovar los acuerdos de paz con el Rey Negro, y quedarse en el baile durante toda la noche porque si la Reina Blanca desaparecía a mitad de la misma, se consideraría un insulto. Era absurdo, pero las Cortes funcionaban así, a base de tradiciones.</p><p>Pero ella tenía sus propias tradiciones que llevar a cabo.</p><p>Por ejemplo, la calabaza tallada para asustar a los malos espíritus. Desde luego no pensaba crear ninguna obra de arte. Por un lado, era demasiado trabajo para un adorno que tendría que tirar a los pocos días, y no ganaba nada de ello, por no hablar de su incapacidad para hacer algo medianamente artístico. Por el otro, se suponía que la calabaza tenía la labor de espantar a los malos espíritus. Hacer algo bonito para fardar estaba bien cuando la conexión con el lado místico era nula, pero ella no estaba en semejante posición. Así que talló una calavera simple, usando palillos para crear la división entre dientes. Una vez hubo acabado su labor, puso la calabaza en una posición bien visible desde la entrada de la casa, y colocó una pequeña vela de glicerina dentro. Lo bueno que tenía era que duraría toda la noche, que era lo importante. Tenía unas pocas más, pero esas las iría colocando tras las distintas ventanas de la casa.</p><p>Después de una comida ligera, comenzó a preparar el cabello de ángel con lo que había sacado de la calabaza. Le llevó su buen tiempo, pero una vez dejó cociendo las hebras con el azúcar y los demás ingredientes, pudo ponerse con el resto de las decoraciones. No era demasiado, porque a fin de cuentas solo iban a estar ella y César cuando volviera de su trabajo, y después de cenar ella se iría y el único que quedaría allí para recibir las visitas sería él. Le preocupaba que no fueran los dos juntos a la celebración, porque normalmente era él quien hacía de escolta, pero era necesario que alguien de la casa se quedara. Era algo que no hacía falta discutir porque los dos entendían su importancia. Esa noche, la escolta sería Alex.</p><p>Se puso a hacer la cena poco antes de que César apareciera por la puerta. Después de cambiarse de ropa, ambos comenzaron a trabajar en lo mismo. No era excesivamente copiosa, pero sí era una cena fuerte, adecuada para mantener el ritmo durante toda la noche. En un momento de asueto, su novio sacó de un armario una enorme bolsa de caramelos y chucherías con la que rellenó un par de cuencos de un tamaño generoso. Volvió a guardar la bolsa y colocó los cuencos en la entrada, listos para si algún grupo de niños decidía que lo de imitar a los estadounidenses pidiendo trato o truco estaba bien. No era habitual, no en edificios de plantas como aquel, pero uno no debía fiarse de la capacidad de los niños de sacar ventaja de cosas con las que pudieran conseguir dulces o dinero para los mismos.</p><p>Para cuando acabaron, además de la cena tenían preparados varios dulces hechos con el cabello de ángel que había guardado en varios tupper. Una parte era para ellos, y otra era para compartir entre la gente de la Corte Blanca. Y otra parte era para entregarla a Sorin como ofrenda durante la fiesta de aquella noche. Era una especie de regalo de buena voluntad que venía a apoyar la idea de que entre ambas Cortes de la ciudad existía una cierta armonía. Que era verdad, pero que era una visión un tanto sesgada de la realidad. Se las regalaba porque era su amigo, más o menos, y era lo mínimo. Y también porque siempre acababa haciendo de más y esas cosas se estropeaban relativamente rápido. A fin de cuentas, no eran de repostería profesional. Ya solo quedaba preparar las velas, cenar y vestirse.</p><p>Mientras César atendía la puerta, y a un grupo de niños que había venido pidiendo caramelos, ella fue encendiendo las velas y colocándolas. Una vela por cada una de las personas que habían fallecido en su familia con las que tenía un lazo. Luego pusieron la mesa y cenaron.</p><p>La conversación no fue muy distinta de la que uno esperaría durante una comida familiar. Si acaso, lo único que cambiaba eran los comentarios sobre lo que pasaría aquella noche. Sobre la celebración, y sobre las almas de los difuntos visitando, y sobre qué pasos tendrían que dar cada uno en aquella situación.</p><p>—Es muy diferente a cuando estábamos con tu abuela— comentó de pronto César.</p><p>—¿Diferente en qué sentido?</p><p>—Se tiraba preparando Samhain una semana entera antes. No solo la comida y las decoraciones, sino también la fiesta y todo lo demás. Nunca permitía que nadie la ayudara. Incluso antes de…</p><p>—Sí, siempre había sido un tanto cabezona.</p><p>Incluso la cena. Habría preparado comida para toda la familia, y les habría invitado esa noche a un festín que no habrían sido capaces de acabar jamás. Ni siquiera dejaba que sus familiares llevaran platos o hicieran nada. Pero eso había sido parte de su personalidad. Incluso cuando había decidido que Eloisa sería la persona que la sucedería, jamás había permitido que ella tuviera que enfrentarse a las labores de aquel puesto. Sin duda era cabezonería, aquella forma de intentar hacer las cosas por su cuenta hasta el extremo de no aceptar ayuda de nadie para nada en absoluto. Habría gente que vería aquello como una virtud, pero en cierto modo se había tratado más bien de un defecto.