lunes, 5 de abril de 2021

Deidades Incomprendidas, Capítulo 6: Dagón

De acuerdo con mis planes maquiavélicos (tojtoj) de escribir al menos un artículo al mes en este blog, vuelvo a mi serie sobre deidades denostadas injustamente, empezando por fin con las deidades semíticas y canaanitas. Y no os preocupéis, que con este tema vamos a estar una temporadita. Para empezar a abrir boca, hablaré de un dios que no debería haber pasado por esto, y que probablemente habría sido uno más de esos dioses de los que solo hablan los historiadores y cuatro mataos frikis de la mitología de no ser por cierto tipejo escritor. Hoy voy a hablaros de Dagón.


Dagón, o Dagan, es una deidad muy, MUY antigua. Pero antigua de cojones. Básicamente, la representación más antigua que existe de Dagón es del 2500 a.C. aproximadamente, procedente de los textos encontrados en la antigua ciudad de Mari (ahora Tell Hariri, en Siria). Doscientos años después nos lo encontramos en Ebla como la deidad principal de un panteón de cerca de doscientas deidades, y aparece ya en textos sumerios, aunque su prominencia queda mucho más patente en los grabados asirio-babilónicos. Dagan aparece de hecho mencionado al comienzo del famoso Código de Hammurabi, cuando este rey se refiere a sí mismo como el que sometió a todos los asentamientos a lo largo del Eufrates “con la ayuda de Dagan, su creador”. Otra ciudad en la que era importante era Ugarit, donde a veces era identificado con el dios creador El. De los asirios, esta deidad saltó a los fenicios, y a muchas de las tribus del cercano oriente. Sabemos por la Biblia, por ejemplo, que los filisteos adoraban a Dagón. Tenemos textos de la tribu de los amorreos que mencionan a este dios. Y la vita de San Porfirio de Gaza habla de un templo a un dios llamado Marna o Marnas, que bien podría ser la versión griega de nuestro amigo Dagón. Este templo fue presuntamente destruido en el 402 d.C. cuando el emperador Arcadio mantuvo su persecución a los paganos.

Vale, diréis, todo eso está muy bien, pero, ¿quién era y qué hacía Dagón? Pues la verdad es que, salvo lo que os he contado arriba, sabemos poco de él. Por ejemplo, está el hecho de que fuera representado con la parte superior del cuerpo como un hombre, pero con la parte inferior siendo la cola de un pez. Durante mucho tiempo se pensó que su representación había sido siempre esta, pero se cree que no apareció con este aspecto hasta que los fenicios asociaron su nombre con la palabra dâg, pez. Sin embargo, esta iconografía se volvió borrosa para cuando se convirtió en Marna, a juzgar por los escritos de los romanos que mencionan el culto a este dios en lo que hoy en día es Palestina. De ellos sabemos también que Marna era un “dios del cielo” que realizaba oráculos y que a veces era tenido como una especie de Zeus.

Sí, si excavamos un rato en la raíz de su nombre, encontramos con que esta significa más o menos “nublado”, lo cual nos viene a decir que este dios tenía una fuerte relación con las nubes. Esto le convertiría, a la larga en un dios de la agricultura, y por lo tanto en un dios de la fertilidad.

Tenemos más bien pocas leyendas de Dagón. La única referencia que encuentro entre sus propios creyentes es una carta al rey Zimri-Lim de Mari, en el que el gobernador de Nahur, Itur-Asduu, le cuenta que ha tenido un sueño con Dagan en el que el dios le dice que la razón por la que Zimri-Lim no había derrotado todavía a los haneos (otra de las chorricientas tribus de la zona) era porque no había ido a informar de sus actos al templo del dios en Terqa. Cuando lo hiciera, decía, “haré que cocinen al dios de los haneos en un espetón, y los postraré ante ti”. Encontramos más menciones en la Biblia, en los libros de Josué, Jueces, primer libro de Samuel, primer libro de Crónicas y primer libro de Macabeos. Estas menciones suelen estar siempre asociadas a los filisteos, que probablemente eran el pueblo que estaba por la zona y que no les hizo demasiada gracia que una panda de advenedizos aposentara allí sus traseros.

Podría, por supuesto, ponerme a hablar de los relatos que hay en la Biblia mencionando a este dios directamente, pero como solo son historias de cómo Yahvé destroza estatuas de un ídolo, que a estas alturas de la feria probablemente nos las sabemos de pe a pa, creo que puedo ahorrarme el ir a buscar la biblia familiar para leerme el texto y resumíroslo.

