La serpiente de múltiples colores (¡y nombres!)

Como viene siendo tradición, hoy, Día del Orgullo Friki, Día de la Toalla y Glorioso 25 de Mayo, dedico un post a hablar sobre mitología según las indicaciones de mis lectores. Este año he tenido que adelantar la consulta debido a cuestiones educativas, y supongo que es debido a ello que la respuesta ha sido un tanto escasa, tanto como para que solo dos personas respondan a ella. Normalmente tiraría de dados para averiguar cuál iba a escribir, pero da la maldita casualidad de que las dos son compatibles… cosa que descubrí cuando se me ocurrió mirar uno de los bichos del Persona 5. Así que hoy voy a hablar de una de las criaturas que, según los aborígenes australianos, crearon el mundo: Yurlunggur, la Serpiente Arcoíris.

Antes que nada, spoilers: aunque yo uso el nombre de Yurlunggur, esta no es sino una de las muchas denominaciones que recibe esta criatura. También se la conoce por los nombres de Borlung, Dhakkan, Kajura, Goorialla, Kunmanggur, Numereji, y otros tantos más que no voy a poner aquí porque me puedo acabar eternizando, todo dependiendo de la tribu con la que habléis. Porque al igual que ocurre con los nativos americanos, hay chorrocientas tribus de aborígenes en Australia, y cada una de ellas tiene su propia versión del mito. Puede que todas ellas tengan la figura de la Serpiente Arcoíris, pero dependiendo de la zona puede ser una, o pueden ser varias, y mejor no meterse con otros temas un tanto más escabrosos.

Pintura rupestre aborigen de la Serpiente Arcoíris

Para empezar a hablar de los mitos, primero tenemos que hablar del Tiempo de Sueños. Este no es un término acuñado por los aborígenes australianos, sino por los antropólogos, a fin de denominar una características de los mitos de estas tribus. Para no complicarnos demasiado con el tema, porque creedme que puede ir para largo, el Tiempo de Sueños es una especie de espacio-tiempo fuera de nuestra línea temporal, que está sucediendo en todo momento, y en el que existen todo tipo de criaturas míticas, entre las cuales se incluye nuestra amiga.

Las historias de los aborígenes australianos hablan de cómo los diferentes espíritus, a veces humanos y a veces animales, fueron dándole forma al mundo. Yurlunggur (sustituid este nombre por el que corresponda según tribu) surgió de las profundidades de la tierra y, según iba abriéndose camino, fue creando las montañas, los valles, los cañones y las gargantas. Nuestra amiga de colorines está asociada al agua y a la lluvia, y según los aborígenes australianos, el arcoíris es en realidad Yurlunggur que está viajando desde una de las charcas en las que habita a otra.

Y yo digo “amiga”, pero en realidad, dependiendo de la cultura, la Serpiente Arcoíris puede ser hembra, o macho, o bisexual, o hermafrodita, o asexual. O estar más allá de toda explicación y etiquetado, lo cual me encanta. También, dependiendo una vez más de la tribu, puede aparecer como otro animal, como un escorpión o un cocodrilo, pero siempre está relacionada con la lluvia y con el agua. Sin Yurlunggur no habría lluvia, pero dependiendo de la cultura también es la criatura que detiene la lluvia, y se encarga de llenar los acuíferos y ríos a su paso. El rayo y el trueno son los símbolos de su furia, y puede provocar tormentas y ciclones. Se la asocia, como ya he comentado, con el arcoíris, pero también con el halo que rodea a la luna y que anuncia la llegada de lluvias. También se dice que es una entidad curativa, y se la asocia sobre todo con la sangre humana, en especial con aquella proveniente del ciclo menstrual. También se la asocia con el cuarzo y con las conchas, por lo que estos materiales se usan para invocar sus favores.

La historia más extendida sobre la Serpiente Arcoíris es la leyenda de las hermanas Wawalag. Estas dos diosas estaban de viaje, cuando se acercaron a una de las charcas en las que habitaba Yurlunggur. Algunos de los mitos dicen que la hermana mayor dio a luz y la sangre acabó cayendo en la charca, mientras que otros hablan de que la Serpiente Arcoíris simplemente se mosqueó porque estaban cerca. El caso es que, por la razón que fuera, durante la noche se coló en la casa de ambas y se las comió a ellas y a todos sus hijos. Pero entonces una hormiga mordió a Yurlunggur, y causó que regurgitara a ambas diosas. Supuestamente, este acto creó una de las regiones de Australia, y desde entonces Yurlunggur habla su lengua y les enseña los rituales necesarios. Se supone que todo el proceso de devorar y regurgitar diosas es una especie de metáfora de la fertilidad. No me preguntéis, todavía estoy intentando pillarlo.

Hay otras historias similares con Yurlunggur, ya sea comiéndose y luego vomitando a pobres incautos y de paso creando tribus enteras, o bien causando algún tipo de choque cataclísmico. Incluso, en ciertos sitios, se piensa que la Serpiente Arcoíris coloca niños espíritu en las charcas que hacen que las mujeres queden embarazadas. Porque, ante todo, Yurlunggur es un símbolo de la fertilidad. Hasta el extremo que se considera que las mujeres están al mismo nivel que la Serpiente en lo que a crear respecta. De hecho, la menstruación está considerada sagrada. Esto lleva a los hombres a realizarse cortes rituales en sus brazos o en sus penes (OUCH) para imitar este sangrado, incluso mezclando la sangre con aquella que proviene de la menstruación femenina en una especie de ritual de unificación.

Por supuesto, en la actualidad estos mitos siguen vivos, así que la Serpiente Arcoíris sigue teniendo bastante importancia, y también en la cultura popular. Por ejemplo, en Australia existe el Rainbow Serpent Festival, un festival de música, y el Rainbow Serpent Project, una serie de películas documentando el viaje del creador por distintos lugares sagrados del mundo. Ha aparecido en distintos medios populares, como en los comics o en los videojuegos, y actualmente ha sido utilizada como símbolo del movimiento en contra de la minería de uranio en Australia, alegando que la minería despertará y enfadará a la Serpiente y esto causará un desastre.

Diseño de Yurlunggur en los Shin Megami Tensei y Persona

Pero sobre todo, Yurlunggur es una muestra de lo diferentes que pueden ser las distintas mentalidades entre seres humanos, no solo por su temática como criatura creadora en contraposición con la imagen maligna que tienen las serpientes en el mundo occidental, sino por su sexualidad difícil de definir y por la importancia que pone en las mujeres dentro de la propia cosmología de los aborígenes australianos. Resulta un tema refrescante, si bien algo complejo, con respecto a las cosas que estamos acostumbrados a escuchar.