</p><p>Amaba a su abuela. La había amado mientras había estado con ella. Pero no podía dejar de estar frustrada ante el hecho de que le había dejado el muerto sin haberla preparado de la forma adecuada.</p><p>Pero ella era distinta. Tenía demasiadas cosas que hacer como para hacerlo ella sola. Y aunque tenía familia para invitar, consideraba que aquella no era la noche adecuada. Ella tenía su propia unidad familiar. Y era pequeña y agradable y manejable, y era para dicha unidad que preparaba aquella pequeña celebración. No necesitaba una semana para prepararla, y ya con un día le parecía demasiado, a pesar de que no podía reducir más el tiempo de preparación de las cosas. Pedir ayuda era lo más normal del mundo.</p><p>—¿Sabes? Creo que esta forma de hacer las cosas es mejor. Tu abuela podía parecer perfecta, pero nunca tenía tiempo para respirar. No quiero que tú estés en esa misma situación.</p><p>—Yo tampoco quiero estar en ella. ¿Por qué crees si no que voy pidiéndole ayuda a todo el mundo?</p><p>—Pero al mismo tiempo siempre estás ayudando a los demás, a pesar de todo lo que gruñes. Y al final acabas haciendo tanto o más que ella. Así que respira, ¿de acuerdo?</p><p>—Estoy muy lejos de ser tan generosa.</p><p>César sacudió la cabeza, pero no dijo nada más. Estaba bien, de todas formas. Era cierto que ayudaba a los demás, pero no por motivos altruistas. Ella era la Reina Blanca y tenía deberes para con su gente y para con la ciudad en la que vivía. No lo consideraba tanto ayudar como hacer su trabajo. Igual que lo que estaba haciendo esa noche. Al final, todo se reducía a lo que tenía que hacer, a sus tareas.</p><p>La cena acabó, pero no recogieron los platos. Eloisa fue a cambiarse y, para cuando salió, estaba perfectamente disfrazada de guerrera amazona. Su rostro era una máscara de impasibilidad ante la mirada sorprendida de su novio.</p><p>—¿Pero no solías ir de dama decimonónica porque era un traje formal además de un disfraz?</p><p>—Eso fue hasta que me destrozaron el traje el año pasado.</p><p>—Ajá. Bueno, al menos Sorin se lo pasará en grande.</p><p>—Ese es el que se lo tiene que pasar bien así que todo correcto.</p><p>Fue en ese momento cuando llamaron a la puerta. Cuando abrieron, se encontraron con Alex, que iba vestida con un traje muy similar al de Eloisa. Era la hora de irse y enfrentarse a sus deberes una vez más. Se despidió de César y por fin se marchó.</p><p>Sentada ya en el coche de su guardia, miró hacia atrás y sonrió por un momento. En la ventana de la cocina, había dos luces. Una de ellas era la vela que habían preparado. La otra…</p><p>—Buenas noches, abuela— musitó Eloisa para su coleto.</p><p>El brillo parecía cálido y agradable. Seguramente estaba contenta con lo que estaba viendo. A fin de cuentas, hoy habían comido sus platos favoritos, e incluso le habían dejado hojaldre con cabello de ángel de ese que tanto le gustaba. Así que podía sentirse contenta para cuando volviera al Más Allá, tal y como debía suceder.</p><p>Mientras tanto, ella seguiría con sus tareas, hasta que encontrara alguien que pudiera encargarse de las mismas en su lugar y ella pudiera olvidarse de todo salvo de preparar la cena de Samhain para los espíritus de los fallecidos. <br /></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-50677524744339492372020-11-01T11:59:00.000+01:002020-11-01T11:59:22.169+01:0052 Retos de Escritura (XLIV): Plic<p><i>Reto #44: Escribe un relato que integre cinco onomatopeyas.</i></p><p> </p><p style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">PLIC</span></b></p><p> </p><p>¡BLAM!</p><p>El petardo resonó como si lo hubieran tirado dentro de la casa, y no en el exterior.</p><p>—Ugh… Alguien ha debido comprarlos ilegalmente.</p><p>Es más, ¿dónde demonios los estaban tirando? Se suponía que había una serie de regulaciones para andar usando cualquier tipo de pirotecnia en la ciudad, y eran regulaciones bastante estrictas. Pero, por supuesto, controlar a una población de varios millones era complejo, y siempre habría el listo que se pensaría que hacer cosas fuera de la normativa no traía consecuencias.</p><p>Aquello estaba empezando a causarle dolor de cabeza.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>¿Es que la gente no entendía por qué ese tipo de cosas estaban mal? Para una vez que tenía el día libre, quería descansar de manera apropiada y lo último que necesitaba era una panda de críos celebrando a saber lo que fuera hasta que alguno hiciera el idiota y se quedara sin mano por culpa de un petardo que estuviera fuera de la regulación. Luego venían todo los llantos y los “no se podía saber”, salvo que sí se podía saber porque las normas estaban para algo, y en este caso para que un niño idiota no se reventara la mano por culpa de algo que tenía pólvora de más.