EN LA BIBLIOTECA NEGRA
El Rey Negro observó el objeto en su mano con algo de curiosidad antes de devolvérselo.
—Es un guante— sentenció.
—Sísísísísísísí, es un guante humano— replicó Gama con su vocecilla chillona—. Gama lo ha encontrado. Gama lo trae para Rey Negro.
Para Gama, que no era la más brillante de entre los duendes, aquel objeto era maravilloso porque era de los humanos, así que seguro que era un buen obsequio para el Rey Negro al que tanto le gustaban los humanos. A ella no le gustaban demasiado, por supuesto, porque la mayoría de ellos eran estúpidos y solo sabían hacer daño a los demás. Pero sabía que el Rey Negro les tenía aprecio y que le gustaban la Reina Blanca y sus guardianes, y por eso si encontraba algo de los humanos, se lo traía como obsequio. Seguro que el Rey Negro estaba contento, sí. Desde luego, había dejado de intentar dárselo a ella de nuevo.