domingo, 23 de febrero de 2020

52 Retos de Escritura (VIII): Por qué nunca escuchan

Reto #8: Haz una historia en la que tu protagonista siga el arco emocional de Edipo.

POR QUÉ NUNCA ESCUCHAN

Recordaba el día en que todo había comenzado a irse al infierno.

Lo había tenido todo: riqueza, fama… Su padre había sido un gran empresario, y se había asegurado de que él fuera un digno heredero de su puesto. Había estudiado en las mejores universidades, aprendido de los mejores maestros, y cuando había llegado el momento, había comenzado a trabajar en una filial de la empresa. Le había sabido a poco, pero era tan solo el primer paso para conseguir toda la riqueza de su padre, y luego un poco más. Durante todo el tiempo que había estado trabajando, había conseguido multiplicar la riqueza que había adquirido, y se había vuelto famoso en todo el mundo por sus logros. Nada podía irle mal. Bien era cierto que había cometido algún que otro… desliz, pero no era nada que un buen fajo de billetes y su grupo de abogados no pudieran solventar. O eso había creído.

domingo, 16 de febrero de 2020

52 Retos de Escritura (VII): Esencia

Reto #7: ¡La fantasía es la protagonista! Esta semana escribe un relato de este género.

ESENCIA

El humano chilló de terror. La figura esbelta frente a él, de piel oscura y cabellos blanquecinos, se alzaba delante de un rastro de cadáveres, todos ellos de distintas razas, todos ellos sus compañeros. Había seres humanos, y enanos, y algún que otro feral. Todos ellos yacían en charcos de sangre que poco a poco se convertían en un río. La figura le sonrió, una sonrisa tan blanca como su cabello. Los ojos azules sin embargo no sonreían: estaban llenos de odio y deseos de matar.

—Seguro que tú me puedes ayudar— escuchó que decía—. Estoy buscando las llaves de las jaulas que tenéis en el sótano. Me las darás, ¿verdad?

domingo, 9 de febrero de 2020

52 Retos de Escritura (VI): No es una vida normal

Reto #6: Haz una historia sin un solo gerundio.

NO ES UNA VIDA NORMAL

El mensaje rezaba lo siguiente: “El Rey Negro ha salido a cazar”.

Cinco minutos después la Corte Blanca había declarado el zafarrancho de combate. Se habían enviado mensajes a los líderes de las distintas facciones y se habían preparado anuncios para todos los seres míticos, que generalmente no usaban móviles a menos que tuvieran un trato extenso con la sociedad humana. No había peligro de que ningún miembro de la Corte Blanca fuera la presa, porque nadie era tan idiota como para pisarle los callos al Rey Negro, ni este era una persona rencorosa, pero eso no quitaba para que pudiera haber daños colaterales. Y nadie quería ser un daño colateral de esa caza.

domingo, 2 de febrero de 2020

52 Retos de Escritura (V): A Través del Or Darac

Reto #5: Tu relato debe ser space opera y hablar sobre una travesía por diferentes planetas.


A TRAVÉS DEL OR DARAC 


Las lunas gemelas de Nalthar se alzaban ya en el cielo, hacia el norte, cuando Irún alcanzó la aldea. Se le hacía difícil imaginar un lugar más primitivo que este, pero la paz y prosperidad no alcanzaba a todos los confines de la galaxia, sin lugar a dudas. Allí donde los planetas bordeaban los sectores exteriores, lugares inexplorados cuyos tesoros solo podían equipararse a los peligros que aguardaban en ellos, o aquellos cercanos a la Gran Mancha Negra, donde la guerra había dejado su marca décadas atrás, la gente no tenía acceso a las maravillas de la tecnología que se usaban allí donde el poder del Consejo Galáctico llegaba con facilidad. Ni siquiera había pavimento que llegara a aquel lugar: en el momento en el que había abandonado la carretera principal, el camino había sido de tierra de forma casi constante, y agradeció haber hecho caso de las advertencias de su contacto en la capital y haber viajado montada a lomos de un morbat en lugar de intentar el viaje con algún vehículo.

Los aldeanos se estaban recogiendo ya, y los pocos que todavía permanecían en la calle sin iluminación se quedaron mirándola durante unos segundos antes de apresurarse hacia sus casas, donde se encerraron a cal y canto. Dentro de los recibimientos que podría haber tenido, pensó, no era de los mejores, pero tampoco de los peores. En silencio, manejando a la enorme ave de vistoso plumaje que le servía de montura, atravesó el pueblo al paso, encaminándose a una colina que se alzaba a una cierta distancia. En lo alto de la misma, el atisbo de una luz indicaba que estaba habitada. Ese era, sin lugar a dudas, su destino.