</p><p>¡BOUM! ¡BAM! ¡BANG!</p><p>Dio un respingo. Lo último no había sido un petardo.</p><p>Se puso de pie de un salto y corrió a asomarse a la ventana. Debajo, la escena de varios niños encendiendo petardos por sí solos sin control de ningún adulto fue lo primero que le asaltó. Tuvo que dejar de lado todas sus ganas de gritarles o de denunciar la situación. Tal vez más tarde, cuando comprobara que lo que había escuchado habían sido imaginaciones suyas. Pero afuera no había nada, así que sospechó que había sido dentro del propio edificio. Se dirigió hacia la puerta de su casa y la abrió.</p><p>No había nada raro en el descansillo de su planta. Se acercó al hueco de las escaleras para mirar. Desde fuera, todavía podían escucharse los petardazos, un tanto más apagados por la distancia y por las paredes que se interponían. No veía nada fuera de lugar, ni tampoco escuchaba nada extraño. Pensó que debía haber sido una mala pasada de su mente. Estaba cansado y esos putos críos seguían con la fiesta afuera. Se dio la vuelta, pensando que tal vez debería llamar a alguien para denunciar lo de los petardos ilegales. Les estaría haciendo un favor, la verdad.</p><p>Y de pronto se hizo el silencio. Fue tan súbito que no era posible que fuera natural, o al menos eso pareció dictarle su mente. Los pelos de la nuca se le erizaron. Su cuerpo se negó a dar un paso más.</p><p>Plic.</p><p>El sonido de una gota de liquido al caer contra el suelo desde una cierta altura, un sonido tan sutil que incluso en un silencio como aquel debería haber sido complicado de escuchar. Un segundo “plic” sonó, y luego un tercero, cada uno más cercano al anterior, todos viniendo desde un punto desde la escalera. Gota a gota, alguien estaba bajando desde el piso de arriba. Alguien o algo. Tragó saliva e intentó por todos los medios dar un paso, correr hacia la seguridad de su hogar. Cualquier pensamiento racional había desaparecido.</p><p>No mires atrás, pensó. Vete a casa. Tienes que alejarte de aquí. Pero daba igual lo que dijera su cerebro, su pierna se negaba a dar ese primer paso.</p><p>El goteo seguía, lento e inexorable, bajando poco a poco la escalera del edificio. Y, cuando alcanzó el rellano, lo que fuera que estuviera goteando se detuvo allí.</p><p>Plic. Plic. Plic.</p><p>Los segundos se le hicieron horas, días, meses. Estaba poniendo toda su fuerza de voluntad en no girar la cabeza. No quería mirar atrás. Si hubiera sido alguien, alguna persona, habría dicho algo ya, o habría hecho cualquier otro ruido, o se habría acercado para tocarle, o… Pero ahora solo quedaba el silencio roto por el gotear constante.</p><p>Tuvo que recurrir a toda su fuerza de voluntad para hacer que su cuerpo reaccionara. Levantó el pie y lo puso delante de sí. Y, como si aquel simple movimiento hubiera roto el hechizo que le había sostenido hasta ese momento, a ese paso siguió otro, y luego otro, a toda velocidad, y se introdujo en su casa corriendo, cerrando tras de sí la puerta. No contento con ello, echó la llave y se aseguró de que todo estuviera bien cerrado. Sólo una vez hubo hecho esto, se permitió respirar tranquilo. Ya estaba. Se acabó. No había más ruidos, ni los niños tirando petardos, ni el sonido similar a un disparo, ni el constante goteo que había escuchado antes. Durante la mayor parte de un minuto, simplemente se apoyó en la puerta mientras recuperaba la respiración.</p><p>Luego, se preguntó que había sido eso, y la curiosidad y la culpabilidad empezaron a picar en su cerebro. ¿Qué había sido eso? ¿Y si era una persona herida que hubiera necesitado ayuda? Había sentido un miedo que era completamente absurdo, ¿por qué había reaccionado de aquella manera? Era idiota, y además podía meterse en problemas por no ayudar a una persona. Una vez pasado el peligro, su mente comenzaba a recuperar la racionalidad y a ponerla por encima de sus instintos. Tras unos instantes de duda sobre lo que hacer, decidió mirar a través de la mirilla.</p><p>Al otro lado de la puerta no había nada ni nadie. El descansillo estaba vacío. El único rastro que podía haber de que alguien hubiera estado allí era un pequeño charco de color rojizo que destacaba sobre la losa del piso. Podía adivinarse un rastro en los escalones, pero frente al charco casi eran risibles y difíciles de ver. Pero lo más extraño era que, aunque había un rastro hasta el charco, no había un rastro desde el mismo. No había nada que bajara las escaleras, ni tampoco muestras de que las hubiera subido. Eso era imposible, se dijo. Simplemente, no podía ser.</p><p>Aquella idea desapareció de su mente cuando escuchó un único sonido detrás de él.</p><p>Plic. <br /></p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4655800310181778490.post-85474579978916213212020-10-25T12:45:00.001+01:002020-11-30T14:46:07.559+01:0052 Retos de Escritura (XLIII): Mesektet<p><i>Reto #43: Haz una historia sobre el día a día de un dios. Puedes escoger su cultura y si vive entre nosotros, al estilo American Gods.