Una de las cosas divertidas sobre Dagón es que, a pesar de ser uno de los muchos dioses mencionados como ídolos en la Biblia, por alguna extraña clase de milagro se libró del destino que sufrieron la inmensa mayoría de los otros, donde el Cristianismo los demonizó literalmente. Ya os hablaré de algunos de los “ilustres” demonios que se sacaron los teólogos antiguos de la chistera para escribir sobre la supuesta jerarquía demoníaca. Os vais a reír. Pero, como ya he dicho, Dagón se salvó de formar parte de dicha lista. He de pensar que tal vez lo hizo porque, a diferencia de los otros, consiguió mantener su existencia a través de Marna hasta el siglo V d.C., convirtiéndolo en “algo inexistente” más que en un “demonio”.

Ilustración de Mario Zuccarello basándose en los relatos de Lovecraft

Pero he dicho que Dagón es un dios denostado, ¿verdad? La cuestión está en que aquí tenemos que dar un salto temporal hasta el siglo XX. En concreto hasta 1917, cuando ese individuo conocido como H. P. Lovecraft escribe Dagón, un relato corto que se publicaría por primera vez en el número 11 de la revista The Vagrant. En este relato aparece la primera mención a los Profundos, personajes que aparecerían más adelante en otras historias, pero que no serían nombrados como tales hasta La sombra sobre Innsmouth. Voy aquí a decir que no he leído ni el relato ni la noveleta, y que tengo muy, muy clarito que no voy a hacerlo en el futuro. Más allá de lo que piense sobre Lovecraft como persona (y no es bonito, creedme), tengo traumas muy gordos con sus escritos. Pero dejémoslo en que este tipo en algún momento debió escuchar la mención de un “dios-pez” y tiró por la calle de en medio, convirtiéndolo en una criatura abisal horrenda, importándole CERO sus orígenes y su verdadera naturaleza como dios de la agricultura y el clima. ¿Y cómo sé que le importaba cero? Porque lo mezcló con la hidra de los griegos. Porque sí, porque él lo valía.

Que me importaría mucho menos de no ser porque, más allá del capullo de Lovecraft, hay algo así como una miriada de escritores que decidieron que aquello era una maravillosa idea, y crearon chorrocientas obras al respecto. Que vale, que a la hora de la verdad frente a otros horrores cósmicos Dagón cuenta más bien poco, pero que sigue estando ahí. ¡Si es que hasta aparece en el relato Yo, Cthulhu de Neil Gaiman! Es más, en sus escasas apariciones en los juegos de Atlus (Shin Megami Tensei, Persona 2: Eternal Punishment y DemiKids), su aspecto es más lo que uno esperaría de un relato de Lovecraft que el aspecto de “sireno” que tienen las escasas efigies conocidas de este pobre hombre. Bueno, en DemiKids sí tiene aspecto de sireno, más o menos, pero creo que es más por no asustar a los niños poniéndoles un careto de pez que porque realmente pensaran en él como en el dios canaanita de antaño. Que bueno, que en las descripciones admiten que es eso, un dios canaanita, pero en el Persona 2: Eternal Punishment directamente lo relacionan con Cthulhu, así que…

Dagón en Shin Megami Tensei

Así que ahí tenéis la historia de un dios de la fertilidad que bien podría haber pasado sus días siendo un Manannán mac Lir cualquiera, un dios random en una religión olvidada salvo por aquellos que les interesa esta mierda, pero que acabó convertido en una especie de horror cosmico-abisal por obra y gracia de un elitista xenófobo traumatizado con el pescado que oyó campanas y no supo donde. Recordadlo, porque no podemos achacar la demonización de las creencias de otros solo al cristianismo (Lovecraft era a fin de cuentas ateo), sino más bien a la visión sesgada que nuestra propia cultura, falta de conocimiento sobre otras culturas, y nuestra capacidad de proyectar antes que de empatizar, han creado sobre estas deidades.

Y sin más, me despido de momento. Ya sabéis, se agradecen comentarios, feedback y ese tipo de cosas. Si tenéis curiosidad por alguna deidad en particular, o por cualquier cosa de este tipo, ya sabéis dónde contactar conmigo (*señala a la sección de comentarios*). Nos vemos el próximo mes, si Eilistraee quiere.

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