domingo, 29 de marzo de 2020

52 Retos de Escritura (XIII): No abras la puerta

Reto #13: Un personaje se despierta con una cicatriz enorme y no sabe cómo se la ha hecho. Haz que recupere sus recuerdos durante el relato hasta que al final descubra la verdad.


NO ABRAS LA PUERTA 


Lo primero que pensó al despertarse era que le había atropellado algo, teniendo en cuenta lo mucho que le dolía el cuerpo y, específicamente, la cabeza. Luego miró a su alrededor y pudo comprobar que estaba en una habitación de hospital. Vale, eso concordaba con lo mal que se estaba sintiendo, suponía. Miró a su alrededor, en busca de alguien que le pudiera decir qué era lo que había pasado, pero no había nadie. La segunda cama, a su derecha, estaba desocupada, y no había nadie sentado en los asientos. No se escuchaba un solo sonido de ningún lado que indicara la presencia de persona alguna, fuera ya visitante o enfermera. Volvió a mirar al techo, preguntándose qué sería mejor idea, si gritar a ver si venía alguien, o quedarse esperando hasta que los médicos pasaran. ¿Qué hora sería? No estaba seguro, más allá de que no era de noche. A través de la ventana a su izquierda podía verse una franja de cielo azulado sobre los edificios ligeramente más bajos que rodeaban el hospital.

domingo, 22 de marzo de 2020

52 Retos de Escritura (XII): Mao

Reto #12: Haz una historia sobre una primera cita en una pescadería.


MAO


Tenía que admitir que su vida romántica era, en general, bastante desastrosa, pero aquello se estaba llevando el premio a la rareza del milenio. Eso le enseñaría a fiarse de su ayudante en lo que se refería a buscarse pareja.

De hecho, se preguntaba cómo era posible que no se hubiera dado la vuelta todavía para salir huyendo de allí. Ya de por sí, le había extrañado que su cita a ciegas eligiera para queda un mercado, incluso si ahora se estilaba que hubiera establecimientos de hostelería dentro de los mismos. Pero cuando había llegado al local con el número indicado, este no era una cafetería… sino una pescadería. Una delante de la cual había un grupo nutrido de gente, en su mayoría señoras de edad avanzada que hablaban tranquilamente con uno de los dos tenderos, pidiendo cantidades nada desdeñables de pescado y mariscos. ¿Era uno de los dos hombres que estaban atendiendo? Pero no, no tenía sentido. Creía recordar que su ayudante había especificado que la persona a la que esperaba era mujer. Y aunque la verdad es que el de la derecha no estaba mal, tal vez un poco fondón pero no le veía nada de malo a eso, era un humano, y su ayudante llevaba muy mal lo de que tuviera una pareja humana.

domingo, 15 de marzo de 2020

52 Retos de Escritura (XI): Adharma

Reto #11: Escribe un relato distópico sobre un grupo de supervivientes a un apocalipsis causado por dioses hindúes.


ADHARMA 


Las pantallas informativas mostraban distintos canales, pero poco importaba, porque todas hablaban de la misma cosa: el gas.

—El número de muertos ha ascendido a diez.

—Se sospecha que puede haber sido traído por agentes del exterior.

—Se recomienda a la población…

La poca gente que se atrevía a salir de sus chabolas miraban hacia las tiras holográficas con el temor en los ojos.

domingo, 8 de marzo de 2020

52 Retos de Escritura (X): Misión de Infiltración

Relato #10: Esta semana los disfraces son los protagonistas. Tus personajes deben ir disfrazados durante todo el relato.

MISIÓN DE INFILTRACIÓN

Había conseguido infiltrarse en la guarida de la Corte Blanca. Una de las guaridas. Porque la Corte Blanca tenía por supuesto muchas guaridas en las que planear terribles actos de traición contra la Corte Negra. Por supuesto, el Rey Negro había asegurado que esto no era así, pero estaba seguro de que era en realidad un intento de tranquilizar a la población. En realidad, seguro que sabía que estaban ocurriendo cosas horribles y horrendas, pero no era capaz de actuar por las presiones políticas.

domingo, 1 de marzo de 2020

52 Retos de Escritura (IX): Bebé

Reto #9: Escribe un relato que ocurra en la casa de tu infancia.

BEBÉ

Echaba de menos a la bebé. Ciertamente ya no era una bebé, los humanos crecían horrendamente rápido, y cuando la perdió de vista por última vez estaba muy lejos de ser una niña de pecho, precisamente. Pero para él era su bebé, y siempre lo seguiría siendo.

Cuando era joven, había tenido que huir de una casa al norte, en su tierra de origen. Eran tiempos malos, tanto para los humanos como para los seres como él. Sin un lugar donde está, ni una familia que le acogiera, acabó uniéndose a una pareja de humanos que, en medio de una guerra cruenta, atravesaron kilómetros de tierra como a bien pudieron durante meses para volver a la ciudad. Los siguió, y una vez alcanzó su destino en una nueva ciudad, una enorme, se alegró de haberlo hecho. Eran buena gente.