</i></p><p><i>Nota de la autora: este relato comparte universo con <a href="https://elfmaidnet.blogspot.com/2020/05/52-retos-de-escritura-xix-sombra.html" target="_blank">Sombra</a> y <a href="https://elfmaidnet.blogspot.com/2020/10/52-retos-de-escritura-xl-umbra.html">Umbra</a>, pero a diferencia de estos no es un spoiler andante :D</i></p><p><br /></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b>MESEKTET</b></span></p><p><br /></p><p>La criatura, más que tumbada, estaba despatarrada sobre la arena del desierto. Parecía un animal, pero uno como el que nunca había visto ningún ser humano. Era lógico, porque no era una criatura del plano material. Su aspecto era sin duda chocante: de un color negro profundo, tenía el cuerpo delgado y aerodinámico de un depredador, con una larga cola que acababa en un mechón de pelo redondo. Su cabeza recordaba a la de un cánido, aunque su morro estaba ligeramente curvado hacia abajo, como el de un pangolín. Las dos orejas tenían la forma de un triángulo invertido, y eran largas. La criatura era un <i>sha</i>, y parecía inmune al calor del sol abatiéndose sobre el árido terreno. Aparentaba estar durmiendo, e incluso estar teniendo un plácido sueño.</p><p>Abrió un ojo, sin embargo, cuando la sombra de la mujer con alas de milano cayó sobre él.</p><p>—Buenos días, Neb— saludó el <i>sha</i>, antes de bostezar.<span></span></p><a name='more'></a><p></p><p>—Es casi medio día— replicó Nebet-het, algo molesta—. ¿Piensas estar toda tu vida aquí en el desierto? ¿No piensas volver a casa?</p><p>El <i>sha</i> suspiró. Todos los días lo mismo.</p><p>—No puedo volver a casa, lo sabes. No me está permitido.</p><p>Nebet-het abrió la boca para contestarle, pero la cerró de inmediato, porque sabía que era verdad. Había sido exiliado, hacía ya tanto tiempo que probablemente nadie en la Tierra se acordaba de las razones. Oh, los humanos tenían sus historias, pero aquellas historias habían sido retorcidas a lo largo de los siglos, y lo que quedaba de ellas no eran más que un relato tan sumamente distorsionado que hasta los “buenos” de dicho relato torcerían la cabeza preguntándose de dónde había salido eso. Pero qué más daba, la verdad.</p><p>Se levantó, sacudiéndose con fuerza para quitarse los granos de arena que se le habían pegado a la piel, y después se transformó lentamente al tiempo que se alzaba sobre sus dos patas traseras. Cuando la metamorfosis terminó, lo que había allí era un hombre de piel tan oscura que era casi negra. No vestía más que un <i>shenti</i> con un cinturón algo más elaborado, y el tocado de su cabeza se asemejaba a la cabeza del <i>sha</i> que había sido hacía unos momentos. Sonrió, aunque probablemente era una sonrisa poco tranquilizadora. No tenía muchas ganas de sonreír, la verdad. No había motivos para ello. Pero tenía que parecer alguien sociable, por poco que le apeteciera.</p><p>—Y bueno, amada esposa, ¿qué noticias traes de mi sobrino?</p><p>—Horus quiere saber si has considerado ya su oferta.</p><p>—¿Oferta? ¡Ja! ¡Puedes decirle lo que puede hacer con esa oferta! ¡No necesito su “caridad”!</p><p>—Set…</p><p>—¡Hacer buenas acciones en el plano material como un avatar! ¿Qué buenas acciones piensa que debo hacer? ¡Tú deberías saber lo que hay detrás de mi exilio!— tuvo que tomar aire y recordarse que Neb solo estaba allí como mensajera, y que enfurecerse con ella no tenía sentido—. Además, sabes que no puedo. Hay un ritual que cumplir. ¿Acaso piensa mi sobrino sacrificar todas sus noches para hacerlo? ¿O se lo impondrá a otro?</p><p>—¿Pretendes seguir aquí para toda la eternidad?</p><p>—¿Por qué no? No es como si fuera a cambiar nada de lo que ha pasado. Aquí al menos no tengo que tragar con su condescendencia.</p><p>Nebet-het frunció el ceño, pero no dijo nada. Eso le dio tiempo para calmar el súbito arrebato que había tenido. Aún así, todavía sentía algo de acritud cuando volvió a hablar.</p><p>—Habéis olvidado todos lo que de verdad, ocurrió, ¿no es así? Está bien, puedo vivir con ello. Pero no arriesgaré mi existencia por un supuesto perdón por el cual no debería rogar. No cuando tengo un deber que cumplir.</p><p>—Los olímpicos están empezando a moverse— soltó de pronto su mujer.</p><p>—¿Oh? Bien por ellos.</p><p>—¿No vas a decir nada?</p><p>—¿Y qué voy a decir? Ellos están más acostumbrados a tratar directamente con los humanos. ¿Te acuerdas la cantidad de semidioses que había por aquel entonces? Era una locura.</p><p>—¿Y no deberíamos nosotros hacer lo mismo?</p><p>—¿Con quién? ¿Con los que están en Egipto? No se si has mirado mucho hacia allí últimamente, pero esa gente no quiera siquiera oír de nosotros.</p><p>—Horus piensa que podemos…</p><p>—¿Qué? ¿Recuperar fieles? ¿Y piensa enviarme a mí a conseguirlos?</p><p>Soltó una carcajada que era más bien un ladrido. Sabía las historias que contaban los mortales. Sabía que le odiaban. Habían olvidado lo que había sido en el pasado, como los suyos habían olvidado todo lo que él había hecho. Era el villano de la historia, sin lugar a dudas. Esa era una tarea que acabaría mal. Y él no podía acabar mal. Había una cosa que tenía que hacer. Era lo único que le mantenía en aquel lugar porque, si por él fuera, los mandaría a paseo a todos. De no ser por ese deber, probablemente haría mucho tiempo que de verdad se hubiera mudado al plano de los humanos, pero desde luego que no habría sido para ganar la aprobación de nadie. Que se buscara su sobrino las cosquillas.</p><p>—¿De verdad piensas dejarlo estar así?</p><p>—¿Acaso puedo cambiarlo?</p><p>Ella no dijo nada, porque tenía razón. No podía cambiar nada. Después de tanto tiempo, era absurdo. Había luchado tanto en su momento, y había perdido tanto, que no le quedaba más que su propia vida y su deber, y se aferraría a ellos con todas sus fuerzas. No pensaba hacer nada más. Ya no había nada que hacer.<br /></p>
<br /><hr /><p></p><p>Las nubes de tormenta bajo sus pies resultaban… agradables. Era una sensación que le era familiar y le gustaba. Aquellas nubes en el plano material no eran más que billones y billones de gotas de agua que estaba pasando de un estado gaseoso a uno líquido de forma rápida y violenta, pero en aquel plano eran como un mullida alfombra. Y en medio de la tormenta había un hombre de pelo largo, negro y rizado y piel oscura, aunque no tanto como la suya. De su cabeza surgían cuatro cuernos, y cubría su cuerpo con una túnica. El tipo le miró y sacudió la cabeza.</p><p>—¿Vienes a comer aquí de nuevo?</p><p>—No tienes que alimentarme si no quieres. Vengo a hablar. Como siempre.</p><p>—Menudo anfitrión sería si no alimentara a mi invitado.</p><p>Los dos estaban sonriendo en una especie de complicidad extraña. Se entendían el uno al otro, por muy distintas razones. Set se acomodó en la nube, mientras su interlocutor, Hadad, hacía aparecer una fuente de dátiles para que los dos pudieran compartirlos durante su conversación.</p><p>—Mi mujer estaba hablando de los olímpicos hoy— comentó Set de pasada.</p><p>—Ah, sí… Supongo que es porque Apolo ha encontrado otro campeón. Hay armada una buena en el plano material.</p><p>—Oh, ¿es eso? Creía que de pronto habría salido otro de esos semidioses a los que son tan aficionados.</p><p>Hadad no pudo evitar reírse ante esa afirmación.</p><p>—¿Verdad que sí? Aunque quién soy yo para echarles nada en cara. No es como si mi gente no hubiera hecho cosas de esas en el pasado. ¿Qué hay de los tuyos?</p><p>—Bueno, algo hizo mi sobrino hace ya tiempo, pero fue una y no más. No le debió gustar la experiencia.</p><p>—¿No tienes tú interés en ese tipo de cosas? Incluso siendo un supuesto dios del caos, sigues siendo un dios de las tormentas. Con ese poder…</p><p>—Nah, los humanos no me pueden ni ver. Y sinceramente, tampoco tengo ganas. Ni siquiera quiero estar con mi mujer, y es la única que parece que me traga… Bueno, están Isis y Serqet y Her-Tesu-F, pero eso son cosas del trabajo.</p><p>Los dos suspiraron.</p><p>—Qué bajo hemos caído, ¿verdad?</p><p>—Ciertamente. Cuando no se olvidan de nosotros nos convierten en villanos. Después de todo lo que hicimos por ellos…</p><p>—Bueno, también les hicimos alguna que otra perrería, admitámoslo. Pero nunca una tan gorda como para merecernos este trato. Al menos tu gente te respeta.</p><p>—¡Si es que respetan algo, estos niños! A veces me pregunto si Abzû no tendría razón y debería pegarles a todos una paliza.</p><p>Rieron. Y siguieron hablando, en la que era una rutina amigable y pacífica. Recordando tiempos en los que fueron más poderosos y más respetados, cuando la energía de las ofrendas de los mortales les llegaban y podían comandar a las fuerzas de cualquiera de los planos que pisaran. De aquello que habían perdido, de aquello que aún conservaban, y de cómo el tiempo se movía despacio para ambos. Era bueno para pasar el rato y olvidarse de la vida vacía que dos dioses olvidados y denostados llevaban, hasta que tuvieran que separarse para llevar a cabo de nuevo sus respectivas labores.<br /></p>
<br /><hr /><p></p><p>Como todos los atardeceres, se encontró con la <i>Mesektet </i>antes de que esta accediera a <i>Duat</i>. El cuerpo de Ra había cambiado al de un carnero, y estaba tumbado sobre la parte más honda del barco, envuelto en la serpiente Mehen y protegido por Sia, Hu y Heka. No intercambiaron ni una sola palabra, solo haciendo gestos de cabeza que indicaban que sabían que unos y otro estaban allí, tal como era lo indicado. Detrás de él, llegó Serqet, como era normal. La mujer con tocado en forma de escorpión se sentó a su lado en el frente de la barca.</p><p>—¿Has tenido un buen día?— le preguntó.</p><p>—Tan bueno como cualquier otro— replicó él, encogiéndose de hombros—. ¿Mucho movimiento por casa?</p><p>—No demasiado. Horus está frustrado porque no le haces caso, pero se hará a la idea. A fin de cuentas, ese nunca ha sido nuestro estilo.</p><p>—De todas formas, lo que quiere es tan solo un campeón. Mi sobrino puede hacer eso por sí mismo, seguro que tendrá más éxito que yo.</p><p>Mientras hablaban, Her-Tesu-F se unió a ellos, y <i>Mesektet</i> prosiguió su travesía.</p><p>El trayecto era, como siempre, largo, y en general lo hacían en silencio. No había mucho que contarse, después de todo. Era igual todos los días. Esas primeras horas, Set las pasaba preparando la larga lanza que usaría más adelante. De vez en cuando lanzaba miradas hacia el carnero, como para asegurarse de que seguía ahí y que, como era de rigor, todavía no se movía ni un milímetro. Esta noche estaba siendo tranquila, de hecho. A veces, los monstruos que poblaban las fronteras del <i>Duat</i> y las aguas de sus ríos atacaban la barca, pero hoy no había ninguno, o al menos ninguno visible. De todas maneras, hubiera importado poco, ya que los monstruos en aquella zona no eran especialmente fuertes. Seguramente eran aterradores para las almas humanas que rondaban aquellos territorios en el plano astral, pero solo era necesaria la intervención de Mehen para eliminarlos si se atrevían siquiera a acercarse demasiado.</p><p>Al cabo de las horas, alcanzaron la tumba de Osiris. Dos enormes milanos se alzaban sobre ella. <i>Mesektet</i> se detuvo, y los pájaros volaron hacia ella. En sus garras llevaban algo que resplandecía: la energía que permitiría que el alma de Ra se reuniera de nuevo con su cuerpo, en el ritual que se efectuaba todos los días. Los milanos descendieron y colocaron con delicadeza la capa de energía sobre el cuerpo del carnero, que comenzó a brillar suavemente. Luego, uno de los dos milanos se alejó volando, mientras el segundo se quedaba sobre la barca. Set se quedó mirando al milano que se alejaba con una sonrisa melancólica.</p><p>—Que tengas una buena noche, Neb.</p><p>—Seguramente la tendría mejor si le hicieras caso a Horus— comentó una voz femenina detrás de él. Sonaba dulce y armoniosa, pero la animosidad destilaba de cada una de las palabras.</p><p>Set ni siquiera se molestó por aquello, solo se volvió para mirar a la mujer en la que se había transformado el milano. Era hermosa y elegante, y los dos cuernos que formaban su tocado sostenían entre ellos un disco de blanca plata. Su bello rostro estaba sin embargo torcido en un gesto de desagrado. Bueno, no podía culparla por ello, suponía. Aunque el tampoco tenía por qué ser civilizado con ella.</p><p>—Ah, es una de esas noches, ¿verdad? Eso explica la falta de monstruos. Debe de estar de mal genio hoy.</p><p>—No cambies de tema.</p><p>Decidió que no merecía la pena discutir. Por supuesto que Isis estaba del lado de Horus, era su hijo a fin de cuentas. No podría convencerla de que intentar hacer sangre era absurdo, y él ya estaba cansado de todo aquello. ¿Es que no estaban contentos con su exilio eterno? ¿No estaban satisfechos con el hecho de que lo había perdido todo, salvo su deber de estar en aquella barca? Así que eso era lo que se ganaba con el odio eterno. No estarían satisfechos hasta que muriera, suponía. ¿Pero qué iban a conseguir con eso? A fin de cuentas, puede que lo que estuviera ocurriendo allí no afectara a los mortales, pero sí que afectaba a su gente. Se puso en pie, cogiendo la lanza que iba a usar esa noche.</p><p>Isis, sin embargo, no parecía dispuesta a dejar el tema en paz.</p><p>—¡Set!</p><p>—¿Y habéis pensado siquiera en quién me iba a sustituir en la barca? ¿Tú? ¿Te recuerdo tu maravillosa puntería?</p><p>—¡Cómo te atreves a sacar eso a colación!</p><p>—Sois vosotros los que insistís en que haga lo que es prácticamente un suicidio. No estoy por la labor de dejar que me maten, y menos cuando hay alguien más que depende de que yo esté aquí— según decía estas palabras, Set se fue acercando a la proa de la barca—. Ni siquiera intentáis darme tranquilidad. No habéis pensado en nadie, ¿verdad? Sólo queréis que me vaya y que, con algo de suerte, sea destruido por los humanos.</p><p>—¡Eso no…!</p><p>—¿No es así? No puedes decirme que no sabéis lo que los humanos piensan de mí, ¿verdad? A fin de cuentas, ¿no fuisteis vosotros los que alimentasteis esas historias?</p><p>La mujer no respondió, probablemente molesta porque le hubiera señalado esa obviedad que ella estaba intentando ocultar tanto y con tan poco tino. Pero ahora que había abierto la boca, no pudo evitar dejar escapar toda la hiel que llevaba por dentro.</p><p>—No os importa lo que pase, ¿verdad? Pero si esta barca no sale del <i>Duat</i> para el final de esta noche, ¿qué es lo que pasará? Yo soy considerado un dios del caos, pero el verdadero representante del caos es esa cosa. ¿Qué pasará cuando sea esa cosa la que se levante por el este en lugar de Ra? ¿Destruiríais de verdad vuestro reino solo por verme morir?</p><p>Vuestro reino. Había escupido aquellas palabras. Aquel ya no era su hogar, hacía mucho tiempo que no lo era, se habían encargado de que no lo fuera. Pero aún así, aunque no era su hogar, no podía serlo de ninguna de las maneras, todas las noches se encargaba de que el ritual se llevara a cabo de forma segura y de que ese reino que ya no era el suyo pudiera vivir bajo los justos rayos de Ra, y no bajo el caos rampante de su adversario. Lo mínimo que podían hacer era dejarle en paz de una dichosa vez.</p><p>-¡Así que si queréis verme muerto, ya podéis ir buscando a alguien que pueda hacer esto!— exclamó, dando un lanzazo hacia las aguas.</p><p>El chillido de algo enorme y muy dolorido retumbó por toda la caverna.</p><p>Todos los pasajeros de la barca que podían moverse reaccionaron rápidamente, poniéndose en guardia. Set apartó la lanza, insatisfecho ante la forma en que había golpeado a su enemigo eterno. La serpiente Apep alzó su cabeza de entre las aguas, sus ojos clavados en Set. No parecía contento. Claro que eso le importaba más bien poco. Se volvió a poner en guardia, todos sus músculos en tensión, esperando el momento oportuno en el que atacar. Detrás de él, podía escuchar a los demás preparándose para el combate. Ah, habían hecho esto tantas veces… Aunque esta era la primera vez en la que detectaba a la serpiente antes de que esta pudiera hacer su ataque. ¿Tal vez era porque estaba enfadado? Si lo pensaba seriamente, no es que no lo detectara, tan solo esperaba a que asomara su cabeza. Era menos molesto. Lo único que había hecho su enfado era adelantar las cosas.</p><p>Apep le miró con rencor. Era algo a lo que estaba acostumbrado. Se quedaron durante unos instantes mirándose el uno al otro, a la espera de que alguno de ellos se moviera primero. Set comenzó a preocuparse cuando no escuchó la voz de Isis comenzar sus letanías. De verdad, ¿tan desesperada estaba por acabar con su vida? Entendía que le odiara, pero había demasiadas cosas en juego como para andarse con chiquilladas como aquella.</p><p>El rato en el que serpiente y <i>sha</i> se miraron se fue alargando, llenando de presión la barca. Por fin, la cabeza de Apep salió disparada, no hacia Set como era de esperarse, sino hacia su objetivo principal.</p><p>—¡Eso sí que no!— exclamó Set, golpeando con la lanza hacia la serpiente.</p><p>Pero entonces Apep se dobló, girando su cuerpo hacia Set en un movimiento que parecía una finta. Hubo varias exclamaciones de sorpresa, y el grito de Serqet, pero él no se inmutó. Una de sus manos soltó la lanza y agarró a la serpiente justo por detrás de la cabeza antes de que esta se cerrara sobre su cuello. Forcejearon. Set soltó su lanza y puso su otra mano rodeando el punto justo detrás del cráneo de Apep, y aunque este intentaba por todos los medios acercar sus dientes a él, era incapaz. Sin embargo, el largo cuerpo comenzaba a moverse y pronto comenzaría a enroscarse alrededor de su cuerpo. Eso sería un problema. Pero no era la primera vez que pasaba, así que saldría de esa.</p><p>Escuchó gritos a su alrededor, pero no les prestó atención, centrado como estaba en combatir contra su adversario.</p><p><i>No parece que vayan a ayudarte</i>, sonó una voz en su cabeza, demasiado familiar para su gusto. <i>¿Por qué te molestas en hacer esto, cuando está claro que a nadie le importa? ¿No sería mejor si me dejaras hacer lo que quiero?</i></p><p>Set notó como sus labios se curvaban en una mueca. Ah, sí, ¿cuántas veces le había dicho eso? ¿Cuantas promesas de poder había recibido?</p><p>—¡¿Por quién me tomas?!— chilló.</p><p>Al mismo tiempo, transformó toda la rabia acumulada del día en fuerza, la suficiente como para girarse y aplastar a Apep contra el suelo de la barca. Le soltó, pero antes de que pudiera recuperarse del golpe que había recibido, pisó su cabeza poniendo todo su peso en el movimiento, y al mismo tiempo recogió su lanza. El golpe que le propinó atravesó la cabeza, clavándola en la proa. Jadeante, cerró los ojos mientras mantenía la presión sobre Apep y comenzó a recitar una letanía.</p><p>Esta era su magia. Cada palabra formaba un eslabón de una cadena que se enredaba con el cuerpo de Apep, atrapándole. Apenas él empezó a recitar el hechizo, la voz de Isis se unió a la suya con su propio conjuro, creando más cadenas que retorcían a la serpiente. Cuando notó que eran suficientes, sin dejar de recitar, Set liberó la lanza. Si aquella criatura no fuera una representación del caos, aquel golpe la habría matado, pero se enderezó, rugiendo y combatiendo contra la magia que lo apresaba. Era una batalla perdida. Mientras la serpiente se retorcía, Serqet y Her-Tesu-F se acercaron. Cientos, miles de dardos surgieron en el aire, y se clavaron en el largo cuerpo de Apep. Durante unos instantes siguió intentando romper sus ataduras, pero cuando las sustancias purificadoras actuaron sobre él, Apep cayó y se sumergió rápidamente en el agua, derrotado una vez más.</p><p>Set miró como el cuerpo se perdía en las profundidades del río.</p><p>—¿Por quién me tomas?— repitió en un murmullo.<br /></p>
<br /><hr /><p></p><p>Isis fue la primera en marcharse.</p><p>—¿Así que no piensas hacer lo que te pide mi hijo?</p><p>—Si tanto quiere que me marche, que encuentre un sustituto. Bastt, por ejemplo. Si es ella, estoy dispuesto a cederle el puesto.</p><p>La otra mujer bufó, por algún extraño motivo, antes de transformarse en milano y salir volando.</p><p>El siguiente fue Her-Tesu-F, que desapareció de la vista mientras los demás estaban atendiendo a otras cosas, como era habitual. Después, fue Serqet.</p><p>—¿De verdad te irás si Bastt ocupa tu puesto?</p><p>—Si la convencen de que lo haga, entonces, ¿qué remedio me quedará? Eso querrá decir que no me dejarán descansar hasta que sea destruido.</p><p>—Hay muchos que no estarán contentos si pasa eso.</p><p>—¿Muchos?</p><p>Aunque no quería sonar enfadado o dolido, era inevitable que se escapara una gota de resentimiento de su voz. Serqet era… si no su amiga, al menos alguien que le trataba con un mínimo de respeto, y no quería insultarla. Pero sabía que sus aliados, si es que podía llamarlos así, eran escasos. Nadie se enfadaría si él desaparecía. Ni siquiera Neb. Pero lejos de molestarse, Serqet le regaló una sonrisa melancólica.</p><p>—Hay más gente de la que piensas que no quiere que desaparezcas. Algún día sabrás cuantos.<br />Y con eso, se convirtió en un escorpión de agua al tiempo que saltaba al río.</p><p>Set suspiró, y vio que se acercaban a la salida de <i>Duat</i>. Le resultaba difícil creer en las palabras de Serqet cuando pensaba que, después de eso, solo le esperaban unas horas de sueño tendido en el desierto antes de que alguien fuera a despertarle de nuevo con una historia sobre lo molesto que estaba su sobrino con él. Su cuerpo tomó la forma de <i>sha</i>, preparado él también para marcharse.</p><p>—Set.</p><p>Se giró para encararse con quien le había llamado. En el centro de <i>Mesektet</i>, sentado en una silla portatil, estaba Ra. Ya no era el carnero, sino un hombre con un tocado en forma de cabeza de halcón y el disco solar sobre él. Le mostró una sonrisa cariñosa y, con un gesto, le invitó a acercarse. El sha dudó durante unos segundos antes de aproximarse, caminando despacio. Toda la fuerza que había demostrado en su lucha contra Apep, todo el cinismo y desparpajo con el que había afrontado la jornada desde que Neb le despertara, todo eso se había desvanecido. Cuando se encontró a tan solo un paso del dios del sol, se detuvo y se inclinó con respeto.</p><p>—¿Qué necesitáis?</p><p>—¿Cuántas veces te he dicho que no necesitas ser tan formal conmigo? Ven conmigo un rato— mientras decía esto con aquella sonrisa amable, dio unos golpecitos en su pierna.</p><p>El <i>sha</i> tardó unos segundos en moverse, pero al cabo del tiempo hizo lo que aquel gesto le pedía y se acercó al lado de Ra, poniendo la cabeza sobre sus rodillas. Cerró los ojos cuando notó una caricia sobre su cabeza, y se volvió a sentir el niño que fue, milenios atrás. Y por un momento se olvidó de todo el dolor y el abandono y el desprecio. Al menos en aquella barca, en esos momentos antes de abandonarla, se sabía bienvenido.</p><p>—Bastt nunca te sustituirá— aseguró Ra—. Ella tiene su posición y tú la tuya. Ella es mi espada y tú eres mi escudo. No puedes sustituir un escudo con una espada, ¿no crees?</p><p>—¿Y si la convencen?</p><p>Ra se rió.</p><p>—¿Convencerla? Sería más fácil convencer a Apep de que dejara de atacarme. Ella y yo somos iguales en nuestros pensamientos. No aceptará quitarte el puesto del mismo modo que yo no aceptaré que te lo quiten.</p><p>Set lanzó un suspiro aliviado. Sabía que no acabaría ahí, por supuesto, pero Bastt era la única aparte de aquellos que solían viajar en la barca solar que podía hacer frente a Apep. Nadie que no estuviera a esa altura podía hacer lo que él hacía, y no aceptaría menos que eso para proteger al dios del sol. Si ella se negaba, ¿qué esperanza tenían de encontrar un sustituto? Por supuesto, eso no les detendría. ¿Qué podía detener a Horus, a fin de cuentas? ¿No habían demostrado todas aquellas competiciones precisamente de lo que era capaz? Pero mientras Ra le quisiera allí, ese sería su puesto y nadie podría quitárselo. Y eso era un respiro para él.</p><p>—Gracias, abuelo.</p><p>Las caricias cariñosas siguieron durante un buen rato. Tanto que cada vez le costaba más y más mantenerse despierto. Tenía que salir de la barca, sabía que tenía que hacerlo, pero una parte de él no quería irse de allí. Del único sitio en todo aquel plano que le daba la bienvenida sin dudar de él.<br />Está bien, se dijo, no pasa nada porque al menos un día me quede un rato más. Y con ese último pensamiento, se quedó dormido apaciblemente.</p><p>Ra, sentado en <i>Mandjet</i>, siguió acariciando a su nieto incluso cuando ya se había sumergido en el mundo de los sueños.</p><p>—Al menos hoy, quédate en la barca, y olvídalo todo. Ya que no puedo devolverte todo lo que has perdido, al menos te daré un lugar donde puedas descansar.</p><p>Al menos, hasta que fuera la hora en la que Mandjet se convertía en Mesektet para enfretarse al Duat, y Set tuviera de nuevo que coger su lanza para proteger todo aquello por lo que tanto había luchado para que luego se le escapara de las manos. </p><p>No permitiría que le arrebataran nada más.</p>Yuko Hoonhttp://www.blogger.com/profile/17794995145078404758noreply@blogger.com0